El 4 de noviembre del 2006, el canal iraní Al-Kawthar Tv (anteriormente Sahar 1 Tv) puso al aire un drama titulado «‘Recuerda Tus Sueños’ o ‘Guantánamo'». La cinta trata de mostrar cómo las fotografías de Abu Ghuraib fueron hechas publicas, y cómo fue expuesta la maldad del comandante del Ejército americano Rosenthal, a través de personajes ficticios: el ex detenido de Guantánamo Dr. Mustafa Nasser, el Cabo del ejército americano Jennifer Smith, el activista de Abogados Sin Fronteras André Mahfuz, la ex novia de Mahfuz, la periodista Christine Lemoine, y una útil recepcionista de un hotel en Beirut. La historia es presentada en Guantánamo y en Beirut. Los créditos de la película declaran que fue filmada en el Líbano y esta agradece a las oficinas de IRIB en Beirut, a Al-Manar Tv en Beirut, al Ministerio de Defensa del Líbano, al Ministerio de Seguridad General del Líbano, al Ministerio del Interior del Líbano, al Aeropuerto Internacional y a la Aduana de Beirut, a la Municipalidad de Beirut, a la UNESCO Beirut, y a otros.

PARA VER ESTE SEGMENTO DE VIDEO: http://www.memritv.org/search.asp?ACT=S9&P1=1311

Lo siguiente son extractos del drama.

Interrogatorio de prisioneros en Guantánamo

[La película abre con la secuencia de un sueño de olas que se estrellan, un hombre sentado en una silla bajo una estructura de concreto en el mar, y una mujer durmiendo. La mujer se despierta comenzando].

Comandante Rosenthal, interrogador: «Escuche, desgraciado, si usted está familiarizado con el mapa del mundo, debería saber que Guantánamo está al final del mundo, y es el último sitio en el que usted quisiera estar. Su huelga de hambre no le hará nada bien. Otro perro muerto en el mundo no podrá herir nada».

[Escenas de prisioneros. La puerta del campo suena; la cámara muestra una señal en la cerca: «Campamento Delta, JFT Guantánamo, Honor Para Defender la Libertad« ]

Mustafa Nasser [en árabe]: «Tengo derecho a un abogado, o por lo menos a que me traten según la Convención de Ginebra».

Comandante Rosenthal: «La Convención de Ginebra es implementada en prisioneros de guerra, y no en sucios terroristas como ustedes, que son responsables por la destrucción de las Torres Gemelas».

Sub-Sargento Jennifer Smith [traduciendo las palabras de Rosenthal]: «La Convención de Ginebra es implementada en prisioneros de guerra, y no en sucios terroristas como ustedes, que son responsables por la destrucción de las Torres de Nueva York».

Jennifer Smith [traduciendo las palabras de Mustafa]: «Yo soy doctor, y miembro de la organización Doctores Sin Fronteras. Antes de Afganistán, viajé a diferentes países, tales como África y América Latina. Después de venir a Kabul, traté a muchos heridos que se opusieron a Al-Qaeda. Luego tuve que escapar».

Comandante Rosenthal: «Eres un sucio cerdo. Hemos presenciado a quién usted dice cooperaba con Al-Qaeda y el Taliban. Y no quiere confesar, pero yo sé exactamente como hacer que usted haga eso». [Apaga el cigarrillo sobre la espalda de Mustafa; Mustafa grita.]

[Escenas del campo. En los corredores, prisioneros en cadenas, incluyendo a Mustafa, están siendo movidos por soldados.]

[…]

[En la celda]

Mustafa Nasser: «No hay forma de que yo pudiera cooperar con el taliban, porque para empezar no me gustan».

Jennifer Smith [traduciendo]: «Nunca cooperaré con el taliban, ni siquiera me gustan. Yo sólo estaba haciendo mi deber, ayudando a los heridos, así estuviesen en el ejército o no».

Comandante Rosenthal: «Qué hay sobre la institución de caridad que ustedes han fundado en Beirut?»

Mustafa Nasser: «Esa institución… Yo la fundé antes de que saliera para Kabul, con la ayuda de algunas personas caritativas».

