En un artículo titulado «Siria y el desastre en curso» publicado en el diario catarí en Londres Al-Quds Al-Arabi, el académico y periodista franco-libanés Gilbert Achcar señala que el número de víctimas sirias en el reciente terremoto ocurrido hace unos días es especialmente grande y esto se debe a que el presidente sirio Bashar Al-Assad destruyó el país en la guerra civil que se ha venido sucediendo desde el año 2012, dejándolo incapaz de hacer frente a un desastre tal como un terremoto. La guerra civil siria, añade Achcar, fue un desastre mayor que el nakba palestino, ya que el número de personas que murieron en ella y en la opresión que la acompañó es diez veces mayor. Este señala además que los refugiados sirios que vivían en partes de Turquía afectadas por el terremoto fueron amontonados en edificios construidos apresuradamente y en violación a todas las normas sobre terremotos, lo que contribuyó al alto número de fallecidos.

Gilbert Achcar (imagen: Rommanmag.com)
Gilbert Achcar (imagen: Rommanmag.com)

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Achcar.[1]

“Si lo que sucedió en Palestina antes de la creación del Estado de Israel puede describirse como un nakba (catástrofe), entonces lo que sucedió en Siria, especialmente desde el comienzo de la guerra civil en el lugar en el año 2012, puede muy ciertamente llamarse calamidad. Es una de las dos calamidades más grandes de la historia árabe contemporánea y es mucho mayor que el nakba palestino, si se cuenta el número de víctimas, el número de personas muertas por la guerra y la opresión en Siria en los últimos 11 años es aproximadamente diez veces mayor que el número de palestinos asesinados por el sionismo desde que invadió Palestina por primera vez. Y el número de sirios que han huido del país y los que han sido desplazados dentro de sus fronteras es igual al número de palestinos que ahora viven en su patria y en la diáspora combinados. La única calamidad en nuestra región similar en su magnitud a la de Siria es la calamidad que se ha estado desarrollando en Irak desde que Saddam Hussein tomó el poder allí y envolvió al país en sus estúpidas guerras. A esto le siguió la ocupación estadounidense, la llegada del EIIS y todo lo que sucedió después.

“No presentamos estas cifras para restarle importancia a la tragedia palestina, que involucra una patria que fue usurpada, sino para resaltar la horrible magnitud de la tragedia siria. Lo que empeora esta tragedia es que Siria ahora está sujeta a cinco diferentes ocupaciones: la ocupación sionista del Golán, que ha ocurrido y sigue ocurriendo desde el año de 1967 y las ocupaciones iraní, turca, rusa y estadounidense, que comenzaron en la última década y aún continúan hasta el día de hoy. Y ahora el desastre ha vuelto a caer sobre el pueblo sirio, desde la ciudad de Gaziantep, siendo esta más o menos la capital de los refugiados sirios en Turquía, tuvo como epicentro el mayor terremoto que azotó Turquía desde 1939. Además, el primer terremoto que sacudió la región en la madrugada del lunes 6 de febrero, 2023 también afectó a gran parte del noroeste de Siria, con Alepo en el centro e Idlib al oeste del epicentro.

“Obviamente, fue la propia Turquía y los turcos y kurdos que viven en el área donde ocurrió el terremoto, los que más quedaron afectados por el sismo. Pero las áreas sirias son mucho más débiles frente al desastre que las turcas, ya que algunas de ellos están bajo control de un estado que es mucho mejor asesinando y destruyendo que ayudando a limpiar los escombros, mientras que otros no están siendo controlados por ningún estado e incluso están fuera de la zona de operaciones de la mayoría de las organizaciones de ayuda internacional. Además, los refugiados sirios que vivían al suroeste de Turquía fueron hacinados en muchos de los edificios destartalados que se derrumbaron de manera horrible, ya que, debido a la codicia de los contratistas que querían aumentar sus ganancias, se construyeron en violación de las normativas utilizadas en la construcción de edificaciones en áreas muy propensas a terremotos. Esto significa que el número de víctimas del terremoto en Siria, que seguramente llegará a decenas de miles, será desproporcionadamente alto, en comparación con su parte de la población.

“El pueblo sirio es ciertamente miserable. Qué maldición les ha caído desde el ascenso al poder de Bashar Al-Assad y del reino-república que heredó de su padre Hafez Al-Assad. Hafez impuso su dictadura sobre los sirios durante más 30 años y ahora su hijo Bashar ha estado ocupando el mismo cargo durante más de 23 años. ¡Así que en 7 años más este estará gobernando tanto tiempo como lo hizo su padre! Pero el hecho es que los años de la presidencia del hijo son peores que los de su padre, más de la mitad de ellos fueron los años en que Siria fue destruida y todavía no se vislumbra luz en el túnel, tal como dice el refrán.

«La verdad es que el mayor desastre de Siria es este régimen, en el que un joven que aún no llegaba a 35 años, con una experiencia mínima en el gobierno, heredó el gobierno de una de las sociedades más antiguas y complejas del mundo, se emborrachó de poder y perdió el rumbo. Cuando la situación social y política en Siria llegó a un punto de ebullición, tal como sucedió en los demás países de la región en el año 2011, este no buscó una salida a la crisis que mantuviera a salvo al país y a la población. Lo único que le interesaba a él y a su pandilla-familia, que se une a él para disfrutar de los privilegios del poder absoluto sobre Siria… era aferrarse al poder, incluso a costa de incendiar el país, tal como decía su odiada consigna, ‘Assad o quemamos el estado.

“El gran terremoto que golpeó a Siria y a su pueblo solo agregó combustible a este fuego. La destrucción de Siria bajo Bashar Al-Assad la dejó en una condición terrible, incapaz de hacerle frente a este desastre natural luego de los golpes propinados por los ataques del terremoto humano y las tragedias que ha sufrido».


[1] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 8 de febrero, 2023.