El 29 de febrero, 2020 los Estados Unidos y el Emirato Islámico de Afganistán (la organización de los talibanes afganos) firmaron un acuerdo según el cual los Estados Unidos y otras naciones extranjeras iniciarán el retiro de sus tropas de Afganistán, mientras los talibanes comenzarán las conversaciones con las partes interesadas afganas en la formación de un gobierno incluyente.
En una ceremonia celebrada en Doha, Qatar, el acuerdo fue firmado por el enviado especial estadounidense Zalmay Khalilzad y el mulá Abdul Ghani Baradar Akhund, vice emir de los talibanes y jefe de su Oficina Política en Doha. Durante las conversaciones con Estados Unidos, los talibanes se negaron a involucrar al gobierno afgano elegido en las negociaciones.
El acuerdo ahora está siendo criticado por sus numerosas fallas, incluyendo en este la ausencia de algún requisito para un alto el fuego entre las fuerzas de seguridad talibanas y afganas. En especial, la disposición de liberar a 5.000 prisioneros talibanes antes del 10 de marzo, 2020, una fecha límite que ya transcurrida, ha suscitado críticas.
El enviado estadounidense Zalmay Khalilzad y el delegado Talibán emir Mulá Baradar firmaron el pacto
En un artículo reciente, el columnista pakistaní Hassan Niazi advirtió que el llamado acuerdo de paz significa que no existe paz para Afganistán.
Lo siguiente son extractos del artículo de Niazi:
«Al igual que el acuerdo de Nixon con Vietnam del Norte en 1973, este ‘acuerdo de paz’ parece ser mucho más cónsono en evitar ser humillado por una avergonzada y frustrada superpotencia»
«Incluso antes de sucederse el acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes, era imposible no hacer comparaciones con la guerra en Vietnam. Al igual que el acuerdo de Nixon con Vietnam del Norte en 1973, este ‘acuerdo de paz’ parece ser más cónsono en evitar ser humillado por una superpotencia avergonzada y frustrada.
«El mayor defecto en el acuerdo de 1973 fue la ausencia de los vietnamitas del sur en la mesa de negociaciones. Este fracaso en crear consenso entre las dos partes locales llevó al gobierno de Vietnam del Sur a ser invadido dos años después por el Norte y los estadounidenses quedaron reducidos a ser simples observadores
«Pero en lugar de aprender del pasado, pareciera ser que la administración Trump está condenada a repetirlo. El acuerdo con los talibanes y sus negociaciones anteriores, excluyeron al gobierno afgano, que firmó un acuerdo separado con los Estados Unidos. La «paz» es una paz entre los estadounidenses y los talibanes y no significa paz para Afganistán.
«Según los términos del acuerdo, Estados Unidos retirará gradualmente sus 12.000 tropas estacionadas de Afganistán. A cambio, los talibanes acordarán no dar refugio a grupos terroristas tales como Al-Qaeda, que pudieran lanzar ataques contra Estados Unidos. La retirada de las tropas tendrá lugar durante un período de 14 meses y dentro de ese plazo, se espera que los talibanes y el gobierno afgano determinen la manera en el cómo vivir juntos.
«Todo agradable y de color rosa en teoría».
«Al excluir al gobierno afgano, Estados Unidos ha legitimado a los talibanes como actores políticos legítimos en Afganistán»
«Pero prácticamente, hay muy poco para ser optimistas sobre el futuro de Afganistán. Al excluir al gobierno afgano, Estados Unidos ha legitimado a los talibanes como actores políticos legítimos en Afganistán. Además, el acuerdo no dice nada sobre las implicaciones de los continuos ataques por parte de los talibanes sobre las fuerzas de seguridad y sobre los civiles afganos – este solo menciona el fin de los ataques contra los estadounidenses. Los talibanes no prometen poner fin a su guerra contra el gobierno democrático de Afganistán. Y no existen sanciones contra los talibanes por la continua violencia una vez que los estadounidenses se retiren.
«Y estos se retirarán.
«El acuerdo es claro de que Estados Unidos se marchará, así arda Afganistán. Solo existen ‘esperanzas’ de que después de 18 años de guerra, los talibanes estén ya cansados de luchar. Eso parece ser lo que [el comandante Talibán] Sirajuddin Haqqani implicó en su artículo de opinión en el diario El Times de Nueva York, pero el vocero de los talibanes Zabihullah Mujahid no expresó palabras sobre el cómo interpretó el futuro: «Firmamos un acuerdo con los estadounidenses. Pero nuestro yihad no ha terminado», dijo. Los títeres que apoyaron a los invasores durante las últimas dos décadas son nuestros enemigos. Esto pudiera cambiar después de conversaciones adicionales, pero en este momento, todavía estamos en guerra’.
