Tras la ejecución, a finales de octubre del 2008, de un saudita condenado por la muerte violenta de su esposa, el Jeque sunita Abd Al-Muhsin Al-‘Obikan, asesor en el Ministerio de Justicia saudita, emitió una fatwa que permite a una esposa el uso de la fuerza contra su marido en respuesta a la violencia de su parte. El fatwa declaró que la mujer puede incluso matar a su marido para evitar que este la mate. Explicando su fatwa en Islamonline.net, ‘Obikan dijo: «Una mujer puede responder a la violencia con violencia, en defensa propia: Si [su marido] le pega, ella puede golpearle de vuelta y si trata de matarla, ella puede hacerlo también… si esta es la única manera de salvar su vida». Además, ‘Obikan también permite a una mujer dejar la cama de su esposo y negarle hacer el amor si no está cumpliendo con sus deberes matrimoniales hacia ella. [1]

Una fatwa similar fue emitido un año antes por el Ayatolá estudioso chiíta libanés Muhammad Hussein Fadhlallah, para conmemorar el Día Internacional a la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Él también declaró que una mujer golpeada por su marido se le permite devolverle el golpe, y que una mujer cuyo marido no respeta sus derechos, según lo estipulado en el contrato matrimonial, tal como el derecho al sustento o las relaciones maritales, podrá negarle estos derechos a su marido también. [2]

Los fatwas de ‘Obikan y Fadhlallah evocaron muchas respuestas entre los círculos religiosos en el mundo árabe. Algunos apoyaron los fatwas, citando el derecho a la legítima defensa y el principio de igualdad de sexos. Otros se opusieron a estos, afirmando que el Corán permite sólo que el esposo golpee a su mujer y a la abstención de relaciones sexuales por parte de ella, como medio para disciplinarla y que un fatwa que permite a la mujer devolver los golpes destruiría familias.

Cabe señalar que muchos estudiosos religiosos musulmanes sostienen que está permitido que un marido golpee a su esposa, aunque sólo como un último recurso y bajo condiciones específicas. [3] Esta posición fue reiterada en un reciente simposio de la Organización de la Conferencia Islámica, celebrada el 26-30 de abril, 2009 en los Emiratos Árabes Unidos y al que asistieron cerca de 200 eruditos musulmanes de todo el mundo. Una resolución emitida en el simposio señaló que una esposa desobediente debería ser tratada de acuerdo con las directrices del Shari´a musulmán: el marido debe primero advertirle, luego, sacarla de la cama y sólo entonces, si todo lo demás falla, golpearla. La decisión estipula que los golpes deben ser ligeros, no debe ser en la cara o en las partes sensibles del cuerpo y no deben ser administrados con ira o venganza. [4]

A continuación se presentan extractos del fatwa del Ayatolá Fadhlallah, y de las respuestas al suyo y al fatwa del Jeque ‘Obikan.

Ayatolá Fadhlallah: Una mujer casada es una entidad jurídica independiente

El fatwa de Fadhlallah declaró: «A pesar de los avances en el trato humano de la mujer, a pesar del respeto alcanzado por la mujer [hoy día] en comparación con su condición en el pasado en la mayoría de las sociedades oriental y occidental, a pesar del adelanto de la mujer en la escalera social y política – al punto de que hoy día las mujeres ocupan los puestos más altos en el gobierno y otros [dominios], a pesar de que las mujeres se han unido y han superado incluso a los hombres en los movimientos de resistencia – [a pesar de todo esto], las mujeres son todavía víctimas de la violencia de diversas formas, y este [fenómeno] no se limita a determinados círculos [sociales]. Esto ocurre no sólo en Oriente, sino en todo el mundo, aunque la forma y el alcance de la violencia pueden variar de un lugar a otro… La mujer – sea su hermana, hija o esposa – está todavía subordinada al hombre – ya sea su hermano, su padre o su marido…»

En vista a lo anterior, Fadhlallah destacó los siguientes puntos: «Se puede recurrir a la violencia sólo en casos excepcionales, como una herramienta educativa o en respuesta a la agresión… Esta norma es válida en las relaciones interpersonales en general, sin distinción entre el hombre y la mujer o entre jóvenes y viejos…

