Arabia Saudita, en sus respuestas oficiales en referencia al asesinato del líder del EIIS Abu Bakr Al-Bagdadí, apoyó plenamente a los Estados Unidos y su política, mientras que enfatizó la fuerte alianza entre los dos países. Esto fue expresado, entre otros temas, en una conversación entre el Príncipe Heredero a la Corona saudita Muhammad bin Salman y el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump y en la declaración de la cancillería saudita en referencia al tema.[1]

Al contrario, muchos artículos sobre la muerte de Al-Bagdadí en la prensa saudita dirigieron sus críticas hacia los Estados Unidos, cuestionaron el momento y el carácter de la operación, e incluso acusaron a Occidente de causar terrorismo en el Medio Oriente. Ante este contexto, fue muy notable una polémica entre Khaled Al-Suleiman, columnista del diario saudita ‘Okaz, quien escribió un artículo titulado «¿Ha finalizado el rol de Al-Bagdadí?», y ‘Abdallah bin Bakhit, autor y columnista del diario Al-Riyadh, quien respondió con un artículo titulado «¿Ha terminado el rol de Al-Bagdadí, Sherlock?» Al-Suleiman escribió en su artículo que Al-Bagdadí fue agente de Occidente, que lo asesinó una vez que dejó de ser útil y que Occidente fue el principal responsable del surgimiento de organizaciones terroristas tales como el EIIS. En su artículo de respuesta, bin Bakhit rechazó las teorías de conspiración difundidas por muchos árabes, que sostienen que fuerzas externas, incluyendo a los Estados Unidos, son responsables por el terrorismo de Al-Bagdadí y acusó a Arabia Saudita y al mundo musulmán en general de cultivar la ideología de las organizaciones terroristas y de figuras tales como Al-Bagdadí y Osama bin Laden. Este también se quejó del apoyo dado a Al-Bagdadí que prevaleció dentro de la población árabe y musulmán y criticó el desprecio por parte de los árabes y musulmanes a su papel en cultivar el extremismo, la xenofobia, hostilidades hacia el arte y la cultura y la degradación de la mujer en sus sociedades.

‘Abdallah bin Bakhit (izquierda) y Khaled Al-Suleiman (derecha) (Fuentes: alriyadh.com, alarabiya.net)

Lo siguiente son extractos traducidos de sus artículos:

Khaled Al-Suleiman: Occidente es responsable por el surgimiento de las organizaciones terroristas; Al-Bagdadí actuó como su agente

En su artículo publicado el 28 de octubre en el diario ‘Okaz, Khaled Al-Suleiman escribió: «Fuentes estadounidenses le dijeron a los medios de comunicación que Estados Unidos había actuado con el fin de asesinar al líder del EIIS Abu Bakr Al-Bagdadí [en este momento] por temor a que se perdieran todos sus rastros y no pudieran actuar en su contra en el terreno ya que las fuerzas estadounidenses se retiraban del norte de Siria. [También dijeron que] Al-Bagdadí y varios terroristas extremistas estaban ante una constante vigilancia estadounidense

«Esto refuerza las sospechas de aquellos que piensan que Al-Bagdadí desempeñó un papel establecido [para él], sea este voluntario o se le pago por ello y que, después de que llevó a cabo lo requerido de él en Irak, fue puesto en la hornilla, diciéndole que se le llamaría de nuevo cuando se le necesitase. ¡Es inconcebible que su ubicación fuese desconocida o que fuera imposible ubicarlo en un área geográfica muy estrecha y vigilada repleta de las actividades de inteligencia de las superpotencias!

«El asesinato de Al-Bagdadí nos recuerda el asesinato del líder de Al-Qaeda Osama bin Laden en Pakistán. En ambos casos, ni el hombre atacado ni sus esposas se salvaron, pero el terrorismo aún vive y sus raíces y los que están detrás no han sido confrontados. El terrorismo surge solo en un entorno de apoyo y [la existencia de] este entorno requiere que Occidente se vea a sí mismo para comprender que tiene una mayor responsabilidad por el surgimiento de las organizaciones terroristas y por ayudarlas a sobrevivir. Es imposible separar el terrorismo de los elementos de opresión que sirven a los elementos extremistas en el reclutamiento de [jóvenes activistas], comenzando con el oprimir a la causa palestina a través de la guerra de exterminio en Siria hasta la ocupación de Irak y la destrucción sectaria de su [sociedad].

