En una dura carta al Secretario General de las Naciones Unidas Ki-Moon y al Secretario General de la Liga Árabe ‘Amr Moussa, enviada el 11 de octubre del 2007, el Primer Ministro libanés Fuad Al-Siniora acusó a Siria de estar detrás de Fath Al-Islam. Al-Siniora declaró que, según información obtenida de detenidos de Fath Al-Islam, los líderes de la organización habían estado en contacto directo con funcionarios de inteligencia siria. Él agregó que la mayoría de los combatientes de la organización se habían infiltrado al Líbano ilegalmente a través de la frontera siria, y que la inteligencia siria había usado la organización para extender sus objetivos políticos y de seguridad en el Líbano.

En la segunda parte de la carta, Al-Siniora expresó preocupación por el hecho de que numerosas facciones políticas en el Líbano se están armando, y declaró que Siria había transferido grandes cantidades de armas a sus partidarios en el Líbano, ambos durante la guerra de julio 2006 y después de esta.

En respuesta a la carta de Al-Siniora, Siria envió una carta propia a Ban Ki-Moon, en la cual caracterizó las acusaciones de Al-Siniora como «mentiras» y «falsas denuncias que apenas merecen una respuesta». La carta siria declaró que había sido probado que elementos dentro del gobierno libanés habían concedido ayuda material y moral a Fath Al-Islam.

Lo siguiente son extractos de las dos cartas:

Fuad Al-Siniora: Siria está detrás de Fath Al-Islam

La carta de Al-Siniora a Ki-Moon y ‘Amr Moussa declaro: [1]

«Después de feroces batallas por más de 15 semanas, el ejército libanés pudo destruir a la banda [llamada] Fath Al-Islam, que había mantenido secuestrado el campamento de refugiados Nahr Al-Bared con el objetivo de esparcir la anarquía a lo largo del país. [Al mismo tiempo,] el gobierno libanés y los ciudadanos han recibido informes [preocupantes] [al efecto de que varios] grupos políticos y partidos en el Líbano están invirtiendo todas su energías en entrenar a las [fuerzas] militares y en adquirir armas y equipo militar. En luz de esta [situación], deseo consultar y compartir información con usted respecto a la infiltración de [combatientes] armados en el Líbano. El 24 de septiembre, [2007], el gobierno [libanés] sostuvo una sesión especial para discutir y ocuparse de este asunto, durante el cual recibió informes de los aparatos de seguridad e inteligencia concerniente a estos dos temas…

«Honorable Secretario General, usted sabe que éstos [desarrollos], y las discusiones gubernamentales de estos asuntos, están ocurriendo mientras se acercan las elecciones presidenciales, y parece ser que una sombra cuelga sobre estas elecciones debido a la situación de seguridad. La situación es tal que las vidas de los miembros del parlamento de la mayoría [gobernante] están en peligro, ya que están siendo tomados como objetivos y algunos [ya] han sido asesinados – siendo la más reciente [de las víctimas] el MP Antoine Ghanem. También es posible que la elección de un nuevo presidente sea prevenida esparciendo la anarquía y la inestabilidad…

«Fath Al-Islam:

«1. Información que surge de los eventos en Nahr Al-Bared, y los sucesos que les siguieron – incluyendo información obtenida de los interrogatorios de los detenidos de Fath Al-Islam, de Internet, y de las comunicaciones telefónicas interceptadas – indica que el plan de la organización, o complot, era de proporciones peligrosas. [Había intenciones] de tomar una gran parte del norte del Líbano, instigar revueltas a lo largo del país, bombardear al gobierno y a los medios privados, y atacar a las fuerzas internacionales en el sur del Líbano para intimidar a los países [de los cuales provinieron] y arriesgar el continuo despliegue de estas fuerzas, que vinieron al Líbano sobre la base de la Resolución 1701 de las [Naciones Unidas] y [como parte de] su implementación.

«2. La información indica que la banda Fath Al-Islam pensaba, entre otras metas, derrocar al gobierno libanés, que fue establecido democráticamente y disfruta de la confianza del parlamento; para prevenir la celebración de unas elecciones presidenciales democráticas; y crear circunstancias que prevendrían el establecimiento de un tribunal internacional para procesar a los asesinos del anterior primer ministro libanés Rafiq Al-Hariri y de aquéllos que fueron asesinados después de él.

