En un artículo titulado «Platicas de Guerra Contra Irán – Nuestro País no se Encuentra Fuera de la Campaña» en el diario libanés pro-Hezbolá Al-Akhbar, el editor del diario Ibrahim Al-Amin, discutió la posibilidad de un ataque contra Irán y sus implicaciones para el Líbano. Este escribió que la postura de Estados Unidos sobre Irán no está del todo clara y que sus acciones no necesariamente anuncian un ataque contra Irán; Sin embargo, los aliados de Estados Unidos – Israel, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y algunos países europeos – le urgen a tomar medidas militares contra Irán, ya que esta es la única forma de que modifiquen sus políticas y Estados Unidos ciertamente está preparando el terreno para que esta opción ocurra. Al-Amin comparó la tensión actual entre Estados Unidos e Irán con la tensión entre Israel y Hezbolá: al igual que Israel desea atacar a Hezbolá, pero los expertos advierten que un ataque será muy costoso y no necesariamente producirá un resultado decisivo, los Estados Unidos desean debilitar a Irán y a sus aliados, pero sabe que la guerra contra este tendrá un precio. Los defensores de la guerra contra Irán dice este, no se dan cuenta de que Irán es muy poderoso en los niveles económico, político y militar y posee un inmenso arsenal que puede amenazar incluso a Europa, así como las capacidades de combate que pueden derrocar estados. Además, sus numerosos aliados en Afganistán, Siria, Irak, Yemen, Palestina y otros lugares acudirán en su ayuda si Irán es atacado. Este declaró que, si estalla una guerra, Hezbolá, como parte del eje de la resistencia, será parte importante de la misma y que las llamas llegarán hasta Israel, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y otros países.
Lo siguiente son extractos de su artículo:[1]
Ibrahim Al-Amin (fuente: newlebanon.info)
Las acciones por parte de los Estados Unidos preparan el terreno para una confrontación a gran escala en varios escenarios
«La actual administración estadounidense parece no tener certeza en su conducta respecto a Irán. La política de Donald Trump, al igual que la de sus antecesores, se basa en subyugar al mundo, aunque cada [presidente] tiene su propio estilo. Trump, amante e tratos, sabe que estos requieren alinear todas sus cartas poderosas antes de las negociaciones y durante [las negociaciones] este considera los hechos de acuerdo al interés directo de Estados Unidos, tal como este lo percibe. Eso es lo que está haciendo en el caso de Irán.
«Pero la variable aquí tiene que ver con la naturaleza de su equipo y los intereses estadounidenses t sus aliados en el mundo y en la región. Esta coalición, que toma una postura diferente sobre Irán [que la de Trump], incluye al Departamento de Estado [estadounidense] y el Consejo de Seguridad Nacional [estadounidense] y [otras] fuerzas influyentes en los Estados Unidos, [así como también] Israel, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y los actores europeos. Esta coalición cree que es imposible llegar a un acuerdo con Irán que le hará hacer que cumpla con la política pautada por los Estados Unidos y que, por lo tanto, es hora de golpearla con fuerza, para precipitar de esta manera una crisis interna que llevará a su colapso interno y debilitará todo el eje que encabeza la región. Los defensores de esta visión creen que todas las guerras que han tenido lugar en la región desde el año 2001, en Irak, Siria, Palestina y el Líbano, no lograron su objetivo de asestarle un golpe a la estrategia iraní siendo esta hostil a los intereses de Occidente e Israel y por lo tanto es hora de que deje de apuntar hacia las armas [de Irán] y comience a apuntar directamente a la cabeza [es decir, al propio Irán]…
«Hasta ahora, nadie puede decir con seguridad hacia dónde se dirigen los Estados Unidos. La movilización de las fuerzas militares, diplomáticas y de medios de comunicación no significa necesariamente que esté preparada para la guerra, pero está [definitivamente] preparando el terreno para un enfrentamiento a gran escala en varios escenarios, que no necesariamente terminará con una decisiva [victoria para alguno de los bandos]. Es por eso que todos discuten el tema de manera realista, aunque los rivales y enemigos de Irán están altamente motivados [para actuar]. En esta situación, estamos viendo un modelo similar a la actual enemistad entre Israel y el grupo Hezbolá libanés, en el cual el enemigo [Israel] tiene todas las razones para iniciar una guerra a gran escala. Además, el clima en la región es adecuado [para la guerra] en términos de hostilidad y movilización contra Hezbolá como en pocas capitales árabes, así como también las continuas hostilidades hacia éste dentro del Líbano, sin embargo, varios elementos profesionales en Israel creen que es necesario examinar cada opción en términos a una cooperación [óptima] y la capacidad de ganar la guerra. Además, el precio [de la guerra] es [ahora] mucho mayor de lo evaluado en el pasado. Esto también es cierto en el caso de Irán. Nadie se atreve a pedir una confrontación general hoy día, a pesar de que muchos desean evitar que [Irán] obtenga poder…»
Irán posee aliados que se le unirán en una guerra y es capaz de hacer colapsar estados
«Los defensores de la guerra creen que Irán enfrentará dificultades que le harán retroceder y negociar. Algunos creen que la situación actual en Irán es similar a la de hace 30 años [al final de la guerra Irán-Irak] y cometer el error de pensar que su liderazgo coloca a la supervivencia del régimen por encima de cualquier otra cosa. Ellos sostienen que, justo cuando el Imam Jomeini optó por poner fin a la guerra con Irak, el liderazgo [actual] iraní también dará un paso atrás si se lo presiona y si se lo somete a un ataque muy serio. Pero esta gente puede que juzguen mal la situación en Irán y las poderosas cartas que este posee.