Jennifer Smith [traduciendo]: «Yo fundé esa institución antes de que saliera para Kabul, con la ayuda de algunas personas caritativas, para ayudar a niños palestinos que han perdido a sus familias».

Comandante Rosenthal: «Ése es un gran encubrimiento para el lavado de dinero, y el dinero de la droga transferido a recursos controlados por los líderes de Al-Qaeda».

Mustafa Nasser: «Este alegato no tiene base alguna. Es toda una mentira».

Comandante Rosenthal: «Usted es el maldito mentiroso, tu maldito…» [Comienza a golpear a Mustafa, que grita].

[…]

Mustafa Nasser: «Le he dicho todo»

Jennifer Smith [traduciendo]: «Le he dicho todo».

Comandante Rosenthal: «Y claro, usted presume que nosotros le creemos todo lo que usted ha dicho, tu hijo de puta».

Jennifer Smith [traduciendo]: «Todo lo que estoy pidiendo es que me trate de acuerdo a la Convención de Ginebra, y tengo todo el derecho de ver un abogado».

Comandante Rosenthal: «Aquí en Guantánamo usted no tiene derechos».

Mustafa Nasser [riéndose]: «Es cómico».

Comandante Rosenthal: «Que hay de gracioso?»

Mustafa Nasser [en inglés]: «La manera en la cual usted habla me recuerda al taliban, en Kabul. Usted clama que está combatiendo por la causa de la libertad, pero lo que usted hace significa que no tiene nada de libertad – al igual que el taliban».

Comandante Rosenthal: «Hijo de puta, usted habla inglés, y no nos lo dijo». [Continúa dándole una paliza, lo arrastra fuera por sus pies]

[…]

En el hospital de Guantánamo

[Mustafa yace inconsciente, envuelto en vendas. Rosenthal y Smith merodean por los alrededores. Rosenthal entra].

Comandante Rosenthal: «Ha enviado usted el informe al cuartel general?»

Doctor: «Lo enviaré mañana, cuando esté listo. Después de declararse en huelga de hambre, se puso muy débil, así que cayó sobre la parte de atrás de su cabeza y se fracturo el cráneo».

Comandante Rosenthal: «Los guardias fueron culpados por esto, así que mejor tengan más cuidado. No es cierto eso, cabo Smith?»

Jennifer Smith: «Sí, señor. Es correcto».

Doctor: «Qué tal si vemos el juego de béisbol esta noche?»

Comandante Rosenthal: «No en ese aparato de televisión en tu cuarto».

Doctor: «No se preocupen por eso. Lo he reparado».

Jennifer Smith [a Mustafa]: «No pretendas estar inconsciente. Él se ha ido. ¿Por qué no le dices lo que quiere escuchar? Dile algo para que te deje en paz».

Mustafa Nasser: «Mi único crimen es que tengo una pasión por ayudar a los pobres. La muchacha que amo…»

Jennifer Smith: ¿La amantes mucho?

Mustafa Nasser: «Cuando alguien en este infierno me hace tal pregunta, significa que Alá no me ha abandonado».

[…]

Periodistas y abogados visitan Guantánamo

[Periodistas y abogados se bajan de un autobús].

Comandante Rosenthal [dirigiéndose a la conferencia de prensa]: «Señoras y señores, ésta es una invitación a periodistas y abogados para que visiten esta prisión, para remover la ansiedad internacional respecto a todos los rumores que nuestros enemigos han creado. Ustedes notarán aquí hoy que las leyes de la prisión de Guantánamo corresponden totalmente a las leyes encontradas en los Estados Unidos de América.

[…]

[Rosenthal les muestra el hospital]

«Este pequeño hospital aquí contiene equipos avanzados que resuelven cualquier problema que los prisioneros puedan enfrentar. Señoras y señores, hay algo que yo tengo que decirles. A veces nosotros los funcionarios envidiamos a los prisioneros, y a veces pretendemos hacernos los enfermos sólo para acostarnos en la clínica por el aire acondicionado, y aliviarnos de las picadas de insectos en Guantánamo. Por aquí, por favor».