«3. Los interrogatorios a los detenidos de Fatah Al-Islam han revelado que algunos de ellos creen en el jihad, y pensaron que estaban entrenando para [actividades militares] en Irak. La mayoría de los combatientes no-libaneses de la organización entraron [al país] ilegalmente a través de la frontera siria. Hubo [también] un pequeño grupo [de combatientes no-libaneses] que no habían estado involucrados en actividades [militares] previas, y que llegaron [no a través de la frontera siria sino] a través del aeropuerto de Beirut. Suponemos que, debido a las severas presiones ejercidas sobre Siria por los [países] árabes, por Europa, y por América para poner un alto al envío de combatientes jihad hacia Irak, [Siria comenzó] a enviar [en cambio] a algunos de estos combatientes al Líbano, como pretexto para los combatientes de Fath Al-Islam. Su comandante fue Shaker Al-‘Absi quien, aunque parezca extraño, fue liberado mucho antes de la prisión siria, junto con algunos de sus seguidores.

«4. Aquéllos que entraron al Líbano ilegalmente cruzaron por campamentos militares que pertenecen al Comando del Frente General Popular, [encabezado por] Ahmad Jibril, y a través de los campamentos de la [organización] Fatah-Intifada. Estos campamentos están [localizados] en el Líbano, justo en la frontera siria. Se sabe que estas organizaciones tienen campamentos en la frontera, en suelo libanés, y reciben fondos, armas y municiones directamente de Siria sobre una base diaria. Los combatientes de Fath Al-Islam no sólo atravesaron estos campamentos sino que también recibieron entrenamiento allí.

«5. Las circunstancias de la liberación de [Shaker Al-‘Absi] de la prisión siria; la manera en que él y [otros] combatientes de Fath Al-Islam cruzaron hacia el Líbano; la ayuda que recibieron de Fatah-Intifada en Siria, en cruzar [la frontera] sirio-libanesa, y en el [propio] Líbano; la toma silenciosa [de Fatah-Intifada por Fath Al-Islam] después de que Fatah-Intifada devolvió todas sus bases y fondos a Fath Al-Islam – todo esto indica [la existencia] de un plan bien acomodado que no pudiera ser hecho sin el conocimiento de los líderes de Fatah-Intifada, [y sin el conocimiento] de sus patrocinadores, a saber la inteligencia siria. Los detenidos de Fatah Al-Islam revelaron bajo interrogatorio que algunos de sus líderes estaban en contacto directo con funcionarios de la inteligencia siria. Esto significa que la inteligencia siria uso a Fatah Al-Islam, o a algunos de sus miembros, [para extender aun más] sus objetivos políticos y de seguridad en el Líbano.

«6. Las confesiones de [algunos] miembros de Fath Al-Islam, que colocaron explosivos en dos autobuses cerca del pueblo de ‘Ain ‘Alaq al nordeste de Beirut, confirma que esta organización y sus objetivos no tienen nada que ver con el jihad. Es más, el asesinato de soldados libaneses que estaban fuera de sus horas de trabajo, e incluso de algunos civiles inocentes, así como también el robo de bancos y lugares de negocio, no está en concordancia con las metas del jihad que esta organización pretende [perseguir]. Esto ha causado que casi todos los grupos palestinos se distancien de esta nueva organización y de su conducta y acciones, e incluso condenan estas operaciones terroristas. En sus confesiones, los sospechosos en los atentados de ‘Ain ‘Alaq declararon que se les había sido específicamente ordenado que llevaran a cabo el atentado del 14 de febrero [2007], en vísperas del aniversario del asesinato de Al-Hariri, debido a las marchas y protestas que estaban [planeadas] para ese día. Esto demuestra que esta gente estaba motivada por objetivos políticos, en lugar de ideológicos…

«7. Los detenidos también revelaron que los combatientes de [Fatah Al-Islam] provienen de dos lugares. Algunos vienen de fuera del Líbano. La mayoría de éstos son sirios, palestinos y otros que residen en Siria, y a algunos de ellos se les ordenó que llevaran a cabo operaciones fuera de Nahr Al-Bared, como el atentado a los dos autobuses en ‘Ain ‘Alaq. El [segundo grupo consiste en combatientes] del [propio] Nahr Al-Bared. Éstos [combatientes] fueron confinados en Nahr Al-Bared y no se les permitió operar fuera de este. Esto va acorde con la naturaleza dual de esta organización: algunos de sus miembros eran extremistas con metas bien definidas, y otros eran [combatientes] del campamento de refugiados, que fue aprovechado para otros propósitos.

