El día 11 de julio del presente año 2022, el periodista Ahmed Almohannadi, quien fue candidato en las elecciones parlamentarias celebradas en Qatar en el año 2021, expresó actitudes sexistas hacia la mujer en su columna publicada en el diario qatarí Al-Sharq. En la columna este compartió una carta que supuestamente recibió de una lectora, en la que relataba un incidente sucedido a su persona: Una noche, manejando en dirección a su hogar del trabajo, su auto se estropeó y ella se halló indefensa y asustada, ya que, al ser mujer, no pudo lidiar con la situación. Este incidente, escribe ella, la llevó a darse cuenta de lo que toda joven debe reconocer: de que aunque esté empleada, conduzca un auto y se esfuerce por conseguir su independencia, sigue siendo una mujer débil e indefensa, a diferencia de un hombre que, «gracias a su fuerza y ??personalidad, puede superar cada obstáculo que este encuentra».
Lo siguiente son extractos traducidos de la carta que Almohannadi compartió en su columna:[1]
«Estimado y honorable Ahmed Almohannadi. Le agradezco mucho por su columna, la cual es más que excelente y yo espero que continúe así. Espero acepte mi contribución a su columna publicando mi carta. Al retornar del trabajo una noche, mientras conducía por un barrio en Doha, sospeché tenía un neumático pinchado. Salí del auto y vi que el neumático estaba realmente pinchado. Aparqué el coche a un lado de la carretera. La zona estaba muy tranquila y oscura. Estaba confundida y no podía hacer nada. La batería de mi teléfono estaba descargada y no había nadie allí para pedirle ayuda. Me quedé allí, perdida y confundida, porque soy mujer y me sentí impotente. En ese momento vi un auto que venía hacia mí y quería señalarle que necesitaba ayuda, pero no pude, porque no quería que pensaran mal de mí. Luego llegó un individuo asiático y se ofreció ayudarme y acepté. Este intentó e intentó retirar la rueda de repuesto del auto, pero no pudo, porque no tenía experiencia en ello. Entonces, un joven qatarí pasó de largo y me vio parada al costado de la carretera. Este se me acercó con educación y respeto y me dijo: ‘Hermana, ¿necesita ayuda?’ Dije que sí y este dijo: ‘Siéntese dentro del auto mientras le cambio la llanta’.
«Me subí al auto, avergonzada y me preguntaba qué se suponía debía hacer luego que este terminara de ayudarme. ¿Debería darle las gracias y simplemente dejarlo ir, o sería un error? Esta fue la primera vez que he estado en esta situación y muchas preguntas inquietaron mi mente. En ese momento entendí que, aunque tengo un empleo y conduzco un auto, todavía soy una mujer débil, incapaz de hacer nada. Un hombre, en cambio, sigue siendo un hombre que gracias a su fuerza y ??personalidad puede superar cualquier obstáculo que se le presente. Las mujeres lo desean todo, conducir un auto y ser independientes en todo sentido, sin embargo cuando pasa lo mas mínimo se llenan de debilidad y temor. Eso es lo que yo digo y toda mujer joven debe admitirlo y no negarlo por arrogancia. Por supuesto que hay algunas mujeres que son iguales a los hombres y ocupan puestos de responsabilidad, pero son minoría.
“Gracias a Alá, el asunto terminó bien. Después de cambiar la llanta, el joven me sorprendió y alivió mi vergüenza y aprensión diciendo, ‘Márchese, pueda Alá estar con usted’. Luego se subió a su auto y se alejó. Ni siquiera esperó a que le diera las gracias. Más que eso, le pagó algo de dinero al individuo asiático por ayudarlo. Luego mis ojos se llenaron de lágrimas y no sabía si eran lágrimas de alegría o de miedo, entendí que eran lágrimas de alegría por el noble espíritu de nuestros hermanos y jóvenes qataríes, que son tan decentes y serviciales y protectores de sus hermanas… Desde ese día he tenido más cuidado. No entro en áreas oscuras por la noche e instalé un cargador de teléfono en el auto. Gracias a Alá, nuestro país es bueno y seguro y estamos orgullosos de ello. Muchas gracias».
[1] Al-Sharq (Qatar), 11 de julio, 2022.