André Mahfuz [se acerca a la cama de Mustafa]: «Mustafa… Mustafa… Si me oyes, abre tus ojos. ¿Eres Mustafa Nasser? Soy André Mahfuz de Abogados Sin Fronteras. Me reuní con su familia en el Líbano y me pidieron que le representara. Me gustaría recibir algo de información de usted».

Jennifer Smith: «Señor, qué está usted haciendo aquí?»

André Mahfuz: «Sólo quería echar un vistazo dentro de la prisión».

Jennifer Smith: «Salga de la habitación. Ahora».

André Mahfuz: «Muy bien».

Jennifer Smith: «Creo que usted ha sido informado en la mañana que cualquier tipo de conexión con los prisioneros no es permitida».

André Mahfuz: «Lo siento».

Jennifer Smith [dándole secretamente un rollo de película]: «Ve».

[…]

En Beirut: una conferencia de prensa con los detenidos de Guantánamo

[Un patio de recreación. Jennifer, en ropa de civil, se acerca a Mustafa quien está ayudando a una pequeña a escalar una soga].

Mustafa Nasser: «Bienvenida».

Jennifer Smith: «Es esta la institución de caridad que ustedes establecieron para lavar dinero?»

[Sentándose dentro en una mesa, Jennifer y Mustafa alimentaban con cuchara a niños en sus piernas].

Mustafa Nasser: «Viene usted de Guantánamo?»

Jennifer Smith: De Bagdad. Estoy con un grupo de personas guiados por Rosenthal. Estuvimos en la prisión Abu Ghuraib. El Pentágono cree que la experiencia de Guantánamo puede ser útil allí.

Mustafa Nasser: «No estoy sorprendido de que me esté diciendo usted estas cosas».

Jennifer Smith: «Cuando se ríen de uno, él sólo puede confiar en una de las víctimas».

Mustafa Nasser: «Así que usted no vino a Beirut sólo para verme?»

Jennifer Smith: «Rosenthal también está aquí. Yo vine con él como intérprete».

Mustafa Nasser: «Qué es lo que él quiere?»

Jennifer Smith: ¿Hay una conferencia de prensa que está por comenzar de gente liberada de Guantánamo, correcto? Él estaría feliz de recoger información sobre los organizadores y sobre lo que se diga allí».

Mustafa Nasser: «Eso es todo?»

Jennifer Smith: «Él puede tener otra misión. No lo sé, pero tienen algo de importancia que tiene que ver con usted y el abogado francés».

[…]

[Fuera del hotel. Mustafa espera. Jennifer emerge con Rosenthal].

Comandante Rosenthal: «Que pasa?»

Jennifer Smith: «No me estoy sintiendo bien. Tengo un dolor de cabeza».

Comandante Rosenthal: «De acuerdo, ve y descansa en tu habitación».

[Ella regresa al hotel. Mustafa la sigue].

Mustafa Nasser [a la recepcionista del hotel]: «Buenas tardes».

Recepcionista del hotel: «Hola y bienvenida. En que puedo servirle?»

Mustafa Nasser: «Necesito una guía en sitios arqueológicos en Beirut».

Recepcionista del hotel: «Espere un minuto.» [Ella trae un folleto e introduce una llave de habitación dentro de esta]

Mustafa Nasser: «Gracias».

[…]

André Mahfuz [en la conferencia de prensa]: «Abogados Sin Fronteras felicitan al mundo entero por la liberación de los primeros prisioneros de Guantánamo. Desde los días del encarcelamiento de los prisioneros afganos, se nos ha puesto en claro que esta prisión, construida por el gobierno americano, no respeta la Convención de Ginebra o la ley americana. Nuestra organización ha hecho un gran esfuerzo para atraer la atención de las organizaciones legales internacionales, para obligarle a los Estados Unidos a respetar los derechos de los prisioneros, incluyendo el derecho a un abogado y a un juicio justo. Nosotros hemos sabido de que ningún cargo ha sido hecho contra 150 prisioneros, aun así están encarcelados en Guantánamo en condiciones inhumanas».

[…]

[En el corredor del hotel fuera de la habitación de Rosenthal]

Jennifer Smith: «Esta todo bien?»

