El 1 de mayo, 2018 Marruecos anunció que rompía relaciones con Irán basándose en la premisa de que este y Hezbolá ayudaban al Polisario, un movimiento que actúa para establecer un estado independiente en el Sáhara Occidental, en territorio reclamado por Marruecos.[1] En una conferencia de prensa, el canciller marroquí Nasser Bourita dijo que Irán había extendido la ayuda militar al Polisario a través de la embajada iraní en Argelia y que Hezbolá había estado entrenando a militantes del Polisario. Este añadió que Marruecos pronto cerraría su embajada en Teherán y expulsaría al embajador iraní de Rabat, porque las acciones de Irán eran perjudiciales para la seguridad y los intereses supremos de Marruecos.

Según Bourita, los lazos entre el Polisario y Hezbolá comenzaron en el 2016, cuando se estableció un Comité para el Apoyo del Pueblo Saharaui en el Líbano con el patrocinio de Hezbolá. Posteriormente, una delegación militar de Hezbolá visitó los campos de entrenamiento del Polisario en Tinduf, Argelia. «El punto de inflexión», dijo él, «llegó el 12 de marzo, 2017 cuando [un ciudadano libanés] de nombre Qassem Muhammad Taj Al-Din fue arrestado en el aeropuerto de Casablanca tras una orden internacional por presunto fraude, lavado de dinero y actividades terroristas; este es un antiguo operario dentro del aparato financiero de Hezbolá en África». Bourita agregó que «Hezbolá comenzó a amenazar con vengarse de Marruecos por ese arresto y le envió armas a Tinduf, así como también a agentes del ejercito para entrenar a militantes del Polisario en la guerra de guerrillas, formando unidades de comando y planeando operaciones violentas en contra de Marruecos».[2]

Qassem Muhammad Taj Al-Din, el financista de Hezbolá en África arrestado en Marruecos y extraditado a los Estados Unidos (Imagen: sadaalwatan.com, 31 de marzo, 2017)

En una entrevista con la revista francesa Jeune Afrique Bourita acusó a Argelia de organizar reuniones entre Hezbolá y representantes del Polisario, en coordinación con Irán. Varias reuniones tuvieron lugar en un lugar secreto conocido por los aparatos de seguridad argelinos, dijo. Este afirmó además que el agregado cultural de la embajada de Irán en Argelia Amir Moussavi, «conocido [de haber estado a cargo de] supervisar la estampida de los chiitas en el mundo árabe y en África», sirvió de enlace entre Hezbolá, Argelia y el Polisario. Bourita agregó que le había dado a su homólogo iraní Zarif, los nombres de los funcionarios de Hezbolá que participaron en las reuniones con el Polisario y supervisó el entrenamiento y la construcción de instalaciones de entrenamiento, incluyendo a Haidar Subhi Hadid, ‘Ali Moussa Daqduq y a Al-Hajj Abu Wael Zalzali».[3]

En una entrevista con Fox News, Bourita dijo que Marruecos había recibido información de los servicios de inteligencia en abril, 2018 de que Hezbolá había suministrado al Polisario con misiles SAM-11, SAM-9 y Strela tierra-aire».[4] Según el portal Elaph Marruecos, la cooperación Hezbolá-Polisario también incluyó la excavación de túneles y de trincheras en el Sahara.[5]

Irán, Hezbolá, Argelia y el Polisario, por su parte, negaron y condenaron las acusaciones de Marruecos, calificándolas de mentiras y de afirmaciones irresponsables que no están respaldadas ni avaladas por ninguna prueba.[6]

Tras los informes sobre este tema, Khairallah Khairallah, columnista del diario libanés Al-Mustaqbal, escribió en apoyo de la postura marroquí, afirmando que Irán actuaba para extender su influencia no solo en el Golfo y en todo el Medio Oriente sino también en África del Norte. Este también criticó a Hezbolá como una «milicia sectaria» y una «división del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán» que actúa según las órdenes iraníes y solo sirve a sus intereses, haciendo caso omiso de los intereses del Líbano y del pueblo libanés.

Lo siguiente son extractos traducidos de su columna:

«No es necesario subrayar que Marruecos no toma ninguna decisión sin examinar el tema en profundidad. Cuando cortó relaciones con Irán, lo hizo después de considerarlo exhaustivamente y luego de obtener pruebas tangibles que justificaron esta decisión soberana, que puede ser descrita como defensa de la soberanía [de Marruecos] y [en defensa] del suelo de la patria, incluyendo el Sahara marroquí. Eso es lo que dijo el canciller marroquí Nasser Bourita, cuando explicó los motivos de la decisión de su país de expulsar al embajador iraní de Rabat.

«Marruecos sabe exactamente lo que está haciendo. Luego de acusar a Hezbolá de entrenar y armar al Polisario, no dirigió su respuesta hacia el Líbano, siendo muy consciente de la delicada situación en ese país indefenso. Este dirigió su respuesta a Irán, sabiendo muy bien que Hezbolá no hace nada sin recibir órdenes de [Teherán]. No es ningún secreto que Hezbolá participa en la guerra contra el pueblo sirio por razones puramente sectarias. También está profundamente involucrado en [ayudar] a los houthis en Yemen y se encuentra muy activo en Irak, así como también en Bahréin, siendo este [otro] reino que actúa para desestabilizar y [todo] esto es solo una gota en el océano.

