Artículos que fueron recientemente publicados en la prensa saudita han criticado de manera visible y mordaz a los Estados Unidos, acusándolo de apoyar el terrorismo, cometer crímenes contra la humanidad y de violar los derechos humanos. Los artículos afirmaban que las pasadas administraciones estadounidenses tuvieron como blanco a Arabia Saudita al servicio de países hostiles como lo son Irán, Qatar y Turquía, y que la actual administración es especialmente culpable de ello. Los Estados Unidos hacen todo esto, dijeron, apoyando a los opositores sauditas islamistas «terroristas» e interfiriendo en los asuntos internos del reino con el pretexto de defender los derechos humanos. Los artículos declararon además que la historia de los Estados Unidos está repleta de crímenes de lesa humanidad e ignoran las violaciones cometidas contra los derechos humanos en países tales como Irán y por ende, sus críticas a las violaciones de derechos humanos en Arabia Saudita son en realidad pura hipocresía.
Estos artículos poseen como trasfondo las tensiones entre la administración Biden y Arabia Saudita y sus aliados, en especial tras varios acontecimientos en desarrollo y declaraciones: la publicación del informe del servicio de inteligencia estadounidense en relación al asesinato de Jamal Khashoggi, que declaró que el príncipe heredero a la corona de Arabia Saudita Muhammad bin Salman (MBS) muy probablemente dio la orden de «capturar o asesinar» al periodista saudita en Estambul en octubre del año 2018;[1]la declaración de la administración de que el tema de los derechos humanos en Arabia Saudita será clave en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita;[2] la política de apaciguamiento de la administración hacia Irán y sus aliados houties, que perpetran el terrorismo contra Arabia Saudita; y el fin del apoyo de los Estados Unidos a la coalición liderada por Arabia Saudita que combaten en Yemen.
Lo siguiente son extractos traducidos de algunos de estos artículos.
El columnista Muhammad Al-Sa’ed arremete contra el «ayatolá Biden»
El periodista Muhammad Al-Sa’ed escribió en su columna en el diario saudita ‘Okaz que la administración y los medios de comunicación estadounidenses de tendencia izquierdista están librando una guerra abierta en contra de Arabia Saudita y apoyan a aquellos opositores sauditas. Al-Sa’ed atacó especialmente al diario The Washington Post, donde Jamal Khashoggi solía escribir sus artículos:
«Si uno googlea el nombre de Biden, o el nombre de su hijo, o el nombre de cualquier miembro del Congreso estadounidense, o googlea la palabra Guantánamo o Abu Ghraib, o los indios, se ahogará en información sobre crímenes que no tienen fin. ¿No son los estadounidenses aquellos que se hacen la vista gorda ante la costumbre que posee Irán de colgar de las farolas a activistas y periodistas? … ¿Recuerdan ellos… que los opositores turcos son secuestrados en varias de las capitales del mundo y luego son reunidos con sus familias en las prisiones de Erdogan?…
«¿Por qué los izquierdistas estadounidenses están llevando a cabo esta campaña de propaganda existencial en contra de Arabia Saudita?… ¿Ha perdido estos la esperanza en sus agentes, quienes fracasaron en lograr sus objetivos en Hunayn y Al-Awamiyah[3] y en todo el emprendimiento del ‘otoño árabe’? ¿Han comenzado estos a librar una guerra abierta por sí mismos, en lugar de depender de sus contratistas y tener en la mira a Arabia Saudita por la sola razón de sus recursos e importancia estratégica?
