La señalización del comandante de las Fuerzas Qods del CGRI Qassem Soleimani por los Estados Unidos se topó con numerosas reacciones en la prensa saudita que expresaron su satisfacción por el severo golpe al liderazgo iraní y también por la iniciativa tomada por los Estados Unidos luego de un largo período en el que evitó utilizar la fuerza militar contra Irán, incluso después del ataque de mediados de septiembre contra las instalaciones petroleras de Aramco en Arabia Saudita. Entre estas reacciones destacó un artículo publicado el 10 de enero, 2020 escrito por Khalid Al-Malik, editor jefe del diario Al-Jazirah. Este escribió que la eliminación de Soleimani no fue suficiente, porque «la red terrorista iraní es muy amplia y no se basa en un solo terrorista». Al-Malik explicó que Irán posee muchos otros agentes en Irak, Siria, el Líbano y Yemen y si no se toman medidas en su contra, continuarán con su política destructiva. También dirigió críticas hacia los Estados Unidos, señalando que ahora están pagando muy caro por permitirle a Irán que se apodere de Irak y tome este las decisiones.

Lo siguiente son extractos del artículo de Al-Malik:[1]

Khalid Al-Malik (fuente: www.sayidaty.net)

«Suponiendo que las fuerzas estadounidenses en Irak hayan hecho cualquier cosa a su favor desde la caída del régimen de Saddam Hussein y la desaparición del partido Ba’th, una de estas cosas es la eliminación de la organización terrorista denominada el EIIS». Pero una de las cosas que va en su contra es que cubrieron y continúan cubriendo la influencia iraní [en Irak], facilitaron que Irán pusiese sus tentáculos y la toma de decisiones sobre Irak y no tuvieron en cuenta la manera en que utilizaron Irak para la formación de [organizaciones] modeladas en los grupos terroristas, tales como las Fuerzas de Movilización Popular [FMP] Asaib Ahl Al-Haqq y otros. [Estados Unidos] incluso alentó las relaciones que la mayoría de los partidos chiitas [de Irak] mantienen con [Irán], de una manera que sirve a los intereses del régimen del ayatolá y no al pueblo iraquí.

«Así como la liberación de Irak del régimen de Saddam Hussein fue lograda por las fuerzas estadounidenses, lo cual es un punto a su favor, Estados Unidos también fue quien le entregó Irak a Irán y este es un punto en su contra. Fue Estados Unidos el que redactó una constitución [iraquí] que coloca de forma exclusiva, la toma de decisiones y la formulación de la política iraquí en manos de los partidos chiitas que se identifican, en términos de sus puntos de vista y métodos de operación, con los dictados de las autoridades iraníes y del régimen del Mandato del Jurisprudente iraní…

«Ahora los Estados Unidos y sus aliados occidentales están pagando muy caro por los errores fatales que cometieron, los cuales fueron en detrimento de Irak y su pueblo. [Estos errores] causaron que el pueblo iraquí llorara y este de luto por su país… ante tal situación creada a la larga por los Estados Unidos en colaboración con los agentes de Irán en Irak [y] en cooperación y colaboración con el  [propio] Irán. Irak no ha probado lo que es sentirse en libertad, seguridad o tener paz desde la eliminación del régimen de Saddam Hussein y hasta el día de hoy.

«El asesinato del criminal Qassem Soleimani perpetrado por los Estados Unidos fue un acto de heroísmo descarado y un punto a favor del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Pero no es suficiente para corregir los errores que cometió Estados Unidos en Irak. Existen más Qassem Soleimanis en Irak, Irán, Siria, el Líbano y Yemen y si no se los cuida de una manera que garantice la seguridad y la estabilidad de estos países y de los demás países de la región y del mundo, el comportamiento de Irán no cambiará en lo absoluto. El asesinato de Soleimani no pondrá fin a la amenaza que representa Irán para los países del mundo, ya que la red terrorista de Irán es muy amplia y no se basa en ningún terrorista especifico, ni sus agentes están confinados a un solo país.

«El asesinato de Qassem Soleimani es un logro claro y un punto a favor del Presidente Trump y de la administración estadounidense, pero no es suficiente. La región ahora enfrenta diferentes fases del terrorismo iraní que serán [incluso] más complejas y variadas. Los [propios] iraníes explícitamente amenazan de esta forma y colocan la situación en el tope de su agenda como parte de su venganza por el asesinato del líder de la maldad, el criminal Qassem Soleimani. Y ¿qué sucede con Hezbolá en el Líbano, los houties en Yemen y los agentes de Irán en varios estados del Golfo y con [otros] países árabes e islámicos?»


[1] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 10 de enero, 2020.