Imagen cortesía: www.mehmal.blogspot.com
El 28 de mayo del 2010, más de 90 fieles inocentes fueron asesinados durante los ataques a dos mezquitas de musulmanes Ahmadi en la ciudad paquistaní de Lahore. Los talibanes de Punjab, quienes están alineados con Al-Qaeda, se atribuyeron la responsabilidad de los ataques. A pesar de que continuos ataques han tenido lugar sobre los musulmanes Ahmadi en Pakistán en las últimas décadas, estos ataques fueron espectaculares y de gran escala en naturaleza.
Los musulmanes Ahmadi, también conocidos como ahmadiyyas, son execrados por los clérigos radicales paquistaníes tales como los qadianis, es decir, en nombre de la ciudad norteña hindú de Qadian desde donde se originó el Movimiento Ahmadía. El líder secular de Pakistán Zulfiqar Ali Bhutto declaró que los musulmanes Ahmadi no son musulmanes. En consecuencia, periodistas paquistaníes y escritores se ven obligados a referirse a ellos simplemente como qadianis o ahmadis, mientras que sus mezquitas no pueden describirse como «mezquitas».
En un reciente artículo titulado «Los Ahmadiyyas: Las Víctimas en Silencio de Pakistán», que fue publicado por el portal hindú rediff.com, el antiguo editor pakistaní Mehmal Sarfraz (foto arriba) criticó al gobierno de Pakistán por no actuar para evitar la campaña de odio contra los musulmanes Ahmadi en Pakistán.
Sarfraz, quien es el editor del editorial de opinión del diario con sede en Lahore Daily Times y el Secretario General Adjunto de las Mujeres en los Medios de Comunicación del Sur Asiático, observó: «Fue espantoso ver como ningún político tuvo el coraje de llamar a los asesinados ahmadis ‘shaheed’ [mártires] tal como generalmente se hace después de otros ataques terroristas, y que ninguno de ellos fue tampoco a los funerales de los asesinados».
Lo siguiente son extractos de su artículo: [1]
«En un mensaje de texto enviado a los periodistas, los terroristas advirtieron que si los ahmadíes no salen de Pakistán, deben estar preparados para enfrentar la muerte a manos de los amantes del Profeta Mahoma»
«El pueblo de Pakistán fue testigo de dos ataques terroristas simultáneos en Lahore el 28 de mayo del 2010. Miles de feligreses se congregaron para los rezos del Viernes en dos mezquitas Ahmadi ‘Baitul Noor’ en Model Town y ‘Darul Zikr’ en Garhi Shahu, cuando fueron atacado por terroristas portando chalecos suicidas, esgrimiendo fusiles Kalashnikov y granadas de mano. Más de 90 personas perdieron la vida mientras que cientos más resultaron heridos. El aspecto más horrendo de los ataques gemelos fue que ambos iban dirigidos a la comunidad Ahmadiyya, una minoría religiosa que ha sufrido en silencio durante demasiado tiempo.
«El ala Punjab del grupo Tehreek-e-Taliban Pakistan se atribuyó la responsabilidad de los ataques del viernes. En un mensaje de texto enviado a los periodistas, los terroristas advirtieron que si los ahmadíes no salían de Pakistán, deberían estar listos para enfrentarse a la muerte a manos de los amantes del profeta Mahoma (que la paz esté con él). Fue un triste recordatorio de cómo los fanáticos religiosos han logrado promover el sectarismo y también constatar la vulnerabilidad de la comunidad Ahmadiyya en Pakistán.
«Hace un par de meses, una amiga escribió algo tan fuerte en Twitter que de inmediato llamó mi atención. Ella twiteó,» Tres ahmadis muertos en Faisalabad el jueves (1 de abril, 2010). Estos fueron emboscados por un coche con múltiples francotiradores y fueron fusilados (presumiblemente con armas semiautomáticas o automáticas) más de 80 veces. Murieron antes de llegar al hospital. ¿Es esta su República Islámica de Pakistán? Yo les maldigo, les maldigo, les maldigo! Escalofriantes palabras, no es cierto! Y viniendo de alguien que nunca pierde la calma, me hizo comprender la burla que hemos hecho de los derechos fundamentales de los ciudadanos en esta ‘tierra de los puros’.
«Los ahmadis tienen puntos de vista diferentes sobre la finalidad de la profecía de la de otras sectas musulmanas. Los musulmanes generalmente creen que el Profeta Mahoma (que la paz esté con él) es el último profeta del Islam, mientras que los ahmadíes creen que el Profeta Mahoma (que la paz esté con él) fue el último de los profetas dadores de la ley en la tradición de Moisés y Jesús. Ellos creen que Mirza Ghulam Ahmad (1835-1908) fue un profeta ‘ummati’ [un profeta subordinado] y que fue el Mesías prometido y junto al Imam Mahdi eran uno. Los ahmadis Lahori creen que Mirza Ghulam Ahmad era un reformista religioso y no un profeta. Independientemente de las creencias de los ahmadíes, el verdadero problema recae en los clérigos en Pakistán, que siempre han tenido un problema con los ahmadíes en darle reverencia a Mirza Ghulam Ahmad.
Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/4374.htm
[1] www.rediff.com (India), 2 de junio, 2010.