En su columna publicada el 15 de julio, 2019 en el diario libanés Al-Nahhar, Emile Khoury escribió que las sanciones recientemente impuestas por los Estados Unidos a dos parlamentarios de Hezbolá, Amin Sherri y Muhammad Ra’e junto al funcionario de los servicios de seguridad de Hezbolá Wafiq Safa, iban dirigidas más al gobierno libanés que a la propia organización Hezbolá. Las sanciones, este explicó, tienen como destino presionar al gobierno libanés para que decida si posee la intensión de desarmar a Hezbolá y cumplir así su promesa de mantener un estado fuerte con una sola fuente de autoridad y una sola fuerza armada, o permanecer débil permitiéndole a Hezbolá mantener su armamento, lo que evitará que países amigos le brinden al Líbano la ayuda económica que es tan vital para su rehabilitación.
Khoury señaló además que, en el año 2016, aliados del Líbano acordaron el acuerdo por el cual Michelle ‘Aoun fue nombrado presidente y Sa’d Al-Hariri primer ministro porque creían que estos individuos podían subordinar las armas de Hezbolá al estado. Pero considerando que este objetivo no ha sido logrado, quizás sea hora de reevaluar este acuerdo, dijo.
Lo siguiente son extractos de la columna de Khoury:
Emile Khoury (Fuente: Ghalboun.gov.lb)
«Las sanciones impuestas por los Estados Unidos contra dos parlamentarios de Hezbolá y un funcionario de seguridad del mismo Hezbolá no son un mensaje para este, ya que ya ha recibido muchos de estos mensajes. Estos son un mensaje que se le está dando al gobierno libanés de que debe decidir si apoya [el principio de] un estado en el que ningún [elemento] posee armas excepto el estado, tal como fue prometido una vez, o si apoya [el principio de] un estado que permite dentro de este la existencia de otro [elemento] con armas – lo que hará que estados amigos y hermanos tomen una postura [negativa] en su contra…
«El arreglo respecto al presidente y el primer ministro [libanés] [alcanzado en el 2016 y que todavía se encuentra vigente hoy] tenía como objetivo no solo llevar a Michel ‘Aoun a la presidencia y a Sa’d Al-Hariri a ser primer ministro, sino también a darle a este gobierno dos líderes con la autoridad y el poder de establecer un estado con un solo gobierno y una sola fuerza armada [es decir, el ejército libanés] – haciendo que incluso aquellos no contentos con ello lo acepten.
«La esperanza de establecer un estado con un solo gobierno y una sola [fuerza armada [en el Líbano] se evaporó cuando el Presidente Michel ‘Aoun [declaró] vinculando la solución al problema de las armas de Hezbolá con la solución al problema regional y la eliminación de La amenaza por parte de Israel al Líbano. Esto distanció la opción de llamar al diálogo para llegar a un consenso sobre la estrategia de defensa que controlará las armas de Hezbolá y su utilización. [El Presidente] ‘Aoun prometió convocar a ese diálogo después de las elecciones parlamentarias y esto es lo que los estados amigos y hermanos esperaban que sucediera desde el momento en que este se convirtió en presidente, pero aquí estamos, a mitad de su mandato y el [Líbano] todavía no es un estado fuerte y las armas de Hezbolá no han sido puestas bajo control del estado para hacer de este último el único que tome las decisiones, particularmente en los temas de guerra y paz. [Los estados amigos esperan] que esto suceda, de modo que, si el Líbano recibe ayuda monetaria para su desarrollo en todas las áreas, [estos fondos] irán a este esperado estado [fuerte], [en lugar de ir hacia Hezbolá].
«Por lo tanto, puede decirse que las sanciones contra los dos parlamentarios de Hezbolá junto a un funcionario de los servicios de seguridad también de Hezbolá no iban dirigidas a sus activos en el Líbano o fuera de este, sino en realidad eran para hacer que el gobierno libanés haga algo que no quería hacer respecto a tomar una decisión». O elige tener un solo estado poderoso con posesión exclusiva de las armas, sin vincular esto a condiciones imposibles, o de lo contrario [permitir] las armas de Hezbolá, en cuya sombra este estado [fuerte] no podrá existir. [Es importante tener en cuenta que los estados amigos] no proveen ayuda monetaria a un estado sin gobierno.
«Los estados hermanos y amigos que se movilizaron en apoyo a la presidencia y el arreglo a un primer ministro acordaron aceptar [este acuerdo] porque creían que nadie era más capaz que ‘Aoun para crear un estado fuerte y hacer que las armas de Hezbolá estén bajo su control… porque este posee la confianza de Hezbolá. Si ese es el caso, ¿por qué no se ha materializado este estado [fuerte]? ¿Es porque el Presidente ‘Aoun puede hacerlo pero no lo desea o porque quiere pero no puede? [En cualquiera de los casos], el acuerdo que llevó a elegir a dos líderes fuertes, el Presidente [‘Aoun] y el Primer Ministro [Al-Hariri], no tiene ningún sentido y no hay más remedio que reevaluarlo. Esto es particularmente cierto en un momento en que Estados Unidos se enfrenta a Irán y utiliza la presión política, militar, económica y financiera en su contra – porque no puede dejarse que un ala militar iraní [es decir, Hezbolá] actúe desestabilizando y socavando la paz en la región o fuera de esta…
«La pregunta ahora es… ¿qué opción elegirá el gobierno libanés? [Su elección] determinará el cómo procederán los estados hermanos y amigos. ¿Decidirá [el gobierno libanés] poseer un solo estado fuerte que sea la [autoridad] exclusiva en todas las áreas del Líbano y la única con posesión de armas – para que pueda recibir ayuda monetaria que le permita avanzar en todas las áreas? O no podrá, por diversas razones, mantener un solo estado como este – y luego el Líbano no recibirá la ayuda que tanto necesita y colapsará en el desastre económico y financiero resultante. Todo esto, después de que ya haya sido rescatado de la seguridad y del desastre político por el paraguas internacional que le protege de esta caída».[1]
[1] Al-Nahhar (Líbano), 15 de julio, 2019.