Tras una decisión dramática, el 10 de marzo de 2023, Arabia Saudita e Irán declararon que llegaron a un acuerdo para renovar las relaciones después de una pausa de siete años. [1] En virtud de la mediación china, los dos países acordaron reabrir sus respectivas embajadas dentro de dos meses , y reactivar los pactos anteriores entre Arabia Saudita e Irán, entre ellos un acuerdo de cooperación de seguridad de 2001. En el marco de los entendimientos, se enfatizó el principio de “respeto a la soberanía de los países y no intervención en sus asuntos internos”.
El anuncio de la renovación de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán con la mediación de China, que sorprendió a muchos, refleja un importante punto de inflexión en las tensas relaciones entre los dos países. Sin embargo, parece que más allá de su deseo compartido de resolver sus desacuerdos a través del diálogo y la diplomacia, todavía tienen que consolidar acuerdos significativos en el tema de sus diferencias más importantes: la guerra en Yemen, el programa nuclear y de desarrollo de misiles de Irán, las milicias iraníes y su actividad en los países árabes, entre otras.
La participación de China en la consecución del acuerdo también es un acontecimiento fundamental, que refleja un cambio en el equilibrio de poder en la región. Como suscriptor del acuerdo, China se ha convertido en un actor importante en la resolución de conflictos en Medio Oriente, y el consentimiento de Arabia Saudita a su mediación es una prueba más de la caída en sus relaciones con Estados Unidos; este país ya no es percibido como un aliado fiable para garantizar los intereses sauditas.
La prensa saudí recibió el acuerdo con cauto optimismo. Los periodistas saudíes vieron el compromiso de Irán de honrar la soberanía saudita y no interferir en sus asuntos internos como un logro significativo, que conducirá a la estabilidad regional y permitirá el crecimiento económico, de acuerdo con el programa “Visión 2030” del príncipe heredero Mohammed bin Salman. Al mismo tiempo, sostuvieron que la reactivación de las relaciones no significa necesariamente el fin de las disputas entre los dos países, y que la verdadera prueba será ver si las intenciones de Irán son serias y si está comprometido con el acuerdo.
Los periodistas también destacaron el papel crucial de China en la elaboración del acuerdo y las garantías que ha brindado en el marco de lo que llamaron la «estrategia política diferente» del país mediador. Las relaciones e intereses de China con respecto a ambas partes, dijeron, lo convirtieron en un mediador más activo y confiable, y con capacidad de frenar las políticas iraníes. Esto contrasta fuertemente con los países occidentales, que no han mostrado firmeza frente a Irán y que, al negociar con el régimen iraní sobre su programa nuclear, no tuvieron en cuenta los intereses de seguridad de la región.
Este informe recoge las reacciones de la prensa saudí al anuncio de la renovación de los lazos entre Arabia Saudita e Irán.
Veterano periodista saudí: “La renovación de las relaciones no significa que el desacuerdo esté resuelto; La reconciliación es deseable, pero con los ojos bien abiertos”
En un artículo titulado «Relaciones saudí-iraníes: ¿qué ha cambiado?» publicado el 12 de marzo de 2023, el periodista saudí Tariq Al-Homayed, ex editor del diario saudí Al-Sharq Al-Awsat (con sede en Londres), escribió: «… Es natural que haya relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, incluso en un nivel bajo, porque los puntos de contacto entre ellos son muchos debido al expansionismo de Irán, pero no de Arabia Saudita. Bien, las relaciones se han renovado. ¿Será ese el final de la disputa [entre ellos]? No…”
«La pregunta es: Entonces, ¿qué ha cambiado? La verdad es que Arabia Saudita cambió; es el régimen iraní el que está pasando por una crisis existencial, y quien crea que Riad acaba de lanzar un salvavidas a Teherán se equivoca, porque la crisis iraní fue creada por el propio régimen [iraní] y es puramente interna. También hay una crisis iraní externa, que es más complicada: la crisis del problema nuclear, con la que Riad no tiene relación. Arabia Saudita tampoco está conectado con la cuestión de si Irán será golpeado por Estados Unidos o Israel, que amenaza constantemente con hacerlo”.
