El 19 de mayo, 2020,[1] el Ministro de Finanzas iraquí Ali Alawi le envió una carta al Gobierno Regional de Kurdistán (GRK) en la que prometió que el Ministerio de Finanzas le proveería el equivalente a 400 billones de dinares iraquíes ($338 millones) para cubrir los pagos salariales del sector público para el mes de abril. Este exigió plena responsabilidad sobre el cómo se utilizaron estos fondos transferidos del presupuesto del gobierno central iraquí, así como también la total transparencia respecto al uso dado por los kurdos a sus ingresos en la producción de petróleo en el Kurdistán iraquí. Esto, dijo, era una de las condiciones para las futuras asignaciones de dichos fondos por parte del gobierno central, a cambio de finalizar un acuerdo petrolero y presupuestario en términos mucho más largos dentro de un plazo pautado a 30 días.

Los kurdos respondieron en una carta citada el 20 de mayo, que el gobierno regional de Kurdistán había aprobado las demandas de Allawi. Sin embargo, el 20 de junio, el Primer Ministro iraquí Mustafa Al-Kadhimi se reunió en Bagdad con el presidente de la región del Kurdistán Nechirvan Barzani, para discutir una serie de temas en disputa. La reunión terminó sin acuerdo alguno sobre los temas discutidos.[2]

El 22 de junio, otra delegación kurda encabezada por el primer ministro de la región del Kurdistán Masrour Barzani se reunió con Al-Kadhimi en Bagdad. Esta reunión también abordó los problemas aparentemente insolubles que enfrenta el gobierno central de Al-Kadhimi a raíz de sus disputas con la región del Kurdistán, algunas de las cuales han persistido desde la fundación de Irak hace cien años.

Otra reunión tuvo lugar el 23 de junio, cuando una delegación de alto nivel del GRK, encabezada por el vice-primer ministro Qubad Talabani llegó a Bagdad para celebrar una tercera ronda de discusiones sobre la resolución de «asuntos pendientes».[3] Unos días después, un portavoz del GRK afirmó que la delegación le presentó al gobierno central todos los documentos y datos necesarios respecto a estos temas, en particular los relacionados con el petróleo y el gas, el presupuesto y los salarios. Sin embargo, ilustrando las complejidades que enfrenta Al-Kadhimi, los kurdos afirman que el gobierno central está dispuesto a pagarles el precio actual del petróleo, pero sin compensarlos por las sumas que el GRK le debe a las compañías petroleras extranjeras productoras como resultado de sus propios contratos con empresas externas.[4]

La frecuencia de estas reuniones refleja la importancia que el primer ministro iraquí le atribuye a las relaciones problemáticas entre el gobierno central iraquí y la región del Kurdistán y su intento de mitigar al menos algunas de las tensiones entre estos. Estas difíciles relaciones tienen sus raíces en la historia, basadas tanto en eventos trágicos en Irak los cuales se remontan a décadas, si no siglos y en la tensa naturaleza de la política iraquí contemporánea inmediatamente antes y desde de la caída del dictador Saddam Hussein en el año 2003.

El Primer Ministro iraquí Al-Kadhimi, se reúne con líderes kurdos en Bagdad, 20 de junio, 2020

Un nuevo gobierno reformista

Desde la nominación de Al-Kadhimi como primer ministro designado en abril, este ha enfatizado repetidamente su plan para crear un gobierno central efectivo. Al-Kadhimi expresó su deseo de colocar todos los aparatos militares en Irak, particularmente las Unidades de Movilización Popular (UMP) pro-Irán y las unidades militares kurdas Peshmerga, bajo plena autoridad de las Fuerzas de Seguridad iraquíes estatales. El 26 de junio, Al-Kadhimi intentó demostrar su determinación, haciendo que las fuerzas de seguridad asaltaran el cuartel general del grupo pro-iraní Hizbullah Katai, deteniendo brevemente a varias personas y confiscando armamento. Si bien al principio esto parecía una demostración exitosa de fortaleza, parece haber fracasado debido a que  fortaleció a las milicias a expensas del estado[5]. Pero además de esta y otras misiones desafiantes, tales como frenar la influencia de Irán en Irak y combatir la corrupción, también se enfrenta al problema generalizado de las relaciones entre la región del Kurdistán y el gobierno central de Irak.

