Introducción

Unos días antes del Hajj, la peregrinación del (25-30 noviembre, 2009), funcionarios iraníes intensificaron deliberadamente sus declaraciones llamando a los chiítas y a todos los peregrinos de la Meca, a llevar a cabo el baraa – una especie de protesta política contra los infieles y apóstatas instituido por el fundador de la Revolución Islámica en Irán, el Ayatolá Ruhollah Jomeini – en contra de los Estados Unidos y los wahabíes saudíes, quienes Irán afirma están actualmente asesinando a chiítas en Yemen. [1] Durante la ceremonia del baraa, los peregrinos protestan acusando a los apóstatas y a los enemigos del Islam, coreando consignas políticas tales como «Muerte a los Estados Unidos» y «Muerte a Israel».

Además, altos funcionarios iraníes, así como también los principales diarios del país, dieron a entender y advirtieron de que los disturbios en Yemen no estarían limitados por las fronteras de ese país, y podrían extenderse a Arabia Saudita, amenazando allí la estabilidad del régimen.

Parece ser que Irán está tratando de provocar disturbios en Arabia Saudita, contra el contexto de incrementar las demandas de estos últimos días por los Estados Unidos y Rusia de que Irán acepte las condiciones por su programa nuclear propuesto por los 5 + 1 en Viena, y también en contexto a los continuos combates en Yemen entre los chiítas Houthis, quienes son ayudados por Irán, y las tropas del gobierno de Yemen ayudados por Arabia Saudita, en el que el bando de este último prevalece.

Las declaraciones de los funcionarios iraníes son percibidas en Arabia Saudita como incitación y como una amenaza a la estabilidad del país, porque tienen la capacidad de generar disturbios similares a los de julio de 1987 entre peregrinos iraníes y la seguridad saudita.

En respuesta a estas declaraciones de Irán, el Ministro del Interior saudita Príncipe Naif bin ‘Abd Al-‘Aziz, quien está a cargo de las fuerzas de seguridad sauditas, se refiere a los intentos de politizar la peregrinación en la conferencia anual de prensa del Hajj, diciendo: «Todo el mundo sabe que nos oponemos a cualquier violación de la santidad del Hajj y del lugar [sagrado] y que vamos a estar de pie con pleno vigor y determinación en contra de cualquier [intento por] violar la seguridad durante el Hajj». Él agregó que Arabia Saudita no permitiría que nadie socave su seguridad o utilice su territorio para dañar o perjudicar a otros. [2]

Los medios de comunicación sauditas y clérigos respondieron con la misma fuerza. Los medios de comunicación presentaron a los chiítas como los enemigos del Islam, y un grupo de 40 clérigos y predicadores hizo circular una advertencia en contra de la propagación de la influencia chiíta-iraní en el mundo árabe. Llamar a los chiítas «rafiditas» (que significa «los que refutan», un término despectivo aplicado por los sunitas a los chiítas), la declaración insta a los sunitas a contrarrestar la amenaza chiíta-iraní, con una amplia campaña de difusión del Sunna. [3]

Dos redactores sauditas atacaron a los chiítas de Irán sobre motivos religiosos. ‘Abdallah Al-Mu’ayli del diario Al-Jazirah los llamó «un grupo que se aparta… del camino de la rectitud y la verdad», y los acusó de «mentir y engañar con una lengua lisa [y pretender] amar a la familia del Profeta con el propósito de engañar a [los musulmanes]… y comercializar sus supersticiones y bid’a [innovaciones prohibidas en el Islam, tales como el ritual baraa] con el objeto de destruir la fe musulmana… “Al-Mu’ayli agrego que los chiítas «están afectados por la enfermedad del odio por el Islam y los árabes», y llamó a sus dirigentes «hombres malvados que se envuelven la cabeza y sus cerebros en [turbantes] negros y que nunca han dejado de desear el mal al Islam a través de la historia…» [4]

Ahmad Al-Zahrani, del diario Al-Madina llamó a los chiítas «politeístas que se desvían del camino del Profeta», y dijo que realizan rituales al «culto a los muertos» que son ajenos al Islam y establecen innovaciones prohibidas tales como el ritual baraa en contra de los infieles. Y agregó: «Todos fortalecemos al gobierno [saudita] en [sus esfuerzos] por detener a estos tontos en la realización de [su complot] y de perjudicar los lugares santos y los rituales del [Hajj]». [5]

