Hasta los recientes reveses en Ucrania y en particular, la caída de Lyman, el tono dominante de la política de información de Rusia lo marcaba Vladimir Putin, quien les aseguraba a sus compatriotas que todo marchaba según lo previsto. El siguiente análisis del experto militar Vsyevolod Melnikov reconoce que las cosas no salieron según lo planeado literalmente desde el primer día. Melnikov le advierte a la sociedad rusa que se prepare para enfrentar más reveses y escenas difíciles de rendiciones rusas y avances por parte de los ucranianos.

La sociedad debe ser paciente hasta que se manifiesten los diversos factores que cambiarán el rumbo en favor de Rusia. Además, la sociedad rusa no puede dejar todo en manos del gobierno y esperar resultados. En su lugar, ellos deberían seguir el ejemplo de Ucrania, donde la sociedad está totalmente movilizada e incluso los chicos en edad escolar están involucrados en coser redes para los blindajes ucranianos.

La exhortación de Melnikov ante la sociedad rusa puede leerse a continuación:[1]

Blindados ucranianos preparados para el asalto final a Lyman (Fuente: Eadaily.com)
Blindados ucranianos preparados para el asalto final a Lyman (Fuente: Eadaily.com)

La guerra ruso-ucraniana es muy desafiante. Es la guerra más difícil para la Rusia moderna. Nunca ha habido una guerra de tal magnitud.

Las cosas no salieron según lo planeado literalmente desde el primer día. Esperando que las ZSU depusieran las armas, nuestras tropas irrumpieron en Kharkiv en la forma de columnas. Allí perdimos a muchos… No pudimos tomar al enemigo de un solo golpe, tuvimos que reagruparnos. Este fue el primer golpe serio a la sociedad rusa – el primero pero no el último.

Hubo momentos espiritualmente edificantes cuando cayó la planta ‘Azovstal’ en Mariopul, cuando tomamos las ciudades de Lysychansk y Severodonetsk. Pero los contragolpes tampoco nos hicieron esperar mucho.

La retirada de Krasniy Lyman llegó como un golpe final. Nos golpeó aun más duro, incluso los llamados ‘turbo-patriotas’ se desanimaron. Muchos perdieron la fe en nuestro ejército. Dejaron de creer en la victoria. La población se convenció de que las Fuerzas Armadas de Ucrania (de ahora en adelante, ZSU) llegarían hasta Lugansk.

Las cosas están muy mal en la sociedad rusa, y el enemigo se aprovecha de esto, empeorando de esta manera la situación.

¿Qué es lo que está sucediendo?

Con cada mes que pasa, el ritmo de la ofensiva se hacía cada vez más y más lento. Y se detuvo casi por completo luego que las tropas llegaron a las ciudades de Bakhmut y Seversk.

Bajo ‘casi’ me refiero a una increíblemente lenta ofensiva del grupo Wagner PMC en dirección a Bakhmut e intentos de hacer algo respecto al asentamiento de Avdeevka. No hubo otras ofensivas en ningún otro lugar.

Pareciera ser, quizás, que esto significó rotación y preparación para la defensa. Pero no hubo tales preparativos para la defensa, por ejemplo, en la dirección Kharkiv, las tropas aparentemente solo desaparecieron. Hasta donde sabemos, el equipo de ingeniería diseñado para erigir fortificaciones se notó en el frente solo después de ocurrir la experiencia de Liman.

Claramente, existe un nombre y apellido concretos detrás de cada culpa, en este caso es más de una. Obviamente, las tropas, por alguna razón, carecían de la fuerza para ir más allá. Existen muchos problemas y, estoy totalmente seguro, la gente está tratando de resolverlos.

Todo esto es muy frustrante para la sociedad rusa. Además, la movilización no va según lo planeado. Muchos están muy decepcionados, pero yo les imploro que esperen.

Tenemos que esperar pacientemente

Tendremos que soportar más malas noticias. Las ZSU no se detendrán, se abrirá paso en alguna parte.

Prepárense moralmente para la rendición de los asentamientos ucranianos, incluyendo las ciudades, para nuevos videos con prisioneros de guerra rusos, para noticias horribles. Prepárense y lo más importante, no caigan en apatía.

El enemigo desea que nos desanimemos definitivamente, para que no tengamos por qué alegrarnos. Aguanten estos golpes, aguanten y no se den vueltas. Tendrán que aguantar todo esto durante otro mes o incluso dos.

Pero, además de paciencia, también hay expectativa. Expectativa de que las cosas cambien en nuestra dirección. Y todo cambiará, seguro. Permítanme explicar la razón de mi optimismo.

Primeramente, los nuevos territorios se han convertido oficialmente en parte de Rusia. Y estoy convencido de que nuestro Estado Mayor principal hará todo lo posible para liberarlos. Esto se hará absolutamente, a cualquier costo.

Segundo, de repente surgieron videos con secciones de equipos, algunos incluso transportando equipos modernos. Todas estas secciones se dirigían hacia Ucrania, lo que da motivos para ser optimistas.

Tercero, movilización. Es cierto que no salió tan bien como debería: el comandante en jefe supremo (es decir, Putin) incluso tuvo que intervenir. Al final, existe un torrente de noticias constantes de que aquellos mal reclutados han sido devueltos a sus hogares, mientras que algunas regiones casi han terminado la movilización, lo que también inspira optimismo.

Cuarto, un aumento en los números Wagner PMC. Los prisioneros reclutados ciertamente no son la mejor adición a los militares. Yo puedo hacerme la vista gorda con los prisioneros, siempre que el Wagner PMC sea tan efectivo como lo fue anteriormente.

Quinto, existe una clara pérdida de interés en el conflicto ruso-ucraniano por parte de Occidente. Sí, seguirán proveyendo dinero y armas, pero el interés se está desvaneciendo. El mundo occidental está cansado; Ucrania es como un peso que les oprime el pecho y no les permite respirar. Esto muy pronto tendrá un efecto.

Sexto, se acerca el invierno. Bueno, aquí todo está claro, ‘General Frost’ [es decir, el próximo invierno] y los traseros fríos de los europeos entrarán en el juego. Además de eso, en Ucrania lo más probable es que no haya calefacción.

Séptimo, finalmente comenzamos a atacar objetivos de infraestructura. Y existe la posibilidad de que esto no se detenga, sino que se convierta en algo habitual. Si Ucrania se ve privada de electricidad, eso ya constituirá una media victoria.

Por lo tanto, yo los insto a no darse por vencidos y ayudar al frente con dinero y hechos.

Reúnan fondos para comprar ropa de invierno, visores térmicos, cuadricópteros. Busquen formas de ayudar y, lo más importante, no se den por vencidos ni se desanimen.

Tenemos días difíciles por delante, el destino del país está en nuestras manos, no dejen que las cosas vayan a la deriva, no crean en los pensamientos, el gobierno lo resolverá por sí mismo. Juntos somos la retaguardia y debemos hacer todo lo que podamos y este a nuestro alcance.

¿Sabían ustedes que los chicos de las escuelas ucranianas cosen redes para vehículos blindados? Literalmente ayudan a todo el país con dinero y hechos, ¿por qué no podemos hacer nosotros lo mismo? Dejen de avergonzarse en demostrar su postura; dejen de sentir vergüenza en proclamar abiertamente que están ayudando al frente de batalla.

Hagamos lo mejor que podamos, resistamos los golpes, esperemos un poco más y regocijémonos juntos en la victoria.


[1] Topwar.ru, 6 de octubre, 2022.