“La situación en la región muestra que tanto el desarrollo económico como el político son muy fuertes hoy en Arabia Saudita, mientras que Irán está sumido en crisis internas y externas. Riad no está interesado en involucrarse en estas crisis y se asegura de que las relaciones en la región sean vínculos de cooperación y no de confrontación, por lo que se abre una oportunidad entre un bando que lucha día y noche por el desarrollo, esto es, Arabia Saudita, y un bando que pone en duda todas las medidas, esto es, Irán”.
“Este asunto tiene varias implicaciones. Es cierto que Irán nunca ha cumplido un acuerdo, con Arabia Saudita o con otros, pero en este caso hay una dimensión adicional, y es la dimensión china. Es China la que está garantizando el acuerdo actual, y esto influirá en la posibilidad de que Irán cumpla [el acuerdo]. Esto definitivamente preocupa a Estados Unidos y a Occidente, aunque no han demostrado seriedad con respecto a la seguridad de la región desde el comienzo de la actividad que realizaron para llegar a un acuerdo sobre el tema nuclear [iraní], en 2015. Por lo tanto, Arabia Saudita actúa de acuerdo con sus propios intereses y se ha recalibrado políticamente, de modo que no será un bando en ningún conflicto y tendrá la libertad de concentrarse en [su propio] desarrollo”.
«¿Arabia Saudita ha cambiado? No, está actuando de acuerdo con su enfoque racional, que promueve el diálogo. ¿Se le debe creer a Irán? La historia nos enseña que no debería ser así. ¿Arabia Saudita ha actuado precipitadamente? ¡En absoluto! Racionalidad, y desactivar las crisis, es el firme enfoque saudita. Por lo tanto, lo importante es: reconciliarse, pero mantener los ojos abiertos…»[2]
Editor de un diario saudí: “Armar a los hutíes y a Hezbollah y la injerencia iraní en los asuntos internos de los países de la región son hechos que destruirán el acuerdo”
El pasado 12 de marzo, Khalid bin Hamad Al-Malik, editor en jefe del diario saudita Al Jazira, titulado «Una nueva página en las relaciones con Irán», escribió: «El logro de un acuerdo entre el Reino [de Arabia Saudita] e Irán sobre la conclusión de las disputas entre ellos no es solo un objetivo saudí-iraní. Los impactos positivos de este [acuerdo] no se limitan solo a Riad y Teherán, sino que este es un acuerdo que beneficiará a los países de la región y el mundo entero. Esto se debe a la importancia de Irán y Arabia Saudita y de sus papeles activos en el logro de la paz y la estabilidad en la región”…
“Es inapropiado [en este momento] que abramos capítulos pasados, con todas las cosas malas que pasaron en ellos, y que hablemos sobre las razones de la tensión en la región y qué país tiene la culpa. Debemos mirar hacia el futuro, con mucha esperanza de que esta reconciliación sea la última [y que conduzca] a la construcción de mejores relaciones entre los dos países, y que ninguno de los dos reavive las disputas o invente excusas infundadas como pretexto [para reavivarlas]… Esperamos que [esta vez] los dos países, y todos los países de la región, se beneficien de la amarga experiencia de inestabilidad en la zona, y que haya un compromiso con este acuerdo entre el Reino e Irán, de modo tal que esta vez el acuerdo sea duradero, en base al deseo de salvaguardar intereses compartidos”.