Los temas disputados por el gobierno iraquí y la región del Kurdistán son profundos. El conflicto histórico clave surge de dos fuerzas en conflicto en Irán: el deseo kurdo de independencia, o al menos de lograr autonomía y el igualmente poderoso deseo de Bagdad de ver un país unificado.

La Constitución iraquí: Antecedentes

Bajo el Imperio Otomano, Irak fue administrado a través de tres distritos: Mosul al norte, Bagdad y Basora al sur. Estos distritos se unieron artificialmente en el año de 1922 durante el mandato británico. Por lo tanto, desde su inicio, Irak ha sufrido profundas tensiones, especialmente entre los kurdos al norte de Irak y el gobierno central en Bagdad. Luego de la invasión de Irak por los estadounidenses en el año 2003, y el final del régimen Ba´ath bajo la tutela de Saddam Hussein, la relación entre los kurdos y el gobierno central iraquí fue establecida en una nueva constitución, que fue aprobada a través de un referéndum iraquí en el año 2005

La constitución define a Irak como una «república democrática, federal, representativa» y un «país multiétnico, multi-religioso y de varias sectas». Su artículo 117 promete que la constitución «reconocerá la región de Kurdistán, junto a sus autoridades existentes, como región federal». El artículo 114 afirma además que «la legislación promulgada en la región del Kurdistán desde 1992 permanecerá en vigor» y el artículo 121 estipula que «los poderes regionales tendrán derecho a ejercer poderes ejecutivos, legislativos y judiciales de conformidad con esta Constitución».

Pero otros artículos en tal constitución han sido fuentes persistentes de disputas. Según el Artículo 111, «el petróleo y el gas son propiedad de todo el pueblo de Irak en todas las regiones y gobernaciones» y el Artículo 112 estipula que «el gobierno federal, con las provincias encargadas de la producción y los gobiernos regionales, tendrán a cargo la gestión del petróleo y gas extraído de los campos actuales, siempre que distribuya sus ingresos de manera justa en proporción a la distribución de la población en todas partes del país”. Esto está relacionado con el Artículo 121: «A las regiones y gobernaciones se les asignará una parte equitativa de los ingresos nacionales suficientes como para cumplir con sus responsabilidades y deberes, pero teniendo en cuenta sus recursos, necesidades y el porcentaje de su población». Cuánto ha sido «parte equitativa» de ello ha sido punto de discusión desde ese entonces.

¿Cómo deben interpretarse las reglas?

En términos prácticos, la región del Kurdistán disfruta de un alto grado de autogobierno. Los kurdos poseen su propio presidente, su propio primer ministro, parlamento, ejército en la forma del Peshmerga y su bandera. El kurdo, que es el idioma principal en la región kurda (muchos jóvenes kurdos no hablan árabe), es un idioma oficial en Irak, junto al árabe. Los kurdos comprenden aproximadamente el 15% de la población iraquí de unos 40 millones, pero incluso esa cifra, utilizada para calcular algunos ingresos, está en disputa. Bagdad considera que el Kurdistán iraquí comprende el 12,67% de la población, mientras que los kurdos reclaman el 17%.[6] Desde la perspectiva de Bagdad, la región del Kurdistán ha recibido más que su parte justa del presupuesto federal como pago a su unidad. Asignándole el 12,5% del presupuesto federal a salarios, el Kurdistán iraquí ha recibido el 21,7% de esta partida presupuestaria.[7]

Irak aún no ha anunciado su Presupuesto Federal para el año 2020 y por ende, las asignaciones del GRK aún no están completamente establecidas. El parlamentario Ahmad Al-Safar, miembro del comité financiero del parlamento iraquí, señaló el 14 de junio: «Si las dos partes (gobierno federal y regional) alcanzaron un acuerdo, el acuerdo llegará al presupuesto provisional. Existen esfuerzos para completar el presupuesto del 2020 dentro de los dos próximos meses y este tema está sujeto a la negociación entre el Parlamento y el gobierno. Siempre que se llegue a un acuerdo, se liberarán los salarios de los empleados de la región del Kurdistán”.[8]

