Diario libanés anti-Hezbolá: La organización utiliza a cambistas libaneses para evadir ser supervisados por la banca y por las sanciones estadounidenses El siguiente informe es ahora complemento sin costo alguno del Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista y Yihad de MEMRI (PSATY). Para información sobre como suscribirse al PSATY, pulse aquí. El 2 de diciembre, 2019 el diario libanés en la red Al-Modon, conocido por ser opositor a Hezbolá, publicó un artículo sobre la estrecha conexión que, según este afirma, Hezbolá ha establecido con los cambistas libaneses, con el propósito de evadir las sanciones impuestas por los Estados Unidos. Según el artículo, la relación entre las dos partes, que comenzó luego de la guerra con Israel en el año 2006, cuando Hezbolá utilizó a los cambistas para atraer fondos hacia el Líbano desde Irán, se ha vuelto aún más estrecha luego del endurecimiento de las sanciones impuestas a la organización tras la elección del Presidente Donald Trump. El artículo también informa que cada semana un avión iraní aterriza en el aeropuerto de Beirut y descarga su carga sin supervisión oficial y que es muy posible que este sea otro medio de transferir dinero a Hezbolá sin ningún tipo de supervisión del sector bancario. El logotipo del diario en la red libanés Al-Modon. Lo siguiente son extractos traducidos del artículo: «… Según una fuente bancaria bien informada, ‘existe una relación de muchos años entre los cambistas y Hezbolá que ha venido profundizándose significativamente desde la imposición de las sanciones económicas en su contra por parte de los bancos locales. Recientemente se ha vuelto casi imposible separar entre los cambistas y Hezbolá. [Para Hezbolá] los cambistas se han convertido en un sustituto obvio del sector bancario, a fin de garantizar la liquidez de los fondos y transferir dinero. Su capacidad para transferir fondos no se limita al interior del Líbano, sino también se extiende mucho más allá de las fronteras del país…'» La fuente agrega que los cambistas que utiliza Hezbolá no son del «primer nivel», que operan bajo supervisión del Dpto. del Tesoro de los Estados Unidos y no poseen la capacidad de «maniobrar», sino que son cambistas de segundo y tercer nivel que comprenden la mayor parte del sector y cuyas cifras aumentaron considerablemente en el vecindario Dahiya al sur de Beirut, un bastión de Hezbolá, luego de la guerra en el 2006. Según la fuente, el banco central en el Líbano no posee jurisdicción legal sobre ellos. La fuente enfatiza que la relación entre Hezbolá y los cambistas comenzó luego de la guerra en el año 2006 y especialmente cuando Hezbolá comenzó la reconstrucción, utilizando el dinero que recibió de Irán, fondos que no fueron transferidos a través de los bancos en el Líbano. Cuando, en el 2007, el Dpto. del Tesoro de los Estados Unidos prohibió las actividades de instituciones tales como Jihad Al-Binaa, el Proyecto Waad y Al-Qard Al-Hassan, todo lo cual jugó un papel clave en el establecimiento de la infraestructura financiera de la organización, Hezbolá comenzó a depender cada vez más de los cambistas. Estos recibirían efectivo, con el tiempo lo depositaban gradualmente en sus cuentas bancarias y luego lo retiraban «legalmente». Esta situación continuó realizándose por muchos años. Luego de la elección de Trump como presidente de los Estados Unidos y el endurecimiento de las sanciones en el año 2015, combinado con la preocupación de los bancos locales por las sanciones, Hezbolá se vio obligado a ubicar un sector financiero que le permitiera depositar y retirar fondos y se volcó hacia la llamada banca a la sombra. Por lo tanto, transfirió todas sus actividades financieras a los cambistas, que posteriormente disfrutaron de grandes ganancias. El artículo también informa que cada semana un avión iraní aterriza en el aeropuerto de Beirut y es «ocasionalmente tratado como tema de seguridad oficial que merece atención especial» y la fuente agrega que los oficiales de control de carga, la mayoría partidarios de Hezbolá y quienes se mueven libremente entre las naves, son los únicos testigos. La carga del avión es descargada y solo unas pocas personas conocen todos los detalles. La fuente afirma que este es un medio adicional de transferir dinero que no está bajo supervisión del sector bancario, de modo que los cambistas obvian la necesidad de que Hezbolá utilice a los bancos.

El siguiente informe es ahora complemento sin costo alguno del Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista y Yihad de MEMRI (PSATY). Para información sobre como suscribirse al PSATY, pulse aquí.