Guardia: «Claro, pensé que se había ido a la conferencia con el Sr. Rosenthal».

Jennifer Smith: «Bien, yo no me estaba sintiendo muy bien, así que preferí venir y descansar en mi cuarto».

Guardia: «Si necesita ayuda, estoy a su servicio».

Jennifer Smith: «Si necesito algo, se lo haré saber».

Guardia: «Yo espero». [Mustafa se acerca detrás del guardia y lo golpea, hasta perder la consciencia. Abre la habitación con la llave dada por el recepcionista, y él y Jennifer arrastran al guardia hacia dentro].

[…]

[En la conferencia de prensa]

Prisionero liberado A: «Ellos me colocaron en una celda de hierro y ataron mis manos. Cuando me quitaron el saco de mi cabeza, me encontré en un gran vestíbulo verde, rodeado por alambre de púas. Me dejaron allí durante tres días. Había un tipo americano cuya cara fue cubierta. Hablaba árabe y traducía para el interrogador americano. Ellos pensaron que yo era miembro de Al-Qaeda. Se turnaban para golpearme. El primero, luego el segundo, luego el tercero, luego el cuarto… Durante tres días no me dieron nada de comer. Nada. Luego colocaron un saco sobre mi cabeza y me movieron a una celda de acero. Allí golpearon mi cabeza contra las barras de la celda, con todo su poder».

Prisionero liberado B: «Usaron métodos psicológicos en nosotros, como mujeres investigadoras desnudas, inmensos perros salvajes, y otras armas».

Prisionero liberado C: «Ellos me dieron órdenes de quitarme la ropa. Cuando me negué, me la quitaron por la fuerza. Me desnudaron por la fuerza, y empezó a rascar mi cuerpo y mi pecho. Luego me obligaron a que pusiera las manos sobre mi cabeza, y empezaron a torturarme severamente. Me desmayé. Luego me despertaron. Ellos me despertaron, removieron el saco de mi cabeza, y luego uno de ellos vino, y orinó sobre mí. Orinó sobre mi cuerpo. Orinó… en todo».

[En la habitación del hotel, Jennifer y Mustafa dirigen una búsqueda frenética].

Prisionero liberado D: «Un día me dijeron: ‘Si no dices la verdad, nuestros muchachos te violarán». Así que escupí en la cara del investigador. Me golpearon salvajemente y me enviaron a mi celda, pero no me violaron».

Prisionero liberado A: «Casi muero por la tortura. Me transfirieron a la clínica. Fui tratado allí durante dos semanas, pero me sacaron antes de que estuviera totalmente sanado, porque le temían de los periodistas que venían a recorrer la prisión».

[…]

Una búsqueda frenética

[En el cuarto del hotel, todavía investigando]

Jennifer Smith: «Si tuviera la más ligera sospecha de que usted estaba conectado a Al-Qaeda, lo hubiera matado sin vacilación».

Mustafa Nasser: «Todo tiene sentido ahora, pero hay todavía algo que no entiendo. Usted – cómo supo que los documentos estaban con Rosenthal?»

Jennifer Smith: «Mientras se emborrachó, y nos invitó a su habitación para ver las fotografías. Está usted contento ahora?»

Mustafa Nasser: «Perdón, no quise entrometerme en su vida privada».

Jennifer Smith: «Todos cometemos errores en la vida».

[…]

[En la conferencia de prensa]

André Mahfuz [en la conferencia de prensa]: «Señoras y señores, llamo en los intelectuales que luchan por la paz, y en toda la gente razonable, a que se rebelen en contra de esta fuerza que busca dominar al mundo entero. Un mundo dominado por una sola nación es un mundo aterrador. El 11 de Septiembre les dio un fuerte pretexto para extender su poder sobre el mundo entero. Otro ataque convencerá a los Estados Unidos que para salvar a la democracia, uno debe primero destruirla. Si usted acepta esta lógica, los historiadores tendrán problemas explicando por qué la edad dorada de la democracia duró sólo 200 años. Nosotros nos preguntaremos tristemente cómo seres humanos al igual que nosotros, a través de la cobardía, podrían devolverle al mundo los peores momentos de la historia humana. Gracias».

