Durante estos últimos días, los diarios del gobierno sirio han estado publicando artículos que incluyen ataques personales sobre Detlev Mehlis, el encabezado del Comité Internacional de las Naciones Unidas que investiga el asesinato del ex-primer ministro libanés Rafiq Al-Hariri. Los diarios sirios citan artículos y periodistas pro-sirio libaneses que acusan a Mehlis de pasar el tiempo bebiendo vino en yates, y declaran que por consiguiente él ha perdido su credibilidad.

Lo siguiente son extractos de los artículos:

Mehlis lleva una vida de lujos bebiendo vino a bordo de yates

El diario sirio Al-Thawra publicó un artículo de la periodista libanesa María Ma’loof, en el cual ella escribió:

«Desde que Mehlis comenzó a investigar el asesinato del Primer Ministro Al-Hariri, han habido continuos esfuerzos para proporcionarle con un halo legal y judicial, y presentarlo como el equivalente de los legendarios investigadores vistos en las pantallas de cine, como Kojak, Columbo, y el Inspector Gadget. Pero la actuación del investigador internacional [Mehlis], quién previamente sufrió continuos fracasos y estropeó varias investigaciones en Alemania, ha comenzado a deteriorarse en luz de las preguntas básicas a las que no ha podido siquiera hacer surgir, y ni modo responder…

«El zorro alemán pasó por alto todos estos hechos, y otros. Últimamente, han habido cada vez más y más informes sobre su indulgente vida a bordo de yates, de su habito en beber vino, y de su inmersión en el lujo libanés, el cual lo hace perder su objetividad. [Estos] también le causan el perder la visión de su esfuerzo serio por llegar a la verdad, y de la importancia del caso que ha emprendido. Así su extraña conducta últimamente en el Complejo Bonita, en una de las playas de Al-Bathrun, dónde avergonzó a gente apareciendo de repente por perros guardianes y personal de la FBI fuertemente armados, creando una gran perturbación en el restaurante y en sus alrededores. Esto hizo que la gente se preguntara quien era esta figura importante, que había tomado todo el restaurante, haciendo que los otros que cenaban huyeran del miedo y la aprehensión». [1]

Cuando un juez juzga un caso que involucra a dos partes, y tiene una relación personal con uno de ellos, él debe recusarse a si mismo

El diario de gobierno sirio Teshreen cita a Charles Ayyub, editor del periódico libanés Al-Diyar, quién fue entrevistado en el canal de televisión New Tv. Ayyub denunció que Mehlis está llevando una vida social activa a bordo de yates. Él agregó que Mehlis es cercano a ciertos individuos libaneses, y que él por consiguiente no puede realizar fielmente su trabajo:

«Con respecto a la conexión entre la vida de lujo llevada por Mehlis y su credibilidad como investigador internacional, Ayyub dijo: ‘En sus vidas sociales, jueces, investigadores y gente en posiciones prominentes usualmente están obligados a refrenar su conducta. Por ejemplo, el encabezado de la Corte Suprema no puede aceptar la invitación de una persona adinerada para abordar un yate, y no puede beber una botella de vino que cuesta $1,200 cuando su salario [mensual] es de $3,000. Así, cuando el Juez Mehlis, cuyo informe es esperado por el pueblo libanés, se le ve en un yate bebiendo una botella de vino que cuesta $1,200, nosotros preguntamos: ¿Es este el tipo de juez que viene a [conducir] una investigación, se sienta en su oficina examinando cada detalle, y lleva una vida social restringida para llevar a cabo una tarea fuera de su país? Yo pienso que un juez internacional e investigador que están tratando con un caso muy importante no debería aceptar ninguna [oferta] más allá de una invitación a un café. En cada corte de ley, se sabe, por ejemplo, que cuando un juez trata un caso en el que involucra a dos partes, y él tiene una relación personal con uno de ellos, debe recusarse a si mismo, para que no sea ambos un adversario y un árbitro’.

«Ayyub agregó: ‘Cuando el Ministro Marwan Hamada dice en un debate con el Ministro de Justicia Charles Rizq, «Yo siempre almuerzo y ceno con Mehlis», y agrega que «Siria y sus «aparatos de seguridad» han intentado matarle y que son ellos quiénes asesinaron al primer ministro Al-Hariri, luego [esto significa que] el Juez Mehlis ha caído bajo alguna influencia. Abordando un yate tiene su influencia, y sus gastos tienen su influencia. ¿Está el [viviendo] a expensas de las Naciones Unidas, o a expensas de los muy ricos libanéses? Así, este juez ya no puede llevar a cabo su trabajo con credibilidad.

«‘Nosotros por consiguiente tenemos el derecho de decir: ‘El pueblo libanés escucha hablar de Mehlis día y noche. Este hombre vive en un yate y bebe vino que cuesta $1,200 la botella. Esto está equivocado’.

«Ayyub enfatizó: ‘Yo tengo en mi posesión una fotografía del yate, y toda la información, incluyendo el momento exacto en que Mehlis lo abordó. Si Mehlis niega que él bebió esa clase de vino, yo tengo [evidencia] para confirmar que él lo hizo'». [2]

Existe la necesidad de un comité de investigación para indagar al propio Mehlis

El diario Al-Thawra publicó un artículo de Charles Ayyub en el que clamó que el Comité de Investigación había pasado por alto información proporcionada por Francia, a saber que el testigo que acusó a Siria del asesinato había mentido. Ayyub declaró por consiguiente que un comité de investigación debería ser fijado para indagar al propio Mehlis.

«Francia y los servicios de seguridad franceses, los cuales son [fuentes] respetables, abordaron a Mehlis tan pronto como se convencieron que la historia de Al-Sadiq era falsa, y propusieron entregarle con la información veraz. [Ellos] le dijeron a Mehlis que no podrían continuar [aceptando] las mentiras que este [funcionario] sirio desertor dijo en sus varias historias. Sin embargo, Mehlis y el comité internacional ignoraron la oferta francesa…

«Después de este escándalo, el Comité Internacional de Investigación necesita ahora un comité de investigación para indagar al Juez Mehlis, ya que la credibilidad del Comité Internacional ha colapsado debido a su confianza en la falsa declaración de Al-Sadiq.

«Al-Diyar agrega: ‘El gobierno libanés puede ser cobarde y puede desear cubrir este escándalo pidiendo una extensión para el Comité Internacional. Pero el pueblo libanés por ningún medio acordará que un juez alemán que se pasa el tiempo en yates y ha sido atraído por el brillo del dinero debería poner nuestro futuro en peligro [meramente] porque cierto servicio de inteligencia pudo encontrar a un ciudadano débil en tal necesidad de dinero que estuvo deseoso de venderse al juez Mehlis, y vender su historia [al comité]’. [3]


[1] Al-Thawra [Siria] 9 de octubre, 2005.

[2] Teshreen, [Siria], 10 de octubre, 2005.

[3] Al-Thawra, [Siria] 10 de octubre, 2005.