«Quieren que adoptemos la agenda terrorista de los opositores sauditas Muhammad Al-Mas’ari y de Sa’d Al-Faqih, quienes estuvieron involucrados en proyectos de asesinar a ciudadanos sauditas y extranjeros;[4] al ex-miembro de Al-Qaeda Yahya Al-‘Assiri;[5] al agente turco conocido como ‘El destornillador’ un nombre despectivo dado al opositor Ahmad ibn Sa’id y al hijo canadiense del EIIS aparentemente en referencia al opositor ‘Omar’ Abd Al- ‘Aziz].[6] Ellos quieren hacernos creer que estos son defensores de la libertad y de la reforma, cuando el hecho es que trabajan para determinado contratista financiado por un pequeño estado (Qatar) y desean entregarles Arabia Saudita a sus aliados en Estambul, Teherán y Kandahar…
«Quieren hacernos creer que los columnistas de los diarios The Washington Post y El Times de Nueva York y otros diarios de izquierda y figuras de los canales de televisión de tendencia izquierdista, están predicando valores sublimes en lugar de la homosexualidad, desviaciones de la moral y anormalidades. Ellos quieren que creamos sus mentiras y fabricaciones, que los predicadores del terrorismo… en realidad prediquen el amor por la vida…
«¿Creen ustedes, oh saudíes, que aquellos que enviaron a sus hijos a Irak, Siria, Afganistán, Somalia y Bosnia con el fin de combatir en guerras civiles ahora son combatientes por la libertad? Nosotros los conocemos mejor que ustedes, hipócritas occidentales. Salvaron a las serpientes más viejas, para así vivir con sus descendientes. Así que digamos, ‘gracias, pero ustedes no nos engañarán'».[7]
El 8 de marzo, Al-Sa’ed publicó otro artículo, en el que afirmó que el informe del servicio de inteligencia en relación al asesinato de Khashoggi fue una acción política de Estados Unidos destinada a apaciguar a Irán. También publicó extractos de este artículo en su página Twitter, con una imagen de Biden ataviado con un turbante y el hashtag ‘Ayatolá Biden».[8]
El tuit de Al-Sa’ed
Periodista Hamoud Abu Talib: El ‘vaquero’ estadounidense pisotea descaradamente el derecho internacional público
El periodista saudita Hamoud Abu Talib escribió que Estados Unidos pretende defender las leyes internacionales pero al mismo tiempo las viola descaradamente: «La mentalidad política de algunas figuras que se han unido a la administración estadounidense es la mentalidad del vaquero. Ellos piensan y tratan al mundo y a sus países y pueblos de la misma manera arrogante y brutal que estos solían adoptar en el pasado…
«El hecho de que de varias administraciones políticas estadounidenses en el tercer milenio hayan adoptado este patrón de pensamiento primitivo arroja sombras sobre la élite cultural ideológica, científica y cultural independiente de la sociedad estadounidense. Un país cuyas prestigiosas universidades enseñan derecho internacional público viola descaradamente ahora esta ley y todas las leyes, estatutos y acuerdos aceptados en el área de las relaciones internacionales. Al mismo tiempo, sus más altos funcionarios hablan de su intención de interferir en la soberanía, leyes y procesos legislativos de otros países, al servicio de malvadas, descaradas y repugnantes agendas. Curiosamente, estos hablan como si los países perjudicados por sus acciones fueran repúblicas bananeras tales como los países en los que Estados Unidos solía forzar colocando a sus gobernantes y agentes corruptos hace ya décadas…
«El mundo ya no consiste más en cordilleras, montañas y desiertos donde el vaquero podía vagar montado a su caballo, desenfundar su arma y pisotear a cualquiera que se interpusiese en su camino o estuviera en desacuerdo con él».[9]
Periodista Ibtisam Al-Qahtani: La administración Biden es una plataforma para perjudicar a Arabia Saudita en servicio a Irán
El columnista saudita Ibtisam Al-Qahtani escribió: «Las actuales actividades de la administración estadounidense hacen que parezca que sufre de ‘Alzheimer político’, cuyos síntomas son flagrantemente claros en las declaraciones y decisiones que este emite y luego da la vuelta y se opone a estas…
«Arabia Saudita es su próximo proyecto de reciclar conspiraciones. La campaña de atacar y oponerse al número dos en el país, el príncipe heredero a la corona Muhammad bin Salman y que instituciones impulsadas por intereses se aprovechen del tema Jamal Khashoggi… dentro del Partido Demócrata le dio al mundo entero el vistazo más horrible en la historia de la horrible faceta del servicio de inteligencia estadounidense, que emitió un fallido, vago y sensacionalista informe sobre el tema Khashoggi basado en suposiciones y débiles conclusiones… La realidad ha demostrado que las consignas del Partido Demócrata no son más que cortinas de humo destinadas a ocultar los hechos y la colaboración de Estados Unidos con los enemigos de Arabia Saudita.
