Recientemente, los diarios del gobierno de Siria han publicado artículos antisemitas. En uno de ellos, el redactor Jallal Kheir clamó que los judíos se chuparon la sangre de las heridas en Jesús durante Su crucifixión, y llamaron en los árabes, musulmanes y cristianos a unirse para derrotarlos.

En el segundo artículo, el investigador Mustafa Antaki llamó «sanguijuelas» a los judíos, y los acusó de chupar sangre y consumir los recursos de «la gente».

Lo siguiente son extractos de los artículos:

«El sonido de las [campanas] de la Iglesia en nuestra patria árabe anuncia que Jesús – a quien ellos hirieron y cuyas nobles y sangrantes heridas chuparon – encuentran aun en estas más anhelo de sangre»

En su columna en el diario del gobierno sirio Al-Thawra, Jallal Kheir Bek escribió: [1] «Jerusalén, la capital cultural árabe, está herida y atormentada. El sonido de las campanas y de las iglesias se escucha por doquier. Bajo nubes negras esparcidas por la entidad sionista, los tormentos [que comenzaron] el Viernes Santo [continúan] hasta el Día del Juicio Final, [ambos] en Jerusalén y en los otros países árabes heridos. El estado de la entidad sionista vierte fuego y sulfuro en las iglesias y sobre las mezquitas en la Jerusalén árabe – desde la mezquita Al-Aqsa a la Iglesia de la Natividad en Belén – y sobre los alminares de las mezquitas y las campanas de la [iglesia] en la infeliz Irak.

«Jerusalén, la ‘Capital de la Cultura Árabe’, despierta la memoria adormecida árabe, y constituye una nueva resurrección – la misma gran resurrección que emana desde las profundidades de las heridas y esparce una nueva abundancia de luz en el universo, que no muere, sino irradia y brilla cada vez más mientras el dolor de las heridas se incrementa. Desde cada herida surge una flor roja, que le recuerda al universo el color rojo que se derramó el día en que Jesús caminó la ruta al Golgotha, cuando los sionistas se regocijaron y su goce creció debido a Sus heridas sangrantes. Él [Jesús] dejó en cada hombre una herida que no puede sanar, y una tormenta [de emoción] que sólo se incrementa con el tiempo…

«La agonía de ese triste Viernes [Santo] surge de nuevo cada año, y con esta llega la resurrección de las sagradas heridas y su perdón. Al mismo tiempo, los colmillos de aquéllos que sembraron la destrucción y causaron un gran tormento también despiertan a la vida, para llevar el mensaje al mundo de que aquéllos que llevan puesto el ropaje del hombre [es decir los judíos] no son sino lobos con dentaduras afiladas, con mandíbulas boquiabiertas, que no consideran ni las heridas ni el perdón, sino que cargan un rencor secreto contra Jesús [aunque] Él los perdonó y pidió que fuesen perdonados…

«[La declaración del 2009 al] año de Jerusalén como la capital de la cultura árabe es una declaración de que las heridas de Jerusalén y Palestina no dormitan, sino que permanecen en la conciencia árabe, sangrante todavía, como para liberar [la fuerza de] la voluntad árabe de su sueño y recordarle a las mezquitas e iglesias en la patria árabe de los dientes de los lobos – [los lobos] que no se han saciado todavía con sobreponer la sangre y vivir en las huellas del perdón. La Iglesia de la Natividad [en Belén] y en la mezquita Al-Aqsa en la Jerusalén santa no salvaron el resentimiento prístino de [los judíos]; en sus ataques, [los lobos] no discriminan entre los seres humanos, vegetación u objetos inanimados. Ellos matan, desarraigan y erradican, porque muy dentro de ellos, Judas no dormita, y él les instruye a que vivan de la sangre de los inocentes. Además, ellos viven de la sangre que chupan, y se ganan la vida a través de los cristianos en los Estados Unidos y en otros países occidentales que se han vuelto sionistas. Éstos ‘amos’ [han adoptado el sionismo] como si no pertenecieran [a la religión de] Jesús, e incluso renuncian a esta.

«El sonido de las [campanas] de la iglesia en nuestra patria árabe anuncia que Jesús – a quien ellos hirieron y cuyas nobles y sangrantes heridas, chuparon – encuentran en ellas aun más anhelo de sangre… y por la muerte y destrucción que siembran a lo largo del mundo musulmán y cristiano, porque un estado de venganza de sangre prevalece entre ellos y toda la humanidad. Y curiosamente – son el Pueblo Elegido, y tienen el derecho de hacer cualquier cosa que les plazca en el universo…

«Todos los días, los alminares de las mezquitas y las campanas de las iglesias, en Palestina y a lo largo de toda la tierra árabe, realizan un servicio conmemorativo, para que nunca se olvide que la sangre árabe, musulmana o cristiana no ha saciado la sed del lobo, desde los tiempos cuando [Jesús] caminó hacia el Gólgota hasta hoy día. Este lobo sólo verá una hermandad de mezquitas e iglesias, que expresan la unidad de su destino y la demarcación [y defensa] de esta santa región por las venas, y las manos, de los árabes – haciendo de esta una espina en la garganta de los que poseen colmillos quienes no conocen la saciedad.