«[Ahora], mientras esperamos el surgimiento del nuevo líder terrorista en la región, Occidente puede quejarse tanto como desee sobre el tema del terrorismo y celebrar el asesinato de terroristas. Pero no puede negar su responsabilidad en crear este terrorismo y a estos terroristas».[2]

Abdallah Bin Bakhit: los árabes y los musulmanes evitan admitir su papel en el cultivar el terrorismo y el extremismo

El autor y periodista ‘Abdallah bin Bakhit respondió al artículo de Al-Suleiman en su columna publicada el 29 de octubre en el diario saudita Al-Riyadh. Este escribió: «En las próximas semanas, toda la nación [árabe y musulmana] se convertirá en Sherlock Holmes: [Seremos testigos] de artículos, comentarios y tuits [discutiendo] un único tema, la respuesta que buscara Sherlock Holmes: ¿Finalizó el rol de Al-Bagdadí?…

«El detective árabe no investigará la muerte de Al-Bagdadí, ni las circunstancias de su asesinato, ni el impacto que tendrá su muerte en el futuro de la organización [es decir, el EIIS]. Tampoco invertirá esfuerzos en entender los elementos socio-ideológicos que causaron que los árabes y musulmanes produjeran [entre ellos] personajes tales como Al-Bagdadí y bin Laden y que [también produjeran] organizaciones criminales como el EIIS y Al-Qaeda en los siglos 20 y 21.

«Cuando Al-Bagdadí anunció [la creación] del Califato, el número de personas que lo elogiaron fue mayor que el número de escépticos – sin mencionar [la cantidad de personas] que lo condenó. Sin embargo, cuando el espíritu del momento y el triunfo de la razón [sobre las emociones] comenzaron a trabajar en contra de Al-Bagdadí, aquellos que soñaban con un califato comenzaron a retroceder y retirarle su apoyo absoluto, en favor de un mejor enfoque al decir que ‘nuestros hermanos nos han agraviado’[3] y en última instancia, acusarlo de [actuar como] agente [de las fuerzas extranjeras]. Esto incluso llegó al punto en que [algunos afirmaron] que su nombre era [en realidad] Jaim el judío y [que] nació en Israel y fue plantado por el Mossad, el aparato de los servicios de inteligencia de Israel.

«Pero esta teoría no satisfizo al Sr. Sherlock Holmes [árabe] y por lo tanto comenzó a investigar a los estadounidenses [y se preguntó] si Estados Unidos estaba detrás de [Al-Bagdadí], tal como lo estuvo con bin Laden. Esta [explicación] tampoco satisfizo la inteligencia de Sherlock, por lo que encontró una conexión entre Irán y Al-Bagdadí. Esto allanó el camino para acusar también a Turquía y finalmente concluyó que Al-Bagdadí había sido prisionero en una de las cárceles [del Presidente sirio Bashar] Al-Assad [en Siria], recibió entrenamiento y posteriormente fue liberado para que pudiera establecer la organización [es decir, el EIIS]…

«Todo esto es un intento por evitar [reconocer] el papel de nosotros los [árabes y musulmanes] en la creación y configuración de la personalidad e ideología de Al-Bagdadí, hasta que alcancemos el pináculo llamado el EIIS. Estamos ignorando por completo [nuestros] largos años de alentar el extremismo y educar a millones de jóvenes musulmanes para que muestren su enemistad por la cultura, el arte y por los demás. Hemos olvidado quién cambió los nombres de nuestros hijos de Muhammad, ‘Abdallah y’ Adel a [los noms de guerre] Abu Al-Qa’qaa ‘y Abi Qutaiba.[4] Hemos olvidado quién formó [entre nosotros] a los jóvenes que desprecian a la mujer y piensan que cualquiera que no les pertenece es su enemigo. Hemos olvidado [nuestra predica sobre el principio islámico de] «lealtad [a los musulmanes y al Islam] y la renuncia [a los no-musulmanes]».[5]

«Si Sherlock Holmes pudiera exponer al que incitó a un chico que aún no tenía 18 años a que viajara a Kuwait y se volara en pedazos [en una mezquita] entre los feligreses[6], este ni siquiera sabía…»[7]


[1] ‘Okaz (Arabia Saudita), 28 de octubre, 2019; Al-Riyadh (Arabia Saudita), 29 de octubre, 2019.

[2] ‘Okaz (Arabia Saudita), 28 de octubre, 2019.

[3] Una declaración atribuida al Cuarto Califa, Ali bin Abi Taleb, quien se alzó contra los Jawarij luego de separarse del bando de sus seguidores.

[4] Una referencia a los nombres de prominentes yihadistas recientes: Abu Al-Qa’qaa’, combatiente de Al-Qaeda al norte de Siria, que reclutó a combatientes para unirse a la organización en Irak y Abu Qutaiba, alto funcionario del EIIS que actualmente se encuentra en prisión en Jordania.

[5] Una referencia al principio islámico de Al-walaa wa-al-baraa que es muy enfatizado por los yihadistas, quienes también declaran que todos aquellos que no comparten su ideología son infieles.

[6] Al-Bakhit se refiere al atentado ocurrido el 26 de junio, 2015 del que el EIIS se responsabilizó, contra una mezquita chiita en Kuwait durante los rezos de los viernes en Ramadán. El atentado, llevado a cabo por un ciudadano saudita, acabó con la vida de 27 feligreses.

[7] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 29 de octubre, 2019.