«8. El ejército libanés y las fuerzas de seguridad han podido aplastar la cabeza a la serpiente en Nahr Al-Bared. Sin embargo, informes fiables hablan de lazos entre [Fath Al-Islam] y otras organizaciones extremistas por todo el Líbano. El gobierno libanés y su ejército y las fuerzas de seguridad están manteniendo un alto nivel de alerta para perseguir a los miembros de Fath Al-Islam quienes todavía están siendo buscados, así como también otros que pueden estar en contacto con ellos. [Sin embargo], sus esfuerzos están siendo restringidos por el hecho que las fuerzas oficiales de [seguridad] libanesas son incapaces de supervisar todos los territorios libaneses y perseguir a [los terroristas] dondequiera que estén – especialmente en los campamentos de refugiados palestinos, que han sido una zona de no-entrada para las fuerzas [armadas] libanesas desde 1969…

«El entrenamiento [militar] y las actividades armamentistas de varios grupos políticos en el Líbano

«1. Esto [de hecho] ha llegado al conocimiento del ejército y a las fuerzas de seguridad del Líbano de que [ciertos] grupos políticos libaneses se están armando. También, en varias partes del país [varios grupos] están entrenando a [sus miembros] en el uso de armas.

«2. En respuesta, parece ser que el resto de los grupos políticos están [también] entrenando a [sus miembros] en la auto defensa, como una [medida] preventiva. Existen informes de que las fuerzas de oposición están distribuyendo armas [a sus activistas] y entrenándolos en su uso. Algunos grupos de [oposición] están siendo al parecer [entrenados y están siendo armados] por el Hizbullah. Hay también informes de que grandes cantidades de armas fueron pasadas de contrabando [hacia el Líbano] desde Siria durante la guerra de julio del 2006, y quizás también después de esta, y distribuidas a los grupos con fuertes lazos a Siria.

«3. El gobierno libanés ve estos informes… de los aparatos de inteligencia y seguridad con gran preocupación. Este ha instruido a todos los aparatos de seguridad a oponerse a estas actividades y arrojarlos fuera por todos los medios legales, para prevenir el surgimiento de un clima conducente al conflicto armado interno. El gobierno también ha instruido a sus aparatos ejecutivos de tratar a todos los grupos políticos por igual haciendo énfasis en la ley contra el [comprometerse en actividades de] armamento y entrenamiento militar…

«Estimado Secretario General, espero que encuentre usted esta información útil en este momento, cuando la Liga Árabe y las Naciones Unidas están enfocando sus esfuerzos en ayudar al Líbano a conservar su independencia y estabilidad y protegerlo de los peligros externos e internos. El objetivo de esta carta es enfatizar la importancia de supervisar las fronteras libanesas y de prevenir el contrabando de armas hacia el Líbano. Ése es un tema crucial de suma importancia… «

Gobierno sirio: Ha sido probado que elementos en el gobierno libanés apoyaron a Fath Al-Islam

La carta siria enviada en respuesta a la carta de Al-Siniora declaró: [2]

«… La mayor preocupación de Siria… es la tensión en el Líbano, que ha alcanzado niveles inaceptables y qué amenaza el presente del Líbano e incluso su futuro. En este contexto, [queremos] decir que la [usual] intervención descortés de [cierto] poder internacional – qué, hasta el día de hoy, [sólo] ha ahondado la discordancia entre los libaneses y les impidió resolver sus problemas… es una amenaza directa a la seguridad y estabilidad del Líbano, ya que [este poder internacional] está claramente parcializado a favor de [una] facción libanesa y en contra de otra. [Esta intervención] está acompañada por una campaña de decepción en los medios de comunicación, apuntada a colocarle la culpa a [ciertos] elementos en el Líbano, y sobre Siria, siempre que [esta superpotencia] no imponga sus objetivos sospechosos sobre el Líbano.

«Cuando Siria enfatizó su voluntad de ayudar a sus hermanos libaneses para que lidiaran sus diferencias, y enfatizó su agobiante deseo de establecer buenas relaciones con el Líbano, en todo nivel, encontró que algunos libaneses había adoptado puntos de vista radicales que no servían [al objetivo] de establecer relaciones, y lo [hicieron así], como de costumbre, con la ayuda de elementos extranjeros. Los asuntos alcanzaron el punto dónde [ciertos] oficiales libaneses usaron su reciente visita a las Naciones Unidas como una oportunidad para lograr una sola y única meta – a saber, el perjudicar la imagen de Siria, incitar al Concilio de Seguridad contra Siria, y converger mensajes a las Naciones Unidas y a otros elementos que no implican ni siquiera el deseo más ligero por las relaciones naturales [Siria y el Líbano]. [3] Estos elementos [libaneses] también lanzaron campañas de decepción en los medios de comunicación, distorsionando los hechos y dañando las duraderas y [buenas] relaciones entre estos dos pueblos y los dos países…

