Introducción

Oligarquía es una manera de gobernar en la cual un pequeño grupo de personas ejercen todo el control, especialmente con fundamento corrupto y egoísta. En Arabia Saudita, este pequeño grupo de personas está compuesto por la realeza, príncipes descendientes del fundador del Reino Saudita Moderno, Rey Abd Al-Aziz bin Sa’ud quien, a su muerte en 1953, dejo atrás 44 hijos (un número incontable de hijas) y 17 esposas.

La oligarquía real saudita [1] es una desviación original e inaudita del sistema cuyos miembros están relacionados con el fundador polígamo de dicha nación. Los príncipes que gobiernan consideran la riqueza petrolera de Arabia Saudita como dominio propio y llevan una vida extravagante a expensas de activos nacionales.

Según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas el producto interno bruto (PIB) per capita de Arabia Saudita disminuyó de $18,604 en 1980 a $10,815 en 1999. [2] En términos reales, la inflación factorial del PIB per capita en 1999 fue de solo $6,900. [3] Arabia Saudita ha permitido que un aproximado de 4 mil millones de trabajadores extranjeros incluyendo sirvientas, choferes y otros empleados domésticos, transfieran aproximadamente $70 mil millones de dólares a sus países de origen en los últimos cinco años. [4]

La Sucesión de Poder

La Moderna Arabia Saudita fue fundada por el Rey bin Sa’ud en 1932. Desde su muerte, cuatro de sus hijos han estado a la cabeza del trono de manera sucesiva. Primero la corona perteneció al hijo primogénito, Sa’ud. Posteriormente en 1964, Faisal heredó el trono. Después de que Faisal murió a manos de un sobrino en 1975, Khalid ocupó el trono y finalmente desde 1982, Fahd, se encuentra a la cabeza del reino y lo mantiene hasta hoy en día.

La familia real saudita es la encargada de elegir al heredero a través de un proceso secreto. El elegido recibe el nombre de «Príncipe Coronado» y ocupa el puesto de asistente del primer ministro del gabinete del rey hasta el momento de su coronación. Hoy en día, el Príncipe Abdallah bin Abd Al-Aziz es el príncipe coronado. En caso de convertirse en rey, éste sería el quinto hijo de la familia de bin-Sa’ud en ocupar el trono.

El Rey Fahd ha nombrado a seis de sus hermanos, quienes, junto con él son considerados los «Siete Sudairi» y ocupan los puestos más poderosos del reino: [5]

Fahd bin Abd Al-Aziz – Rey

Abdallah bin Abd Al-Aziz – Príncipe Coronado y Sub Director del Primer Ministro

Sultan bin Abd Al-Aziz – Sub Director del Primer Ministro y Ministro de Defensa

Na’if bin Abd Al-Aziz – Ministro de Asuntos Internos y es el Responsable de 13 Provincias de Arabia Saudita

Mut’ib bin Abd Al-Aziz – Ministro de Obras Publicas y Vivienda

Turki bin Abd Al-Aziz – Comandante de la Guardia Nacional

Nawaf bin Abd Al-Aziz – Director de Inteligencia Central

Los Siete Sudairi son el núcleo de la oligarquía Real Saudita y reciben el apoyo de un círculo de príncipes de la realeza quienes, en su mayoría, son hijos o descendientes de uno de los cuatro reyes que ha gobernado Arabia Saudita durante los últimos 70 años. Algunos de estos príncipes, tales como los gobernadores de provincias, son personalidades muy poderosas. De hecho, a una provincia se le conoce como «Imara» o principado y el Emir (príncipe) mantiene autoridad absoluta sobre dicho territorio. En caso de que estos cuerpos electos se ausenten, entonces la autoridad del rey será la autoridad suprema. Otros príncipes controlan asuntos relacionados con la seguridad, tales como la defensa y la guardia nacional.

Existen dos excepciones, el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Petróleo. Tradicionalmente, estos puestos han sido ocupados por personas que no pertenecen a la familia real. En el caso del Ministerio de Finanzas, es probable que la oligarquía misma haya llegado a este acuerdo para evitar que cualquiera de los príncipes controle las finanzas de la nación. Aunque el reino maneja un presupuesto otorgado por el gabinete del rey, parece que no hay un control estricto sobre los gastos. El petróleo es la principal fuente de ingresos del país, por lo que el Ministerio de Petróleo también es dirigido por una persona ajena a la familia real. Desde el punto de vista saudita, es un ministerio técnico y todas las decisiones políticas que afecten por ejemplo, el precio del crudo o la postura que deben tomar en las reuniones de la OPEP son tomadas por el rey o por sus sub directores.

Los siete hermanos aún sostienen la mayoría del control político. Sin embargo, seis de estos hermanos ya tienen más de 70 años de edad y el Rey Fahd tiene 82 años. Es lógico pensar que en un futuro no muy distante, una nueva generación de príncipes, incluyendo al Príncipe Bandar bin Sultan, el Embajador Saudita en Estados Unidos, competirán para ocupar los puestos más importantes del gabinete, esta competencia puede ser desestabilizadora e inclusive brutal para el país.

Los Príncipes en los Negocios

Ha habido muchos príncipes que han generado fortunas dirigiendo negocios que por lo general, están relacionados o son apoyados por el estado, por ejemplo, contratos de construcción de gran importancia o monopolios apoyados por el estado. Sin embargo, a excepción del Príncipe Salid bin Talal, uno de los hombres más ricos del mundo, no existe gran cobertura de los príncipes en los diarios.

Gráficas de la oligarquía real:

Gráfica I: La Monarquía y los Sub Directores
Gráfica II: Miembros Reales del Gabinete y sus Asistentes
Gráfica III: La Estructura del Gobierno Sub Nacional (Imarat o Principados)*
Gráfica IV: Príncipes en otros Puestos Públicos

*El Dr. Nimrod Raphaeli es un Analista del Programa de Estudios Económicos del Medio Oriente de MEMRI


[1] La elaboración de estas graficas se fundamentó en un extenso análisis de diarios sauditas, particularmente dos, Okaz y Al-Riyadh—los cuales nos permitieron reunir estas graficas básicas de la organización de la Oligarquía Real Saudita y los Ministerios, Principados y Agencias a su cargo. Las graficas están muy competas en cuanto a los más altos escalones del poder saudita. Incluyen los nombres de 66 príncipes (mas el rey) que se mencionan con frecuencia en los periódicos, en conexión con las tareas que tienen a su cargo o cuando desempeñan actos de presencia social. Pueden ser mencionados si requieren de atención medica en el extranjero. Así mismo, se hace alguna referencia en los diarios en caso de algún donativo que hayan realizado o cuando realizan una «nota de agradecimiento» por parte de alguna familia rica e importante saudita que, por lo general, cuenta con los recursos necesarios para pagar dicha nota en los diarios. Las graficas proporcionan evidencia visual de la perseverancia de la de la oligarquía saudita sobre todos los aspectos del Estado. Además, las graficas demuestran que la oligarquía está en manos de muy poca gente, quienes manejan la vida de mas de 22 millones de sauditas. Una vez mas, con la excepción del Ministro de Finanzas y el Ministro de Petróleo, todos los de más príncipes y ministros reciben muy poca cobertura en los diarios sauditas.

[2] UNDP, Human Development Report, Oxford University Press, 2001, p. 179.

[3] World Bank Atlas, 2001, p.45.

[4] Al-Jazirah (Arabia Saudita), Junio 28, 2002.

[5] www.desert-voice.net/new_page_3.htm