“Irán es un país musulmán, vecino de varios países de la región y que comparte una historia con los estados árabes del Golfo. No es de su interés ser un marginado o excluido, o no mantener la cooperación con nuestro país. La renovación de las relaciones entre iraníes y sauditas constituye el cumplimiento de los deseos de los pueblos de ambos países… y de todos los pueblos de la región. Creo que el pacto alcanzado en Pekín no será como los anteriores acuerdos [saudí-iraníes], el compromiso con ellos era temporal, y como resultado volvieron las disputas. [Creo] esto porque este acuerdo fue precedido por una preparación profunda y extensa en Bagdad y Mascate, y porque la joya de la corona era Beijing…”
“La sangrienta guerra en Yemen y la trágica situación en el Líbano y otros lugares fueron causadas por la interferencia [iraní] en los asuntos [internos] de los países de la región. Teherán lo sabe bien, y eso es innegable. Esto significa que cualquier provisión de armamento a los hutíes [en Yemen] y a Hezbollah en el Líbano tras este acuerdo pondrá en peligro la posibilidad de paz en la región. Lo que se necesita ahora y en el futuro, tras el anuncio de la renovación de las relaciones diplomáticas entre los dos países, es ayudar a los yemeníes y a los libaneses para superar los devastadores desastres a los que se enfrentan sus países, y luego pasar a ocuparse de las situaciones en Siria y en Irak. [Lo que más se necesita es] actuar también de manera positiva, responsable y conjuntamente, sobre los [otros] focos de tensión en cada parte de nuestra región. Estos detalles sin duda fueron parte del largo diálogo [sostenido] entre los dos países… Comprometerse a no interferir en los asuntos internos de los países sin duda es el camino correcto hacia una paz estable y sostenible…” [3]
Periodista saudí: “Los dos primeros meses serán una prueba de la confiabilidad y el compromiso de Irán con el acuerdo”
El periodista saudí Hamoud Abu Taleb publicó en el diario local Okaz una columna titulada: «¿Pasará el acuerdo la prueba de confiabilidad?»
Abu Taleb escribió: «Las intensas negociaciones entre las dos partes, que se llevaron a cabo durante los últimos dos años, confirman los principios políticos de Arabia Saudita, que se manifiestan en la resolución de disputas por medio del diálogo y la diplomacia, basados en los tratados internacionales, que regulan las relaciones [internacionales], así como respetando la soberanía de las naciones, la no injerencia en sus asuntos internos y el esfuerzo honesto por lograr la paz y la seguridad en la región y en el mundo. Por lo tanto, la mano de Arabia Saudita siempre estuvo extendida hacia Irán para resolver los desacuerdos…”
«No hay duda de que todas las personas razonables y amantes de la paz que también aspiran a la estabilidad dieron la bienvenida a este importante acuerdo entre el reino e Irán, que fue anunciado en Beijing. [También dieron la bienvenida] a sus cláusulas, que incluyen una renovación de las relaciones [entre los dos países] y la implementación de los acuerdos previos entre ellos. Y, de hecho, el período de dos meses que se estableció [hasta que] se abran las embajadas y se renueven las relaciones es el primer examen a la confiabilidad de Irán, y [servirá como] una verificación de sus buenas intenciones. Es imperativo que sintamos el comienzo de un verdadero cambio que se ha creado a nuestro alrededor, y una verdadera reparación de su actitud hacia el Reino. [Además,] incluso si Irán pasa la prueba durante este período deberá demostrar que continuará con seriedad su compromiso total con lo pactado.”[4]
El acuerdo entre Arabia Saudita e Irán: apenas un vendaje en la hemorragia de Medio Oriente (Fuente: Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 12 de marzo de 2023).
Editor en jefe de «Arab News»: «Los funcionarios saudíes continuarán en alerta máxima, con claridad absoluta de que, lo que se acuerde con los funcionarios de política exterior iraní puede no estar alineado con la Guardia Revolucionaria»
Faisal J. Abbas, editor en jefe de ArabNews.com, escribió lo siguiente en el sitio web, bajo el título «¿Es este el fin de las tensiones entre Arabia Saudita e Irán?»:
“El acuerdo saudí-iraní logrado con la mediación china es un avance significativo en la geopolítica regional. Incluye un compromiso iraní sin precedentes de respetar la soberanía, no interferir en los asuntos internos y restaurar la cooperación en materia de seguridad”.
«Si Teherán cumple con su parte del trato, esto podría ser un verdadero cambio de juego, presagiando una era de paz y prosperidad regional que no se ha visto en décadas”.
“Por supuesto, estos son los primeros días; debe haber un período de construcción de confianza y acciones sobre el terreno para consolidar el acuerdo. Algunos pueden ser escépticos sobre las intenciones de Arabia Saudita, o incluso llamar a esto un cambio de rumbo (giro en U); claramente no están al día con la política asumida por el Reino. El acuerdo del viernes está en línea con lo que el príncipe heredero Mohammed bin Salman dijo a la revista The Atlantic hace un año: que vemos a Irán como un vecino…”
“Realmente espero que esta sea una oportunidad para que el régimen iraní se concentre en construir su economía y cuidar a su gente, tal como lo hace nuestro liderazgo con nosotros aquí en el Reino. Si ambos países progresan y logramos la paz y la prosperidad, eso sería ser bueno no solo para Arabia Saudita sino para toda la región y, de hecho, para el mundo”.
