En un artículo publicado el 10 de noviembre, 2020 en el portal en inglés de la red Al-Arabiya ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, ex-director de la red y antiguo editor en jefe del diario Al-Sharq Al-Awsat expresa un cauteloso optimismo respecto a la victoria electoral de Joe Biden y sus implicaciones para los países del Golfo. Al-Rashed evalúa que Biden se opondrá a la expansión de Irán y sus constantes amenazas a los aliados de Estados Unidos en la región. El presidente electo estadounidense, dice, ha reconocido que el acuerdo nuclear con Irán posee dos fallas importantes: primero, no incluye el programa de misiles balísticos de Irán y segundo, no hace nada para frenar las búsquedas de influencia y control de Irán en áreas tales como el Líbano, Siria, Irak, el Golfo, Yemen y Afganistán. Al-Rashed predice que Biden no renovará el acuerdo sin corregir estas fallas y agrega que un acuerdo enmendado será mejor para la región que ningún acuerdo, ya que Irán es un enemigo formidable y la paz con este es preferible a una confrontación.
Al-Rashed afirma además que algunos desarrollos importantes de la era Trump persistirán durante la administración Biden, es decir, la alianza entre los cuatro países del Cuarteto Árabe (Arabia Saudita, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin), así como también la alianza entre los Estados del Golfo e Israel ante Irán, Qatar, Turquía e Irán intentarán sin lugar a dudas desmantelar estas alianzas, dice Al-Rashed, pero no lo conseguirán.
‘Abd Al-Rahman Al-Rashed (Fuente: MBC.news)
Lo siguiente es su artículo:
«Contrarrestar el antagonismo presentado por Irán ha distinguido la política de los estados del Golfo durante casi cuatro décadas y sigue siendo el factor clave a considerar al establecer políticas y formar alianzas. El paso preventivo dado por los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, al establecer relaciones plenas con Israel, allanó la forma de afrontar los próximos cambios, incluyendo la nueva etapa en la presidencia de los Estados Unidos.
«Existen ciertos temas alternos entre el Golfo e Israel, mientras que otras áreas siguen siendo controvertidas. El enemigo común del Golfo e Israel hoy día es el régimen de Teherán, que amenaza explícitamente la seguridad y la existencia tanto de Israel como de los países del Golfo y ha construido su plan militar sobre esta base. Una presidencia de Joe Biden se opondrá a la expansión de Irán sobre el terreno y su constante amenaza a los aliados de Estados Unidos en la región.
«Biden señaló los dos errores cometidos por el equipo del ex-presidente Barack Obama cuando negociaron con Irán y firmaron el acuerdo nuclear. El primero es que las obligaciones de Irán en virtud al acuerdo no le impiden construir un sistema balístico, lo cual es una falla grave. Ahora sólo restan cinco años del período en el que Irán no puede enriquecer uranio. Un breve período para un régimen que es paciente e inquebrantable en su determinación de construir y poseer armamento nuclear.
«Lo segundo es que el acuerdo no hizo nada para frenar la amenaza de Irán hacia la región con sus armas convencionales y su búsqueda de influencia y control a áreas tales como el Líbano, Siria, Irak, el Golfo, Yemen, Afganistán y otras.
«Yo no puedo imaginar una paz con Irán sin enmendar el acuerdo y Biden ha reiterado esta postura en muchas ocasiones, dirigiendo sus palabras a los iraníes que le prestaron mucha atención a sus declaraciones durante la campaña electoral. Este dijo claramente que no reactivara el acuerdo en materia nuclear sin modificarlo, estipulando explícitamente como condición, la seguridad de sus aliados.
«Para los estados del Golfo, la política de Biden, si es implementada, sería ciertamente mejor que la de Trump. Irán es un vecino imponente y convivir con este en el marco de un acuerdo de paz junto a un fuerte respaldo es mejor para el Golfo que una confrontación, que afectara la estabilidad de toda la región, además de afectar su economía y prosperidad. Teherán ha demostrado ser poco confiable, incluso hacia los estadounidenses que asumieron buena voluntad de Irán, solo para que las fuerzas iraníes capturaran a 10 marineros de la Armada de los Estados Unidos a finales de la era Obama. Esto a pesar del hecho de que Obama es el único presidente estadounidense que le ha dado a Irán una oportunidad sin precedentes desde el deterioro de las relaciones por la crisis de rehenes de Irán en los años 1980. Lo que hizo Irán en Bagdad también amenazó los intereses estadounidenses, que considera a Irak como piedra angular de su estrategia en la región. Dos nuevas realidades creadas en la era Trump continuarán durante la administración Biden, la primera de estas es el bloque político Arabia Saudita, Egipto, los Emiratos y Bahréin, lo cual representa una alianza económica, humana y por supuesto política.
«Lo segundo es el acuerdo Emiratos Árabes Unidos-Israel ante Irán. Qatar intentará una vez más desmantelar esta coalición y a la larga no tendrá éxito. Irán y Turquía, a pesar de sus intentos de trabajar juntos contra el Cuarteto (Arabia Saudita, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin), enfrentan dificultades debido a competencias y a las diferentes expectativas entre Teherán y Ankara, además de las dificultades económicas por las que estos atraviesan en estos momentos.
«La dinámica del actual conflicto entre los polos de Riad, Teherán y Ankara puede que cedan ante la llegada de Biden a la presidencia de los Estados Unidos, si este logra controlar las ambiciones problemáticas de Turquía que amenazan a los países de la región y Europa.
«Ankara intentó y no logró imponer una nueva realidad en el Mediterráneo oriental y Libia antes de las elecciones estadounidenses. Teherán también buscará calmar tensiones con Washington y sus aliados en preparar la finalización de las duras sanciones en su contra, o correrá el riesgo de colapsar internamente.
«Ante esto, yo me siento cautelosamente optimista por la victoria de Biden, sin subestimar los desafíos que su administración pueda plantear a futuro, del cual informaré en un próximo artículo».