[…]

[En la habitación de Rosenthal].

Jennifer Smith [sosteniendo el cd en la caja]: «Lo encontré».

Mustafa Nasser: «Maravilloso. Por qué no viene usted?»

Jennifer Smith: «Mejor vaya usted solo».

Mustafa Nasser: «Qué hay sobre usted?»

Jennifer Smith: «Tengo que pensar sobre lo que debería hacer».

Mustafa Nasser: «De hoy en adelante estás en peligro. Debemos permanecer juntos, al menos hasta que llevemos el cd a la prensa. Usted ha hecho algo bueno. Gracias».

[…]

El robo descubierto

[En el corredor del hotel]

Comandante Rosenthal: «Dónde diablos está el guardia que estaba aquí?» [Entra en la habitación]

Miembro de personal: «Qué puedo yo decir, señor?»

[Ellos entran en una habitación para encontrar a un guardia amordazado y limitado y la habitación saqueada. Rosenthal pega un grito]

[…]

Las fotografías en cd

Mustafa Nasser: «Según una investigación americana de la cultura árabe, los árabes son particularmente vulnerables al acoso sexual. Consideran el sexo como algo personal que no debe hacerse público. Humillar a los prisioneros y tomarles fotografías degradantes pueden convertirlos en espías para nosotros, por temor a que las fotografías lleguen a ser vistas por sus familias y amigos. Esto es lo que persigue Rosenthal y sus hombres.

Christine Lemoine, ex novia de André Mahfuz: Qué fotografías?»

[Mahfuz inserta el cd en la computadora]

André Mahfuz: «El cd no abre, Mustafa».

Mustafa Nasser: «Estás seguro?»

André Mahfuz: «No, está pidiendo una contraseña».

Mustafa Nasser: «Mi Dios…» [Llama a Jennifer, que está vigilando afuera]

Jennifer Smith: «Qué está pasando?»

Mustafa Nasser: «El cd no abre. Necesitamos la contraseña. Recuerdas el tatuaje en el brazo de Rosenthal?»

Jennifer Smith: «En su muñeca derecha?»

Mustafa Nasser: «Sí».

Jennifer Smith: «Qué hay sobre él?»

Mustafa Nasser: «Hay una imagen igual que esta en la computadora».

Jennifer Smith: «Es una foto usada por los adoradores de Satanás. La he visto en Internet varias veces».

Mustafa Nasser: «Satanás? pienso ‘Satanás’ es la contraseña».

[Mahfuz introduce la contraseña. Comienzan a pasar una serie de fotografías de Abu Ghuraib]

André Mahfuz: «Debemos hacerle llegar las fotografías a los medios de comunicación tan rápido como podamos, no?»

Mustafa Nasser: «Sí, pero quién puede garantizarnos que los medios de comunicación las mostrarán?»

André Mahfuz: «No se preocupen. Enviaré un correo electrónico a mi ex novia. Ella tiene conexiones con las agencias de noticias internacionales.

[Un automóvil llega]

Jennifer Smith: «Mustafa, es Rosenthal».

Mustafa Nasser: «Cómo sabían ellos que estábamos aquí?»

André Mahfuz: «Qué esta pasando, Mustafa?»

Mustafa Nasser: «Vienen para acá».

André Mahfuz: «Quiénes?»

Mustafa Nasser: «Rosenthal. Vamos».

André Mahfuz: «Estas escaleras llevan a la parte de atrás del edificio, tomémoslas».

Mustafa Nasser: «No, ve tu mejor, y yo los detendré. Toma el cd contigo y llévaselo rápidamente a los medios de comunicación».

Un tiroteo

[Jennifer y Mustafa salen de un edificio, detrás de Christine. Christine les habla a hombres armados que parecen ser policías].

Christine Lemoine: «Pienso que ha habido una equivocación. Soy Christine Lemoine, la ex novia de André. Éste es Mustafa Nasser, y ésta es la Srta. Jennifer. Son amigos de André».

Policía: «Tengo órdenes de llevarlo a la estación de policía, y allí todo se pondrá en claro».

Christine Lemoine: «Pero le pido que no nos trate como criminales».

