Octubre es un mes fatídico para Michel Aoun. Es en este mes, hace cuatro años, que fue elegido presidente del Líbano por el parlamento del país. Este mismo mes, hace treinta años, sobrevivió a un intento de asesinato y luego fue expulsado del Palacio Presidencial libanés por un ejército árabe sirio invasor apoyado por las milicias libanesas aliadas.[1] Así fue el final de dos años de Aoun sirviendo como primer ministro libanés interino gobernando partes mayoritariamente pobladas por cristianos al este de Beirut y del centro del Líbano. La carrera de Aoun recuerda la del Mariscal Pétain de Francia, un héroe de la Primera Guerra Mundial convertido en villano de la Segunda Guerra Mundial, un hombre de importancia sin lugar a dudas, pero en gran parte muy amargo.[2]
Hoy, ridiculizado por activistas – con considerables evidencias – tan senil y torpe, Aoun fue una vez un héroe militar. Durante la Guerra Civil Libanesa, este es mejor recordado por su liderazgo en 1983, durante la batalla de Souq Al-Gharb, cuando su 8ava Brigada de Infantería de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) detuvo repetidos intentos por parte de milicianos drusos y palestinos apoyados por Siria de que tomaran esa ciudad estratégica en la colina. La victoria de Aoun fue ayudada enormemente por la artillería naval de la 6ta Flota de los Estados Unidos frente a las costas del Líbano. La unidad de Aoun era mayoritariamente cristiana, pero también incluía a soldados de otras religiones del Líbano, por lo que para ese momento el General de Brigada Aoun no era visto como una figura particularmente sectaria.
Con los aliados de Siria en el Líbano bloqueando la selección de un nuevo presidente, el presidente saliente Amin Gemayel tomó la medida constitucional pero muy inusual en septiembre del año 1988 de nombrar un gobierno militar interino, colocándolo bajo el entonces comandante de las FAL Aoun, cuyo papel principal sería diseñar la selección de un nuevo presidente. Sería una decisión fatídica, fatal ciertamente para Aoun y desastrosa para el Líbano.
Aoun se revelaría a sí mismo como un demagogo experto cuyo estilo brusco de hombre fuerte encajaría muy bien con un segmento particularmente cristiano, de la población del Líbano. La propia señal única y muy singular de poujadismo levantino del general le permitiría eventualmente, en el año 1989, soltar turbas fanáticas contra el Patriarca católico maronita del Líbano, saqueando su residencia en Bkerke.[3] Durante su mandato como primer ministro interino y simultáneamente como canciller, ministro del interior y de educación y bellas artes, este anunciaría el inicio de dos guerras sangrientas, dramáticas y totalmente inconclusas. Ambos apelaron al menos a una parte del sentimiento popular. En marzo de 1989, este lanzó la «Guerra de Liberación» contra el brutal régimen sirio que había controlado gran parte del Líbano desde el año 1976. En enero de 1990, lanzó la «Guerra de Eliminación» contra sus aliados en las milicias de las Fuerzas Libanesas (FL), con el objetivo de «unificar» las filas militares cristianas. Ambos conflictos provocaron miles de muertos y heridos, miles de millones de dólares en daños y una ola de emigrantes, en su mayoría de las filas de la atribulada población cristiana del Líbano. Aoun no ganó ni una sola pulgada de territorio controlado por Siria, ni absorbió las FL. Buscando ayuda para ir contra el Presidente sirio Hafez Al-Assad, este se alió con Saddam Hussein de Irak, quien le ofreció a Aoun de todo, desde «balas hasta misiles FROG-7» contra su rival ba’atista.[4]
Assad contrarrestaría sus acciones utilizando los morteros más grandes del mundo contra la población civil del este de Beirut.[5] Después de que Saddam se convirtiese en un paria internacional tras su invasión a Kuwait en el año 1990, Aoun se quedó solo. Había apostado por Saddam y eligió mal en el juego mortal de la política de poder en el Medio Oriente. Aunque este hizo alardes de luchar solo hasta el final y ser enterrado entre los escombros de su centro de mando, cuando llegó ese fin, el 13 de octubre de 1990, abandonó sus tropas y huyó a la Embajada de Francia.[6] Los sirios asesinaron a cientos de sus soldados. Aoun pasaría los siguientes 15 años en un exilio dorado en Francia, regresando en el año 2005 luego de la retirada militar siria.
