En su columna el 27 de diciembre, 2016 en el diario saudita Al-Riad, titulada «Minorías Musulmanas en Occidente – ¿Han Cumplido con su Deber?» ‘Imad Al-‘Abad llamó en los musulmanes que viven en Occidente a que inculquen en sus hijos lealtad a los países que han decidido tomar como hogares y trabajen para eliminar el terrorismo en esos países cooperando con las fuerzas de seguridad locales, organizando protestas anti-terrorismo y creando iniciativas de buena voluntad en beneficio de las sociedades que estos adoptaron.
‘Imad Al-‘Abad (imagen: Al-Riyadh, Arabia Saudita)
Lo siguiente son extractos de su columna:[1]
«En el año 2002 visité Vancouver, Canadá y me detuve en un restaurante propiedad de un inmigrante árabe, tuvimos una breve conversación y, cuando se enteró de que yo acababa de llegar a Canadá, me advirtió: ‘Cuídese de no creerle a estos infieles porque ellos no le desean el bien. Salí del restaurante pensando en su cruel manera de pensar: este hombre, quien se cansó de su propia tierra y se vino [a Canadá] en búsqueda de libertad, bienestar y seguridad, ni siquiera tenía un mínimo de lealtad hacia el país que lo acogía y le concedía derechos y privilegios de los que jamás hubiese soñado. Yo estaba aún más convencido de su crueldad mental después de haber estado [en Canadá] durante todo un año, durante el cual sólo encontré bondad en estos ‘infieles’. Además, descubrí que no todos los inmigrantes árabes y musulmanes comparten la [visión] de ese hombre.
«Un amigo mío quien es emisario en Alemania me dijo lo mucho que despreciaba la incitación y el odio que había sido expresado abiertamente en un sermón de los viernes por el imam de una de las mezquitas allí. Este dijo que la policía no puede arrestarle por el tema de la libertad de expresión, un privilegio que le otorga el país contra cuya gente este incita. Este privilegio es uno de los muchos otros que Alemania le ofrece a los refugiados: un salario mensual para cada miembro de la familia, vivienda gratis, electricidad y agua; excepciones fiscales, educación gratuita, pases gratuitos para el transporte público y mucho más, con el fin de mantener su dignidad y el respeto a su humanidad.
«Los aterradores incidentes terroristas que azotaron Europa este año me han llevado de nuevo al [tema de las] minorías musulmana en Occidente, aunque la gran mayoría de ellos son pacíficos y, al igual que la mayoría de la gente, buscan una vida tranquila, rehúsan integrarse y coexistir con las sociedades en las que han decidido asentarse y han sido algo pasivos frente a los incidentes terroristas ocurridos en sus sociedades. Ya sea en Francia, Alemania o Bélgica no hemos escuchado manifestaciones masivas contra el terrorismo o sobre grandes iniciativas de buena voluntad para la sociedad, sino que estos se han mantenido en silencio y continuaron quejándose sobre un acoso racista en su contra.
«Cualquiera que piense que tales iniciativas, o expresiones de enojo y el oponerse a crímenes terroristas significaría [que los inmigrantes árabes se estén] disculpando por un crimen que no cometieron es totalmente falso… Al contrario – sería una acción de buena voluntad y un mensaje a la sociedad en la que viven: «Nosotros y ustedes estamos juntos, en el mismo bando de los buenos, contra el bando criminal». Esto pudiera fortalecer la cooperación entre ellos y expulsar a esas despreciables células terroristas.
«Cualquiera que piense que las minorías musulmanas son incapaces de organizar tales manifestaciones antiterroristas, formar un lobby con el propósito de presionar a quienes incitan [al terrorismo] o lanzar iniciativas importantes para mejorar su imagen en las sociedades occidentales, también están equivocados. Sus respuestas a los temas relativos a los símbolos islámicos muestran [claramente] su habilidad para movilizar gente y hacer escuchar su voz en las sociedades en las que viven.
«Por último, las minorías árabes y musulmanas de la diáspora suelen ser comunidades buenas e inocentes, que en el pasado han llevado a cabo iniciativas hermosas e importantes – por ejemplo, la de Lens, Francia, para proteger las iglesias durante las celebraciones navideñas del año pasado, Pero hay muy pocas iniciativas de este tipo y se necesita mucho trabajo y diligencia [para poder hacer muchas más].
«A este fin, estas minorías allí deben aspirar lograr dos objetivos: Uno, a largo plazo: Inculcar en sus hijos la lealtad a la tierra en la que se asentaron y que les ha dado tanto. Dos, a corto plazo: Abordar con rapidez y seriedad los actos realizados por los hijos de los inmigrantes, mediante la cooperación con elementos de seguridad y a través de [mostrar] solidaridad con la sociedad [que fue agredida]. De esta manera, demostraran su intensa oposición hacia tales actos… »
[1] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 27 de diciembre, 2016.