En su columna publicada el 15 de abril, 2019 en el diario jordano Al-Ghad, titulado «Las ilusiones de una paz con Israel», el destacado e importante periodista jordano Fahd Al-Khitan escribió que el complicado conflicto con Israel no puede ser resuelto incluso como parte de un acuerdo global. Este explicó que, a pesar de los considerables esfuerzos de las administraciones estadounidenses por promover su «Acuerdo del Siglo» y de los acuerdos de paz que Israel ha firmado con Jordania y Egipto junto a su acercamiento con otros gobiernos árabes, los propios pueblos árabes odian a Israel, lo consideran como la mazorca singular extraña ilegítima en la región y se oponen a cualquier plan de paz con este. Al-Khitan por lo tanto, evaluó que la actual generación no verá una solución definitiva del conflicto con Israel y agregó que aquellos que creen lo contrario, principalmente el presidente estadounidense Donald Trump, se engañan a sí mismos.

Lo siguiente son extractos de su columna:[1]

Fahd Al-Khitan (fuente: alwakaai.com)

«La administración Trump puede que anuncie en cualquier momento su acuerdo de paz, o ‘Acuerdo del Siglo’, tal como lo denomina [Trump], que establece una solución al conflicto en detalle. [Esta administración] tiene el poder que le permite presionar a los bandos a fin de llevar implementar el acuerdo. [Sin embargo], las anteriores administraciones estadounidenses también presionaron a los bandos de varias maneras, sin embargo, nunca lograron realizar sus planes. Más importante aún, no lograron obtener el apoyo popular para sus planes

«Israel puede normalizar relaciones con los países árabes y musulmanes, abiertamente o en secreto y [de hecho] lo está haciendo y está haciendo logros [en esta área]. Pero experiencias pasadas muestran que la normalización de relaciones con los gobiernos no es garantía de paz entre los pueblos, en ausencia de una base histórica genuina para una paz justa. La OLP reconoció a Israel y realizó un acuerdo histórico con este, lo cual estableció una autoridad palestina sobre el terreno, pero la paz entre los palestinos e israelíes sigue siendo un sueño muy lejano. Israel ha firmado acuerdos de paz con Egipto y Jordania, sin embargo, los pueblos de esos dos países son los que más odian a Israel, tal como muestran las encuestas de opinión en Occidente.

«El conflicto árabe-israelí es complejo e histórico, pero su percepción es fácil de entender. La gran mayoría de los pueblos árabes consideran a Israel como una entidad ilegítima que ha usurpado la tierra de otros y ha expulsado a un pueblo de su territorio. A su manera de ver, Israel es una mazorca muy singular en medio de una región [cuyos pueblos] poseen historia, valores, cultura y una estructura social en común y no existe manera de reconciliarse con esta entidad en sus propios términos. Lo mínimo que los árabes puede aceptar es una división justa de la tierra de Palestina. Incluso esta solución, con todos los beneficios que tiene para los palestinos, será inaceptable para una gran parte de la población árabe y su implementación no cambiará mucho el odio que existe hacia Israel. Tal como dije, el tema es fácil de entender, pero en la práctica es muy complicado. Creo que la actual generación definitivamente no será testigo de una solución definitiva del conflicto con Israel, como parte del cual Israel se convertirá en una parte natural y aceptada de la región árabe.

«El conflicto tiene como base en gran medida el tema de la identidad. Todos los intentos de resolver conflictos que involucran un conflicto de identidades sin reconocer de manera clara y justa la identidad y los derechos de las víctimas han fracasado. ¿Cree alguien realmente, por ejemplo, que la Autoridad Palestina o los gobiernos árabes renunciarán al principio del derecho a retornar de los refugiados palestinos, es decir, [acuerdan] estos emitirle una sentencia de muerte a este derecho? Existen millones de palestinos que, incluso si eligen vivir fuera de Palestina por su propia voluntad, no han renunciado de ninguna manera a su identidad palestina. Los descendientes de inmigrantes [palestinos] en todo el mundo, [incluso si] nacieron en nuevas sociedades y se han integrado plenamente en ellas, nunca abandonarán su identidad de origen y lo revivirán en sus vidas, todos y cada uno de los días. Este conflicto no puede resolverse incluso como parte de un acuerdo global. Cualquiera que piense diferente se está auto-engañando, así este sea el presidente del país más poderoso del mundo».


[1] Al-Ghad (Jordania), 15 de abril, 2019.