Altos funcionarios iraníes convocan disturbios en Arabia Saudita

En sus declaraciones, el Líder Supremo iraní Ali Jamenei y el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad dieron a entender que Arabia Saudita estaba sirviendo a los Estados Unidos y que los organismos de seguridad occidentales afirman Irán, están detrás de los ataques terroristas en el mundo islámico, y que Arabia Saudita está eludiendo sus deberes para con los fieles musulmanes. Jamenei y Ahmadinejad también pidieron a los chiítas llevar a cabo el mandamiento chiíta del baraa, que exige demostrar el odio a los apóstatas y a los enemigos del Islam.

Durante una reunión el 26 de octubre, 2009 con los empleados de la Organización Iraní para Asuntos de la Peregrinación, Jamenei dijo, «La participación en la ceremonia del baraa es un gran [acto de] propagar el [Islam]…. Esto demuestra que ustedes han llevado a cabo plenamente [el mandamiento de] la peregrinación, en todas sus dimensiones». Criticó a las autoridades sauditas por su «actitud insultante» hacia los peregrinos chiítas, diciendo que «tales actos contravienen [el espíritu de la unidad islámica] y sirven a los objetivos y deseos de los estadounidenses y a los servicios de espionaje extranjeros. [Por consiguiente], el gobierno saudita debe hacer lo que debe para combatir contra estos fenómenos”. Jamenei agregó que los perpetradores de los baños de sangre y operaciones terroristas en los países islámicos, incluyendo aquellos de Irak y Pakistán, son elementos extranjeros, y advirtió que «los peregrinos en la Meca no puede permanecer indiferentes en luz a lo que está ocurriendo en el mundo islámico, y en particular en Irak, Afganistán, Palestina y partes de Pakistán». [6]

Durante la misma sesión, Ahmadinejad advirtió: «El potencial de la ceremonia del baraa debería ser utilizado de la mejor manera posible, como una oportunidad especial». Añadió que «si se imponen limitaciones [por Arabia Saudita] sobre los peregrinos iraníes, y si su honor y condición no son protegidos, en particular durante el umrah [la peregrinación], la República Islámica de Irán tomará las decisiones apropiadas». [7]

El representante de Jamenei para asuntos del Hajj, Mohammad Mohammadi Rishhari, quien es buscado en Occidente por su participación en el atentado de 1994 a la AMIA en Buenos Aires, llamó a la unidad en el mundo islámico, y dijo: «Durante la peregrinación, todos los ojos deben estar dirigidos al enemigo infiel, que se encuentra a la espera de todos nosotros. Toda la gente debe proclamar su denuncia a todas las manifestaciones de apostasía vistas hoy en nuevas formas». [8]

En su sermón del 20 de noviembre del 2009, el líder de los rezos del Viernes en Teherán Qazem Sadiqi criticó a los funcionarios de Arabia Saudita que se habían opuesto a las ceremonias del baraa y los llamó bid’a. Dijo, «El Islam alienta a los musulmanes a llevar a cabo rituales del Hajj en permanecer unidos… y distanciarse a si mismos de los infieles», y citó algunos versos del Corán que, según él, el imam Alí solía recitar durante el Hajj, haciendo del baraa algo permanente en el ritual del Hajj. [9]

El líder de los rezos del Viernes y miembro de la Asamblea de Expertos Ahmad Jatami le dijo al canal de televisión iraní Al-‘Alam, que transmite en árabe, que el pensamiento wahabí amenazaba no sólo a los chiítas, sino a todo el Islam, ya que permite el asesinato de los musulmanes no-wahabíes y fuerza su creencia sobre las otras corrientes islámicas. Él rechazó las acusaciones de que el ritual baraa era bid’a, y dijo que fue removido de las instrucciones del Profeta Muhammad. Jatamí llamó en el gobierno saudita a permitirle a los peregrinos iraníes y chiítas a que lleven a cabo el ritual y entonar «Muerte a Estados Unidos» y «Muerte a Israel». También hizo un llamado a todos los musulmanes a que lleven a cabo el ritual durante sus peregrinaciones, y acusó a los wahabíes de apoyar los ataques terroristas en los lugares santos chiítas en Irak. [10]

Las amenazas iraníes, incluyendo amenazas a la estabilidad del régimen saudita

Además de los esfuerzos para incitar disturbios durante el Hajj en la Meca, funcionarios iraníes y los medios de comunicación están generando amenazas generales contra Arabia Saudita, principalmente en el asunto de la guerra en Yemen.

