En un artículo publicado el 10 de septiembre en el semanario independiente Al-Mashhad, Hamdeen Sabahi, destacado líder de la oposición egipcia quien participó en las elecciones presidenciales del 2012 y en el 2014 fustigó al régimen de Al-Sisi por sus acciones de arresto sistemático a activistas políticos. El artículo fue publicado luego del arresto de Hossam Moaness, socio y ex-coordinador de campaña de Sabahi, junto a una serie de otros opositores laicos.
Moaness y otros activistas – incluyendo al ex-parlamentario y líder del Partido Socialdemócrata Ziad Al-‘Alimi, el periodista Hisham Fouad y el activista de los derechos laborales Hassan Al-Barbari – buscaron formar un grupo de partidos llamados Coalición de Esperanza, a fin de postularse en las elecciones parlamentarias del 2020.[1] El régimen, al parecer percibiéndolos como una amenaza, los acusó de conspirar contra este junto a la Hermandad Musulmana.[2]
En su artículo, Sabahi señaló que los detenidos, miembros todos de la corriente democrática civil, aspiran traer cambios a Egipto a través de métodos pacíficos y legales y no tienen nada que ver con la Hermandad Musulmana, sino que se oponen firmemente a esta. Pero el régimen persigue a estos «honorables y nobles caballeros» y a otros disidentes porque critican sus políticas y elaboran acusaciones falsas en su contra, tales como apoyar el terrorismo y difundir noticias falsas.
Un nasserista a su manera de ver, Sabahi destacó la diferencia entre Egipto bajo la tutela de Nasser y Egipto bajo el mandato de Al-Sisi, quien pretende seguir los pasos de Nasser. Este afirmó que en el período de Nasser, a los jóvenes se les alentó a contribuir con su país y a actuar en la arena pública, mientras que el actual régimen persigue a los jóvenes prometedores y los arroja en la cárcel.
El propio artículo de Sabahi aparentemente enfureció al régimen, ya que el día de su publicación en el semanario Al-Mashhad, las fuerzas de seguridad allanaron la casa del editor del semanario Magdi Shandi y al no encontrarlo en su residencia, arrestaron a su hijo con el objetivo de hacer que Shandi se entregara.[3] En las semanas posteriores, el régimen ha seguido tomando medidas drásticas contra sus críticos y opositores, especialmente después de las protestas ocurridas contra el régimen que estallaron el 20 de septiembre y que ha arrestado a más de 1.000 personas, entre estas a académicos y activistas de los derechos humanos.[4]
Lo siguiente son extractos del artículo de Al-Sabahi:[5]
«El 25 de junio, 2019 justo antes del amanecer, una banda de crueles individuos enmascarados irrumpieron dentro del tranquilo apartamento de Hossam [Moaness] en el barrio de Al-Manial [en El Cairo]. Rompieron la puerta, tiraron los muebles, asustaron a [sus hijos] Fairouza y Majd y a su madre, arrestaron a su padre, se lo llevaron, con los ojos vendados, en un automóvil blindado y lo arrojaron en un calabozo. Al mismo tiempo… algunos chefs de poco talento prepararon rápidamente uno de sus platillos envenenados… cuyo hedor llena las fosas nasales de cualquiera y comenzaron a servirlo a través de sus medios de comunicación…
«El platillo [hecho de cargos falsos] consiste en terrorismo, financiar a una organización sin nombre y ayudarla a alcanzar sus objetivos y difundir noticias falsas. Todos estos ingredientes – que ya han pasado su fecha de caducidad y se encuentran almacenados, empaquetados incorrectamente, en los almacenes sin aire del Ministerio del Interior – están destinados a la preparación rápida de mentiras siempre y cuando los hombres fuertes de los servicios de seguridad puedan emplear su política preferida de asesinar moralmente a cualquiera que posea una opinión [independiente].
«Cualquiera que conozca a los tres caballeros como yo los conozco – Hossam Moaness, Ziad Al-‘Alimi y a Hisham Fouad, sabe sin lugar a dudas que el ‘platillo’ servido en los anuncios del Ministerio del Interior sobre la Coalición de Esperanza no es más que una mentira y una barata y despreciable distorsión. La acusación más repugnante y provocativa presentada contra estos caballeros es la de apoyar a la Hermandad Musulmana, cuando la verdad es que ellos [y la Hermandad Musulmana] son oponentes entre si y no poseen nada en común.
