El 30 de abril, 2019 un día antes de la conmemoración al Día del Holocausto en Israel, el diario saudita en su edición en inglés Arab News publicó un artículo de opinión titulado «Recuerden el Holocausto para que sus horrores no se repitan», escrito por la Dra. Ellen R. Wald, historiadora y asesora-consultora en geopolítica y en la industria energética quien escribe para el diario de manera regular. En el artículo, Wald escribe que es importante conmemorar los diversos actos terroríficos de genocidio y de salvajismo que ocurrieron a lo largo del siglo 20, incluyendo el genocidio armenio, las atrocidades de los Khmer Rouge en Camboya, la matanza de los tutsi por parte de los hutus en Camboya. Ruanda y muchos otros. Sin embargo dice, en medio de las atrocidades de ese siglo, hay un genocidio que nunca debe ser olvidado, es decir, el Holocausto, que destaca por su alcance y carácter de sus perpetradores. Al presentar muchos detalles sobre el desarrollo del Holocausto, ella señala que este genocidio fue diferente de los demás, no solo por el número de personas asesinadas, sino también porque fue planeado, organizado e implementado por una sociedad moderna supuestamente civilizada. Agrega que el antisemitismo es uno de los odios más antiguos del mundo, ya que los judíos han sido objeto de persecución e intolerancia durante milenios, en muchas partes del mundo. Ella concluye que el Holocausto debe ser estudiado por todos, no solo por aquellos que tienen una conexión personal a ello, porque el antisemitismo y todas las otras formas de odio irracional pueden conducir a terribles horrores. «La lucha contra el fanatismo, el odio y la persecución es constante y debemos aprender y recordar lo que se hizo en el pasado para que nunca más lo repitamos», escribe.
Lo siguiente es el artículo, tal como apareció en Arab News.[1]
Ellen R. Wald (imagen: www.ellenrwald.com)
«A veces parece ser que el odio y la intolerancia son sociedades abrumadoras alrededor del mundo. Este fin de semana pasado, hubo otro ataque mortal a una sinagoga en los Estados Unidos junto a una caricatura antisemita impresa en la edición internacional del diario El Times de Nueva York. La semana pasada terroristas asesinaron a 250 personas en ataques dirigidos principalmente contra cristianos en Sri Lanka. En marzo, 50 musulmanes fueron asesinados durante los rezos del viernes en Nueva Zelanda. Casi al mismo tiempo, 280 nigerianos fueron asesinados por ser cristianos.
«Recientemente conmemoramos 104 años desde que los otomanos comenzaron el genocidio armenio, en el que murieron 1.5 millones de armenios. En Camboya, en la década de 1970, murieron 2.5 millones de personas y la mayoría de la población fue esclavizada por el Khmer Rouge, un gobierno que despreciaba particularmente a los intelectuales y profesionales. En solo tres meses en 1994, los hutu ruandeses asesinaron a 1 millón de sus vecinos tutsi y violaron a medio millón de mujeres tutsi en una explosión sin precedentes de ira étnica. En la década de 1990, cuando Yugoslavia se estaba dividiendo en países independientes, miles de bosnios, croatas y otros civiles fueron asesinados o reubicados por la fuerza.
«Es importante que conmemoremos y reconozcamos todos estos periodos de salvajismo. Sin embargo, existe un genocidio muy particular del siglo 20, cuyas lecciones nunca podemos olvidar. Este jueves se encuentra designado para su conmemoración el Día del Holocausto. En Israel, denominan el día ‘Yom Hashoah’. En el siglo 20, cuando el mundo se vio a menudo abrumado por el odio y la violencia, el Holocausto se destacó por su alcance y el carácter de sus perpetradores.
«El Holocausto debe ser estudiado por todos, no solo por aquellos con conexiones personales. Entre 1939 y 1945, los nazis asesinaron a 6 millones de civiles judíos. También persiguieron y asesinaron a romaníes, homosexuales, discapacitados y a presos políticos. En total, se cree que los nazis exterminaron cerca de 11 millones de civiles. Estos asesinatos no se cometieron en ataques de ira o histeria. El Holocausto fue una masacre muy bien planificada, detallada y organizada, en la que la Alemania nazi y sus colaboradores a lo largo de Europa y partes del África del Norte utilizaron la logística más sofisticada y la tecnología más moderna de la época para asesinar seres humanos.