«Esta conducta, que no demuestra el grado más ligero de buenos modales diplomáticos o morales, no dejó ninguna oportunidad para el diálogo serio entre los dos países. El ataque [sobre Siria fue lanzado] por funcionarios de las más altas esferas del gobierno libanés, y por comandantes de ciertas milicias que derramaron sangre libanesa durante la guerra civil y están ahora representados en el gobierno libanés. Fue contra este fondo que el Primero Ministro libanés [Al-Siniora] envió su carta del 8 de octubre, 2007 al Secretario General de las Naciones Unidas [Ban Ki-Moon]. [La carta] estaba llena de decepciones y distorsiones, cuyo propósito era cubrir las [faltas] de este gobierno, de sus oficiales, y de aquéllos que están de pie detrás de ellos, y de su fracaso en responsabilizarse por los varios sectores de la sociedad [libanesa]…

«Siria reaccionó a estas declaraciones [con restricción], y [decidió] abstenerse de responder a las mentiras, ataques e incitación contra este. Siria continuó su política de apoyo al Líbano – todos los libaneses – ante los grandes desafíos que el Líbano, y la región entera, están [actualmente] enfrentando…

«El rencor sentido por el primer ministro libanés contra Siria causó que acusara a Siria, en su reciente carta, de apoyar a los terroristas de Fath Al-Islam. Éste fue un esfuerzo desesperado [de su parte] en cubrir [ciertos] elementos en el gobierno libanés que, ha sido probado, extendieron apoyo material y moral a los terroristas de [esta organización]. El primer ministro libanés sabe mejor que nadie que fue Siria que extendió el apoyo generoso al ejército libanés en su lucha contra los terroristas en Nahr Al-Bared, y que cerró su frontera [con el Líbano] para ayudar el ejército libanés. Contrariamente a las falsas demandas de esta carta, Siria enfatizo que Fath Al-Islam es tan enemigo de Siria como lo es del Líbano. En este contexto, deseamos atraer [la atención] del primer ministro libanés a las declaraciones hechas por altos comandantes en el ejército libanés, que enfatizaron que Fath Al-Islam es una rama de Al-Qaeda y no tiene ninguna conexión en lo absoluto con la inteligencia siria. Esto fue [reconocido] por el comandante en jefe del ejército libanés, y por el jefe de la inteligencia militar libanesa, el 4 de septiembre, 2007.

«En cuanto a las demandas por la carta de [Al-Siniora] respecto a la liberación del así llamado Shaker Al-‘Absi [de la prisión siria], éstas son demandas tontas que apenas merecen una respuesta. Es un [hecho] muy conocido de que han habido varios enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad sirias y Fath Al-Islam, y que [las fuerzas de seguridad sirias] pudieron matar a algunos de sus miembros, incluyendo a su segundo al mando, llamado Ahmad Tayoura, quien fue muerto cerca de la frontera sirio-iraquí cuando la lucha en Nahr Al-Bared irrumpió. El primer ministro libanés mencionó la nacionalidad de algunos de los terroristas [de Fath Al-Islam], pero se abstuvo de mencionar la nacionalidad [de otros] – quién [realmente] hizo a la mayoría de los terroristas de Fath Al-Islam – por razones que son obvias a todos. [4]

«El gobierno de la República árabe siria desea reiterar una vez más que ha tomado todas las medidas posibles para prevenir la infiltración a través de su frontera con el Líbano. Este ha doblado el [número de] tropas patrulleras fronterizas del lado sirio. Además, las conversaciones entre los libaneses y los sirios respecto a supervisar la frontera continúan, y le hemos entregado al secretario general de las [Naciones Unidas] y al presidente del Concejo de Seguridad una lista detallada de estas conversaciones. En repetir las acusaciones hechas por Israel y por aquellos que están detrás de esto [en contra de Siria] respecto al contrabando de armas a través de la [frontera] siria-libanesa, el primer ministro [libanés] ha [endosado] la postura del enemigo respecto a Siria, y de [hecho] revelado sus verdaderos colores y se ha quitado las máscaras que ha estado escondiendo por mucho tiempo.

«En cuanto a la presencia palestina en el Líbano, se sabe que esta regulado por los acuerdos palestino-libaneses. [También se sabe] que todas las bases palestinas en el Líbano están en suelo libanés. Así, Siria no es responsable de ningún daño causado por los acuerdos entre los bandos palestinos y libaneses, si tal [brecha] ha de hecho ocurrido.