El jefe del ejército iraní Hassan Firouzabadi dijo que la masacre de chiítas al norte de Yemen, es decir, de los rebeldes Houthi, significa el comienzo del terrorismo del gobierno wahabí que pone en grave peligro al Islam y la región. Advirtió a los líderes saudíes que los combates cruzarán las fronteras de Yemen, esparciéndose primero en Arabia Saudita y luego a lo largo de todo el mundo musulmán: «Los funcionarios… particularmente en Yemen y Arabia Saudita, deben saber que [las consecuencias de] la sanción dada por los wahabíes a la masacre de los chiítas no se limitará sólo a Yemen. [Eventos] similares, que tienen lugar en Afganistán y Pakistán, serán eventualmente infligidos sobre los propios wahabíes que apoyan el terrorismo, y tarde o temprano serán barridos a lo largo de todo el mundo musulmán». [11]

En un artículo del 16 de noviembre, 2009 en el diario iraní Kayhan, titulado «La Familia Al-Saud, Dos Pasos Antes de la Caída», el editor del diario Hossein Shariatmadari, quien es cercano a Jamenei, dijo que los gobernantes sauditas, que gobiernan en nombre de los estadounidenses y están al borde del colapso, fueron enviados por los Estados Unidos con el fin de masacrar a los chiítas en Yemen, y que sus aviones están bombardeando la población chiíta allí con bombas de racimo: «La familia Al-Saud, que gobierna por el derramamiento de sangre bajo el patrocinio de los [Estados Unidos], está perpetrando en Sa’da [una provincia al norte de Yemen, poblada por chiítas] los mismos crímenes que los sionistas perpetraron en Gaza, el sur del Líbano, Darfur, y Kafr Qassem… Muchas señales, cuya explicación excede el alcance de este artículo, muestran que el apoyado régimen de la [familia Al-Saud por los norteamericanos] ha llegado a su fin, y que incluso si Estados Unidos quiere – y lo hace – no puede evitar su caída…» [12]

Kayhan afirmó luego, el 22 de noviembre, 2009: «Al recurrir a la violencia, las autoridades sauditas y de Yemen sólo expanden las aspiraciones de los combatientes [Houthi], y se colocarán en un punto de colapso». El documento también señaló que el impacto de los conflictos locales se extenderá hacia Arabia Saudita: «Los cambios en Yemen están avanzando hacia la [crisis] regional, y no pasará mucho tiempo antes de que adquieran un aspecto internacional». [13]

Además, un artículo de Sobh-e Sadeq, el semanario del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRII), le advirtió al liderazgo saudita que su injerencia en las batallas en Yemen podrían hacerla caer. El artículo afirmaba que la guerra en Yemen, fue política de Arabia Saudita, Egipto y Jordania, que, por temor al acercamiento Irán-Estados Unidos o a la guerra Irán-Estados Unidos, alentaron a una «controlada tensión regional». [14]

La Asociación de Estudiantes Islámicos de la Universidad de Shahad en Teherán amenazó con hacerse cargo de la embajada saudita en Teherán si los gobernantes «traidores» sauditas no detienen la masacre de musulmanes en Yemen. La asociación también llamó al régimen a romper relaciones con Arabia Saudita si los resultados deseados no pudieran obtenerse a través de medidas diplomáticas. [15]

Otra advertencia fue la del Ministro de Relaciones Exteriores de Irán Manouchehr Mottaki, quien el 10 de noviembre dijo: «Le advertimos enérgicamente a los países de la región y a los vecinos a no interferir en los asuntos internos del Yemen. La estabilidad en Yemen ayudará a la estabilidad en la región, [pero] cualquier tipo de inestabilidad en el Yemen, Irak, Afganistán o Pakistán, tendrá un impacto en toda la región. Le advertimos enérgicamente a [los saudíes] el señalar que las ayudas en los fondos y en las armas a los grupos terroristas extremistas, u oprimir al pueblo por medio de ataques militares, tendrá consecuencias sumamente indeseables». [16] Mottaki agregó: «Si esta gente [es decir, los saudíes] le echan leña al fuego del fitna [conflicto civil], pueden estar seguros de que ellos también se verán perjudicados por el humo y las llamas [resultantes]». [17]

*A. Savyon es Director del Proyecto Mediático Iraní; Y. Mansharof es Compañero de Investigación en MEMRI.