«Viernes Santo y la Pascua caen durante la festividad de Al-Jalaa en Siria – y esto es de suma importancia, proveyendo las raíces para la unidad nacional y pan-árabe y reiterando que el alba de la independencia, que los hijos de esta nación crearon con sus propias manos, venas y arterias, traerá en su estela el retorno de Palestina, Al-Aqsa y la Iglesia del Santo Sepulcro al jardín árabe, repleto con flores rojas…

«En Palestina, ellos tocarán los himnos de la libertad. Las heridas del retorno de [los palestinos] triunfarán, y la sangre dominará a los dientes de los lobos, que pasarán de este mundo.

«Así como Siria expulsó a los ejércitos invasores, así también expulsará el ummah a los ejércitos de su tierra santa, y reclamará la libertad y pureza de las mezquitas y las iglesias y erradicará sus huellas salvajes de la tierra pura – [la tierra que] produjo las leyendas sobre Palestina de ser la Tierra Prometida de los [judíos]».

«Quizás algún día el mundo se despertará y comprenderá que estos elementos sionistas son las sanguijuelas que se cuelgan a la gente, mientras chupan su sangre y consumen sus recursos»

En su artículo, el investigador Mustafa Antaki se refiere y cita de un libro titulado Los Francmasones y los Sionistas y su Papel en el Colapso de la Unión Soviética, por Nijm Salman Al-Hajjar.

«[Al-Hajjar escribió en su libro:] ‘El contenido de esta investigación es un esfuerzo por revelar varios hechos de gente que piensa que Alá es solo suyo, que Alá es privado y no tiene ninguna conexión con otros, y que ellos nacieron para actuar en la obra teatral de la creencia religiosa… Sus esfuerzos causaron una tragedia de sangre que perjudicó a toda la humanidad. Ellos crean crisis y unen al mundo por la fuerza, esparciendo estas crisis con el propósito de imponer el control y vaciar de contenido a las otras creencias religiosas…’

«Uno sólo puede maravillarse cuando uno hojea la Torah y encuentra expresiones de crueldad y basadas en la maldad sobre el asesinar y destruir a la raza humana y causar resentimiento y odio… No existe ninguna duda de que los hechos de los francmasones y los sionistas en la Unión Soviética fueron llevados a cabo sobre este esquema.

«La corrupción esparcida por los sionistas a lo largo de las edades llevó a ramificaciones negativas en el proceso de edificación del socialismo… [Según Al-Hajjar, sus hechos corruptos incluyen] ‘el intento de asesinato contra Lenín; la toma de puestos centrales y únicos por unos cuantos [sionistas]; la guerra contra los leninistas dentro del régimen; la participación en la crisis económica de 1929 y en la explotación de los resultados de la [Primera Guerra Mundial]; las reuniones secretas con los nazis; el apoyo y refuerzo a la maquinaria de guerra de Alemania; la contribución activa para ahondar la brecha social en la sociedad soviética; la participación de la inteligencia sionista-norteamericana-británica en traer a los judíos soviéticos a la Palestina ocupada; y la presión ejercida sobre las autores soviéticos que participaron denunciando los roles de los sionistas…

«la maldad de los sionistas en Rusia fue revelada seguido a la Revolución de Octubre y la caída del gobierno interino. Ellos organizaron una serie de operaciones contra el detener la guerra con Alemania, seguido al tratado de paz Brest-Litovsk de [1918] [entre Rusia y los Poderes Centrales]. [Los sionistas] exigieron continuar la guerra, según los intereses británicos, y lanzaron operaciones de propaganda entre el pueblo ruso, atacaron los convoyes de alimentos, hicieron volar los rieles de los ferrocarriles, y llamaron en la intervención de los poderes de Occidente para que ataquen al nuevo estado soviético. Ellos fueron compañeros activos con todas las fuerzas a través de la U.R.S.S. [trabajando] para derrocar al régimen soviético y restaurar el régimen feudal monopolizador.

«[Sin embargo], los sionistas fueron infructuosos en detener la expansión del movimiento revolucionario, y fracasaron en todos sus esfuerzos por derrocar al régimen soviético – el cual los llevó a cambiar la naturaleza de sus relaciones con el régimen socialista. Los sionistas mostraron solidaridad con aquellos responsables de la Guerra Fría, y perpetuaron actividades hostiles dentro de la U.R.S.S. y fuera de esta. El aborrecible papel jugado por los sionistas en Ucrania y en Bolivia no puede ser ignorado – ellos desfalcaron flagrantemente los recursos económicos y políticos de ambos países.

«Quizás un día el mundo se despertará y comprenderá que estos elementos sionistas son las sanguijuelas que se le cuelgan a la gente, chupando su sangre y consumiendo sus recursos…» [2]


[1] Al-Thawra (Siria), 20 de abril, 2009.

[2] Teshreen (Siria), 21 de abril, 2009.