«Si todo esto es cierto respecto a los tres prisioneros de la esperanza, a quienes conozco personalmente, también debe ser cierto respecto a los otros [detenidos], a quienes no conozco, tales como el activista por los derechos laborales Hassan Al-Barbari, Ahmad Tammam y otros, así como también a los socios del parlamentarios de Coalición de Esperanza Ahmad Tantawi[6] y a miembros de su oficina política.
«Si [el régimen] realmente quisiera, Egipto pudiera haberse librado de todo este dolor, opresión y derroche. Pero los hombres fuertes de los servicios de seguridad no están interesados en la verdad. Ellos lo saben y lo niegan. Prefieren inventar mentiras y servírselas rápidamente a la gente, sin saber – o tal vez sabiendo, que nuestro pueblo ya no se tragará todas estas afirmaciones, ahora que las ha probado y se ha hartado de ellas. Tales brebajes repletos de mentiras se han utilizado para encarcelar a algunos de los hijos más respetables y nobles de Egipto, privarlos de libertad y evitar que ayuden a su país en un momento en que su muy constructiva contribución – que están más que dispuestos a proveer con su amor y generosidad – es más crucial hoy que nunca.
«La lista es larga: Yahya Hussein ‘Abd Al-Hadi, Muhammad Mounib, Ahmad Al-Douma, Haitham Mohamedeen, ‘Abd Al-Mun’im Abu Al-Futouh, Shadi Al-Ghazali Harb, Muhammad Al-Qasas, Walid Shawqi, Hisham Genina, Muhammad Ramadan, Ahmad Sabri Abu ‘Alam, Shadi Abu Zeid, Rami Sha’th, Gamal’ Abd Al-Hakim, Khaled Sa’id.[7] [También arrestado], poco antes que [los miembros de la Coalición de la Esperanza], Ma’soum Marzouq, Raed Salama, Yahya Al-Qazzaz, ‘Abd Al-‘Aziz Al-Fadli, Gamal’ Abd Al-Fattah, Hassan Hussein y Khaled Al-Bassiouni.[8] La lista de honor es larga y la firmeza de estos honorables [activistas] es altamente noble.
«Si este país hubiese sido creado sobre bases de justicia, ninguno de estos individuos hubiese sido acusado y ninguno de ellos hubiese pasado ni una hora en una celda oscura en prisión. Si este país hubiese seguido su constitución – y la realidad muestra que no lo ha hecho – los funcionarios que elaboraron las transcripciones de los [falsos] interrogatorios en el caso de la Coalición de Esperanza y en otros [temas] estos hubiesen sido investigados, junto a sus superiores y el ministro a su cargo, por presentar cargos falsos y engañar a la corte.
«Si el sistema judicial hubiese sido determinado y capaz de dispensar justicia, hubiese respondido a la solicitud presentada por los jefes de los partidos legítimos al fiscal general, con el fin de escuchar su testimonio sobre la Coalición de Esperanza. Para todos estos [activistas] y yo entre ellos, soy parte de un debate serio dentro de los límites de la constitución y de las leyes, con el objetivo de formar una coalición a fin de [participar en elecciones multipartidistas. Somos figuras públicas y representantes del pueblo, miembros de La corriente civil-demócrata, que aspira lograr el cambio por medios pacíficos y legales, renovamos nuestra solicitud de que testifiquemos y exoneremos a Hossam, a Ziad y a sus compañeros, por respeto a la verdad.