«El momento adecuado de la carta de Al-Siniora, el cual incluye denuncias falsas y hechos distorsionados, llega en una coyuntura crucial para el Líbano, poco antes de las elecciones presidenciales [libanesas]. En lugar de trabajar para unir al pueblo libanés, y ayudarles a que alcancen un acuerdo para resolver los problemas que enfrenta el Líbano, el primer ministro y las fuerzas que él representa endosan abiertamente las posturas de un bando, y culpan a Siria injustamente del fracaso de su [propia] política.

«En un futuro cercano, usted [Ban Ki-lMoon] está en la obligación de presentarle al Concejo de Seguridad con dos informes sobre la aplicación de las Resoluciones 1559 y 1701 del Concejo de Seguridad. A este respecto, Siria reitera que ha cumplido con todos [los artículos] que se relacionan a este en la Resolución 1559 retirando su ejército y las fuerzas de seguridad del Líbano. Siria también enfatiza que, sin importar lo que se haya declarado en el pasado y pueda declararse en el futuro en los informes del Representante Especial de las [Naciones Unidas] Sr. Terje Roed-Larsen, los asuntos en establecer relaciones diplomáticas entre Siria y el Líbano, y la demarcación de la frontera entre ellos, chocan con la soberanía de los dos países, y [sólo] serán resueltos en un acuerdo entre el gobierno sirio y el gobierno libanés que no tomará la posición de enemigo de Siria. Todos los partidos relevantes en el Líbano y fuera de este, y todos los países miembros en las Naciones Unidas, deben saber que Siria tiene la voluntad total de establecer relaciones diplomáticas plenas con cualquier gobierno libanés que crea en [mantener] relaciones amistosas con Siria y no es hostil hacia [Siria], tal como lo es el presente gobierno de Al-Siniora.

«Las violaciones de Israel a la Resolución 1701 de las [Naciones Unidas], qué ocurren casi a diario, y qué ha sido mencionado en decenas de cartas libanesas [de quejas] al Concejo de Seguridad, demuestran que es Israel la que está desatendiendo esta resolución e ignorando sus artículos. En cuanto a los ataques llevados a cabo por elementos criminales contra el UNIFIL al sur del Líbano, Siria los ha condenado sin ninguna condición incierta…

«Siria aprovecha esta oportunidad para reiterar su inmutable postura, que [llama a] preservar la unidad del territorio libanés y la del pueblo libanés, [y qué sostiene] la independencia del Líbano y [llama a la] no-interferencia en sus asuntos internos. Siria enfatiza su buena voluntad de trabajar con todos los bandos y elementos fieles para [ayudar] al Líbano a superar este difícil período en su historia. En particular, Siria enfatiza su apoyo a cualquier esfuerzo sincero [apuntado a promover] la elección de un presidente libanés que será aceptado por todos los [libaneses] y que será presidente de todos los libaneses. Este enfatiza su deseo de establecer las posibles mejores relaciones con su hermana [el Líbano], [especialmente] en luz de los intereses conjuntos de los dos países y los dos pueblos».


[1] Al-Nahar (Líbano), 12 de octubre, 2007.

[2] Teshreen (Siria), 19 de octubre, 2007.

[3] La referencia es a los eventos siguientes: el 8-9 de octubre del 2007, el Presidente de Al-Mustaqbal Sa Al-Hariri y otros miembros de su facción se reunieron con el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, y con algunos de sus ayudantes, incluyendo al Segundo Secretario General para Asuntos Legales Nicolás Michel, el Segundo Secretario General para Asuntos en Mantener la Paz Jean-Marie Guéhenno, y el Representante Especial para la Implementación de la Resolución 1559 del Concejo de Seguridad Terje Roed Larsen. Al-Hariri también se reunió con representantes de los cinco miembros permanentes del Concejo de Seguridad. Las conversaciones trataron con las maneras de detener la ola de asesinatos de líderes libaneses, con la necesidad de acelerar el establecimiento del tribunal internacional, y con la aplicación de la Resolución 1701 de las Naciones Unidas y otras resoluciones de las Naciones Unidas concernientes al Líbano. Una semana después, el 16 de octubre del 2007, el líder druso Walid Jumblatt se reunió en Nueva York con Ban Ki-Moon, Nicolás Michel, Terje Roed Larsen y los representantes de los cinco miembros permanentes del Concejo de Seguridad, para discutir problemas similares. Al-Mustaqbal (Líbano), 9 de octubre del 2007; 10 de octubre del 2007; 17 de octubre del 2007.

[4] La alusión es probablemente al origen saudita de algunos de los miembros de Fath-Al-Islam.