En una alocución el 30 de abril, 2011 ante el parlamento, su primera desde que estallaron los disturbios en Siria y un día después de la renuncia de su gobierno, el Presidente sirio, Bashar Al-Assad afirmó que países «lejanos y cercanos» estaban conspirando en contra de Siria y se aprovechaban de las demandas sinceras a reformas para derrocar su régimen. [1]

Dos días más tarde, Ghassan Sa’ud, columnista del diario libanés pro-sirio y pro-Hezbolá Al-Akhbar, escribió que el régimen sirio tenía indicios de que los que están detrás de los disturbios en Siria fueron el Primer Ministro libanés S’ad Al-Hariri y su facción Al-Mustaqbal, quienes estuvieron trabajando para provocar una guerra civil entre sunitas y ‘alauíes en Siria. El artículo de Sa’ud contenía amenazas implícitas contra Al-Hariri y Al-Mustaqbal y también contra el aliado de Al-Mustaqbal en las Fuerzas 14 de Marzo, el partido de las Fuerzas Libanesas.

Lo siguiente son extractos del artículo de Sa’ud: [2]

«Al-Hariri… está amenazando la seguridad y estabilidad de la República Árabe Siria»

«… No existen diferencias entre las fuerzas 8 de marzo [es decir, Hezbolá y sus aliados en el Líbano] de que el Primer Ministro S’ad Al-Hariri es incapaz de protegerse a sí mismo, incluso en su propia habitación… [A pesar de ello], Al-Hariri… tiene decenas [de personas] operando en la gobernación [siria] de Daraa con el propósito de derrocar al régimen sirio. Este [también] envió a un hombre a la gobernación de Latakia, quien, a cambio de bolsas de dinero, convenció a los ciudadanos de [esta área para que traicionen] su nacionalismo.

«Al-Hariri y nadie más es quien hace lo que ningún libanés podría hacer ante este. Ha hecho lo que Siria ha temido desde el establecimiento del Líbano: está amenazando la seguridad y la estabilidad de la República Árabe Siria.

«Sin duda, es difícil para la mayoría de libaneses que crean en [las reivindicaciones anteriores] respecto a las habilidades excepcionales de Al-Hariri, pero no tiene ninguna importancia si creen o no. Lo importante es que el liderazgo sirio, que ha descubierto este complot y [ahora] tiene preparado [frustrarlo], cree en todo lo anteriormente mencionado… El liderazgo sirio cree que tiene suficientes evidencias objetivas que indiquen que manos libanesas están avivando las llamas de lo que este llama fitna [disturbios civiles].

«El fitna de cual el presidente sirio habló hace dos días y en contra del cual el gobierno [sirio] advierte, es el fitna entre sunitas y ‘alauíes. Esta es generada [por Al-Hariri y sus asociados], que incitan a los sunitas sirios a sublevarse contra lo que algunos denominan el dominio exclusivo del poder [en Siria] por la minoría ‘alauí y la exclusión de la [mayoría] sunita…

«Ya sea cierto o no que los rufianes [enviados por] Al-Hariri fueron capturados en Latakia y Deraa y de si o no los opositores de Siria, a quien Al-Hariri abraza, tienen partidarios [en Siria], [el hecho que] los canales por satélite libaneses y árabes se han centrado… en la retórica de [Sa’d] Al-Hariri, quien durante los últimos cinco años [ha estado hablando] sobre la opresión sufrida por los sunitas, ha contribuido en gran medida a agravar las [tensiones] sectarias en el Líbano y fuera de esta. Sin lugar a duda que las acusaciones de Al-Hariri contra el régimen de Assad – [es decir] de que fue responsable del asesinato de su padre… y que se haya excluido a los [sunitas de los centros de poder en Siria] – ha afectado a los sunitas no sólo en el Líbano. Por lo tanto, la acusación de Siria contra Al-Mustaqbal, [de que está incitando al fitna] en Siria, no tiene nada que ver con algunos intelectuales sirios en encontrar la iluminación cultural en el [hogar de Al-Hariri] en Quraitim, ni con el apoyo [ávido de] la facción Al-Mustaqbal a la nueva ‘Primavera de Damasco’. [3] Más bien, tiene que ver con los voceros de Al-Mustaqbal en [incitar] las [luchas sectarias].

