Para celebrar el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto 2021, estamos dando a conocer un discurso del difunto embajador Samuel Pisar, quien se desempeñó como Embajador Honorario de la UNESCO y Enviado Especial para la Educación sobre el tema del Holocausto, pronunciado en el cuarto evento anual de los Archivos Lantos sobre Antisemitismo y la Negación del Holocausto que se llevó a cabo en el Salón del Vocero de la Cámara en el Capitolio de los Estados Unidos el día 18 de julio, 2012.
En el cuarto evento anual en celebración al Proyecto Archivos Lantos sobre Antisemitismo y la Negación del Holocausto, llevado a cabo el 18 de julio, 2012 en el salón del vocero del Capitolio estadounidense, MEMRI tuvo el gran honor de que el embajador Samuel Pisar pronunciara un discurso. El embajador Pisar de origen polaco, quien se desempeñó como Embajador Honorario de la UNESCO y Enviado Especial para la Educación sobre el Holocausto, fue uno de los sobrevivientes adolescentes de Auschwitz y de otros campos de concentración y se convirtió en un aclamado abogado, autor y activista internacional de los derechos humanos. En sus memorias ‘Of Blood and Hope’, que ganó el premio literario Present Tense en 1981, este relata la forma como sobrevivió al Holocausto. Fundador de Yad Vashem France, el Sr. Pisar también se distingue como comandante de la Legión de Honor francesa y comandante de la Orden Mérito de la República de Polonia y oficial honorario de la Orden Australia por sus servicios en las relaciones internacionales y de derechos humanos. El embajador Pisar formó parte de la Junta de Asesores de MEMRI.
Para ver el video del discurso del embajador Pisar
Lo siguiente es la transcripción del discurso del embajador Pisar en el evento Lantos.
«Gracias por todas estas expresivas palabras de presentación. Todavía estoy conmocionado por lo que acabamos de ver. El relato que escuchamos en la primera película es exactamente lo que yo solía escuchar cuando era un niño en la Europa ocupada por los nazis. Para mí, fue como un baño de agua fría, que le dio sentido de realidad a lo que nos enfrentamos, a lo que se enfrenta el mundo libre y democrático y tal como dice el dicho, con la ayuda de Dios, venceremos.
«Damas y caballeros, es por supuesto, un inmenso honor y una inmensa emoción, dirigirme a esta distinguida reunión en el Capitolio, donde una vez trabajé para varios comités del Congreso y permítanme decir dónde ambas cámaras votaron para que una ley especial del Congreso me otorgue la ciudadanía norteamericana. Una ley en 1961 firmada por el presidente Kennedy, a quien serví como alguien muy joven e improbable asesor.
«Cómo desearía que el congresista Tom Lantos pudiese estar hoy aquí con nosotros. Tuve la suerte de conocer a este excepcional hombre y a su no menos excepcional esposa, Annette. Muchos recuerdos me vienen a la mente en este lugar. Recuerdos de nuestros encuentros. Uno de esos recuerdos es cuando me dijo un día, que perdió a su familia en Auschwitz, al igual que yo perdí a la mía. Él me preguntó en una ocasión, creo que fue en París, que le contara algo sobre lo que presencie allí, siendo un adolescente de 15 años, le ahorré los horrores y ambos conversamos con lágrimas en los ojos.
«Ese exterminio contra 400.000 judíos húngaros sucedió en 1944 luego del desembarco de Normandía, cuando las cámaras de gas asesinaban a gente inocente promediando 10.000 seres humanos por día. Yo estuve allí y aunque era un jovencito, sabía y comprendía lo que estaba sucediendo. 10.000 diarios – más que todos los soldados del General Eisenhauer, que cayeron en lo que llegó a ser conocido como el día más largo. Esto, brevemente, para arrojar algo de luz sobre lo que motivó a Tom en sus nobles esfuerzos de toda la vida para garantizar que tales horrores nunca vuelvan a ocurrir.
«Queridos amigos, el antisemitismo y la negación del Holocausto es un tema enorme para un discurso tan breve. Para que este sea significativo, debo convocar la voz de la otra persona que todavía cohabita conmigo hoy – el joven esquelético, con la cabeza rapada y los ojos hundidos, que esquivó la muerte en Auschwitz, Majdanek, Dachau y en otros infiernos, hasta que escapé de los que me torturaban y fui liberado por una columna blindada de soldados, gritando a todo pulmón: ‘Dios bendiga a los Estados Unidos’.