El 2 de diciembre, 2019 el diario libanés en la red Al-Modon, conocido por ser opositor a Hezbolá, publicó un artículo sobre la estrecha conexión que, según este afirma, Hezbolá ha establecido con los cambistas libaneses, con el propósito de evadir las sanciones impuestas por los Estados Unidos. Según el artículo, la relación entre las dos partes, que comenzó luego de la guerra con Israel en el año 2006, cuando Hezbolá utilizó a los cambistas para atraer fondos hacia el Líbano desde Irán, se ha vuelto aún más estrecha luego del endurecimiento de las sanciones impuestas a la organización tras la elección del Presidente Donald Trump. El artículo también informa que cada semana un avión iraní aterriza en el aeropuerto de Beirut y descarga su carga sin supervisión oficial y que es muy posible que este sea otro medio de transferir dinero a Hezbolá sin ningún tipo de supervisión del sector bancario.

El logotipo del diario en la red libanés Al-Modon.

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo:

«… Según una fuente bancaria bien informada, ‘existe una relación de muchos años entre los cambistas y Hezbolá que ha venido profundizándose significativamente desde la imposición de las sanciones económicas en su contra por parte de los bancos locales. Recientemente se ha vuelto casi imposible separar entre los cambistas y Hezbolá. [Para Hezbolá] los cambistas se han convertido en un sustituto obvio del sector bancario, a fin de garantizar la liquidez de los fondos y transferir dinero. Su capacidad para transferir fondos no se limita al interior del Líbano, sino también se extiende mucho más allá de las fronteras del país…'»

La fuente agrega que los cambistas que utiliza Hezbolá no son del «primer nivel», que operan bajo supervisión del Dpto. del Tesoro de los Estados Unidos y no poseen la capacidad de «maniobrar», sino que son cambistas de segundo y tercer nivel que comprenden la mayor parte del sector y cuyas cifras aumentaron considerablemente en el vecindario Dahiya al sur de Beirut, un bastión de Hezbolá, luego de la guerra en el 2006. Según la fuente, el banco central en el Líbano no posee jurisdicción legal sobre ellos.

La fuente enfatiza que la relación entre Hezbolá y los cambistas comenzó luego de la guerra en el año 2006 y especialmente cuando Hezbolá comenzó la reconstrucción, utilizando el dinero que recibió de Irán, fondos que no fueron transferidos a través de los bancos en el Líbano. Cuando, en el 2007, el Dpto. del Tesoro de los Estados Unidos prohibió las actividades de instituciones tales como Jihad Al-Binaa,[1] el Proyecto Waad[2] y Al-Qard Al-Hassan,[3] todo lo cual jugó un papel clave en el establecimiento de la infraestructura financiera de la organización, Hezbolá comenzó a depender cada vez más de los cambistas. Estos recibirían efectivo, con el tiempo lo depositaban gradualmente en sus cuentas bancarias y luego lo retiraban «legalmente». Esta situación continuó realizándose por muchos años.

Luego de la elección de Trump como presidente de los Estados Unidos y el endurecimiento de las sanciones en el año 2015, combinado con la preocupación de los bancos locales por las sanciones, Hezbolá se vio obligado a ubicar un sector financiero que le permitiera depositar y retirar fondos y se volcó hacia la llamada banca a la sombra. Por lo tanto, transfirió todas sus actividades financieras a los cambistas, que posteriormente disfrutaron de grandes ganancias.

El artículo también informa que cada semana un avión iraní aterriza en el aeropuerto de Beirut y es «ocasionalmente tratado como tema de seguridad oficial que merece atención especial» y la fuente agrega que los oficiales de control de carga, la mayoría partidarios de Hezbolá y quienes se mueven libremente entre las naves, son los únicos testigos. La carga del avión es descargada y solo unas pocas personas conocen todos los detalles. La fuente afirma que este es un medio adicional de transferir dinero que no está bajo supervisión del sector bancario, de modo que los cambistas obvian la necesidad de que Hezbolá utilice a los bancos.[4]

[1] Jihad Al-Binaa es una empresa de construcción propiedad de Hezbolá que ha estado en la lista terrorista de los Estados Unidos desde el año 2007. Según el Dpto. del Tesoro de los Estados Unidos, este está financiado directamente por Irán y se encuentra subordinado al Consejo Shura de Hezbolá, encabezado por el secretario general de la organización Hassan Nasrallah, Treasury.gov, 20 de febrero, 2007.

[2] El Proyecto Waad es una empresa de construcción propiedad de Hezbolá establecida después de la guerra con Israel en el año 2006. El Dpto. del Tesoro de los Estados Unidos le imputó sanciones en el año 2009, Treasury.gov, 1 de junio, 2009.

[3] Al-Qard Al-Hassan fue establecido en el año de 1982. Su portal establece que Al-Qard Al-Hassan (AQAH) ofrece préstamos pequeños sin intereses con plazos convenientes. Según un informe del 2014, la asociación otorgó 123.696 préstamos valorados en $276.532, Qardhasan.org, consultado el 2 de mayo, 2019; Se sospecha que la organización es un lugar encubierto para las operaciones financieras de Hezbolá y designado como terrorista por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en julio, 2007, Treasury.gov/press-center/press-releases/pages/hp503.aspx.

[4] Almodon.com, 2 de diciembre, 2019.