Policía: «Pienso que usted tiene razón».

[Mustafa, Jennifer, y Christine salen de las puertas del edificio. Jennifer reconoce a uno de los hombres].

Jennifer Smith: «Espere, no son policías».

[Se produce una balacera. Jennifer recibe un disparo pero le acierta disparar a uno de los hombres mientras a Nasser se le acaban las municiones].

Christine Lemoine: «Jennifer».

Mustafa Nasser: «No vayas».

[…]

Prisioneros amenazaron con perros, y violan a la hermana inocente

[Prisión. Rosenthal amenaza a un grupo de prisioneros con los perros].

Comandante Rosenthal: «Ahora, ustedes ven lo que le pasa a cualquiera que no coopera con nosotros. Saquen a su hermana de la prisión de mujeres».

Prisionero: «Por favor, no le hagas nada a ella».

Prisionera: «Déjeme ir, no he hecho nada. Soy inocente».

Comandante Rosenthal: «Que vista tan preciosa no? Ahora vamos a empezar».

Prisionera: «Dónde está el Islam? ¿Dónde están mis hermanos? ¿Dónde está Alá? Déjeme ir. Apártese de mí».

[…]

Jennifer envidia a los franceses «quienes no se han ahogado en este asqueroso pantano»

[Una habitación del hotel]

Jennifer Smith [a Christine]: «Existe un proverbio chino que dice: Cuando uno le salva la vida a una persona, uno es responsable para siempre de esa vida. Esto es lo que pasó entre Mustafa y yo. Antes de los eventos del 11 de Septiembre, yo tenía una vida normal. Me gradué en la Universidad de Columbia en literatura árabe. Trabajé en un instituto de idiomas. Mi novio, Richard, tenía un puesto importante en las Torres Gemelas. Sólo faltaba una semana para nuestra boda, y luego sucedió. Richard fue uno de los miles que murieron allí. Después de esto, decidí ofrecerme como voluntaria para el ejército, y dedicar mi vida a combatir el terrorismo. Un año después, me enviaron a Guantánamo. Allí, sentí que algo andaba mal. Después de eso fui transferida a Abu Ghuraib. La situación allí era aun peor. El ejército americano entró en Irak bajo el pretexto de liberar al pueblo, pero hasta ahora ha habido 100,000 víctimas por nuestros ataques. Las mujeres y los hombres que estaban bajo el régimen dictatorial durante años subyugados a un régimen tiránico durante años han llegado a estar bajo nuestro control – no porque tengan algo que ver con Al-Qaeda o el terrorismo, sino porque se opusieron a nuestra presencia en su país. Allí, sentí que se estaban riéndome de mí. Las compañías petroleras y las agencias de seguridad firmaron contratos con el Pentágono y la CIA. Ellos se embolsillaron millones de dólares. Cuando averigüé que Rosenthal estaba entre los fundadores de estas organizaciones no pude soportarlo más. Honestamente, envidio al pueblo francés, que no se ha ahogado en este asqueroso pantano».

[…]

Clímax en la fortaleza de los cruzados en el mar

Christine Lemoine: «Te daré a cambio este cd por André, y estamos en paz».

Comandante Rosenthal: «Ésa es una muy buena idea, pero lo siento mucho, no puedo hacer esto».

Christine Lemoine: «Por qué no?»

Comandante Rosenthal: «Emile me dijo de que cuando André habló por teléfono con Mustafa. Él mencionó que usted es su esposa, y que no era nada más que una mentira y una indirecta a algo más. Por eso le pedí a mis hombres que le sacaran algo a André, y supongo que trataron demasiado fuerte».

Christine Lemoine: «No.

Comandante Rosenthal: «Señora, su ex-novio está muerto».

[Cortan a la escena de André, vivo pero atado a la silla bajo la estructura de concreto en el mar]

Christine Lemoine: «No, usted está mintiendo. No lo creo. André no está muerto

Comandante Rosenthal: «Lo siento, señora. De verdad lo siento».

Christine Lemoine: «No lo debí de haber dejado solo. Él me dijo que la oportunidad sólo llega una vez».