“Los funcionarios saudíes seguirán en alerta máxima, absolutamente conscientes de que lo que se acuerde con los funcionarios de política exterior iraní puede no estar alineado con la Guardia Revolucionaria…”
«Inevitablemente, los expertos de pacotilla en Estados Unidos y Europa no verán el panorama general, se centrarán en el papel de China y se preguntarán por qué se excluyó a Estados Unidos. No creo que la exclusión sea indicativa de falta de confianza; Estados Unidos sigue siendo el más importante y firme de los aliados estratégicos saudíes. Más bien, está en la naturaleza de estas negociaciones que, para tener éxito, deben estar envueltas en secreto y llevarse a cabo a través de mediadores aceptados por ambas partes como justos, sin prejuicios ni conflictos de intereses. China encaja perfectamente…”
«Si bien las tensiones entre Arabia Saudita e Irán están lejos de terminar, este acuerdo podría ser el comienzo del fin de un capítulo sangriento que se ha extendido por décadas».[5]
Periodista saudí: “La razón de la renovación de las relaciones es el deseo de ambos países de desarrollar su economía de acuerdo con los cambios globales y el espíritu de los tiempos”
En su columna en el diario ‘Okaz, el autor y periodista saudí Abdo Khal argumentó que la razón de la renovación de las relaciones entre Irán y Arabia Saudita es la comprensión de ambos países de que la era actual requiere desarrollo económico. Abdo Khal escribió lo siguiente:
“La renovación de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán es un buen comienzo para construir el futuro, ya que la región necesita desesperadamente calma y estabilidad entre los dos países. La aspiración de suprema importancia para Arabia Saudita es completar la construcción [del futuro], y su máxima prioridad es resolver todas las disputas que obstaculizan esta ambiciosa empresa…”
«El desarrollo económico requiere estabilidad [regional] y no enfrentamientos, guerras o disturbios que impidan la continuación de la construcción del futuro. La renovación de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán resolverá numerosos problemas interconectados que han causado dolores de cabeza en la región… Los países no prosperarán si fomentan el sectarismo, prosperan al crear una economía estable que refleje el espíritu de los tiempos y los cambios registrados, que no existían hace 40 años. Llegar a este acuerdo ahora es una prueba clara de que estos dos países sintieron que las circunstancias de la época han cambiado, y que reanudar sus relaciones los librará de los problemas no resueltos que les impiden alcanzar la estabilidad y la construcción”.
“China es [la parte] directamente involucrada en el acuerdo porque utilizó una estrategia diferente a la de los mediadores anteriores, y [también] porque estableció relaciones sólidas con los dos países, que resolvieron numerosas complicaciones y disputas que otros no habían logrado resolver.
«Los dos países son muy conscientes de que hay un cambio global, en el que el poder económico es la [fuerza] principal, y esto requiere estabilidad en la seguridad… Ambos países sintieron que era hora de que cada uno de ellos se enfocara en construir sus aspiraciones económicas y su poder, sin que la seguridad de la región se vea paralizada por disputas que podrían superarse con negociaciones, al tiempo que cada una de las partes se asegura de no interferir en los asuntos internos [de la otra], [ya que hacerlo] probablemente rompería este acercamiento». [6]
Dragón chino como paloma de la paz ondeando las banderas de Arabia Saudita e Irán (Fuente: Al-Arabi Al-Jadid, Londres, 12 de marzo de 2023)
Periodista saudÍ: “Durante cuatro décadas, Estados Unidos y Europa no hicieron nada por nuestra seguridad: no tuvimos más remedio que reemplazarlos con China”
En su columna en el diario saudí Al-Sharq Al-Awsat, el periodista Abdallah bin Bjad Al-Otaibi escribió que el acuerdo con Irán fue posible gracias a la mediación de China. En su opinión, China es «un garante mucho más confiable y activo para restringir la política iraní» que Estados Unidos y Europa, ya que durante los últimos 40 años estos países han ignorado las necesidades de seguridad de Arabia Saudita y los estados del Golfo.