«El camino del muyahidín parece ser el que los talibanes tienen más probabilidades de seguir dado que poco después del acuerdo el grupo atacó los puestos avanzados del ejército afgano en Kunduz, asesinando al menos a 15 soldados afganos.
«Una guerra que se le ha vendido al mundo como una lucha para establecer la democracia en Afganistán está finalizando a través de un mecanismo tan opuesto a los valores democráticos»
«No podemos olvidar que los talibanes estaban en el poder cuando comenzó la invasión estadounidense. Por lo tanto, sienten que un invasor extranjero les obligó a abdicar de su trono. Creen que se les debe tal poder cuando los Estados Unidos se marchen. Para ellos, la configuración democrática [dirigida por el Presidente afgano Ashraf Ghani] es ilegítima. Al no hacer que el gobierno afgano sea parte del acuerdo, los Estados Unidos pueden haber envalentonado inadvertidamente esta percepción en la mente de los talibanes.
«De hecho, no hacer del gobierno afgano parte del trato es lo peor de todo el acuerdo. No hay nada que impida a los talibanes derrocar la configuración democrática utilizando la fuerza. Tampoco existe seguridad para proteger contra los avances obtenidos en el área de derechos humanos logrados en Afganistán en los últimos 18 años desde que fueron despojados, lo que es especialmente preocupante para los derechos de la mujer de que puedan desintegrarse y retroceder 18 años.
«De que a los Estados Unidos se le ve desesperado por abandonar Afganistán es obvio al ver este acuerdo. Que la guerra ha sido un desastre para ellos está claro. [El columnista] Mehdi Hassan escribe que la guerra ha resultado en la muerte de más de 2.400 soldados estadounidenses llevó a la muerte a más de 58.000 individuos del personal de las fuerzas de seguridad afganas. Y en términos de dinero, esto le ha costado a los Estados Unidos más de 2 trillones de dólares. Según el Pentágono, hoy los talibanes controlan más de la mitad de los distritos de Afganistán, más territorio del que ellos han tenido desde cualquier punto tomando como referencia el año 2001.
«Esta desesperación ha llevado a un acuerdo que favorece a los talibanes y no al pueblo afgano. Ya que habría sido más difícil aprender de la historia y producir un plan de paz que involucrara al pueblo afgano. Aquellos que probablemente se verán más afectados por lo que sucederá luego son aquellos cuya voz ni siquiera se escuchó en el proceso de paz. Es una ironía que una guerra que se le ha vendido al mundo como una lucha para establecer la democracia en Afganistán está siendo terminada por un mecanismo tan opuesto a los valores democráticos».
«Desafortunadamente, el cementerio de los imperios [es decir, Afganistán] seguramente entrará en otra fase de una guerra luego de este acuerdo»
«Una vez más, el pueblo de Afganistán tendrá que sufrir porque una potencia extranjera hizo su trabajo apresurado de limpiar el desorden que causó antes de marcharse. Que Estados Unidos no esté interesado en lo que quiere el gobierno afgano queda claro por su acuerdo en liberar a 5.000 prisioneros talibanes retenidos por el gobierno afgano. El gobierno afgano se negó. Los prisioneros son su único punto de influencia contra los talibanes. Sin estos, ellos pudieran muy bien empacar y entregarles el gobierno.
«Sin lugar a dudas, muchos han escrito que esta es la única solución al conflicto. Que cualquier acuerdo debe tener como base la esperanza de que incluso los talibanes estén cansados después de 18 años de guerra. Que la determinación estadounidense de utilizar ataques aéreos si los talibanes se salen de control los mantendrá bajo control. En este punto, no puede esperarse que Estados Unidos vuelva a tomar de la mano a Afganistán.
«Es conveniente que Estados Unidos vuelva a utilizar este argumento, dado lo mal que les funcionó en el pasado. También es conveniente que Estados Unidos pueda invadir un país, causando 10.000 muertes afganas solo en el último año y luego lavarse sus manos en todo este asunto para que Trump pueda luego utilizar un trato endeble a fin de justificar así su reelección.
«Desafortunadamente, el Cementerio de los Imperios [es decir, Afganistán] seguramente entrará en otra fase de una guerra luego de firmado este acuerdo. Puede que haya una participación esporádica de los Estados Unidos inicialmente, pero eventualmente, la inestabilidad que desencadenó la guerra civil después de la invasión soviética conducirá a un estado de guerra continuo. Después de 18 años de guerra, el pueblo de Afganistán no puede ser abandonado de esta manera. Un verdadero plan de paz hubiese tenido representantes del pueblo de Afganistán. Este plan solo tenía representantes de aquellos que lo destruyeron».
Fuente: Diario The Express Tribune (Pakistán), 10 de marzo, 2020. El inglés original del artículo ha sido ligeramente editado para mayor claridad y comprensión.