En un artículo que este publicó en anticipación a la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Arabia Saudita en el mes julio del presente año 2022, Faisal ‘Abbas, editor del diario saudita en inglés Arab News, escribe que la visita de Biden no representa una «reorientación» a las relaciones entre los Estados Unidos y Arabia Saudita, sino más bien un retorno a las normativas de siempre.
‘Abbas señala que el propio Biden declaró, en un artículo que este publicó recientemente en el diario El Washington Post, que sus críticas pasadas dirigidas a Arabia Saudita nunca tuvieron la intención de “romper” relaciones entre los dos países. Esto, dice ‘Abbas, es obvio, ya que «¿quién en su sano juicio quisiera romper una relación estratégica con un país del tamaño e importancia de Arabia Saudita?» ‘Abbas agrega, sin embargo, que las relaciones entre los países tampoco requieren de una «reorientación», ya que Arabia Saudita ha sido durante décadas un socio invaluable para los Estados Unidos, ayudando a combatir el terrorismo, manteniendo la estabilidad en la región y generando prosperidad en los mercados globales. El que recientemente se desvió de estas normas son los Estados Unidos, dice él, al tomar medidas como el eliminar de la lista terrorista a los houties yemeníes respaldados por Irán y retirar los sistemas militares estadounidenses del reino en un momento en que la población civil saudita y las infraestructuras petroleras estuvieron bajo un constante ataque.
‘Abbas también está en desacuerdo con la afirmación de Biden de que Arabia Saudita disfrutó de una «política de cheques en blanco» por parte de la anterior administración estadounidense. Este afirma que los temas sobre derechos humanos siempre han surgido en las discusiones con las administraciones estadounidenses y que las críticas fueron bien recibidas cuando estas eran justificadas y rechazadas cuando no lo eran. Además, incluso los funcionarios de la propia administración Biden han elogiado algunas de las reformas recientes hechas por Arabia Saudita, señala ‘Abbas.
‘Abbas concluye afirmando que, «en un momento de gran oportunidad… además de los abrumadores desafíos políticos, de seguridad, de salubridad y de nutrición a nivel mundial, la relación Riad-Washington es tan importante como siempre para la paz, la estabilidad y la prosperidad de todo el planeta».
Lo siguiente son extractos de su artículo.[1]
Quién en su sano juicio quisiera romper una relación estratégica con un país del tamaño e importancia de Arabia Saudita
Si bien es obvio aquí en el reino el por qué la visita del presidente Joe Biden es de una gran importancia mutua para los Estados Unidos y Arabia Saudita, algunos de los críticos del presidente pueden no ser tan claros como él o su equipo. Tal vez por ello Biden escribió una columna cuidadosamente redactada publicada en el diario El Washington Post la semana pasada, titulada ‘Por qué me dirijo a Arabia Saudita’, en la que dejó en muy en claro que, como presidente de Estados Unidos, su objetivo nunca fue ‘romper’ sino ‘ reorientar’ la relación entre nuestros dos países.
“El tono de la columna fue mucho más equilibrado, elocuente y reflexivo ante la larga carrera de Biden como político experimentado que parte de su retórica anterior, por ejemplo, su promesa de campaña electoral de convertir a Arabia Saudita en ‘paria’. Esa declaración es la razón por la cual el legendario ex-embajador saudita en Washington, el príncipe Bandar bin Sultan, solía describir los períodos electorales estadounidenses como la «temporada tonta» y no existe necesidad de insistir en ello. Después de todo, ¿quién en su sano juicio quisiera romper una relación estratégica con un país del tamaño e importancia de Arabia Saudita, la cuna del islam, el hogar de los lugares sagrados de 2 billones de personas y el estado productor de petróleo más importante del mundo?
