El 11 de febrero, 2017 Maher Abu Tair, columnista del diario jordano Al-Dustour, publicó un artículo en el que se argumentaba que la sociedad árabe está plagada de discriminación, racismo y etiquetado, los cuales se expresan marginando al otro, condescendiéndole y evitando matrimonios con aquellos de diferentes condiciones o sectas. Este hizo un llamado a los árabes para que examinen su propia conducta antes de condenar el racismo del Presidente estadounidense Donald Trump, aunque coincidieron en que era digno de condena[1].

Maher Abu Tair (imagen: Aljazeera.net)

Lo siguiente son extractos del artículo:[2]

«El racismo del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump es altamente útil, porque expande en gran medida el discurso sobre la discriminación y el racismo alrededor del mundo, que no son exclusivos de Trump, sino que también están muy extendidas entre los árabes, incluso extremadamente esparcidas. Las vidas de los árabes están basadas en la discriminación, racismo y el etiquetado… La comprobación de raza, origen, religión o el color de la piel de las familias e individuos son actos rutinarios [entre los árabes].

«Es esta discriminación nada extraña, dado que contradice totalmente los fundamentos del Islam, que prohíbe la discriminación? Nosotros por lo general, patrocinamos a otros pueblos y los consideramos inferiores a nosotros, por ejemplo los chinos como infieles lo cual no es nada limpio y el alemán es tan arrogante y condescendiente, el africano recibe innumerables descripciones por parte de nosotros, el indonesio es nuestro sirviente y nada más y los hindúes están al fondo de la escalera de las naciones. De esta manera, etiquetamos a la gente de un lado a otro, aunque [estos apodos] son ​​ricos en discriminación, etiquetado y racismo y son [también] inexactos…

«Esto también se derrama hacia el tema del matrimonio en el mundo árabe, todos conocemos las antiguas historias [sobre esto], algunas de las cuales siguen siendo relevantes, ya que un beduino no se casa con una mujer del pueblo, una mujer urbana no tiene interés en un hombre del pueblo y un hombre del pueblo no quiere [casarse] con una beduina. El nombrar, etiquetar y discutir sobre quién es mejor es muy común incluso entre los residentes de la misma área. Algunos pueblos están divididos internamente y estas divisiones reflejan discriminación, racismo y la estratificación social y no reflejan el espíritu de un país unificado en lo absoluto. A veces se escucha hablar de un país donde el matrimonio no puede tener lugar si el hombre proviene de un área determinada y el origen de la mujer es de un continente diferente, o si es que ella posee cierto tono de piel.

«Por Alá, ¿cómo podemos blandir consignas [anti-discriminación] mientras hacemos exactamente lo contrario?

Las olas de odio que el presidente estadounidense exhibe hacia los refugiados y hacia ciertos países son igualmente comunes entre los árabes, aunque estos sean miembros de la misma raza, religión y cultura. De esta manera, el iraquí que una vez se refugió en Siria es el mismo iraquí que no quiere recibir a los sirios [hoy] y espera que se mueran en un bombardeo. Los libaneses que una vez vivieron en Siria se quejan mucho ahora de los [refugiados sirios en el Líbano] y no desean verlos [en su país]. El egipcio que vivió durante décadas en Libia está furioso con los libios que llegan en oleadas a su país y el libio que está herido por ese sentimiento egipcio quiere que su país les cierre sus puertas a los tunecinos.

Esto ha escalado a formas de discriminación religiosa y sectaria y todos saben que la discriminación está rompiendo marcas: cuando a uno se le dice que ‘fulano de tal es cristiano, pero a pesar de ello es buena gente’, este enunciado contiene un racismo de lo más elevado, como si los cristianos no fueran generalmente buenos y esta persona es una excepción a la regla. «Cuando uno escucha que «fulano de tal es sirio pero es diferente’, esto es un insulto a todos los sirios [porque implica que esta persona] es la excepción. Lo mismo [aplica cuando se a uno se le dice que alguien es] palestino, jordano, marroquí o yemení, pero es buena gente… A esto se le llama racismo latente…

 

«Si los árabes y los musulmanes emplean la discriminación y el racismo entre sí mismos, ¿cómo pueden ir en contra de lo que está haciendo el presidente estadounidense?» Muchos se hacen la vista gorda a todas esas manifestaciones despreciables de racismo que vivimos en el mundo árabe… En lugar de este desprecio, deberíamos reconocer [nuestra] estructura social y despreciar las manifestaciones de racismo… comunes allí, antes de denunciar a la administración estadounidense, a los europeos y a otros pueblos.

«La discriminación, el racismo o el etiquetar pueden ser rasgos humanos practicados por todos los pueblos del mundo, pero debemos reconocer que son altamente prevalentes en el mundo árabe…

«Si queremos condenar a Trump, quien obviamente merece la condena, entonces su racismo también debe incitarnos a examinar nuestro propio comportamiento, tanto abierta como internamente, y honestamente preguntarnos a nosotros mismos sin dar muchas vueltas al asunto de si estamos realmente entre los pueblos que no son racistas. Sólo entonces reconoceremos que [en lo que respecta al racismo], Trump es un mero principiante en nuestro mundo árabe».

[1] Para ver las respuestas árabes a la prohibición de viaje dictada por el Presidente Trump, véase Investigación y Análisis Nº 1299 de MEMRI, El mundo árabe está dividido por la orden ejecutiva del Presidente Trump, suspendiendo la entrada de ciudadanos de países árabes e islámicos a Estados Unidos, 7 de febrero, 2017.

[2] Al-Dustour (Jordania), 11 de febrero, 2017.