«El cambio en las acciones estadounidenses y los lazos mutuos en la región muestran que la administración demócrata sirve de plataforma para lanzar misiles iraníes contra Arabia Saudita y que el heredero al trono del Partido Demócrata, Joe Biden, no actuará en contra del programa nuclear de Irán, al contrario, será su mayor aliado y partidario, ya que Irán es el único agente experto en instigar querellas, conflictos y generar caos.
«Las condenas estadounidenses a los ataques perpetrados por los houties en Arabia Saudita serán inútiles e ineficaces, porque la eliminación hecha por los Estados Unidos a las milicias terroristas houties de la lista de organizaciones terroristas es un verdadero acto de terrorismo. El hecho de no emitir informes que prueben los crímenes de lesa humanidad perpetrados por los houties en Yemen – el último de los cuales fue incinerar a 450 inmigrantes oromo etíopes en una cárcel de Sana’a[10] porque se negaron a unirse a las milicias houties y combatir en el frente contra Arabia Saudita – es más terrorismo…
«Si los derechos de la mujer árabe interesan a los demócratas incluso más que los derechos de la mujer estadounidense, ¿por qué ignoran los derechos de la mujer yemení, que sufre de degradación sistemática, de opresión y violaciones a sus derechos y libertades perpetradas por las milicias houties?… ¿1.181 casos de violación a los derechos humanos contra mujeres yemeníes encarceladas en las prisiones houties, que fueron secuestradas, asesinadas, torturadas, desfiguradas, agredidas sexualmente y violadas, no cuentan como violaciones que equivalen a crímenes de guerra y a crímenes de lesa humanidad?
«La administración estadounidense debe aprender de estos sucesos para evitar repetir así sus errores como parte de su complicado caso de Alzheimer político».[11]
[1] Edition.cnn.com, 1 de marzo, 2021.
[2] Reuters.com, 5 de febrero, 2021.
[3] Estos son dos lugares en Arabia Saudita en donde los activistas convocaron realizar protestas contra el régimen en el año 2011, como parte de la así llamada Primavera Árabe.
[4] Al-Mas’ari encabeza el movimiento Al-Tajdid que llama a derrocar al régimen saudita y a establecer un califato islámico; Al-Faqih encabeza el Movimiento de Reforma Islámica, que también pide el derrocamiento del régimen y la instauración de la ley del sharia.
[5] Al-‘Assiri es el director de ALQST, una organización que tiene su sede en Londres y se ocupa del tema de los derechos humanos en Arabia Saudita y es fundador del opositor Partido de la Asamblea Nacional. Luego del asesinato de Khashoggi, Al-‘Assiri pidió la renuncia de MBS.
[6] ‘Abd Al-‘Aziz recibió asilo en Canadá en el año 2014 y fue amigo de Jamal Khashoggi.
[7] ‘Okaz (Arabia Saudita), 4 de marzo, 2021.
[8] Twitter.com/massaaed, 4 de marzo, 2021.
[9] ‘Okaz (Arabia Saudita), 2 de marzo, 2021.
[10] El 7 de marzo, 2021 un incendio arrasó un centro de detención de inmigrantes en la capital
yemení de Sanaa controlada por los houties, asesinando al menos a 45 inmigrantes, la mayoría de ellos etíopes. Los houties admitieron más tarde que el incendio había sido causado por guardias que disparaban gas lacrimógeno contra un hangar abarrotado para poner fin a una protesta iniciada por los inmigrantes. Washingtonpost.com, 20 de marzo, 2021.
[11] Meca (Arabia Saudita), 13 de marzo, 2021.