Introducción

En una conferencia de prensa el 15 de diciembre, 2015 a las 3:00 am, el Ministro de Defensa de Arabia Saudita y el diputado Príncipe Heredero a la Corona Muhammad bin Salman anunciaron el establecimiento de la Alianza Militar Islámica para la Lucha contra el Terrorismo, que incluye a 35 países árabes y musulmanes. Este dijo que la alianza, que tendrá su sede en Riad, tiene como destino coordinar los esfuerzos de estas naciones para combatir el terrorismo a nivel militar, de seguridad, ideológico y mediático. Bin Salman hizo hincapié en que todos los países contribuirían de acuerdo a su capacidad y que la alianza se ha orientado hacia la lucha contra todas las formas de terrorismo y no sólo contra el EIIS. Dirigiéndose a Siria e Irak, Bin Salman dijo que la alianza pudiera funcionar contra los grupos terroristas en esos países, pero sólo en coordinación con sus autoridades «legítimas» (sin explicar específicamente a que se refiere) y la comunidad internacional.

Por el contrario, el Canciller saudita ‘Adel Al-Jubeir dijo que la posibilidad de la participación de la alianza en operaciones terrestres en Siria no debe ser descartada y no mencionó el consentimiento de nadie. [1]

Junto a Arabia Saudita, los miembros de la alianza incluyen a los principales países árabes y musulmanes regionales tales como Egipto, Turquía, Pakistán, Jordania y Marruecos. Sin embargo, la notable ausencia de otros importantes países como Irán, Siria, Irak, Argelia y Omán ha creado la impresión de que se trata de un intento saudita de establecer una alianza contra el eje de la resistencia, que Irán lidera, con el fin de invalidar las afirmaciones de Irán de que su participación en el mundo árabe es con el propósito de combatir el terrorismo. Otra posible razón para el establecimiento de la alianza es la reciente ola de crítica internacional contra Arabia Saudita, acusándolo de ser responsable por la aparición de la ideología radical en las organizaciones terroristas y por ser su patrocinador financiero. Es posible que el establecimiento de la alianza es un intento saudita de demostrarle a la comunidad internacional que combate, en lugar de producir, terrorismo.

Príncipe saudita Muhammad bin Salman anuncia la creación de la Alianza Militar Islámica para la Lucha contra el Terrorismo (assawsana.com 15 de diciembre, 2015)

Aún queda mucho por conocer acerca de la alianza. Hasta el momento, no está claro que organizaciones aparte del EIIS caen bajo la definición de «organizaciones terroristas» que la alianza se propone combatir. Por ejemplo, Hezbola – que se encuentra en la lista de organizaciones terroristas de Arabia Saudita – clasifica en esta categoría? Además, tal como se ha dicho, no está claro a qué autoridades «legítimas» en Siria se refería el Ministro de Relaciones Exteriores saudita. Otros asuntos que permanecen poco claros son los métodos de alianza y medios, sus mecanismos en la toma de decisiones y más.

Otro aspecto desconcertante es que el anuncio de la creación de la alianza llegó de repente, a medianoche, sin previo aviso por el ministro de defensa saudí y sin la presencia de los representantes de otros países miembros. Por otra parte, informes indican que algunos países anunciados como miembros de la alianza, tales como Pakistán e Indonesia, no tenían conocimiento previo de esto. [2]

La membrecía del Líbano en la alianza es también un punto de contención. Mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores libanés afirmó haber tenido conocimiento previo de la misma, la oficina del Primer Ministro Tamam Salam dijo que la declaración saudita en la inclusión del Líbano en la alianza se produjo después de una conversación telefónica entre el liderazgo saudita y el propio Salam, en el que este último aprobó la iniciativa. [3] De hecho, el anuncio a la inclusión del Líbano en la alianza provocó un intenso debate entre los bandos pro-saudita y pro-iraní del país.

Este informe se centrará en las respuestas en el Líbano al anuncio saudí de su inclusión en la Alianza Militar Musulmana para Combatir contra el Terrorismo: El violento apoyo a elementos libaneses pro-sauditas, en particular la corriente Al-Mustaqbal liderada por Sa’ad Al-Hariri; La crítica e incluso las amenazas por parte de elementos del eje de la pro-resistencia, principalmente Hezbolá; y el conflicto entre los dos.

