Ante la actual tensión entre Canadá y Arabia Saudita luego del arresto a activistas de los derechos humanos en Arabia Saudita[1] el 8 de agosto, 2018 Muhammad Al-Sa’ed, quien escribe en el diario saudita ‘Okaz, publicó un artículo altamente crítico y con mucha dureza sobre Canadá. Este escribió que, luego de la derrota de Hillary Clinton ante Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses, los círculos izquierdistas de todo el mundo encontraron en Canadá un sustituto de los Estados Unidos y que Canadá por ende se había convertido en parte de una «alianza del mal» que incluye a la izquierda, Irán y la Hermandad Musulmana (MB). Este agregó que Canadá está actuando para destruir al Medio Oriente y en especial al Reino saudita como parte de una ofensiva colonialista que, en lugar de utilizar tropas, tanques y aviones de combate, difunde los valores «dementes» de la izquierda en defensa de los derechos humanos. Pero Arabia Saudita dijo, se mantiene firme frente a esta nueva «guerra cruzada», evitando cualquier violación a su soberanía.
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[2]
Muhammad Al-Sa’ed (imagen: skynewsarabia.com)
«La burda postura de Canadá sobre los temas sociales en el reino [saudita] no es nueva, sino que más bien ha sido continua durante años, a pesar de los intentos diplomáticos por parte de Arabia Saudita de actuar de manera flexible hacia [esta postura]. Las acciones de Canadá no son más que una agresión sistemática y planeada que va más allá del apoyo a los derechos humanos o las libertades y constituye un intento de controlar e imponer los valores de la izquierda canadiense.
«Mientras el gobierno racista canadiense esparce sus izquierdistas lágrimas de cocodrilo sobre las libertades, este no tiene en cuenta la verdadera supresión que [este mismo] implementa contra los habitantes autóctonos de Canadá. [Además], Turquía por ejemplo, ha arrestado a miles de sus residentes ante una disputa ideológica con los hombres del [opositor Fethullah Gülen]. La restricción [de] las libertades allí y los ataques mediáticos son un hecho cotidiano que perjudica a miles. [Además], Irán es la mayor fuente de violencia, terrorismo y asesinato de su propio pueblo y de los pueblos de la región, ni tampoco existen derechos humanos en Qatar, que no los reconoce y nunca los ha experimentado. Sin embargo, los canadienses no se inmutan en lo absoluto [ante todo esto].
«Lo que está haciendo Canadá es mucho más grande de lo que intenta describir y comercializar para el mundo. No se trata del [recientemente arrestado activista saudita] Samar Badawi, ni de los activistas hombres y mujeres que han sido llevados ante un tribunal saudita y cuyo número no excede de 10 individuos – en comparación con los 80.000 [que han sufrido un destino similar] en Turquía. Lo que Canadá ha estado tramando durante años es de hecho, parte del imperialismo y constituye un nuevo intento de colonialismo cultural, [librado] en apariencia de afecto por los activistas de derechos humanos en lugar de los tanques, aviones y tropas. [Canadá está librando] una guerra en contra de los valores religiosos, las profundamente enraizadas costumbres sociales y las tradiciones árabes – [una guerra] a la cual el reino [saudita] se opone, al igual que muchos países árabes y musulmanes.
«¿Qué tiene que ver el reconocimiento de los homosexuales con los derechos humanos? ¿Qué tiene que ver el permitir que los homosexuales tengan clubes y que realicen sus deseos y lujuria con la justicia social? ¿Qué tiene que ver [que los homosexuales] se casen, adopten y hereden? con los principios legales?
«Todas estas cosas son derechos bizarros [inventados por] los círculos izquierdistas y liberales extremistas, que los han forzado sobre Occidente y ahora están tratando de forzárselos al reino [saudita] [también]. ¿Por qué? Por la buena razón de que Arabia Saudita fue y sigue siendo un muro de contención, contra la difusión de estos valores dementes que estos han estado comercializando desde el lanzamiento del Nuevo Proyecto del Medio Oriente. La caída de Riad significa la finalización de la difusión de estos valores en el mundo árabe y musulmán.
«Nuestro problema no es solo con Canadá, sino también con la alianza de la izquierda, la Hermandad Musulmana y los iraníes en el mundo. [Este] triunvirato del mal [mantiene] a cientos de falsas organizaciones de derechos humanos y cientos de medios de comunicación que monopolizan los temas [que a estos les interesan]. [Este triunvirato] se ha opuesto al reino desde la década de los años 60, reemplazó a los comunistas con Irán luego de la caída del bloque soviético y cree que su control en el Medio Oriente será absoluto solo después de que controle al reino [saudita].
«La alianza del mal cree totalmente que descuidó su batalla sobre Arabia Saudita durante el mandato del anterior presidente [estadounidense] Barack Obama y ahora se flagela a sí mismo por el hecho de que no aprovechó esa administración de extrema izquierda para eliminar a Riad. El eje ‘izquierdista’ se reposicionó y encontró refugio en el gobierno canadiense, como sustituto de Washington luego que [Donald Trump] derrotara a Hillary Clinton en las elecciones estadounidenses.
«Arabia Saudita simplemente le ha propinado un golpe a Canadá, el encabezado de esta alianza y le quebró la espalda, no solo diplomáticamente, sino también con un rotundo boicot económico y cultural… durante muchos años, los canadienses se han creído los profetas de los derechos humanos en el mundo, ahora creen que han recibido un mandato de Jesús para difundir los valores del cristianismo en su nuevo sentido izquierdista.
«Esta es una nueva cruzada en una forma diferente y con un nuevo disfraz. Es una guerra que porta los valores de la democracia pero que oculta la cruz bajo su reluciente vestimenta y proclama consignas sobre derechos mientras sostiene su daga asesina a sus espaldas.
«La soberanía, tal como Riad lo entiende, no significan consignas dirigidas externamente con concesiones secretas. Significa una postura determinada en las fronteras de las relaciones respetuosas y de la no interferencia. Por lo tanto, cuando la soberanía se ve perjudicada, se producen varias reacciones sauditas porque Riad se despierta una mañana y revisa los archivos de su país y dice: ‘Boicoteemos este país y llamemos a consulta a nuestro embajador de ese país’…
«¿Recuerdan el boicot petrolero [árabe] a Occidente? ¿La expulsión de los embajadores de los Estados Unidos de Irán y de Suecia]? [O] el retiro de los embajadores [sauditas] de algunos países, por ejemplo, de Alemania hace varios meses y recientemente de Canadá? Esta es la política del paciente cuando finalmente se enoja».
[1] Sobre este tema, véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 7613 – Ante las tensiones Arabia Saudita-Canadá, cuenta Twitter saudita sugiere posible ataque al estilo 11-S en Canadá; autoridades sauditas ordenan cierre de la cuenta, 7 de agosto, 2018.
[2] ‘Okaz (Arabia Saudita), 8 de agosto, 2018.