El tema de la discriminación contra la minoría cristiana copta de Egipto ha resurgido recientemente en los medios de comunicación egipcios. El renovado debate hace eco a las afirmaciones de que las fuerzas de seguridad, sometidas a la presión de elementos islamistas, le están privando a los coptos de su libertad de culto al no cumplir reiteradamente la nueva ley sobre la construcción de iglesias aprobada en el parlamento en agosto pasado.[1]

Los coptos afirman que enfrentan de discriminación por parte de las instituciones del régimen, a pesar del apoyo a ellos por parte del Presidente ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi durante la revolución del 30 de junio, 2013 que lo llevó al poder, apoyo que los convierte en sus socios naturales. En particular, estos protestan contra varios incidentes en los que las fuerzas de seguridad le impidieron a los coptos orar en pueblos del Alto Egipto. Por ejemplo, a comienzos de marzo, 2017 los residentes de Nazla Al-Nakhl, en la gobernación de Al-Minya, dijeron que las fuerzas de seguridad les habían impedido orar porque esto provocaría que los extremistas locales los lastimaran. Las fuerzas de seguridad dijeron en respuesta que los aldeanos habían intentado orar en una iglesia no autorizada para ello. En agosto, se informaron de otros dos incidentes en las aldeas de Al-Minya; en uno, las fuerzas de seguridad cerraron una iglesia en la aldea de Kidwan[2] y en el otro, impidieron que los coptos mantuvieran servicios en un departamento en la aldea de Al-Faran con el argumento de que no era una iglesia autorizada, e incluso bloquearon calles para evitar de esta manera que los coptos lleguen al área.[3]

Personal de seguridad bloquea una carretera en la aldea de Al-Faran para evitar que los coptos accedan a una iglesia «no autorizada» (imagen: tahrirnews.com, 20 de agosto, 2017)

Respondiendo a la afirmación de las fuerzas de seguridad de que los coptos deberían evitar provocar a los aldeanos extremistas, el Obispo Macario de Al-Minya comentó que el estado es el soberano y debe hacer respetar la ley. Este señaló que más de 15 iglesias han sido cerradas y alrededor de 70 aldeas no poseen ninguna iglesia en lo absoluto, lo que ha llevado a la institución religiosa cristiana a buscar lugares de culto alternos, tales como apartamentos, pero esto también está prohibido. Este añadió: «Aunque la constitución [de Egipto] enfatiza la libertad de culto y aunque el presidente ordenó hacer justicia e igualdad como fundamentos del estado, nuestro sufrimiento lamentablemente continúa».[4]

El gobernador de Al-Minya ‘Essam Al-Bedewi, dijo que «existe una especie de tensión entre musulmanes y cristianos en algunas partes de la gobernación, [pero] existe un plan estatal integral para abordar las raíces de los problemas sociales y culturales que conducen a dichas crisis sectarias».[5

Luego de estos eventos, los aldeanos coptos de Al-Faran le dirigieron una carta al Presidente Al-Sisi solicitando su ayuda y afirmando que habían sido profundamente humillados y se les había impedido orar e incluso abandonar sus hogares. Ellos escribieron además: «En cada reunión [con los coptos] usted [Al-Sisi] enfatiza la improcedencia de dirigir expresiones ofensivas a cualquier ciudadano egipcio, pero hoy sabemos que, lo que está sucediendo en la práctica representa lo opuesto a su enfoque, porque [nosotros somos tratados] como criminales y transgresores que deben ser enjuiciados [meramente] por practicar su religión».[6]

Debería señalarse que la ley aprobada en agosto pasado permite la construcción de nuevas iglesias y la renovación de las antiguas, lo que anteriormente estaba prohibido. La ley estipula que una solicitud para construir o renovar una iglesia debe ser presentada por un representante de la comunidad copta al gobernador en cuestión y este debe aprobar la solicitud dentro del lapso de cuatro meses o especificar sus motivos para rechazarla. Además, el tamaño de la iglesia y sus anexos debe ser proporcional al número y las necesidades de la comunidad cristiana en el área.[7] Según las fuentes coptas, en lugar de hacer cumplir la ley, las autoridades favorecen la solución de conflictos entre musulmanes y coptos por medio de comités de mediación locales que no tienen base en la ley.[8]

Según los medios estatales egipcios, algunas iglesias nuevas han sido construidas en el país. Por ejemplo, en mayo, 2017 informes afirmaron que se inauguró una segunda iglesia en la aldea de Isma’ilia en Al-Minya, construida con donaciones de cristianos y musulmanes[9] y que se planea construir una nueva catedral copta en la gobernación de Asyut.[10] En el primer aniversario de la aprobación de la nueva ley, el diario Al-Yawm Al-Sabi’, cercano al régimen, informó que el comité ministerial formado para este fin había estado manejando los procedimientos para aprobar nuevas iglesias y reabrió iglesias que habían sido cerradas, en cooperación con representantes de las diversas facciones en la iglesia copta.[11]

