La edición de abril-mayo del 2007 de la revista jihadi en línea Sada Al-Jihad, publicada por el Frente Global de Medios de Comunicación Islámico (FGMCI), incluye un artículo del Jeque Hussein bin Mahmoud [1] titulado «Permítanles Que Encuentren la Crueldad en Ustedes» en el que critica a los musulmanes por ser demasiado indulgentes en su guerra contra sus enemigos. Bin Mahmoud declara que Alá les ordenó a los musulmanes que combatieran a sus enemigos furiosamente, sin compasión o misericordia, y usa los versos coránicos para apoyar sus aserciones. Él exalta el ejemplo de Abu Mus’ab Al-Zarqawi, quién cortó las cabezas de los infieles y atacó con terror en sus corazones.
Lo siguiente son extractos del artículo:
«Cuando… Al-Zarqawi salía y mataba a unos cuantos infieles, los [defensores de] la tolerancia y la amistad convulsionaban».
«La manera de [emprender] el jihad cambia según los medios [disponibles], las innovaciones, tácticas y prácticas. En la historia de las conquistas islámicas, el jihad fue [emprendido] según éstos principios generales [cambiantes]… qué no podemos enumerar aquí en su totalidad. Podemos, sin embargo, mencionar un aspecto donde nuestra nación [islámica] está ahora en una necesidad alarmante, y ya que muchos musulmanes hoy día tienen un [entendimiento] distorsionado de los dogmas y principios islámicos, debido a [la influencia del] enemigo, o debido a [la influencia] de algunos musulmanes cuyo espíritu ha sido derrotado… y han comenzado a distorsionar el [verdadero] significando de los versos coránicos bajo [el pretexto del] racionalismo, la moderación, una [perspectiva] civilizada, o nociones similares. Estas nociones han perdido su [verdadero] significando y se han convertido en sinónimos de derrota, retirada, impotencia y falsificación de las verdades del shari’a islámico.
«El aspecto que los musulmanes deben aceptar es el de la crueldad y firmeza en el jihad. Muchos musulmanes hoy día están educados en un espíritu que está lejos del [verdadero] espíritu del Corán… La nación musulmana es la nación más fuerte en la historia… ya que tiene al profeta más poderoso, el libro más poderoso [e.d., el Corán] y la religión más poderosa sobre la Tierra, y es la nación que golpea más fuerte a sus enemigos, [ya que los combate] según el shari’a islámico. Debido a estas cualidades, [la nación musulmana] es la más impresionante de las naciones, y nadie [se atreve a] codiciar [lo que le pertenece], mientras se adhiera a sus principios y a las fuentes de su fortaleza, las cuales son el Corán y el sunna.
«No es exageración decir que tantos musulmanes hoy día nunca han escuchado hablar de los versos coránicos [que hablan del] jihad… y no creen que el Corán incluye versos que hablan de la fuerza, la firmeza, el terror y la crueldad, ya que han escuchado hablar tanto de paz, seguridad, compasión, amistad, justicia, gracia, honestidad y moderación. Éstas son todas palabras de la verdad, pero en tiempos de guerra, estas son usadas para expresar falsedades.
«Cuando el emir y comandante Abu Mus’ab Al-Zarqawi salía y mataba a algunos infieles, [los defensores de] la tolerancia y la amistad convulsionaban. Saltaban, amenazaban y juraban que este [acto] va en contra del espíritu del [Islam]. Cuánto sufrimiento nos ha causado esta gente y sus partidarios! Cuando les dijimos que Alá nos ordenó cortarle las cabezas [a los enemigos], ellos dirían, ‘esta atento a Alá, y no inventes cosas’, y teníamos que traerles el Corán y mostrarles estos versos para que nos [creyeran]. Algunos de ellos inclusive voltearon el libro [y observaron] la portada para asegurarse que realmente era el Corán. Ésta [lente] había leído el Corán muchas veces, pero no lo habían leído [cuidadosamente]…»
«El musulmán perfecto es manso con sus compañeros creyentes y tosco hacia su enemigo, el infiel»
«Una rápida revisión de algunos versos del Corán [nos ayudará] a caracterizar [el concepto de] crueldad en la batalla, para que los musulmanes entiendan la verdad sobre este asunto y [comprendan] lo que les está faltando de sus planes de estudios [escolares], sermones y cursos de religión. La nación [musulmana] debe urgentemente familiarizarse a si misma con estos aspectos militares del Corán, para que pueda tratar con sus enemigos y luchar contra [ellos]… de la manera prescrita por Alá para concederle a [la nación] la victoria. Después de la gran batalla de Badr, Alá le dijo al Profeta [Muhammad]…: ‘No es de cualquier profeta el tener cautivos hasta que haya hecho una matanza en la tierra. Ustedes desean los bienes frágiles de este mundo, mientras que Alá desea [para ustedes] el más allá; y Alá es Poderoso y Sabio [Corán 8:67]’… La palabra ‘profeta’ en este verso aparece en la forma indefinida, que significa que [todos] los profetas solían matar a muchos de sus enemigos por la espada en lugar de tomarlos cautivos… Alá dice esto explícitamente [en el verso siguiente]: ‘Y luego que te encuentres a los infieles en batalla, degollados, y después de que hayas matado a muchos de ellos por la espada, colócales [los] grilletes, y después o los dejas libres si lo deseas o permíteles que se rescaten a si [mismos] hasta que finalice la guerra [Corán 47:4]’…