«La tutela del hombre sobre la mujer no implica control, sino que más bien significa que la responsabilidad de la familia está en sus hombros. [Esta responsabilidad] no reside exclusivamente en el hombre y este debe compartir con la mujer todas [las responsabilidades] que tienen en común como pareja…

«La voluntad de la mujer a participar en las tareas del hogar y las tareas domésticas [debe brotar] de los [sentimientos] [naturales] humanos, el amor y voluntad de sacrificio – ya que el Islam no impone nada de esto a la mujer, incluso en relación a la crianza de [niños]. El Islam respeta el trabajo de [la mujer], y [incluso especifica que] debe dársele un reembolso material para ello. El hombre debe reconocer el sacrificio que la mujer hace cuidando de él y la familia y no debe tratarla a ella de manera arbitraria o violenta…

«Según el Islam, la mujer dentro del matrimonio es una entidad jurídicamente independiente del hombre respecto a las posesiones materiales. El hombre tiene prohibido tomar las pertenencias personales de la mujer, o interferir con sus [cuestiones] o intereses personales – si estas no tienen parte en él como su cónyuge, o sobre la familia por cuyo [bienestar] es responsable…

«El Islam no le permite al hombre utilizar cualquier forma de violencia contra la mujer – ya sea respecto a sus derechos del Sharia, que él debe cumplir en vigor del contrato de matrimonio o en relación con el su [derecho] de salir del hogar.

«Además, el Islam prohíbe maldecirla o hacer uso de un lenguaje abusivo o de [hacerle] daño. Todos estos son pecados por el cual Alá tendrá en cuenta [al hombre] y que son punibles por la ley islámica…»

Una mujer puede tratar a su marido igual a como él la trata

«Si un hombre ha utilizado la violencia física contra una mujer, y si ella no puede defenderse a si misma de otra forma que no sea recurriendo a una violencia similar contra él, entonces se le permite hacerlo por medio de la auto-defensa. Además, si un hombre ha actuado violentamente con respecto a los derechos de la mujer – es decir, privándola de algunos de los derechos a los cuales tiene potestad por el matrimonio, incluyendo el sustento y las relaciones sexuales – se le permite también negarle a él los derechos que ella está obligada a concederle según el contrato [matrimonial]…

«El Islam enfatiza en que nadie tiene el control de una mujer que sea mayor de edad, se comporta correctamente y conduce sus asuntos de forma independiente. Nadie puede obligarla a [casarse con un hombre que] ella no quiere. El contrato matrimonial elaborado sin el consentimiento de la mujer no es válido…

«A fin de proteger a la familia, las leyes que regulan el empleo de la mujer deben tratar de equilibrar el trabajo de esta – si opta por trabajar – con sus responsabilidades para su familia. Cualquier desequilibrio en esta área puede conducir a la destrucción de la familia…» [5]

En una entrevista con Alarabiya.net, Fadhlallah explicó que el fatwa estaba «basado en el principio del Sharia general aplicable a todos los musulmanes, hombres y mujeres por igual, donde una persona que es atacada tiene derecho a actuar en legítima defensa…» Además, declaró: «No existe ninguna [evidencia] en el Corán de que la relación entre un hombre y una mujer es como la de un amo y un esclavo – sino, más bien es [una relación basada en] la responsabilidad».

Fadhlallah llegó a aclarar el fatwa en lo que respecta a las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer: «El aspecto sexual es uno de los aspectos básicos de la relación matrimonial, en consecuencia, una mujer no se le permite negarle a su marido relaciones sexuales, excepto por razones de salud, emocionales o sociales… Nuestra comprensión de la ley religiosa es que las relaciones sexuales son el derecho de la mujer tanto como del hombre. Así como la mujer no puede privar a su marido de sus derechos sexuales, si así desea [ejercerlas], igual tiene el hombre prohibido negarle a su esposa sus derechos sexuales, si [desea ejercerlos]…» [6]

Jeques de Al-Azhar: Una mujer puede golpear a su marido en defensa propia

El encabezado del Comité del Fatwa de Al-Azhar ‘Abd Al-Hamid Al-Atrash endosó el fatwa de ‘Obikan, diciendo que bajo la ley islámica, una mujer tiene de hecho permiso para golpear a su marido en defensa propia. Él hizo hincapié en que todas las personas tienen derecho a la legítima defensa, independientemente de su sexo – porque todos los seres humanos son iguales ante los ojos de Alá y nadie que sea objeto de la violencia debe dejarlo pasar sin respuesta.