«Si hubiésemos sido un país gobernado por actividades políticas honestas y no por los hombres fuertes de los servicios de seguridad, hubiésemos luchado por la verdad y les hubiésemos ahorrado a nuestro pueblo gran parte del costo por la opresión, el odio y los errores recurrentes. Pero [al régimen] no le gusta la verdad y prefiere los ya cocinados [cargos] y el hecho más irónico es que estos no son muy buenos cocineros…
«El 7 de julio Hossam [Moaness] cumplió 37 años en su celda de detención. Cuando [su abuelo] Fathi Al-Maghrabi tenía su edad, dirigió las actividades políticas y parlamentarias en la gobernación de Dakahlia.[9] Esta paradoja expone la diferencia entre la situación del abuelo y la de su nieto. Esto nos lleva a comparar a la Primera República [de Nasser], que buscó a los jóvenes para darles [roles de] responsabilidad y liderazgo y la Segunda República [el período posterior a Nasser], que sí continúa buscando a los jóvenes, pero solo para encarcelarlos…
«Algunos se ofrecen como voluntarios para difundir la propaganda de que el [actual] régimen, que ha descartado al [nasserismo], es la continuación directa del régimen de la revolución de [1952] y su reclamo más repetido es que tanto [Nasser como Al-Sisi] llevan puesto el mismo uniforme militar, pero ¿pueden sus trajes de camuflaje, por eficaces que estos sean, ocultar la diferencia entre liberar la nación [de Nasser] y la dependencia [de Al-Sisi] [hacia las superpotencias]? ¿Entre la justicia social y el capitalismo de libre mercado? ¿Entre el desarrollo independiente y rendirse al Fondo Monetario [Internacional]? ¿Entre liderar a la nación árabe y unirse a algunos de sus ejes? ¿Entre combatir contra la entidad sionista y promover una paz cálida [con esta]? ¿Entre la construcción de la represa [Asuán] y la construcción de la represa Al-Nahda?[10] ¿Entre la victoria de los pobres y la victoria sobre los pobres?…
«Observo hacia el futuro y veo a [mi nieto], Yousuf, quien se convierte en un joven prometedor amigo de Hossam, su ayudante y compañero – no en la lucha contra la Segunda República que colapsó sino en la construcción de la muy joven Tercera República, la República de la Justicia y el amor».
El artículo de Sabahi, con fotografías de algunos de los detenidos de la Coalición de Esperanza (Fuente: Al-Mashhad, Egipto, 10 de septiembre, 2019)
[1] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 25 de junio, 2019.
[2] Al-Yawm Al-Sabi‘ (Egipto), 9 de julio.
[3] Arabi21.com, 10 de septiembre, 2019.
[4] Entre los arrestados se encuentran Hassan Nafi’a y Hazem Hosni de la Universidad del
Cairo; el ex-presidente del partido Al-Dustour Khaled Daoud; el abogado y activista de los derechos humanos Mahinour Al-Masri y ‘Abd Al-‘Aziz Al-Husseini, vicepresidente del propio partido Al-Karama de Sabahi (Al-Quds Al-Arabi, Londres, 25 de septiembre, 2019; raialyoum.com, 22 de septiembre, 2019).
[5] Al-Mashhad (Egipto), 10 de septiembre, 2019.
[6] Tantawi pertenece a un grupo de parlamentarios llamado la «Alianza 25-30», que muy frecuentemente critica al gobierno.
[7] Una lista parcial de activistas políticos arrestados por el régimen egipcio en los últimos años, todos ellos opositores pertenecientes a la Hermandad Musulmana. Véase también la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1412 – Mientras comienza su segundo mandato, el Presidente egipcio Al-Sisi intensifica su represión hacia los críticos, 16 de agosto, 2018.
[8] Estos activistas fueron arrestados durante las festividades de Eid Al-Adha el año pasado (agosto, 2018) por criticar al régimen (Al-Quds Al-Arabi, Londres, 23 de agosto, 2018) y acusados de difundir rumores y colaborar con la Hermandad Musulmana (Al-Ahram, Egipto, 26 de agosto, 2018). Estos fueron liberados nueve meses después (Al-Ahram, Egipto, 21 de mayo, 2019).
[9] Hamdeen Sabahi dedica gran parte de su artículo a las actividades de Fathi Al-Maghrabi, el abuelo de Moaness, quien fue un devoto partidario del Presidente egipcio Gamal ‘Abd Al-Nasser y funcionario de su régimen en la Gobernación Dakahlia.
[10] La represa Al-Nahda (o represa del Gran Renacimiento etíope), sobre el Nilo Azul en Etiopía, ha estado en construcción desde el año 2011. Egipto teme su posible impacto en el flujo de agua en su parte correspondiente al rio Nilo.