Hasta hace poco, parecía ser que las protestas y las críticas al régimen habían dado sus frutos, ya que en septiembre, 2017 fue tomada la decisión de reabrir dos iglesias en Al-Minya, en las aldeas de Kidwan y Al-Faran. En una declaración el 10 de septiembre, el patriarcado de Al-Minya expresó su «gratitud al presidente por abordar las quejas de los coptos en las dos aldeas, así como también su gratitud por la buena voluntad mostrada por el ministerio del interior, el gobernador de Al-Minya y el departamento de seguridad y por los residentes musulmanes de los [dos] pueblos».[12] El padre Athanasius Al-Makari, quien es anfitrión de programas en el canal de televisión Mehwar TV, confirmó que Al-Sisi había respondido al pedido del Obispo Macarius para reabrir las iglesias cerradas en Al-Minya.[13]

Sin embargo, aunque la crisis parecía haber subsanado después de la intervención del presidente, en octubre, 2017 los coptos nuevamente se quejaron por el cierre de iglesias en Al-Minya. El 28 de octubre, el Obispo Macario anunció que se habían cerrado cuatro iglesias más en la gobernación ese mismo mes y agregó: «Nuestro derecho más básico es el derecho a orar, el cual se encuentra arraigado en la constitución y no dejaremos de exigir este derecho hasta que se haya realizado. El temor es que, luego de [la aprobación] de la ley de construcción de iglesias, el énfasis puesto en los derechos de los coptos como ciudadanos egipcios, las directivas del honorable presidente y las reiteradas promesas de igualdad de derechos y de no discriminación, la última palabra será dicha por aquellos que desean imponer su voluntad a las instituciones del estado. Nosotros nos oponemos categóricamente a esto y el presidente enfatiza en cada oportunidad de que se opone a este hecho también».[14]

En respuesta, el gobernador de Al-Minya Al-Bedewi, declaró el 29 de octubre que los funcionarios de la gobernación creían en el derecho de todo egipcio a practicar libremente su religión. Este negó los informes de los coptos sobre los enfrentamientos con los ciudadanos locales y dijo que su administración aprobaba las solicitudes oficiales de la iglesia respecto a las casas de culto.[15]

Los incidentes provocaron un debate en los medios de comunicación egipcios. Muchos escritores, tanto coptos como musulmanes, afirmaron que la institución egipcia adopta un enfoque dual: aprueba leyes que garantizan los derechos básicos de los cristianos, incluyendo la libertad de culto, pero en la práctica las fuerzas de seguridad le impiden a los coptos ejercer sus derechos. Algunos escritores instaron al Presidente Al-Sisi a intervenir antes de que ocurra una tragedia.

A continuación se presentan extractos de algunos de los artículos sobre este tema en la prensa egipcia.

Escritores egipcios: Las instituciones estatales están plagadas de extremismo y no protegen a los coptos; el presidente debe hacer cumplir la nueva ley de iglesias

‘Imad Gad, miembro copto del Parlamento egipcio y columnista del diario egipcio Al-Watan, lamentó que, a pesar de la aprobación de la nueva ley, el derecho a construir iglesias haya sido denegado a los coptos en muchos casos. Este afirmó que «las instituciones estatales están plagadas de extremismo» e instó al presidente, que a menudo enfatiza la necesidad de igualdad entre los ciudadanos de Egipto, a que intervenga personalmente para resolver este problema.

Este escribió: «A pesar de que ha pasado un año desde que se aprobara la ley sobre la construcción y renovación de iglesias, la situación permanece tal como estaba: no hay cambios ni desarrollo en la situación existente, donde los intentos de construir nuevas iglesias y renovar [las antiguas] son detenidas y frustradas… Vemos [decenas de] instancias hoy en las que coptos desean construir pequeñas iglesias para orar y practicar su religión, en aldeas e incluso en ciudades… pero la negligencia de las autoridades [cumpliendo con su deber] previene esto, especialmente en el contexto de incitación de elementos de Al-Jama’a Al-Islamiyya, la Hermandad Musulmana y la corriente salafista en esas localidades. [Estas fuerzas] alientan a los ciudadanos comunes a manifestarse contra la edificación de iglesias, que a veces les lleva a detener la construcción por medio de la violencia y la fuerza. El estado parece estar indefenso para controlar la situación, y bajo el estandarte de restaurar la calma y la convivencia, la construcción de la iglesia es interrumpida y las puertas se abren para que los comités de arbitraje tradicionales decidan el destino de tal iglesia…