«Alemania era un país moderno para el momento del Holocausto. Fue hogar de Bach y Beethoven, Kant y Goethe. Alemania había estado en el centro del periodo de Iluminación. Sus universidades, en los siglos 19 y comienzos del siglo 20, estuvieron entre los mejores del mundo y estas crearon el estándar para las escuelas estadounidenses. Desde 1901 hasta el inicio del Holocausto en 1939, Alemania produjo 44 premios Nobel, más que cualquier otro país.
«Los nazis tomaron lo último de la tecnología de vanguardia alemana y del genocidio industrializado. Estos comenzaron despojando a los judíos de sus derechos, obligándoles a utilizar insignias amarillas que los identificaban como diferentes, clausuraron sus negocios y confiscaron o destruyeron sus propiedades. Eventualmente, Los judíos fueron rodeados. En ciudades como Varsovia y Vilnius, los judíos fueron obligados a pasar a guetos a fin de hambrearlos antes que los nazis pudieran implementar su ‘Solución Final’.
«En otras ciudades tales como Kiev y París, el resultado fue mucho más rápido. En Babi Yar, un barranco en Kiev 33.771 judíos fueron asesinados en solo 2 días y finalmente, una cifra de hasta 150.000 judíos, soviéticos y romaníes fallecieron allí en el curso de La ocupación nazi de Ucrania. En el verano de 1942 en París, más de 13.000 judíos fueron obligados a ingresar a un estadio cubierto para carreras de bicicletas llamado Velodrome d’Hiver, donde esperaron sin comida ni agua hasta que finalmente fueron transportados en un vagón de ganado al Campo de concentración de Auschwitz en Polonia.
«En septiembre, 1941 los nazis comenzaron el asesinato sistemático y masivo de judíos y de otros prisioneros en Birkenau, un campo de exterminio que formó parte de Auschwitz. Por lo general, los prisioneros se veían obligados a desnudarse en grandes grupos y llevados a las duchas. Sin embargo, Las duchas no funcionaban y en su lugar se liberaba un gas venenoso que mataba a todos en el lugar. Luego, a los cuerpos se les recogía para removerles los empastes de oro de sus dientes antes de ser incinerados en los hornos crematorios.
«Se cree que 960.000 judíos fueron asesinados en Auschwitz, uno de cada 6 judíos asesinados en el Holocausto. Esta fue una producción masiva de muertes y aquí lo eficiente rivalizó con el de las mejores fábricas. Los nazis mantuvieron registros detallados de todo el proceso, proporcionándoles a los historiadores un archivo de los males particulares que estos perpetraron.
«Durante milenios, los judíos han sido objeto de persecución e intolerancia. El odio hacia los judíos es el odio más antiguo del mundo, no solo porque el judaísmo es la principal y más antigua religión. Al igual que toda intolerancia, el antisemitismo es un sentimiento irracional. No existe ninguna causa, ya que este se ha manifestado en varias sociedades entre varios pueblos y con varias excusas. Lo que sí sabemos – lo que hemos visto – es que ese odio puede conducirnos a males mucho más horribles.
«El nazismo fue una brutalidad creada por la sociedad más sofisticada del mundo. El estado alemán fue el primero en otorgarles derechos a los ciudadanos judíos a comienzos del siglo 19, pero a mediados del siglo 20, Alemania trató de erradicar del mundo a los judíos y a otros indeseables. De este relato histórico aprendemos que no podemos creer complacientemente que la humanidad necesariamente se encuentre mejor y mucho más ilustrada, siempre debemos esforzarnos por mejorar. La lucha contra el fanatismo, el odio y la persecución es constante y debemos aprender y recordar lo hecho en el pasado para más nunca repetirlo».
[1] Arab News (Arabia Saudita), 30 de abril, 2019.