«Hoy, dentro de los muros históricos del Congreso, del Capitolio, me siento envalentonado en decirles que sí, he vivido, en cuerpo y alma, el epicentro mismo de la mayor catástrofe jamás perpetrada por el hombre contra el hombre, ante los ojos de un mundo mayormente indiferente. Que allí, el animal humano reveló ser moralmente defectuoso – tal vez genéticamente defectuoso – capaz de lo peor como de lo mejor, del odio como del amor, de la locura como de lo genio. Que lo impensable, lo inimaginable, es nuevamente posible, incluso un apocalipsis global, un apocalipsis que engulla a toda la humanidad y si no es con plagas de gas tóxico, entonces Dios no lo quiera, con armas atómicas y misiles balísticos en las manos asesinas de los tiranos y fanáticos contemporáneos.
«En nuestro recientemente inflamado y desestabilizado mundo, las cenizas del Holocausto nos hablan no solo del pasado, sino también del presente y del futuro. Sin embargo, los déspotas y demagogos de hoy día, algunos con ambiciones nucleares, que llaman al Holocausto un ‘mito’, están nuevamente conspirando para acabar con nosotros y muy posiblemente también con otros pueblos vulnerables. El antisemitismo, ya sea religioso, racial o ideológico, ha sido un flagelo desde tiempos inmemoriales. Pero en nuestra era, que para mí, comenzó en septiembre del 2001, está adquiriendo un carácter diferente. El embajador Eisenstadt lo explicó con más detalle. Pero permítanme decir también algunas palabras al respecto.
El embajador Samuel Pisar junto a Katrina Lantos Swett y Annette Lantos
«Paralelamente a la antigua variedad de antisemitismo, practicada por la extrema derecha política, aquí y allá, que ha retrocedido y declinado drásticamente en las últimas décadas. Paralelamente a ello, ha surgido una nueva variedad, que prospera entre los extremistas radicales en el mundo musulmán. En muchos sentidos, este nuevo antisemitismo – que, como dijo Eisenstadt, es algo sinónimo al sionismo – apunta a los judíos en la Diáspora y no menos que en Israel. Además, este difunde su venenosa propaganda. Nunca olvidaré esta película. La propaga no solo en el mundo árabe, sino también en Europa y otros países con una gran y creciente población musulmana.
«Ante esto, querido Yigal Carmon, uno se siente tentado a preguntarse si MEMRI y el Proyecto Archivo Lantos no deberían extender el alcance de sus valiosas investigaciones a estos lugares cada vez más conflictivos. Los judíos de la Diáspora, deberíamos comenzar a pensar un poco más sobre… También necesita protección, al igual que Israel. Algo para que reflexiones.
El Embajador Samuel Pisar junto al presidente de MEMRI Yigal Carmon
«La nueva hidra de la violencia antisemita y del terrorismo extiende sus tentáculos en muchas direcciones. Francia, que tiene la mayor población judía de Europa occidental y sin antisemitismo institucional alguno, es actualmente su principal víctima. Nada lo ha demostrado más claramente que la tragedia que golpeó, en abril de este año, la ciudad de Toulouse. Allí, Mohammed Merah, un fanático yihadista manipulado – por su propia confesión – por Al-Qaeda, le disparó al azar a tres chicos y a un adulto en una escuela judía, luego de haber asesinado a cuatro soldados franceses de origen musulmán. El primero por odio a Israel y el segundo por odio a Francia, su país natal. ¿Por qué? Porque este mantenía un contingente militar en Afganistán. «Amo la muerte más que tú la vida», le dijo morbosamente a aquellos que le interrogaban mientras estuvo detenido.
«Ese drama desencadenó una serie de otras agresiones contra los judíos por parte de fanáticos del mismo grupo, en su mayoría individuos o grupos aislados y alienados, que emanaban de suburbios musulmanes superpoblados, sumidos en el desempleo, la miseria y el odio y estimulados por feroces predicadores luego de los rezos de los viernes por la noche en las mezquitas. Agresiones similares ahora abundan en otras capitales de Europa occidental, en particular Berlín, Londres y Ámsterdam. Ninguna de estas lo podemos describir como antisemitismo tradicional. En la mitad oriental del continente, los incidentes antisemitas son del tipo más clásico, racista o neonazi. Lo que tranquiliza, sin embargo, es el hecho de que la sociedad civil en general, las autoridades políticas oficiales y los líderes religiosos moderados están cooperando activamente con las comunidades judías locales para controlar y eliminar estas preocupantes tendencias, incluso si los círculos izquierdistas en el espectro político tienden a simpatizar con tales radicalistas.