«Irán es ahora cientos de veces más poderoso en términos económicos, políticos y militares y en términos de su influencia, que en los días de su guerra con Irak. Posee fortalezas que le permitirán enfrentar, a pesar de las dificultades, con todas [las implicaciones del] cerco que se le ha impuesto. El carácter de su economía le permite soportar este tipo de presión económica.
«Teherán posee estrechas relaciones con el mundo y la región, lo cual evitará su aislamiento. Los estados del Golfo, que apoyaron a Saddam Hussein en su guerra contra Irán, ya no piensan de la misma manera y colocan sus propios intereses ante los de Estados Unidos… Incluso Europa trata a Irán de manera diferente [que antes], al igual que Turquía, Afganistán, Pakistán y Rusia. Washington no encontrará en estos países ningún margen para conducir una guerra devastadora contra Irán.
«Irán posee ahora un arsenal que amenaza los confines más lejanos de Europa occidental y también puede destruir todos los centros de influencia en el Medio Oriente. Posee capacidades de combate que le permitirán lanzar una guerra por un período que no será de beneplácito para los intereses de grandes ejércitos y países como los Estados Unidos. Además, socavará e incluso destruirá los así-llamados estados que ahora existen.
«Irán posee aliados que se le unirán en la guerra: un verdadero ejército en Afganistán; una fuerza influyente en Siria e Irak; Hezbolá, un partido con poderes similares a los de un estado y vastas capacidades en Yemen, así como también aliados en Palestina y otros lugares del mundo árabe que sentirán la necesidad de acudir en su ayuda…»
Operaciones como la de aquellos en contra de las instalaciones petroleras y los petroleros sauditas puede que aumenten en alcance e intensidad
«El ataque aéreo llevado a cabo por las fuerzas [houtíes] yemeníes a las principales instalaciones petroleras de Arabia Saudita tuvo resultados y las operaciones contra los tanqueros petroleros en los Emiratos Árabes Unidos, sin importar quién fue el responsable de estas, transmitieron el mensaje de que una guerra contra un país como Irán sería devastador. Cabe señalar que los tanqueros petroleros no fueron atacados en Dubái o en el Golfo Pérsico, sino fuera del Estrecho de Ormuz. Algunos dicen que, si Irán cierra el estrecho, no interrumpirá el envío de petróleo desde áreas fuera el Golfo, [pero] nadie puede asegurar que tales operaciones [fuera del Golfo] no se repetirán y que aumentarán en alcance e intensidad.
«También hay otro tema que los analistas deberían tener en muy cuenta. Trump ya ha advertido a todos los ciudadanos [estadounidenses] en los países de la región que tomen precauciones y ha colocado a los miles de diplomáticos y funcionarios [estadounidenses] bajo una especie de toque de queda. Este [también] lleva a cabo ejercicios militares para defender sus bases militares y su sede política y diplomática en estos países. [Pero] esto no tendrá sentido alguno si estalla la guerra. Incluso los aliados de Estados Unidos que instan que vaya a la guerra – Israel, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y otros, saben muy bien que las llamas los alcanzarán cuando estalle la guerra».
Hezbolá estará en el centro de la campaña
«En cuanto a nosotros en el Líbano y Palestina, todos sabemos que el objetivo principal de una guerra contra Irán es garantizar la seguridad de Israel atacando a los aliados de Irán en la región. Israel lo sabe muy bien, ya que esto es un hecho bien conocido, de que participara en la guerra y será un objetivo verdadero para los aliados de Irán. Este se comportará como si fuera una oportunidad para perjudicar a los ‘agentes de Irán’, tal como lo dice el Secretario de Estado estadounidense. Hoy día, el discurso de Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita incita contra Irán. Más que nada, estos van tras Hezbolá y [Hezbolá] lo sabe muy bien y conoce sus fortalezas y su lugar en esta campaña… en la que desempeñará un papel central.
«Basta con describir un único escenario. Cuando el enemigo amenazó a los agentes y las instalaciones de la resistencia en el Líbano, Hassan [Nasrallah] insinuó la posibilidad de atacar las instalaciones nucleares [de Israel] en Dimona y los tanques de amoníaco en Haifa. Solo podemos imagine cuál será su postura si el enemigo amenaza a Irán, el motor y defensor del eje de la resistencia.
«Al antiguo líder soviético Josef Stalin, se le preguntó una vez sobre la naturaleza de los vínculos entre la Unión Soviética – el centro del movimiento comunista – y otras fuerzas comunistas alrededor del mundo. Este respondió: ‘Nosotros apoyamos y patrocinamos a todos los partidos comunistas del mundo. Cada uno de nosotros opera de acuerdo a su condición y circunstancias. Si alguno de los partidos [comunistas] experimenta una crisis en su país, nosotros veremos cómo podemos asistirlo y determinar el mejor curso de acción. [Y] si estamos en crisis, los comunistas de todo el mundo sin lugar a dudas acudirán en ayuda de la Unión Soviética».
[1] Al-Akhbar (Líbano), 16 de mayo, 2019.