“Sin embargo, es la parte de la ‘reorientación’ de la columna de Biden con la que debo discrepar respetuosamente. Este argumenta que llega a Jeda porque el reino ayudó a restaurar la unidad del Golfo, apoyó la tregua en Yemen, trabaja para estabilizar los mercados petroleros y ha tenido un impacto en mantener a Estados Unidos fuerte y seguro. Pero nada de eso pudiera considerarse de ‘reorientación’ – es la normativa: de hecho, es la base misma de nuestra relación bilateral. Se le pudiera agregar a ello la cooperación para poner fin a la invasión soviética de Afganistán, combatiendo codo a codo para liberar Kuwait, la continua cooperación para combatir el terrorismo, la colaboración en el campo de la exploración espacial y la formación de empresas conjuntas para crear cientos de miles de puestos de trabajo tanto para los saudíes como para los estadounidenses».
Es la administración estadounidense la que se desvió de las normas en lo referente a las relaciones Estados Unidos-Arabia Saudita al eliminar a los houties de la lista de organizaciones terroristas y retirar los misiles Patriot del reino. Pero últimamente estos han entendido su error
“De hecho, cualquier desviación a estas normas ha sido – lamentablemente – por parte de los Estados Unidos. En Yemen, por ejemplo, la política inicial de la actual administración fue retirarse, eliminar a los houties respaldados por Irán como organización terrorista y retirar las baterías de misiles Patriot del reino mientras la población civil saudita y las infraestructuras petroleras estaban siendo atacadas junto a la población civil, no lo olvidemos, en un país que Biden en su propia columna describe de «socio estratégico durante 80 años’ y las instalaciones petroleras que fueron atacadas en un momento en que los precios globales de los productos energéticos estaban en su punto más alto.
“Sin embargo, desde que su administración comenzó a comprometerse más, en aceptar los hechos y a culpar a quien corresponde, hemos logrado juntos una tregua en Yemen que ha sido la más duradera hasta ahora. Solo puede esperarse más progreso con la ayuda de Washington y una resolución final para una guerra que todos desean terminar mucho más temprano que tarde.
«También debo discrepar respetuosamente con la sugerencia de que mi país disfrutó anteriormente de una ‘política basada en cheques en blanco’, que la actual administración estadounidense ha reversado. Si esto quiere decir que el reino fue absuelto en materia de derechos humanos bajo cualquier administración anterior, entonces simplemente es falso. Tal como ha sido claramente documentado en los informes publicados por el Departamento de Estado y por otras agencias estadounidenses, tales temas siempre han sido discutidos. Las críticas fueron aceptabas cuando eran legítimas y descartadas cuando no lo eran.
“El historial tampoco ha sido siempre negativo. En numerosas ocasiones, nuestros esfuerzos y políticas han recibido venturados elogios – más recientemente de Deborah Lipstadt, la propia enviada de Biden para monitorear y combatir el antisemitismo. En una visita a Riad, incluyendo nuestra sede en Arab News, ella solo tuvo palabras cálidas por las reformas sociales y religiosas encabezadas por el príncipe heredero a la corona».
La relación Riad-Washington es más importante que nunca para la paz, la estabilidad y la prosperidad del mundo
«Ningún país está exento de fallas – una banalidad aplicada igualmente a los Estados Unidos, donde las crecientes divisiones raciales y políticas, la brutalidad policial y la continua existencia del campo de prisioneros en Guantánamo son lo bastante alarmantes para nosotros como árabes que esperan algo mejor de un país tan grandioso como son los Estados Unidos.
“Yo, por mi parte, me siento muy emocionado de ver qué surge de las reuniones del viernes. Me siento aún más emocionado de ver lo que pueden lograr los próximos 80 años en las relaciones Arabia Saudita-Estados Unidos. En un momento de gran oportunidad – como la religiosa, las reformas económicas y sociales en mi país, además de los enormes desafíos políticos, de seguridad, salubridad y nutrición a nivel mundial, la relación entre Riad y Washington es más importante que nunca para la paz, la estabilidad y la prosperidad de todo el planeta».
[1] Arab News (Arabia Saudita), 12 de julio, 2022.