«La primera batalla verdadera combatida por los musulmanes fue la batalla de Badr, en la que capturaron a muchos politeístas y retenerlos para pedir rescate, según la costumbre de los árabes [pre-islámicos]. Alá les reprendió y explicó que éste no era el camino de los profetas, ya que [los profetas] mataron a muchos de los líderes infieles y soldados para purgar la tierra de ellos… y [de] preparar al mundo para el da’wa por la causa de Alá. Durante la batalla de Badr, algo importante pasó: Alá le ordenó a los ángeles combatir junto a los musulmanes y fortalecer sus espíritus, y Él le dijo a [los ángeles] que golpearía el terror en los corazones de los infieles. [El Corán dice]: ‘Recuerda que tu Señor inspiró a los ángeles [con el mensaje]: Estoy con ustedes. Dale firmeza a los Creyentes, [y] yo implantaré el terror en los corazones de los Incrédulos. Degollad sus cabezas y golpea con violencia todos sus dedos [Corán 8:12]’…
«Éste fue el comienzo de la guerra contra los infieles, y la conmoción inicial, [con el propósito de] llenar los corazones [de los infieles] con temor y terror de los musulmanes, para que dejen de resistirse y acepten el tratado, y luego o se convierten al Islam si lo desean, o continúan viviendo bajo el tratado y lleguen al acuerdo de no hacerse daño…
«[La cuestión es]: Esta violencia, crueldad y firmeza – Es [con el objetivo de ser] una ley permanente y un rasgo de guerra, o sólo aplica a los tempranos [años del Islam]? La respuesta [es dada en] el Corán 9:123, dónde Alá dice: ‘O ustedes quiénes creen! Combatan a los infieles que les están cerca, y permítanles hallar la crueldad en ustedes, y sepan que Alá está con el creyente’. Éste fue uno de los últimos suras en descender, sus versos estaban entre los últimos en descender, y las leyes que [colocaron] son eternas… El musulmán perfecto es manso con sus compañeros creyentes y duro hacia su enemigo, el infiel…»
«Alá ordenó a los creyentes… no mostrarle misericordia o compasión a [sus enemigos]»
«Hoy, el contenido de todos estos versos están quizás condensados en un solo verso, el cual es: ‘Si ustedes castigan, entonces castiguen de la manera en que fueron afligidos [Corán 16:126]’. [En este verso], Alá [nos] ordena combatir al enemigo de la misma manera en que nos combate, matarlos de la misma manera en que él nos mata, y matar a aquéllos que deliberadamente se propusieron matarnos. Hoy día, nuestros enemigos nos atacan con bombas nucleares, [bombas] tipo racimo y [bombas] químicas qué han matado a muchos de nuestros hombres, mujeres y niños, destruidos casas y cosechas, esparcieron enfermedad y quemaron los cuerpos de [personas]. Nosotros [por consiguiente] tenemos el derecho de combatir por los mismos medios, por la orden de Alá que [nos instruye] a ser crueles y feroces [con el enemigo] y golpearlo con violencia, para enseñarle a los otros una lección…
«Estos versos nos enseñan que Alá le ordenó a los creyentes que fuesen firmes, poderosos, crueles y radicales en matar a los enemigos que combaten al [Islam], y no mostrarles misericordia o compasión… Esto aplica al jihad ofensivo. Qué hay sobre [el caso en el qué] los infieles atacan los estados musulmanes, vierten la sangre [musulmana], violan el honor de las mujeres y ofenden al [Islam]? En ese caso, no existe ninguna duda de que deben ser golpeados y muertos con una crueldad aun mayor, como una lección para otros y para llenarlos con el temor por la nación [musulmana], para que nadie desee atacar a [los musulmanes] en ninguna parte, nunca jamás. Ya que Alá dijo en el Corán: ‘Si ustedes obtienen el dominio sobre ellos en la guerra, dispérsenlos y a aquéllos que les siguen, que pueden recordar [Corán 8:57]’…
«Las guerras son combatidas sobre la base de las teorías de guerra, y no [sobre la base ] de una mezcolanza de condiciones pacifi[cas] y filosofías que son pura plática. [La guerra] es derramamiento de sangre y muerte, y no [un asunto para] argumentos religiosos, teorías, debates y… programas sobre los canales de televisión por satélite. Nuestros virtuosos antepasados implementaron los principios del Corán, y los resultados fueron asombrosos: [ellos ganaron] victoria tras victoria y el triunfo de Alá fue realizado, porque defendieron su fe y obedecieron su orden de matar, dispersarse y golpear con violencia a los enemigos de la fe…
«Observando al [mundo] islámico hoy día, encontramos que estos decretos divinos no fueron implementados casi nunca. Tuvimos una vez a dos hombres a quienes nosotros le pedimos a Alá que les diera larga vida larga para que reavivaran la tradición de Khaled [Bin Al-Walid]. [2] [Estos dos hombres eran] el comandante Sayf Al-Islam Khattab [quién lideró el jihad en Chechenia] y el Emir Abu Mus’ab Al-Zarqawi… A pesar de sus cortas vidas, dejaron un legado duradero que será recordado por las generaciones en camino… Ellos estaban entre aquéllos quienes estuvieron de pie más firmemente contra los infieles, y le recordaron a los musulmanes de algunos de los versos del [Corán] [que se les había olvidado]. Ellos mataron y degollaron cabezas, y la sola mención de sus nombres en cualquier frente fue suficiente para asustar a los enemigos y dispersar a aquéllos que les siguieron…
«Pueda Alá enviar a la nación [musulmana] a alguien que les dará muerte más [salvajemente], golpeará el terror en sus [almas], desgarre sus corazones… degolle sus cabezas, les quiebre miembro a miembro y vierta su sangre en el río…
«Hussein Bin Mahmoud
«El día 29 de Rabi’ Al-Awwal, 1428 (17 de abril, 2007)».