«En última instancia, Hezbolá no es más que una milicia sectaria y una división del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán. Más explícitamente, Hezbolá es una herramienta de Irán, dentro y fuera del Líbano, así como también el Polisario es una herramienta argelina. [Argelia] está utilizando [esta herramienta] en su guerra de desgaste contra Marruecos, que recuperó su soberanía sobre el Sáhara [occidental] en 1975 tras la retirada del imperialismo español.

«También debería tenerse en cuenta que Hezbolá no pudo entrenar y armar al Polisario sin el consentimiento de Argelia y sin este darle luz verde a Irán. Más importante aún, Marruecos conoce bien el modo de operaciones de Irán en la región, incluso en los países del Norte de África, mientras que Irán no sabe nada sobre el carácter de los países y las sociedades [de África del Norte]. Este cree que puede aprovecharse del tema del Sáhara [occidental], que vendría a ser solo un conflicto entre Marruecos y Argelia, para infiltrarse en esta región.

«Argelia no se percata del peligro de las acciones de Irán, [aunque] se queja por las actividades sectarias [es decir, chiitas] dentro de sus fronteras dirigidas desde Teherán y que van dirigidas contra el pueblo argelino, siendo la abrumadora mayoría de estos sunitas. Sin embargo, parece ser que Argelia tolerará felizmente cualquier cosa que le cause daño a Marruecos. Argelia de repente pretende haber olvidado la magnitud del peligro en el que se encuentra y el alcance de la amenaza iraní a [su] unidad nacional, considerando la profunda crisis política en el país. Hezbolá se ha convertido en un ente bienvenido en Argelia, siempre y cuando su presencia esté dirigida contra Marruecos.

«Marruecos rompió relaciones con Irán en el pasado, en marzo del 2009 por razones que involucraban actividades sectarias chiitas dirigidas por Irán dentro de sus fronteras. Las relaciones fueron renovadas en otoño del 2016, lo que significa que la desconexión tardó 7 años. Marruecos [aparentemente] esperaba que Irán hubiese aprendido su lección [y se hubiese dado cuenta de] que las autoridades marroquíes no tomarían a la ligera ninguna actividad que socavara la unidad nacional en [Marruecos], siendo la mayoría de sus ciudadanos sunitas de la escuela Maliki. Las relaciones se debieron a un factor diferente, el Polisario, es decir Argelia. Esto sucedió luego que Argelia interviniera para construir una infraestructura para el Polisario en el Sahara marroquí, aprovechándose de la zona desmilitarizada de Bir Lehlou, que está bajo supervisión de las fuerzas de la ONU conocidas como MINURSO…

«No es ningún secreto que Irán se esfuerza actualmente por conseguir todas las cartas de triunfo posibles, para utilizarlas en contextos conocidos por todos, por ejemplo mostrar que es una potencia regional que planea expandirse desde el Golfo Pérsico hacia todo el Medio Oriente, hasta el norte de África. Tampoco es un secreto que estas actividades iraníes no se limitan a Marruecos, que sabía lo suficiente como para contener a Irán tempranamente, sino que también existe en Argelia y Túnez. Otro hecho que no puede ignorarse es que, no hace mucho tiempo, Irán participó en actividades sectarias en Egipto y Sudán [también], utilizando a la Hermandad Musulmana en esos países…

«Irán no entiende que utilizar el Sahara [marroquí] y el Polisario no le ayudará a ejercer ningún tipo de presión sobre Marruecos. Si Irán y sus agentes no entienden esto, [deberían recordar] la década de los 80, cuando [el líder libio] Mu’ammar Al-Qaddafi ayudó al Polisario e hizo todo lo posible para involucrarse en la guerra entre Argelia y Marruecos, pero pronto se retiró, después de darse cuenta de que no tenía sentido en hacerlo y que era preferible mantener lazos naturales con [Marruecos], un reino que no desea perjudicar a nadie… ¿Por qué Irán no aprende de la experiencia de Al-Qaddafi, quien de repente se dio cuenta de que no tenía sentido apoyar al Polisario y a otras organizaciones de calañas cuyo único uso es servir como herramientas a otros?

«Marruecos no le ha hecho nada bien al Líbano y a los libaneses, tal como se evidencia en la historia de las relaciones entre los países. Entonces, ¿por qué Hezbolá, que se considera parte del Líbano, está involucrado en una guerra contra Marruecos? Eso es algo sumamente extraño. Pero, ¿desde cuándo Hezbolá ha considerado los intereses del Líbano y el de los libaneses? ¿Tiene este algún objetivo, aparte de servirle a Irán?


[1] El Polisario declaró un estado independiente, la República Árabe Democrática Saharaui (RADS), el 27 de febrero, 1976. La RADS es reconocida por 45 países alrededor del mundo, entre ellos Irán.

[2] Elaph.com, 1 de mayo, 2018.

[3] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 12 de mayo, 2018; Al-Akhbar (Líbano), 14 de mayo, 2018.

[4] Foxnews.com, 22 de mayo, 2018.

[5] Elaphmorocco.com, 5 de mayo, 2018.

[6] Moqawama.org, 2 de mayo, 2018; Al-Quds Al-Arabi (Dubái), 15 y 18 de mayo; alahednews.com.lb, 25 de mayo, 2018.