«De acuerdo con fuentes cercanas a las autoridades sirias, el liderazgo [sirio] tiene información confiable [sobre los intentos de Al-Mustaqbal de sembrar disturbios en Siria. De acuerdo a esta información], los funcionarios de los aparatos de seguridad libaneses afiliados a Al-Mustaqbal han hecho intensos esfuerzos por alentar a cientos de trabajadores sirios a que organicen una huelga de brazos caídos frente a la embajada siria en Beirut en demanda de reformas económicas en su país… Un examen a los grupos de Facebook llamando a derrocar al régimen de Assad refleja un [grado sin precedentes] de intervención en la red de un pueblo [es decir, el libanés] en los asuntos de otro [es decir, los sirios], porque el número de libaneses en estos grupos es dos veces mayor que el número de sirios…»

Tres tipos de intervención: la incitación sectaria, la actividad en la red y los medios propagandísticos

«Podemos citar tres [tipos de] intervención del Líbano en los asuntos de Siria. El primer [tipo], el cual es más peligroso ante los ojos de Siria, es la incitación sectaria. El segundo [tipo] es la actividad en la red por los partidarios de Al-Mustaqbal con el objetivo de derrocar al régimen sirio… y el tercer [tipo] es la cobertura [engañosa] por parte de algunos medios de comunicación libaneses, que no informan sobre los acontecimientos en Siria tal como son pero tratan de influir sobre ellos.

«Examen de la cobertura de los eventos en Siria, [también] encontramos que el canal saudita Al-Arabiya está teniendo un carnaval de mentiras, lo que demuestra sin lugar a duda [la veracidad de] las reclamaciones oficiales sirias sobre una conspiración [contra Siria]. [Por ejemplo], el canal ha mostrado imágenes de vehículos con hombres armados, mirando a través de sus ventanas, alegando que se trataba de matones del régimen sirio. [Pero luego] se comprobó que este material era en realidad de los vehículos que habían patrullado Beirut durante la acontecimientos del 7 de mayo del 2008, [cuando Hezbolá tomó la ciudad]. El mismo canal también mostró [supuestas] escenas de pánico en las calles de Deraa [y después] resultó ser [escenas aceleradas de] hechos ordinarios.

«En suma, el régimen sirio está convencido – justificadamente o no – de la existencia de una conspiración internacional en contra de ella, que, según el Presidente Assad, está relacionada con elementos regionales y locales, el régimen se ha declarado que está entrando en una fase de ‘lucha en contra de la conspiración y está frustrando el fitna‘ y que la facción Al-Mustaqbal y especialmente el [partido] de las Fuerzas Libanesas de [Samir Geagea]… son parte de esta preparación para el fitna. Uno puede suponer que Al-Mustaqbal y las fuerzas [libanesas] no saldrán ilesas de la lucha del régimen sirio contra el fitna… «


[1] www.sana.sy, 1 de abril, 2011.

[2] Al-Akhbar (Líbano), 1 de abril, 2011.

[3] La Primavera de Damasco fue un período de despertar político y social en Siria que se inició después de la muerte del presidente Hafez Al-Assad en junio del 2000 y continuó de cierta manera hasta el otoño del 2001, cuando fue suprimido gradualmente por el gobierno. Las actividades incluyeron el establecimiento de asociaciones para la promoción de la democracia y la sociedad civil en Siria, un comunicado emitido por 99 intelectuales sirios exigiendo poner fin al estado de excepción, liberar a los presos políticos y llevar a cabo reformas políticas y civiles y el establecimiento de una asociación de derechos humanos. Las esperanzas de cambio se desvanecieron cuando, en agosto del 2001, las autoridades comenzaron a arrestar a la mayoría de los reformistas, que fueron condenados a largos períodos de prisión.