Esta es una alianza en apoyo al terrorismo; Tales decisiones requieren el consentimiento del gobierno y el parlamento

El anuncio de Arabia Saudita de que el Líbano se había unido a su alianza antiterrorista enfureció a Hezbolá, sobre todo porque este se encuentra en la lista de organizaciones terroristas de Arabia Saudita, junto a otros grupos apoyados por Irán tales como Al-Hashd Al-Sha’abi en Irak y Ansar Allah en Yemen. Cabe mencionar que el diario libanés Al-Safir citó una fuente conocedora quien dijo que durante las conversaciones en Nueva York en vísperas de la ratificación de la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre, 2015 para una solución política en Siria, un cierto estado del Golfo exigió incluir a Hezbolá, el movimiento Amal del Líbano y el partido Ba’th sirio en la lista de organizaciones terroristas que combaten en Siria. [4]

Los principales motivos de Hezbolá para oponerse a la adhesión de Líbano en la alianza es que la decisión sobre tal medida requiere de la aprobación del gobierno; de que la alianza está destinada en realidad a apoyar el terrorismo en lugar de luchar en contra de este y que la participación del Líbano podría poner en peligro la estabilidad y la unidad del país.

El 17 de diciembre, varios días después del anuncio saudita, Hezbola emitió una declaración haciendo hincapié en su oposición abierta a que el Líbano se una a la alianza, alegando que el Primer Ministro Salam había dado su consentimiento «por su propia voluntad personal, que no une a nadie, ya que ningún primer ministro puede entrar en una alianza militar… sin el consentimiento del gobierno y de la aprobación del parlamento libanés». La declaración también añadió que debido a estos hechos, el consentimiento de Salam «no tenía significado jurídico, político o práctico».

La declaración de Hezbolá también cuestionó la alianza y sus verdaderos objetivos: «Esto [el establecimiento de la alianza] es más bien la respuesta de Arabia Saudita y otros países para una decisión estadounidense… Esta alianza se formó de forma rápida y en desconfianza, lo que plantea muchas preguntas, siendo la principal lo digna que es Arabia Saudita para encabezar una alianza contra el terrorismo, dado que es responsable de una ideología terrorista extremista, que continúa adoptando y apoyando alrededor del mundo. Todos saben que Arabia Saudita lleva a cabo un terrorismo de estado, tal como lo hizo en Yemen y que apoya a grupos terroristas en Siria, Irak y Yemen y que algunos de sus socios en esta falsa alianza también apoyan el terrorismo». [5]

Comentarios similares fueron realizados por el delegado secretario general de Hezbolá Jeque Na’im Qassem, quien dijo: «Esta alianza tiene por objeto apoyar el terrorismo, no luchar contra este». Y agregó: «El Líbano sin lugar a duda no será parte de este y ciertamente no acordara ayudar a Arabia Saudita, que se encuentra acusado y culpable de terrorismo, [solo] para encubrir su hipocresía» Qassem también dijo que «la edad en la que Arabia Saudita llevaba a los países a implementar su voluntad ya ha finalizado». [6]

El parlamentario de Hezbolá Nawaf Al-Moussawi agregó: «Existe un mecanismo constitucional muy conocido en lugar de aprobar que el Líbano se una a la Alianza Islámica. El artículo 52 [de la constitución libanesa] determina que el presidente lleve a cabo negociaciones y que el gobierno [debe] tomar una decisión por una mayoría de dos tercios y llevarlo a la aprobación del parlamento. Esto significa que [el proceso] debe tener tres etapas: El Presidente, el gobierno y el parlamento [pero esta decisión no cumplía con dichos criterios]». [7]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador:http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/8934.htm

*E.B. Picali es compañero investigador en MEMRI.


[1] Alarabiya.net, Al-Quds Al-Arabi (Londres) 15 de diciembre, 2015.

[2] Al-Watan (Egipto), 16 de diciembre, 2015; Ammonnews.net 18 de diciembre, 2015; Al-Atheer (Malasia), 18 de Diciembre, 2015.

[3] Al-Safir (Líbano) 15 de diciembre, 2015; Al-Mustaqbal (Líbano) 16 de diciembre, 2015.

[4] Al-Safir (Líbano), 19 de diciembre, 2015.

[5] Al-Akhbar (Líbano), 18 de Diciembre, 2015.

[6] Nna-leb.gov.lb, 19 de diciembre, 2015.

[7] Nna-leb.gov.lb, 19 de diciembre, 2015.