Sintiendo no recibir lo que le correspondía de la Alianza anti-Siria y anti-Hezbolá 14 de Marzo, el ya anciano Aoun – todavía orgulloso y ambicioso – forjaría, en febrero del 2006, una alianza política con Hezbolá que no vacilaría ni siquiera durante una asombrosa serie de eventos ocurridos. Esto incluyó la destructiva guerra de Hezbolá con Israel en el año 2006 y una serie de asesinatos a figuras de la oposición, periodistas y oficiales militares, atribuidos a Hezbolá, muchos de ellos cristianos (ninguno de ellos aounista, por supuesto). Esta sólida alianza se destacó más por lo que iba en contra que por lo que iba a favor: contra la Alianza 14 de Marzo, contra los libaneses sunitas representados por Hariri y contra cualquier voz cristiana que no fuese la del General Aoun. La alianza ha demostrado ser más valiosa que la antigua relación con Saddam, a pesar de que se ha desgastado un poco en los últimos meses. Esta ha durado hasta el día de hoy, pero probablemente alcanzó su punto máximo con la elección de Aoun como presidente en el año 2016.
Sorprendentemente para una figura que se envuelve no solo con el manto del nacionalismo libanés, sino también dentro de un tipo de populismo cristiano libanés chovinista, Aoun ha presidido ahora dos oleadas de emigración cristiana aceleradas. Incluso se burló de los ciudadanos libaneses que manifestaron por sus derechos y un mejor futuro económico, diciéndoles que se fueran si no les gustaba.[7] Desde que fueron pronunciados esos comentarios en el año 2019, el Líbano se ha hundido más profundamente en un círculo vicioso de colapso económico, galopante inflación e incompetencia administrativa.
Algunos observadores libaneses me dicen que Aoun, de 85 años, solo está lo suficientemente alerta como para trabajar un par de horas al día, una acusación negada por los partidarios de Aoun. Su principal colaborador y heredero es, por supuesto, su yerno y ex-canciller libanés, el ampliamente vilipendiado Gibran Bassil, el hombre que negoció el acuerdo de Mar Mikhail en el año 2006 con Hezbolá.
Recientemente en el año 2018, la presidencia de Aoun y esta alianza no parecían haberlo lastimado mucho. A la coalición pro-Aoun le fue bastante bien en las elecciones parlamentarias de ese año, aliándose con partidos sunitas y chiitas en diferentes áreas.[8] Un observador objetivo pudiera concluir que los seis años de Aoun en el poder han sido desastrosos. «Un Líbano fuerte» nunca se había visto tan débil. Pero como político y como fuerza política movilizadora, el fenómeno Aoun ha sido un éxito rotundo, si se mide en términos cínicos de supervivencia política y en escalar agresivamente las esferas del poder en este fragmentado país.
Ya sea que hoy sea solo un símbolo pasivo o que aun sea colaborador voluntario en el catastrófico estatus quo libanés, Aoun, el impetuoso campeón de los derechos cristianos del Líbano desde el año 1989, se ha convertido en el enterrador de la histórica presencia cristiana en este país. Este no logró esto solo, por supuesto. La implosión del Líbano fue una conspiración multi-confesional de varios partidos que hizo colapsar a todo el país. Pero desde el año 2006, su alianza con Hezbolá le ha dado a ese grupo terrorista una amplia cobertura sectaria y política que de otra manera no hubiese tenido – solamente empeorando la situación.
*Alberto M. Fernández es Vicepresidente de MEMRI.
[1] Youtube.com/watch?v=9tkSykwB0z4, 28 de noviembre, 2019.
[2] Forward.com/news/134313/the-name-of-petain-hero-and-villain-is-cleansed-fr, 29 de diciembre, 2010.
[3] Youtube.com/watch?v=TnN5wJtL6i0, 19 de abril, 2009.
[4] Youtube.com/watch?v=yShfyFruOp0, 24 de abril, 2019.
[5] Nationalinterest.org/feature/the-russian-armys-super-gun-city-destroyer-17416, 20 de agosto, 2016.
[6] Youtube.com/watch?v=9tkSykwB0z4, 28 de noviembre, 2019.
[7] Alhurra.com/archive/2019/11/13/%D9%8A%D8%B1%D9%88%D8%AD%D9%88%D8%A7-%D9%8A%D9%87%D8%AC%D9%91%D9%88%D8%A7-%D9%85%D9%88%D8%AC%D8%A9-%D8%BA%D8%B6%D8%A8-%D8%AA%D8%B5%D8%B1%D9%8A%D8%AD-%D8%B9%D9%88%D9%86-%D8%AA%D8%AC%D8%A8%D8%B1-%D8%A7%D9%84%D8%B1%D8%A6%D8%A7%D8%B3%D8%A9-%D8%A7%D9%84%D8%AA%D9%88%D8%B6%D9%8A%D8%AD, 13 de noviembre, 2019.
[8] Washingtoninstitute.org/policy-analysis/view/what-does-hezbollahs-election-victory-mean-for-lebanon, 8 de mayo, 2018.