En un artículo publicado el 25 de enero, 2017 en el diario en Londres Al-Sharq Al-Awsat, el destacado periodista saudita Abd Al-Rahman Al-Rashed, ex editor del diario y ex director de Al-Arabiya TV, discutió el tema del traslado por Estados Unidos de su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Este afirmó que la soberanía israelí sobre Jerusalén Occidental es un asunto ya establecido y que mover la embajada de Estados Unidos allí, o cualquier otra embajada, no le otorgaría legitimidad a la ocupación. Más bien, si el Presidente estadounidense Donald Trump, trasladara la embajada a Jerusalén como parte de un acuerdo general de paz, esta medida podría realmente marcar el final de la ocupación y el conflicto.
Al-Rashed señaló que en las conversaciones de Camp David del año 2000, Yasser Arafat tristemente perdió una oportunidad de restaurar Jerusalén Oriental a los palestinos como parte de la sin precedente propuesta del presidente Bill Clinton para resolver el conflicto palestino-israelí. Este agregó que hoy, debido a las crisis que azotan al Medio Oriente, «la causa palestina ya no es un tema central», aunque los extremistas se aprovechan de la tragedia palestina para promover sus propios intereses.
Cabe señalar que un día antes de que se publicara el artículo de Al-Rashed, el columnista saudita Muhammad Aal Al-Sheikh publicó un artículo en el diario oficial saudita Al-Jazirah titulado «Los Palestinos no Tienen Ninguna Opción que la Paz». Al igual que Al-Rashed, este argumentó que el mundo árabe, actualmente preocupado por las guerras civiles y la lucha contra el terrorismo local, ya no considera la causa palestina como su principal preocupación y pidió a los palestinos que renuncien a la resistencia armada, ya que es la única solución viable y apoyada por la comunidad internacional.[1]
El periodista kuwaití ‘Abdallah Al-Hadlaq también expresó su apoyo a la reubicación de la embajada, en un artículo el 28 de enero, 2017 en el diario Al-Watan titulado «Sea Valiente [Trump] – Mude [La Embajada] a Jerusalén y Confíe en Alá». Citando ampliamente de un artículo del director ejecutivo del Instituto Washington Robert Satloff que presentó argumentos a favor de la acción a la embajada[2], Al-Hadlaq argumentó que la medida podría implicar amplios beneficios y no sólo peligros e inconvenientes. Este concluyó diciendo: «Diplomáticos sabios e inteligentes, políticos y expertos le están diciendo a Trump, quien es reacio a trasladar la embajada a Jerusalén: ‘Sea valiente, múdela a Jerusalén y confíe en Alá».[3]
Los siguientes son extractos del artículo de Abd Al-Rahman Al-Rashed en Al-Sharq Al-Awsat:[4]
‘Abd Al-Rahman Al-Rashed (imagen: alkhaleejonline.net)
«La decisión del gobierno estadounidense de trasladar su embajada de Tel Aviv a la Jerusalén ocupada no es una medida nueva. El Congreso emitió una orden vinculante a ese efecto hace más de una década, pero sucesivos presidentes [estadounidenses] trabajaron para frustrar la medida haciendo retrasar el proceso. Esto, porque no pueden echar para atrás una decisión sin regresar al Congreso y buscar una decisión que la revierta y tal intento pudiera fracasar. Lo nuevo es la insistencia del nuevo presidente norteamericano Donald Trump, de implementar [esta decisión] tal como este prometió.
«Hablaré de tres aspectos relacionados con la conversación sobre el traslado de la embajada: el significado de [la expresión] ‘Jerusalén ocupada’, el aspecto histórico y la situación actual.
«Ya para 1948, el año en que se fundó el estado de Israel, Estados Unidos abrió una representación diplomática en Tel Aviv, la primera capital del estado judío y también lo hicieron las otras potencias: un año antes del estallido de la guerra de 1967, Estados Unidos abrió la embajada en una gran edificación en Tel Aviv, que sirve como su residencia oficial hasta el día de hoy. Posteriormente se abrió un consulado [general] y [servicios consulares] en Jerusalén, y su ubicación ha cambiado [a lo largo de los años]. La ubicación actual [de los servicios consulares] está cercana a la línea verde que separa [Oriente y Occidente] Jerusalén…
«Términos políticos árabes son [a veces] utilizados vagamente en las declaraciones [árabes] y este es el caso de la frase ‘Jerusalén ocupada’. Por lo general, este término se refiere a la ‘ocupada Jerusalén Oriental’, en lugar de la ciudad en su totalidad, es decir, la parte que Israel conquistó en 1967 del reino hachemita (de Jordania). En cuanto a Jerusalén Occidental, ya estaba bajo control israelí antes de eso y nunca había sido incluida en ninguna discusión o negociaciones. Su estatus como parte de Israel es un tema resuelto. Los políticos árabes utilizan el término vago ‘Jerusalén ocupada’ para evitar enredarse en el tema de reconocer a Israel.