«La situación en Al-Minya es trágica, ya que sabemos hasta qué punto la ideología radical se ha extendido en esta gobernación… transformándola en un bastión del extremismo donde han tenido lugar crímenes inhumanos… Hoy el sufrimiento es incluso mayor, especialmente ante los complots creados por algunos funcionarios policiales que, para poner por ejemplo, cerraron la iglesia en la aldea de Kidwan con el pretexto de que unas pocas familias [en la aldea] se oponen a su existencia. El Obispo Macarius de Minya ha dicho en este contexto: ‘Más de 15 lugares [de culto] nuestros han sido cerrados por órdenes de las [fuerzas] de seguridad, aunque cada paso dado fue de acuerdo a la ley’. Este agregó que ‘existen 70 pueblos, ambos grandes y pequeños, que no tienen una casa de rezos», por lo que los residentes no tienen más remedio que caminar kilómetros hasta la iglesia más cercana para orar.

«Esto está sucediendo en Egipto en el siglo 21, luego de dos revoluciones en las que los coptos tomaron parte junto a otros sectores de la sociedad egipcia, siguiendo los llamados del pueblo egipcio por la vida, la libertad, la justicia social y un estado civil moderno; y el Presidente ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi habló de ciudadanía e igualdad entre todos los egipcios y dijo que prefiere que un egipcio no sea definido por su religión o secta, sino como egipcio y nada más. Por consiguiente, le decimos al presidente en voz alta y clara que el extremismo está desatado en las instituciones estatales y se encuentra arraigado en las autoridades y administraciones gubernamentales y también entre los cuerpos policiales. Como resultado ellos mismos apoyan la ideología extremista e implementan los fatuas del muftí de la Hermandad Musulmana respecto a la construcción y renovación de iglesias. Ello omite hacer cumplir la ley nombrando comités de arbitraje que pertenecen al período anterior al establecimiento del estado, [comités] que representan las costumbres de los beduinos del desierto, cuando Egipto es un país que ha tenido un gobierno central unificado durante los últimos 7.000 años.

«Señor Presidente, sabemos que usted es un ilustrado pensador y cree los principios de ciudadanía, pero muchos círculos en el país, específicamente en el ejecutivo, no creen en ello y [de hecho] salen a confrontarlo asestando un golpe mortal al [principio de] ciudadanía adoptando una política de discriminación contra los egipcios basados en su fe. Lo que está ocurriendo respecto a la construcción y renovación de iglesias, específicamente en la gobernación de Al-Minya, parece probar esto. Pedimos su intervención para que la ley sea cumplida y se ponga fin a las violaciones al principio de ciudadanía y coexistencia en Al-Minya».[16]

Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes por favor copie o pulse el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/articles-egyptian-press-condemn-security-forces-extremist-anti-copt-measures

*C. Meital es compañero investigador en MEMRI.

[1] En referencia a la aprobación de la nueva ley, véase Investigación y Análisis No. 1273 de MEMRI, Régimen egipcio aprueba ley para la construcción de iglesias, satisfaciendo a la Iglesia copta; el conflicto interreligioso continúa, 6 de octubre, 2017.

[2] Al-Hayat (Londres), 14 de agosto, 2017.

[3] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 22 de agosto, 2017.

[4] Copts-united.com, 13 de agosto, 2017.

[5] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 21 de agosto, 2017.

[6] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 22 de agosto, 2017.

[7] Al-Yawm Al-Sabi’ (Egipto), 30 de agosto, 2016.

[8] Dicha referencia es dirigida a los comités compuestos por representantes de las comunidades musulmana y copta que se reúnen para resolver los conflictos entre estas comunidades en las aldeas egipcias, como alternativa para resolverlos en los tribunales. Esta práctica ha sido criticada por los coptos egipcios y otros, quienes afirmaron que estas reuniones tienen como objetivo eliminar los cargos contra los agresores musulmanes mientras persuaden a las víctimas coptas a renunciar a sus derechos e incluso a abandonar sus aldeas. Para conocer sobre un incidente del 2015 en Beni Suef en el que familias coptas fueron expulsadas de su aldea, véase MEMRI Despacho Especial No. 6097, Expulsión de familias coptas de sus hogares provoca revuelo y controversias en Egipto, 8 de julio, 2015.

[9] Al-Yawm Al-Sabi’ (Egipto), 9 de mayo, 2017.

[10] Al-Ahram (Egipto), 6 de mayo, 2017.

[11] Al-Yawm Al-Sabi’ (Egipto), 6 de septiembre, 2017.

[12] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 10 de septiembre, 2017.

[13] Albawabhnews.com, 15 de septiembre, 2017.

[14] Wataninet.com, 29 de octubre, 2017.

[15] Wataninet.com, 29 de octubre, 2017.

[16] Al-Watan (Egipto), 15 de agosto, 2017.