Del 24-26 de octubre, 2017 la organización norteamericana ‘En Defensa de los Cristianos’ (EDC) celebró su cumbre anual en Washington D.C., a la que asistieron líderes religiosos cristianos de todos los confines del Medio Oriente, incluyendo el patriarca maronita Cardenal Bechara Boutros Al-Rai. La cumbre también contó con la presencia del vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien abordó el tema del peligro que representa el EIIS para los cristianos del Medio Oriente y dijo: «Los Estados Unidos de América siempre apoyarán a quienes sufren por su fe y nosotros siempre les respaldaremos ante sus necesidades».[1]
Los comentarios de Pence fueron recibidos con respuestas frías y escépticas de algunos de los líderes cristianos libaneses. Elie Haddad, arzobispo de la Archidiosis Melquita Griega Católica de Sidón, comentó: «No creo en las declaraciones de los estadounidenses porque siempre hacen lo contrario de lo que dicen» y mencionó promesas similares hechas en la era de Obama que estos no realizaron. Este agregó: «El que los estadounidenses favorezcan a los cristianos no los beneficia… Los estadounidenses deben ayudar a todos, no solo a las minorías religiosas». El líder copto libanés Arzobispo Louis Urshalimi, habló dentro del mismo contexto y comentó: «Tristemente, los estadounidenses no hacen lo que dicen o lo que prometen». Este afirmó además que los Estados Unidos apoyan a la Hermandad Musulmana, lo que perjudica en grande a los coptos.[2]
Ghassan Hajjar, editor en jefe del diario libanés Al-Nahar, hizo comentarios similares en un artículo titulado «No Queremos la Ayuda Estadounidense». Este escribió que esta ayuda solo hace que los cristianos en el Medio Oriente se vean como «agentes» y desencadena mucha hostilidad hacia ellos de parte de otros en sus países.
Lo siguiente son extractos del artículo:[3]
«Los líderes religiosos y políticos del Líbano y de la región aplaudieron las posturas claras y directas expresadas por el Vicepresidente estadounidense Michael Pence en la cumbre de la EDC en Washington, describiéndolas como un fuerte mensaje de apoyo para los cristianos y [otras] minorías en el Medio Oriente… [Pence de hecho] dio declaraciones que resultaron ser agradables y que elevaron la moral de los participantes en la cumbre. [Pero] luego hubo lamentos de gente desesperada que entienden muy bien que la política estadounidense en la región nunca los ha apoyado sino que [solo] se ha aprovechado de ellos por el bien de los intereses [estadounidenses] y el beneficio derivado de ser un grupo que anula el dominio [musulmán] en la región. Los cristianos entienden, tal vez mejor que otros, que la administración estadounidense los vendió a Damasco y forzó un patrocinio sirio sobre ellos y que los aviones de combate sirios nunca se hubiesen atrevido a bombardear el Palacio de Ba’abda [la residencia del Presidente libanés] sin luz verde por parte de los Estados Unidos e Israel.[4] Cuando la política global cambió, el ejército sirio se vio obligado a retirarse humillado del Líbano…
«La ayuda prometida por Pence no es bienvenida, porque esta solo desencadenará hostilidad [hacia los cristianos] en los países árabes y musulmanes. Cualquier interferencia estadounidense no calculada daña y perjudica a aquellos a los que se pretende [ayudar], convirtiéndolos en blanco de ataque en su medio ambiente cercano y en extranjeros perseguidos en su hábitat natural que pronto serán etiquetados como agentes…
«Hoy, los cristianos en conciencia ya no creen en este afán exagerado estadounidense de ayudarles, porque todas sus crisis son el resultado de las políticas estadounidenses. Los cristianos de Palestina emigraron [de su tierra] después de la creación del Estado de Israel porque estos fueron oprimidos y sus tierras confiscadas. Los cristianos de Siria emigraron debido a las actuales falsas guerras [allí]. Los cristianos de Irak [emigraron] luego de la desintegración de las fuerzas armadas pertenecientes al régimen [iraquí], que dejaron el país a merced de organizaciones fundamentalistas y el caos. Los cristianos de Egipto no obtuvieron sino una declaración que hacía hincapié en la necesidad de defenderlos… Los cristianos del Líbano fueron rechazados durante muchos años y el ‘oficial de ‘Anjar’[5] les tiranizaron. Si no fuera por su resistencia, nunca habrían sobrevivido, considerando las pérdidas que sufrieron, cuyas repercusiones son evidentes hasta el día de hoy.
«Hoy no queremos ayuda que dependa del estado de ánimo de un presidente que cambia su punto de vista de un día para otro. No queremos irnos a la cama [pensando] que tenemos ayuda y luego despertar sin saber dónde estamos parados. Ya hemos tenido suficiente de eso».
[1] Whitehouse.gov, 25 de octubre, 2017.
[2] Al-Nahar (Líbano), 1 de noviembre, 2017.
[3] Al-Nahar (Líbano), 28 de octubre, 2017.
[4] Esto se refiere a la entrada de las fuerzas sirias en el Líbano en el año 1990.
[5] Un epíteto del patrocinio sirio sobre el Líbano. La sede del aparato de inteligencia sirio en el Líbano estuvo ubicada en la ciudad de ‘Anjar, en el Valle Beqaa.