Tras un incidente ocurrido el 11 de agosto, 2020 en el que un ataque utilizando un drone con bandera turca al norte de Irak causó la muerte de dos oficiales iraquíes y la de un soldado iraquí, el portal árabe en la red Rai Al-Yawm, propiedad del periodista palestino ‘Abd Al-Bari ‘Atwan, publicó un editorial criticando muy duramente a Turquía y su política agresiva contra los países árabes. Además de violar la soberanía de Irak, dijo el editorial, Turquía ocupa partes del norte de Siria y apoya a las fuerzas de oposición en el lugar y envía combatientes y armas a Libia en preparación para una campaña a ejecutarse en ese país. Además, sus relaciones con los estados del Golfo son muy tensas y se encuentra al borde de una guerra con Egipto por causa de Libia y con Grecia por sus actividades en una zona en disputa del Mediterráneo. El editorial declaró que esta agresión es difícil de comprender, en especial proviniendo de «un país musulmán que se supone es aliado y protege los temas árabes contra la agresión estadounidense-israelí». Esta conducta, agregó, delata «una falta de sabiduría» y “de aventurera que raya ya en la imprudencia» y ha provocado que Turquía pierda a todos sus aliados árabes, que de hecho se están uniendo en su contra. Finalmente, el editorial instó a Turquía a no ignorar las críticas, sino a cambiar su política y adoptar un enfoque diplomático, «de lo contrario, las consecuencias serán nefastas y el precio que será pagado por Turquía, su pueblo, su seguridad y su estabilidad será muy alto».
Lo siguiente son extractos traducidos del editorial.[1]
‘Abd Al-Bari’ Atwan (Fuente: Memritv.org)
Hoy día, tras el ataque a un puesto militar iraquí y el asesinato de dos oficiales iraquíes efectuado por un dron turco al norte de Erbil en la región del Kurdistán, se ve claro que estos ataques turcos recurrentes han dejado a Ankara sin un solo aliado árabe, incluyendo a sus vecinos. Sus fuerzas están invadiendo Siria, están combatiendo en Libia y ahora han violado la soberanía de Irak. Este [también] se encuentra al borde de una confrontación con Egipto y sus [relaciones] con los Estados del Golfo son tensas. Esto lo expone… a extensas críticas, especialmente a la afirmación de que solo combate contra los árabes y ocupa únicamente su territorio. Este fenómeno está aumentando gradualmente y el liderazgo turco no [parece] entender los peligros inherentes a ello.
«El gobierno iraquí respondió a esta flagrante violación a su soberanía sobre sus tierras y al asesinato de los dos oficiales cancelando la visita programada del ministro de defensa de Turquía en Bagdad. [Además, la cancillería de Irak] llamó a consulta dos veces al embajador turco en Bagdad para expresar su protesta y existe una presión creciente de elementos iraquíes para que se adopte una postura [aún] más dura.
«Turquía mantiene más de 10 bases militares al norte de Irak en un intento por bloquear los ataques del Partido de los Trabajadores del Kurdistán [PKK], siendo esta una organización terrorista designada. Algunos dicen que el número [de bases] se ha incrementado en los últimos años y se está convirtiendo en fuente de preocupación para Irak, que enfrenta demandas populares para cerrarlas de inmediato. El gobierno turco reclama su derecho de perseguir a los miembros del PKK que organizan ataques contra sus fuerzas desde el norte de Irak, o que encuentran refugio allí. Sin embargo, estas operaciones y las secuelas de los bombardeos… sólo deben ser llevados a cabo en coordinación con Irak o en el marco de entendimientos mutuos y no unilateralmente o en violación de la soberanía de Irak.
«Cualquiera que vea esta política agresiva turca hacia sus vecinos árabes, tanto cercanos como lejanos, tiene muchas dificultades de entenderla. Esta situación ha llevado a estos países [árabes] a unirse en contra de Turquía, un país musulmán que se supone es aliado y protege los temas árabes en contra de la agresión estadounidense-israelí.
«Las fuerzas turcas se encuentran ocupando territorios al noroeste de Siria y apoyan a las fuerzas armadas de oposición [en el lugar]. Turquía [también] ha enviado 17.000 combatientes a Libia y miles de toneladas de equipo militar pesado para ayudar al Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia encabezado por Fayez Al-Sarraj… Este posee una base militar en la ciudad libia de Misrata y una base aérea en Al-Watiya al noroeste de Trípoli y ahora desea operar una tercera base en [la ciudad de] Sirt y una cuarta en el distrito Jufra junto a estar concentrando todas sus fuerzas en preparación para la campaña.
«Además, [Turquía] está al borde de un conflicto militar con Grecia y quizás también con la Unión Europea, tras su decisión de reanudar sus actividades de perforación en busca de petróleo y gas en una zona [marítima] en disputa en la que insiste firmemente es parte de su plataforma continental. Y no olvidemos la decisión del gobierno turco de enviar fuerzas para ayudar a Azerbaiyán en su guerra contra Armenia y la ira que esta medida provocó sobre Irán y Rusia, los principales aliados [de Turquía] en la región.
«Todas estas acciones militares turcas ocurren en medio de crisis económicas que surgen constantemente en Turquía, causadas por la disminución del turismo, presiones externas o por la propagación del coronavirus.
«No discuto [el hecho] que Turquía posee un ejército poderoso. [Este ejército] ocupa el segundo lugar en la OTAN en términos de tamaño y equipos, posee experiencia militar de alta calidad y la mayoría de sus armas son fabricadas localmente por la altamente desarrollada industria militar [turca]. Sin embargo, abrir múltiples frentes simultáneamente y mostrar hostilidad hacia la mayoría, si no a todos, sus vecinos, tales como Siria, Irán, Irak y Rusia, delata una falta de sapiencia, así como también una aventura que circunda la imprudencia, según muchos observadores.
«No sé quién está detrás de todas estas políticas y guerras que pueden desencadenarse. Pero lo que sí sé es que la experiencia de Turquía, del crecimiento económico acompañado por la democracia y el Islam moderado, está siendo puesta a prueba ahora y Turquía puede que le resulte difícil pasar la prueba y mantener estos logros.
«La respuesta a esta crítica no debe ser tomada de maldiciones e injurias, silenciando a los críticos, utilizando ejércitos electrónicos y limitando la libertad de expresión mientras se escucha una opinión que si incita. En cambio, Turquía debe acogerse a la autocrítica, al cambio y la diplomacia; de lo contrario, las consecuencias serán nefastas y el precio que pagará Turquía, su pueblo, su seguridad y su estabilidad será muy alto».
[1] Raialyoum.com, 12 de agosto, 2020.