«Históricamente, los palestinos sólo tuvieron una oportunidad de recuperar el control de la ocupada Jerusalén oriental, pero el equipo negociador, encabezado por el fallecido presidente [palestino] Yasser Arafat, perdió esta oportunidad. Esto sucedió en las conversaciones de Camp David en el año 2000. El presidente estadounidense Bill Clinton, decidió resolver el tema [palestino-israelí] de una vez por todas y poner todo su peso en las negociaciones. Este alcanzó una solución «razonable» con Arafat y con el entonces primer ministro israelí Ehud Barak, el cual ningún presidente había propuesto antes o haya propuesto desde entonces. La propuesta de Clinton consistía en devolver a los palestinos más del 90% de Cisjordania y el 100% de la Franja de Gaza, con un paso seguro entre ellos, a fin [de formar] un estado palestino independiente desmilitarizado. [La propuesta también especifica que] Jerusalén Oriental, incluida la Mezquita [Al-Aqsa] y el Domo de la Roca, volvería a los palestinos, excluyendo el Barrio Judío y el Muro Occidental, que estarían bajo supervisión internacional.[5]
«Por alguna razón desconocida, Arafat no asistió a la reunión final y envió una delegación a Washington en su nombre para informarle a Clinton que rechazaban la propuesta y, la propuesta colapsó». Durante ese período, grupos extremistas palestinos cercanos a Irán y al régimen de Assad [en Siria], tales como Hamas y el Yihad Islámico, llevaron a cabo operaciones armadas en contra de Israel. El bando extremista de Israel utilizó esto para socavar un subsiguiente intento de negociar [un acuerdo] en Taba y luego Barak renunció. Arafat trató de revivir los intentos de [negociación], pero era demasiado tarde y hasta el día de hoy Jerusalén Oriental y el resto de los territorios ocupados están sujetos a [actos de] usurpación de tierras y de alteración del carácter de lugares en el área y judaizarlos…
«Debido a la destrucción y desplazamiento que [ahora] plagan al Medio Oriente, [especialmente] en Irak, Siria y el Líbano, la causa palestina ya no es tema central. No nos olvidaremos de como los extremistas se provecharon de la tragedia palestina para servir a los regímenes oportunistas. Irán alcanzó un acuerdo nuclear [con las superpotencias] bajo la condición de que dejara de perjudicar a los Estados Unidos y Hezbolá efectivamente tomó el control del Líbano en nombre de la supuesta resistencia [contra Israel]. En cuanto a Assad y Gadafi, estos fueron derrotados por sus posturas incitadoras.
«Finalmente, mudar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén pondrá fin a la esperanza de establecer un estado palestino? Creo que [incluso] si Estados Unidos muda su embajada, e incluso si todos los gobiernos del mundo hacen lo mismo, esto no le otorgara legitimidad a la ocupación. [Pero esperamos] que Trump tome esta controversial medida de transferir la embajada como parte de una solución pacífica [al conflicto palestino-israelí] que este ha prometido [lograra]. Trump dijo que asignará a su yerno, lo que refleja su compromiso [con este tema] ¿Quién sabe? Tal vez la embajada será la última de las campañas políticas».
[1] Véase MEMRI, Despacho Especial No. 6757 del 26 de enero, 2017. «Periodista saudita: La confianza de los palestinos en la resistencia armada es un suicidio político, la causa palestina ya no es preocupación principal de los árabes».
[2] Washingtoninstitute.org, enero, 2017.
[3] Al-Watan (Kuwait), 28 de enero, 2017.
[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 25 de enero, 2017. Cabe señalar que las versiones en inglés de este artículo fueron publicadas en la edición en inglés del diario y también en el portal de Al-Arabiya en inglés, pero no son idénticas a la versión árabe. Véase english.aawsat.com, spanish.alarabiya.net, 25 de enero, 2017.
[5] La propuesta de Clinton habló sobre establecer un estado palestino independiente que incluiría a la Franja de Gaza y la mayor parte de Cisjordania, mientras que los bloques de asentamiento serían incorporados a Israel con el objetivo de maximizar el número de colonos en Israel, minimizando al mismo tiempo la anexión de tierra; en Jerusalén las áreas árabes estarían bajo soberanía palestina y las judías bajo soberanía israelí; a los refugiados palestinos se les permitiría retornar a un estado palestino.