«Así que, a medida que me acerco a la conclusión de mi discurso, permítanme terminar como de costumbre, con una nota optimista. Viendo hacia atrás las crisis y trastornos que una vez destruyeron mi universo, me estremezco al pensar en lo que pudiera suceder en una Europa debilitada, amenazada por reveses políticos. Una Europa si fuese a caer presa del creciente desempleo, inseguridad y en especial, el miedo. Porque cuando el miedo desenfrenado ahoga la razón, la locura populista recluta a salvadores despiadados. Salvadores con bigote. Así, queridos amigos, es cómo las democracias perecen y cómo comienzan las cacerías de chivos expiatorios. Y nosotros, los judíos, siempre somos los primeros en la fila para tales persecuciones, antes de que lleguen a otros y comiencen a formar pandillas en todas las sociedades democráticas. Mientras tanto, enemigos jurados en todas partes, casi en todas partes, siguen asesinando y mutilando a inocentes, sin distinción, incluyendo a sus propios parientes y esto en nombre de nuestro común Dios abrahámico, que nos ha ordenado amar la vida en lugar de la muerte.
«Para la conmemoración del Holocausto del año pasado, estuve en Auschwitz-Birkenau a instancias del llamado Proyecto Aladdin, patrocinado por la UNESCO y la Fundación Francesa para la Memoria de la Shoah. Unos 200 líderes judíos, musulmanes y cristianos, incluyendo a jefes de estado, rabinos principales, importantes muftíes y eminentes cardenales también se unieron a dicha peregrinación. Mi misión allí, por supuesto, era dar testimonio. Dar testimonio en nombre de los mártires y los supervivientes. Dar testimonio de que lejos de ser un mito, el Holocausto constituyó una advertencia suprema para toda la humanidad de los horrores que aún pueden sucederse. Rodeada por la evidencia alucinante en Birkenau, que no nos apartaba la mirada del rostro, unidos por el dolor común y los valores de moral compartidos, esa extraordinaria asamblea ecuménica trascendió todas las luchas políticas, raciales y religiosas para orar juntos por un mundo más seguro y mejor.
«Para sorpresa mía, todos parecían rechazar las cínicas acusaciones de lo que soportamos – nosotros, los sobrevivientes – nunca sucedió. Ellos también parecían aprobar cuando sugerí que tales calumnias eran indignas de personas que adoraban al mismo Dios monoteísta. Luego de ese raro momento de solidaridad interreligiosa, fui invitado a dirigir a un grupo de participantes para testificar ante la Comisión de Asuntos Exteriores de esta Cámara, donde, por supuesto, se expresaron sentimientos similares.
«Aquí, el gran muftí de Bosnia, el Dr. Mustafa Ceric, repitió la conmovedora declaración que este hizo en las ruinas de los crematorios de Birkenau, en beneficio de sus propios correligionarios y para el resto de nosotros. Una cita de un breve discurso que pronunció luego del mío y después del ritual del Kadish recitado por los principales rabinos: ‘Vine aquí para ver por mí mismo la maldad que los seres humanos pueden hacerle a otros seres humanos y para decir que aquellos que niegan el Holocausto de Auschwitz y el genocidio en Srebrenica ellos mismos cometen holocaustos”.
«Por supuesto, estuve consciente, plenamente consciente, de que un ruiseñor no produce un manantial, en particular un manantial (primavera) árabe. Pero estos inesperados encuentros e intercambios han fortalecido de alguna manera mis esperanzas de una reversión final al impredecible impulso que nos está llevando a todos hacia una encrucijada fatídica: ya sea la regresión hacia otra época oscura y sangrienta, o la continuación de la aventura humana, con nuevos saltos en la imaginación, innovación y creatividad, que pueden movilizar el entusiasmo y las energías de las generaciones más jóvenes. Las generaciones más jóvenes que rechazan la idea de que son herederos adversarios de por vida.
«Me parece a mí que MEMRI haría bien en rastrear e investigar con la misma eficiencia y la misma determinación no solo los aspectos negativos, sino también los positivos de la coexistencia pacífica con el Islam».