Comandante Rosenthal: «Déme el disco».

Christine Lemoine: «Ellos me dijeron que usted era el comandante en Abu Ghuraib y en Guantánamo».

Comandante Rosenthal: «Sí y qué?»

Christine Lemoine: «Señor de los Anillos…»

Comandante Rosenthal: «Qué quiere usted decir?»

Christine Lemoine: «En la película, había un poder malévolo, que quería obtener los anillos para controlar el mundo. Animales sucios. André tenía razón en compararlo a usted con ellos.

Comandante Rosenthal: Le dije que me diera el disco, señora».

Christine Lemoine: «No!» [Rosenthal les da una orden a sus hombres para que la ataquen]

Mustafa Nasser [apareciendo de la nada]: «Nadie se mueva. Nadie se mueva, o le vuelo los sesos a este asesino. ¡Suelten sus armas! Suelten sus armas!»

Comandante Rosenthal: «Yo sabía que nos encontraríamos de nuevo, Mustafa».

Mustafa Nasser: «Ésta será la última reunión, Mayor. Tome el cd, y váyase rápidamente».

Christine Lemoine: «Y tu?»

Mustafa Nasser [a Christine]: «Sal de aquí. ¡Vete! [A Rosenthal] bien, Comandante, es día de pago».

Comandante Rosenthal: De que está usted hablando? Ustedes fueron nuestros invitados en Guantánamo, y cuando supimos que eran inocentes, los liberamos. Así que no le debo nada, pero usted se robó algo de mí, y tiene que pagarlo».

Mustafa Nasser: «Al menos exponiendo el cd, la sangre de André no será derramada en vano». [Los hombres de Rosenthal le disparan a Mustafa]

Comandante Rosenthal: «Acabe con él. Quiero enviarlo como presente de Navidad al Cabo smith. Viene conmigo». [Se aleja. Mustafa quien se había hecho el muerto mata a hombres].

[…]

El secreto de Abu Ghuraib está fuera

[Rosenthal sale del automóvil en medio de una bandada de reporteros]

Reportero A: «Sr. Rosenthal, es cierto que usted fue uno de los que diseñaron las torturas de Guantánamo?»

Comandante Rosenthal: «No, eso no es cierto».

Reportero B: «Por qué viajó usted al Líbano?»

Comandante Rosenthal: «Vine aquí por un poco de entretenimiento, sólo para descansar».

Reportero B: «Y por qué se va usted?»

Comandante Rosenthal: «Por mi esposa. Usted sabe que hay muchas mujeres bonitas en el Líbano, yo no quiero herir sus sentimientos».

Reportero C: «Es cierto que usted ha venido encubierto bajo un plan creado por el Pentágono, y usted fue responsable por transmitir los nuevos métodos de tortura de la prisión de Guantánamo a la prisión Abu Ghuraib?»

Comandante Rosenthal: «No, eso no es verdad».

Reportero D: «Es cierto que usted es uno de los principales poseedores de acciones de un servicio de seguridad americano, y que ha recibido centenares de miles de dólares mantenidos por la ganancia del petróleo iraquí a cambio de información a los servicios de inteligencia y seguridad del ejército americano?»

Comandante Rosenthal: «No tengo absolutamente ninguna idea sobre esto».

Reportero E: «Señor, es cierto que las fotos de desnudos de los prisioneros, que fueron publicadas en la prensa fueron tomadas por sus hombres para ser usadas como chantaje, para que cooperen con usted?»

Comandante Rosenthal: «No tengo información sobre esto».

Reportero F: «Podría decirnos su comentario sobre las fotos de la prisión Abu Ghuraib, que fueron presentadas en el periódico?»

Comandante Rosenthal: «Ningún comentario. [Responde el teléfono]: Hola».

Mustafa Nasser [telefoneando desde el aeropuerto]: «Usted está acabado, Rosenthal. Excave usted mismo su propia tumba.

Comandante Rosenthal: «Cree usted que algo cambiará si la verdad sobre las fotografías fuese revelada?»

Mustafa Nasser: «Al menos gente de todo el mundo descubrirá los crímenes que usted y sus superiores cometieron en nombre de la democracia».