No es de sorprender que en un país que lucha con las grandes cargas del gobierno, con guerras, corrupción, influencia extranjera y un sistema político frágil y ficticio, interpretar las reglas es de por si un desafío. Y asegurarse de que un acuerdo de consenso sobre cuáles son los términos de dichas reglas es un desafío adicional. Mucho depende de la naturaleza del liderazgo en Bagdad, las condiciones del juego político y militar y el precio del petróleo. No existe una participación kurda fijada eternamente en el presupuesto del país.[9]

El presupuesto a la industria petrolera

El tema más apremiante y divisivo hoy es el llamado presupuesto a la industria petrolera. El control de los ingresos del petróleo ha sido por mucho tiempo un tema espinoso entre la capital de la región del Kurdistán, Erbil y Bagdad. Desde el año 2006, la región de Kurdistán ha operado un sector independiente de petróleo y gas y más tarde comenzó a exportar su petróleo directamente hacia los mercados internacionales a través de un oleoducto vía Turquía desde el puerto de Ceyhan en la costa mediterránea.

Según informes, en diciembre del 2019, Bagdad acordó enviar a Erbil el 12.67% del presupuesto federal a cambio de 250.000 barriles de petróleo por día (bpd).[10] Sin embargo, Erbil no ha podido mantener punto final al acuerdo. Cuando Erbil afirma que la región del Kurdistán tiene una deuda pendiente de $26 billones, la pregunta a formular es: ¿Hacia dónde se dirigen sus ingresos petroleros? Su presupuesto es opaco y de hecho, el último presupuesto regional fue aprobado en el año 2013.

El 16 de abril, 2020 el Primer Ministro interino de Irak Adil Abdul-Mahdi, pidió al Ministerio de Finanzas de Irak que detuviera las transferencias presupuestarias al KRG y que retomara todas las transferencias realizadas desde el 1 de enero, 2020. Bagdad dijo que el GRK no había cumplido su cuota de 250.000 bpd a SOMO, la empresa estatal de marketing, a cambio de su parte del presupuesto. A pesar de que Erbil no ha entregado un solo barril de petróleo desde que fue alcanzado el acuerdo en diciembre, el presidente de la KRG Masrour Barzani, calificó la medida como «motivada políticamente contra el pueblo de la región del Kurdistán».[11]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes, copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/between-baghdad-and-erbil-some-outstanding-challenges-government-iraqi-prime-minister-al

*El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Sénior (emérito) en MEMRI; S. Ali y Ze’ev B. Begin son compañeros de investigación en MEMRI.


[1] Nasnews.com/view.php?cat=31926, 30 de mayo, 2020.

[2] Nasnews.com/view.php?cat=33590, 20 de junio, 2020.

[3] Gov.krd/english/news-and-announcements/posts/2020/june/council-of-ministers-meets-to-discuss-erbil-baghdad-relations/

[4] Sotaliraq.com/2020/06/27/, 27 de junio, 2020.

[5] Jpost.com/middle-east/kataib-hezbollah-in-iraq-says-it-will-never-surrender-weapons-633290, 30 de junio, 2020.

[6] Iraqenergy.org/product/iraqs-2019-draft-budget-law-analysis-report.

[7] Bayancenter.org/en/wp-content/uploads/2019/07/8765789768.pdf.

[8] Rudaw.net/arabic/kurdistan/140620209, 14 de junio, 2020.

[9] Reuters.com/article/us-iraq-oil-budget/iraqi-kurdistan-agrees-with-baghdad-on-2020-budget-share-state-media-idUSKBN1ZZ0UG, 5 de febrero, 2020.

[10] Reuters.com/article/us-iraq-oil-budget/iraqi-kurdistan-agrees-with-baghdad-on-2020-budget-share-state-media-idUSKBN1ZZ0UG, 5 de febrero, 2020.

[11] Rudaw.net/english/kurdistan/270420201, 27 de abril, 2020.