[1] De acuerdo con un informe del 23 de noviembre, 2009 en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, 65.000 iraníes se esperan realicen la peregrinación del Hajj este año – una reducción de alrededor el 40% con respecto a las cifras del año pasado.

[2] Al-Watan (Arabia Saudita), 23 de noviembre, 2009

[3] El folleto declaro: «Los [intentos] de los rafiditas en Irán por desestabilizar a los países musulmanes por medio de sus agentes – quienes son financiados y equipados por [Irán], y quienes se convierten en punta de lanza para la difusión del programa rafidita y para desestabilizar a estos países – son peligrosos y son una forma de corrupción. Obligan a los musulmanes a estar en guardia, a repeler la expansión rafidita y esparcir la escuela [religiosa] del Sunna – mientras se tienen todas las medidas [posibles] de seguridad, propaganda y medios de comunicación para detener esta peligrosa expansión. Existe una necesidad para una campaña integral con el objeto de combatir este plan rafidita, ya que estos enemigos rafiditas emplean varios tipos de violencia y terrorismo contra nuestros hermanos sunitas en Irán, privándoles de sus legítimos derechos y libertades. Pueda Alá liberar a nuestros [hermanos sunitas] y les ayude… El objetivo de los rafiditas de Irán es difundir la escuela chiíta, lo que contradice las Sagradas Escrituras, [y organizar] manifestaciones durante el Hajj, los cuales pretenden ser [rituales] baraa en rechazar a los infieles [pero en realidad] son [manifestaciones] despreciables herejes apuntadas a la incitación política, la cual no debe ser aprobada o permitida… Hacemos un llamamiento a todos los pueblos y gobiernos musulmanes a apoyar a nuestros hermanos en Yemen y difundir el camino del Sunna, con el objeto de convertirse en una muralla sólida contra la expansión rafidita en la región». www.arabo.com, 13 de noviembre, 2009.

[4] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 15 de noviembre, 2009.

[5] Al-Madina (Arabia Saudita), 10 de noviembre, 2009.

[6] www.leader.ir, 26 de octubre, 2009.

[7] www.president.ir, 26 de octubre, 2009.

[8] Mehr (Irán), 21 de noviembre, 2009.

[9] http://www.al-hadj.com/en/index.php?part=article&id=1388

[10] Al-‘Alam (Irán), 15 de noviembre, 2009

[11] Mehr (Irán), 17 de noviembre, 2009

[12] Kayhan (Irán), 16 de noviembre, 2009. El diario Jomhouri-vos Eslami, afiliado a los seminarios religiosos de Qom, afirmó que Arabia Saudita está bombardeando a los Houthis al norte de Yemen con bombas de fósforo, y que los Estados Unidos, Arabia Saudita y Yemen están masacrando a los Houthis como parte de una conspiración israelí encaminada para traer a los judíos yemenitas a Israel. El diario afirmó que la guerra, que Arabia Saudita comenzó bajo presión estadounidense, la perjudicara en su competencia con Egipto sobre la hegemonía en el mundo árabe. El diario también dijo que los esfuerzos de los extremistas sauditas wahabíes para destronar al Rey Abdallah aumentaran en función de su dependencia de los estadounidenses. Jomhouri-ye Eslami (Irán), 14 de noviembre, 2009.

[13] Kayhan (Irán), 22 de noviembre, 2009.

[14] Sobh-e Sadeq (Irán), 16 de noviembre, 2009.

[15] Chiísmo En-línea (Irán), 17 de noviembre, 2009.

[16] Etemad (Irán), 11 de noviembre, 2009.

[17] Fars (Irán), 10 de noviembre, 2009.