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El 26 de diciembre de 2024, el Estado Islámico (ISIS) publicó el número 475 de su boletín semanal, Al-Naba’. El artículo principal de la edición, titulado: «Entre Hanukkah y Navidad», analiza el supuesto debate anual recurrente entre los musulmanes sobre la permisibilidad de felicitar a los cristianos en sus festividades religiosas, «que celebran creencias que contradicen el monoteísmo islámico».
El artículo examina por qué no surgen debates similares respecto de las festividades judías, a pesar de las «preocupaciones teológicas compartidas», criticando la inconsistencia en el tratamiento diferente de judíos y cristianos y sugiriendo que esto refleja una falta de convicción en los principios islámicos.
El texto destaca las implicaciones teológicas de esas acciones, considerándolas como signos de una fe y un apego debilitados al Islam, y argumenta que la verdadera adhesión al Islam requiere un tratamiento igualitario de todos los grupos no musulmanes de acuerdo con las creencias islámicas.
Destacando la “inconsistencia” en las interacciones entre cristianos y judíos
El editorial de Al-Naba comienza así: “Al final de cada año gregoriano, se renueva el debate sobre la norma que rige al felicitar en sus fiestas oficiales a los cristianos que afirman que Jesús es Alá o que ‘Él es el Hijo de Alá’”.
El editorial critica la «inconsistencia» en las actitudes hacia la felicitación a los cristianos y a los judíos en sus festividades religiosas y analiza por qué las disputas sobre el reconocimiento de la Navidad son más comunes que respecto de las festividades judías. El artículo cuestiona: «No vemos que surja el mismo debate sobre la felicitación a los judíos en sus festividades, a pesar de que las mismas justificaciones que utilizan para los cristianos se apliquen también a los judíos. Las posiciones de ambos grupos hacia los musulmanes están entrelazadas y son similares. ¿Por qué, entonces, se plantea el debate sobre uno y no sobre el otro?».
Además, destaca el doble rasero percibido en las interacciones entre cristianos y judíos, calificándolo de «inconsistencia teológica» que refleja indulgencia y sesgo selectivos:
«Hemos sido testigos de esta contradicción metodológica en sus reacciones cuando atacan a cristianos y judíos durante sus festividades. Celebran un ataque a un judío durante Purim o Hanukkah, pero critican a cualquiera que mate a docenas de cristianos durante la Navidad. Califican a los primeros de ‘héroes’ y a los segundos de ‘extremistas'».
«El debate refleja la fuerza del monoteísmo»
El semanario también sostiene que el debate sobre felicitar a los cristianos en sus festividades religiosas no es sólo una cuestión jurisprudencial sino más bien una cuestión espiritual, que refleja la fuerza del monoteísmo y el compromiso con los principios islámicos.
En este sentido afirma: “Ibn al-Qayyim lo aclaró en su conocida fatua sobre el tema, abordando el núcleo del problema con su habitual comprensión profunda de la naturaleza humana. Él dijo: “Muchos que tienen poco respeto por la religión caen en esto. Esto, por Alá, sigue siendo el quid de la cuestión y la raíz del problema”.
Al condenar la tendencia a justificar tales felicitaciones malinterpretando los versículos coránicos, el artículo sugiere que el entusiasmo de la gente por felicitar a los cristianos no se debe a la ignorancia de las normas islámicas ni a un deseo sincero de invitar a los cristianos al Islam: «Sino que surge de una menor consideración por el valor de la religión en sus corazones».
“Felicitar a los cristianos es inadmisible”
El semanario considera que reconocer las festividades cristianas, como la Navidad, es haram [inadmisible]. Sin relación con la guía coránica sobre el trato justo a los no musulmanes pacíficos, el editorial afirma: «Felicitar a los cristianos por sus festividades religiosas de herejía está prohibido por la ley islámica».
Incluso si fueran considerados » Ahl Al-Dhimma [Pueblo de la Alianza]» bajo el gobierno islámico, argumenta el artículo, «los cristianos modernos han violado los términos del » Dhimma «, e incluso cumplirlos no les permitiría celebrar sus festividades ya que son parte de «falsos rituales religiosos».
“¿Los cristianos de hoy en día han cumplido las condiciones de pagar la yizia (impuesto para los no musulmanes bajo el gobierno islámico) y de adherirse a las normas del Islam -cuando vivían bajo un gobierno musulmán- para merecer este contrato, o las han violado completamente? Incluso si hubieran cumplido todas las condiciones, todavía no estaría permitido felicitarlos por sus festividades, ya que se trata de rituales de su falsa religión”.
“Reconocer la Navidad refuerza el vínculo de los cristianos con sus falsas creencias”
El editorial considera que felicitar a los cristianos por sus festividades refuerza su apego a sus creencias «falsas». Por lo tanto, «¿cómo pueden ser guiados hacia el islam si los apoyas y los felicitas por su herejía?»
«En cambio, este enfoque hace que los cristianos te acerquen a su religión y te inviten a ella», advierte el artículo, «convirtiéndote en un receptor pasivo en lugar de un influenciador activo».
También afirma que el amor y el odio por la causa de Alá son fundamentales en el islam y la celebración de festividades no islámicas compromete este principio.
«El problema no radica sólo en la celebración del Año Nuevo, sino en la esencia misma de la fe. La base del islam es el amor y el odio por la causa de Alá: amar la fe y detestar la herejía».
“La venida de Jesús resolverá el debate”
El artículo presenta la resolución definitiva de este debate religioso y social: «El descenso de Jesús, hijo de María, en el fin de los tiempos resolverá decisivamente este debate».
El artículo continúa: «Abolirá la yizya y presentará a la gente la opción del islam o la espada. Esta resolución divina y teológica aborda la confusión entre lealtad y negación en esta era de desequilibrio espiritual y monoteísmo debilitado».
«La unidad en el monoteísmo no puede ser fragmentada»
Haciendo eco de sus evaluaciones, el editorial insta a la coherencia en las actitudes hacia los cristianos y los judíos, argumentando que el verdadero monoteísmo no puede fragmentarse.
«La comunidad musulmana no mejorará hasta que equipare su trato a los judíos y a los cristianos, su visión de Hanukkah con la de la Navidad y su postura hacia los aliados de los cristianos con su postura hacia los aliados de los judíos».
Al tiempo que subraya que «la unidad en el monoteísmo no puede fragmentarse», el editorial concluye con una advertencia: «Aquellos que no presten atención a las advertencias y señales, finalmente serán guiados por la espada de Jesús, el siervo y mensajero de Alá».