El Dr. Ahmad Al-Sayih, profesor de la Facultad de los Fundamentos de la Religión de Al-Azhar, también apoya la postura de ‘Obikan, diciendo que, de acuerdo con el Shari’a y la ley, una mujer tiene derecho a golpear a su marido en defensa propia, porque los hombres y las mujeres son iguales tanto en sus derechos y en sus funciones. [7]

Críticas al fatwa

Sólo el marido tiene derecho a golpear

El fatwa de Fadhlallah generó importantes críticas en los círculos religiosos a través del mundo árabe. El Dr. Jawdat ‘Abd Al-Ghani Basyouni, jefe del departamento de Derecho Comparativo Islámico en la Facultad del Shari’a en la Universidad Al-Azhar en el Cairo, dijo: «El Shari’a islámico objeta claramente a un marido que golpea severamente a su esposa, ya que el Profeta quiso decir que el golpear se debe hacer (con un palillo de dientes), sólo para dirigirla…» Y agregó: «Si sucede que un hombre ha transgredido el Shari’a golpeando a su esposa severamente, este hombre ha pasado del Shari’a a la ley de la selva. Sin embargo, incluso en tal caso, la mujer tiene prohibido devolverle el golpe, ya que este tipo de comportamiento está igualmente prohibido por el Shari’a…» [8]

El miembro de la Academia Islámica Saudita Jeque Dr. Muhammad Al-Nujaimi objetó por igual el fatwa de Fadhlallah. En una entrevista con Alarabiya.net, dijo: «Una mujer tiene derecho a defenderse a si misma si un hombre la ha golpeado con el fin de matarla – lo cual está prohibido por el Corán. Sin embargo, no tiene tal derecho [si la ha golpeado] con el fin de darle [una lección] según la ley islámica y el Corán. Una mujer no tiene el mismo derecho de golpear a un hombre que se le otorga a este [en relación a la mujer] en el Corán. En otras palabras, a ella no se le permite enseñarle mediante golpes, como se le permite hacérselo [a ella].

Al-Nujaimi explicó además: «El castigo corporal de acuerdo con el Shari´a… es el privilegio [exclusivo] de un hombre – no de la mujer…»

Al-Nujaimi estuvo de acuerdo con Fadhlallah de que una mujer tiene derecho a rehusar de un hombre los derechos que este le niega – aunque sólo en casos particulares: «Si [el hombre] no provee por ella [la mujer] tiene el derecho de negarse a si misma [sexualmente] y exigir la disolución del contrato matrimonial, y si [el hombre] ha recurrido a la violencia durante las relaciones sexuales con ella, ella tiene derecho a rehusarse y demandarlo, ya que está prohibido actuar de esta manera. Sin embargo, la afirmación de que puede rehusarse a sí misma [sexualmente] de su marido en otros casos también carece de fundamento». [9]

El Dr. Sa’d Al-‘Anzi, imam en el Ministerio de Dotaciones Religiosas de Kuwait y miembro de la Asociación de Periodistas de Kuwait, dijo que el fatwa de Fadhlallah, que permite a una mujer golpear a su marido, es «una declaración extraordinaria y una demanda sin precedentes que contradice el sentido común y el orden natural». Al-‘Anzi agregó, «Los puntos de vista de Fadhlallah están en contraste con [el principio de] calidas relaciones maritales, ya que el golpear por [la esposa] es una conducta que no trae consigo ni estabilidad ni firmeza en el matrimonio, sino más bien [precipita] los conflictos, las peleas y la terminación de la relación».

