El 4 de agosto del 2010, el portal del diario árabe con sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat publicó una columna en idioma inglés por su editor, Tareq Al-Homayed, titulada «Porque Derrocaron a Saddam Hussein?» En el artículo Al-Homayed argumenta que los Estados Unidos fueron miopes en promover la democracia al estilo occidental en Irak y que el país requiere en cambio un líder benévolo pero fuerte no democrático con el fin de confrontar los desafíos que esta enfrenta.
Lo siguiente son extractos del artículo (ligeramente editado para mayor claridad):
Al-Maliki se niega a entregar el poder, al igual que lo haría Saddam
«… Mientras el presidente de estadounidense confirma la determinación de su país a retirar sus tropas de Irak a finales del mes, el Primer Ministro iraquí sigue aferrándose al poder a pesar de su reciente derrota electoral, e Irán lo está defendiendo diciendo: acepten a al-Maliki o de lo contrario les golpearemos en la cabeza!
«Nosotros decimos que esto es extraño porque un observador no puede hacer nada más que preguntar: en este caso, ¿cuál es la diferencia entre Nouri al-Maliki y Saddam Hussein? Al-Maliki dice que Allawi ganó las elecciones por solo un voto y que no considera que se trate de una derrota electoral, mientras que Sadam solía decir que los iraquíes le habían elegido con el 100 por ciento de los votos, por lo tanto ¿cuál es la diferencia entre ellos? La pregunta más importante que debe hacerse aquí es, en este caso, ¿por qué las fuerzas de los Estados Unidos derrocaron incluso a Saddam Hussein, si van a permitir que otro Saddam – Nouri al-Maliki – surja y nos lo presenten a nosotros y al pueblo de Irak, pero esta vez con una cubierta democrática?»
Los Estados Unidos se equivocaron en predecir que la democracia en Irak se esparciría a través de todo el Medio Oriente
«Washington justificó su invasión a Irak diciendo que estaba buscando armas de destrucción masiva – que no encontró – a pesar de las armas más peligrosas estaban aquellas figuras que gobernaban a Irak bajo el liderazgo de Saddam Hussein. Los estadounidenses dijeron luego que el derrocar a Saddam Hussein se traduciría en una emergente primavera democrática no sólo en Irak, sino en la región como un todo, sin embargo lo que ocurre hoy es lo contrario a esto. El sufrimiento de los iraquíes va en aumento y el peligro que se cierne sobre Irak – y la región – es una advertencia de que las puertas del infierno se están abriendo.
«Por toda la habladuría estadounidense sobre la democratización de Irak y la necesidad de que el pueblo iraquí gestione sus propios asuntos nacionales, esto no es nada más que habladurías bonitas lo cual es una buena excusa para la horrible realidad, ya que cual es la diferencia entre Saddam y al-Maliki? ¿Cuál es la situación en Irak hoy en comparación con la de ayer?»
«Son los estadounidenses los que han corrompido a Bagdad… [ellos] se centraron en el cómo derrocar a [Sadam], sin establecer ningún plan claro para lo que ocurriría después»
«¿Cuál es el alcance del riesgo potencial de Irak y dentro de esta, tras la retirada de los Estados Unidos, en comparación con el riesgo que Irak representó durante la era de Saddam? Preguntamos esto no por un deseo para que los ocupantes se queden, sino… depende de aquellos que han corrompido y destruido a Bagdad el arreglar esto. Son los estadounidenses los que han corrompido Bagdad y ha quedado claro que todos sus planes – antes de la invasión de Irak – se centraron en el cómo derrocar al régimen de Saddam Hussein, sin poner en marcha ningún plan claro para lo que sucedería después.
«Por lo tanto la democracia en Irak es como si alguien que ha secuestrado a un niño de su familia y luego abandona a este niño en un barrio violento… El cultivo [de la democracia] siempre debe ir acompañado de un esfuerzo paralelo para la construcción [del país]. Esto es lo que a Irak le falta, mientras la democracia fue impuesta sobre el país de una manera totalmente superficial.
«En resumen lo que los norteamericanos hicieron en el país, entraron en Irak, la cual sufría de vejez durante el régimen de Saddam Hussein y la sometieron a una operación quirúrgica extremadamente difícil y luego le pidieron a Irak el día después de la operación que se levante y corra una carrera de mil metros en una región llena de lobos!
«La Irak post-Saddam no estaba en la necesidad de una democracia superficial, sino que estaba – y continua estando – en la necesidad de un gobernante fuerte, del ejercito, de la estirpe de un autócrata benévolo o un iraquí Ataturk. Tal gobernante preparara al país para la era post-Saddam, asegurando el desarrollo institucional y garantizando que Irak no caiga en manos de potencias codiciosas, protegiendo al mismo tiempo al país del sectarismo y las luchas internas y garantice que Irak alcance una etapa en la que sea un país compuesto por verdaderas instituciones democráticas, en lugar de un país de gobernantes sectarios que no pueden ver más allá de los confines de sus propias narices…»