Al-Otaibi escribió lo siguiente:
«El programa ´Visión 2030´ se basa completamente en un renacimiento saudí sin precedentes en los ámbitos del desarrollo, la economía, la ciencia y la esfera política… El padrino del programa, el príncipe heredero saudita, ya lo ha establecido como su visión para la región, que se transformará en ‘la nueva Europa’. [Pero] el crecimiento, el desarrollo y la prosperidad en el área no pueden lograrse sin paz y estabilidad. El problema es que [hasta ahora] el régimen iraní ha bloqueado este camino, mediante su política y su conocida estrategia. Sin embargo, esta vez respondió a las propuestas de China. ¿Por qué?”
“Es bien sabido que el régimen iraní se estableció hace 40 años como ‘la Revolución Islámica’ y que se ha negado a cambiar de una ‘revolución’ a un ‘estado’. Al contrario. Trabajó para ‘exportar su revolución’ y logró apoderarse de la toma de decisiones en cuatro países árabes, después de que [el líder supremo iraní] cambiara la estrategia de [su predecesor, el ayatolá Ruhollah] Khomeini de guerra directas a guerras por medio de ´representantes´ (proxies)”.
“Durante toda la historia moderna, los principales aliados de los países del Golfo Arábigo fueron los países occidentales, Estados Unidos y Europa. Durante cuatro décadas, estos países no hicieron nada para proteger la seguridad de los países del Golfo Árabe de la amenaza iraní continua y constante; de hecho, no están preparados para hacer nada en este tema. Firmaron un acuerdo nuclear con Irán, sobre el cual los estados del Golfo y los países árabes relevantes no fueron consultados, y no consideraron las prioridades o la seguridad de estos países. Más aún, la política que implementan es una reminiscencia más de servilismo, y el aparato político occidental se ha vuelto ineficaz y un fracaso en el trato con Irán. No había más opción que buscar un reemplazo para [Occidente]. Y entonces llegó China…”
“China es el aliado más importante de Irán, y sus mayores intereses [compartidos] con Arabia Saudita lo convierten en un garante mucho más confiable y activo para restringir la política iraní y [garantizar] que Irán cumplirá los acuerdos internacionales que ha firmado. La declaración saudita-iraní-china anuncia un acuerdo que sienta las bases para la renovación de un intercambio de embajadores entre los dos países en un plazo de dos meses. Este será un verdadero examen de la capacidad del régimen iraní para cumplir con lo que firmó, para respetar la soberanía de los países y comprometerse a no interferir en sus asuntos internos, cuestiones que ni siquiera se mencionaron en el infame ‘acuerdo nuclear’ [2015] con el régimen iraní”.
«Si este acuerdo tiene éxito y perdura, entonces la prosperidad de la región y sus países y sus pueblos – incluidos Irán y su pueblo – aumentará, y la paz y la estabilidad se multiplicarán muchas veces…»[7]
El poder ascendente de China (Fuente: Al-Sharq Al-Awsat (Londres)
[1] Las relaciones entre Arabia Saudí e Irán se interumpieron en 2016 después de que manifestantes atacaran la embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad tras la ejecución por parte de Arabia Saudí del clérigo opositor chiíta saudí Nimr Baqr Al-Nimr. Ver MEMRI Despacho Especial No. 6251: Irán furioso por la ejecución del jeque chiíta Nimr Al-Nimr por parte de Arabia Saudita, 4 de enero de 2016; e Investigación y Análisis No. 1215: Tensión sin precedentes entre Arabia Saudita e Irán tras la ejecución del clérigo chiíta Nimr Al-Nimr, 4 de enero de 2016.
[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de marzo de 2023.
[3] Al-Jazeera (Arabia Saudita), 12 de marzo de 2023.
[4] ‘Okaz (Arabia Saudita), 12 de marzo de 2023.
[5] Arabnews.com/node/2266451, 11 de marzo de 2023.
[6] ‘Okaz (Arabia Saudita), 12 de marzo de 2023.
[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de marzo de 2023.