Al-‘Anzi alegó luego: «En cuanto a la actitud de la ley islámica del Shari’a en [concederle el permiso a la mujer] para golpear [al hombre], el precepto divino va dirigido al hombre en lugar de la mujer…’golpear’ significa pegar ligeramente… como una medida correctiva». [10]

Los fatwas de ‘Obikan y Fadhlallah destruyen a la familia y son un síntoma de capitulación a la presión occidental

El Dr. Mustafa Al-Shak’a, miembro de la Academia de Investigación Islámica de Al-Azhar, dijo del fatwa de ‘Obikan que «destruye la unidad de la familia islámica y sustituye la calidez y la compasión islámica con la violencia y los golpes». Añadió: «El Shari´a no permite que el marido golpee a su esposa, salvo en el caso de una golpiza ‘moralmente [justificada]’, con el propósito de educación. Otros [tipos de violencia] constituyen agresión, lo cual está prohibido en el Islam». [11]

El Dr. Bassam Al-Shatti, columnista y profesor de la Facultad de Estudios del Shari´a Islámico en la Universidad de Kuwait, también afirmó que una mujer tenía prohibido golpear a su marido. Explicó: «El Profeta dijo: ‘Si yo le hubiese ordenado a alguien que adorara a [otro], [hubiese sido] la mujer la que adore a su marido». Teniendo en cuenta esto, ¿[podría permitírsele a una mujer] levantar la mano en contra de [su marido]?»

Al-Shatti agregó: «Si una mujer le levantase la mano contra su marido, esto impediría la reconciliación, ya que el marido no encontraría esto como una aceptación por la mujer que le ha golpeado… Las [características] básicas de la mujer son suavidad, compasión, refinamiento y gracia. En caso de que levantase la mano contra su marido, podría precipitar una etapa peligrosa en la vida familiar». En conclusión, Al-Shatti, dijo: «Este fatwa destruye hogares, y no promueve la paz entre los cónyuges».

El director kuwaití de la Fundación para los Derechos Humanos del Shari’a Dr. ‘Adel Al-Damkhi criticó la decisión de Fadhlallah de que una mujer no está sujeta a ninguna tutela, diciendo: «El fatwa de Fadhlallah contradice claramente [la prerrogativa] de tutela sobre la mujer que Alá le concedió al hombre». Al-Damkhi explicó además que la tutela del hombre sobre la mujer está en línea con «la estipulación del Shari’a de [que es el hombre] quien debe sostenerla, quien toma las decisiones [en todos los asuntos relativos a] la familia y quien es responsables de corregir la mala conducta de la mujer». Al-Damkhi agregó: «Este fatwa convertirá el hogar en un campo de batalla… Es un signo de la capitulación de los países islámicos a la forma occidental de proceder y la presión de Occidente respecto a las cuestiones de la mujer». [12]

Los fatwas no son la respuesta – «Existe una necesidad de una nueva jurisprudencia respecto de las mujeres y la familia»

Al-Sayyid Walad Abah, redactor para el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió en respuesta al fatwa de ‘Obikan: «La solución al problema de la violencia entre el marido y su esposa no es exacerbar [la violencia] mediante el concederle a la mujer el derecho a tomar represalias – ya que esto convierte al hogar en un campo de batalla y un escenario de confrontación. [La solución] es abolir el principio de la pena según la ley islámica y de [seguir] las decisiones de los antiguos estudiosos, que interpretaron el verso del Corán [4:34] en el sentido de que es permisible [para un marido golpear a su esposa]…

«[Lo que digo] se aplica no sólo a esta cuestión limitada. Existe una necesidad de una nueva jurisprudencia en relación con la mujer y la familia [en general], que reexaminará muchas leyes y resoluciones [tradicionales] que se derivan de circunstancias sociales [específicas] que están en contradicción con los principios del [Islam] – [nuevas leyes] que respeten a las mujeres y las [traten] iguales a los hombres». [13]


[1] www.islamionline.net, 22 de octubre, 2008.

[2] Al-Diyar (Líbano), 28 de noviembre, 2007.

[3] Esta opinión se basa en el verso coránico: «En cuanto a las [mujeres] por la que temen rebeldía, amonestadlas y desterrarlas a camas separadas, y azótenlas [Corán 4:34]».

[4] http://www.islamonline.net/arabic/news/2009-05/01/images/01.doc.

[5] Al-Diyar (Líbano), 28 de noviembre, 2007.

[6] www.alarbiya.net, 28 de noviembre, 2007.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 29 de octubre, 2008.

[8] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 6 de diciembre, 2007.

[9] www.alarabiya.net, 28 de noviembre, 2007.

[10] www.alarabiya.net, 28 de noviembre, 2007.

[11] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 29 de octubre, 2009.

[12] Al-Rai (Kuwait), 30 de noviembre, 2007.

[13] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 31 de octubre, 2008.