Por: Alberto M. Fernández
Detalle de la tumba del Imam Yahya Ibn Al-Qasim del siglo XIII en Mosul, hecha añicos por el EIIS
Un reciente informe de MEMRI en el 2017 documentó la difusión de los libros de texto del EIIS en la plataforma de medios sociales en Europa Telegram.[1] Este desarrollo ilustró dos partes clave sobre el uso agresivo de la narrativa del EIIS en los medios sociales y en la educación. Los libros de texto no estaban sorprendentemente plagados de imágenes y términos relacionados al yihad violento. Esto, por supuesto, es lo que se espera del grupo terrorista más famoso del mundo.
Pero el problema al contenido intolerante, supremacista y violento en los libros de texto escolares en el mundo musulmán, desde el norte de África hasta Pakistán, ha sido un tema público desde hace décadas, mucho antes del surgimiento del Estado Islámico. Las campañas para cambiar el tóxico contenido de los libros de texto entre los palestinos y en Arabia Saudita han suscitado un interés de altísimo nivel por parte del gobierno de los Estados Unidos. Pero el problema es mucho más generalizado y ha existido desde mucho antes del surgimiento de los medios sociales, los cuales han facilitado gran parte de la última ola de movilización yihadista.[2] Esta continua siendo una preocupación política; un estudio inédito en el 2013 comisionado por el Departamento de Estado estadounidense sobre los libros de texto sauditas sólo vio la luz del día en el 2016 a través de la Ley a la Libertad de Información.[3]
En octubre del 2013, MEMRI publicó un exhaustivo estudio sobre los libros de texto utilizados en las escuelas públicas (no las famosas madrazas islámicas privadas) en Punjab, Sindh, Beluchistán y Khyber Pakhtunkhwa, las cuales mostraban el cómo los jóvenes alumnos eran adoctrinados con conceptos de violencia y martirio así como también con odio hacia los no musulmanes.[4] Tres años después, la columnista pakistaní Zubeida Mustafa lamentó la profunda intolerancia presente en los libros de textos escolares, tras la publicación de un mordaz informe que decía «los libros glorifican la guerra, ‘de otra manera’ los no musulmanes, toman un punto de vista uni-dimensional de la realidad, distorsionan la historia y categorizan a la mujer».[5]
Esfuerzos realizados en Jordania en octubre, 2016 para hacer que los libros de texto fuesen menos sectarios e intolerantes fueron enfrentados con la quema de libros y el enfadado activismo de los medios sociales.[6] Algo del material en los nuevos libros era la imagen de una mujer sin una pañoleta en la cabeza y la inclusión de cristianos jordanos en los textos. Entre los que dirigieron la respuesta a los atenuados nuevos libros de texto se encontraba la Asociación de Maestros de Jordania, durante mucho tiempo dominada por islamistas, así como también el grupo opositor Frente Islámico de Acción (la Hermandad Musulmana en Jordania). Un portavoz de la asociación de maestros se quejó de que el número de versos coránicos en los libros de texto en árabe del quinto al décimo grado había disminuido de 261 a sólo 44.[7]
La agitación en Jordania subraya un problema básico en la reforma a los libros de texto. Estas no son escuelas religiosas, sino escuelas estatales. El desafío no se limita a los libros de texto, sino que incluye a los maestros y a los institutos de formación de profesores que durante mucho tiempo han sido de postura suave para con los islamistas.
Sin embargo, a pesar de estos profundamente arraigados problemas, se ha progresado, al menos sobre las páginas escritas. Los intelectuales liberales locales, tales como Mustafa, Abdul Hamid Al-Ansari de Qatar, Ibrahim Al-Buleihi de Arabia Saudita y otros han desafiado el estatus quo tóxico.[8] Los grupos minoritarios étnicos y religiosos son reconocidos y menos demonizados en algunos lugares. Después de Gadafi, Libia reconoció los idiomas minoritarios no árabes y reconoció la posibilidad de que fuesen estudiados en las escuelas.
El nexo de los textos intolerantes, los medios de comunicación social, los predicadores extremistas y los líderes del pensar y la pasividad de los estados regionales en relación a ellos, subrayan cuánto del «momento» islámico en la región, en sus dimensiones ideológicamente intolerantes y violentas[9], es fabricado. Los islamistas y yihadistas se basan en una lectura específica de elementos del Islam fundacional, pero la naturaleza omnipresente de su lectura y su extensión y alcance, es algo que fue fabricado conscientemente.
Mientras que el Estado Islámico critica amargamente no sólo a otros musulmanes sino a otros islamistas, su lectura de la historia islámica, la experiencia vivida de los musulmanes a lo largo de los siglos, es como la de muchos de sus rivales una población intelectualmente empobrecida y limitada. La gran ironía de la controversia de los libros de texto y el veneno que los islamistas y los yihadistas producen es que están presentando una imagen del Medio Oriente musulmán que en realidad pudiera ser desafiada por una lectura alterna de esa misma historia y experiencia vivida.
El académico estadounidense Howard Zinn es, para muchos una figura notoria, un marxista cuyo texto de historia de 1980 es altamente influyente, La Historia de los Estados Unidos busca proveer una lectura alterna de izquierda a la historia norteamericana.[10] El libro vendió varios millones de copias y es utilizado en algunas escuelas secundarias y universidades. La idea de Zinn, que fluye de su cosmovisión ideológica y de leer de las fuentes, era describir «la historia norteamericana como una larga crónica de explotación, opresión y engaño», poniendo de relieve supuestas voces e historias sub-expuestas o desconocidas.[11] Yo no soy admirador de la visión política y de las tergiversaciones de Zinn, pero me pregunto cómo se vería una «Historia del Pueblo del Mundo Musulmán».
Tal libro o serie de libros, aún por escribirse, ilustrara la gran diversidad que existe en el Medio Oriente musulmán durante gran parte de su historia, diversidad no sólo entre los musulmanes y no musulmanes, sino también entre los propios musulmanes. Esto desmitificara el período de comienzos del Islam siguiendo las líneas del libro iconoclasta Al-Fitna Al-Kubra de Taha Hussein de 1947. Este relatara las historias de aquellos que están por debajo, de la amarga revuelta de esclavos negros en el siglo IX en Irak, de sectas musulmanas heterodoxas, de poetas umayas cristianos bebedores de vino tales como Al-Akhtal e incluso de poetas musulmanes abasidas como Abu Nuwas, en todo su esplendor.
Esto tendría relación a las muy reales conquistas y glorias de la civilización islámica y los costos humanos de tal historia. En esta, uno pudiese aprender tanto de ambos el esplendor y el aprendizaje de la Córdoba islámica y de los mártires cristianos de Córdoba. Las poblaciones sunitas hoy pudieran aprender de los pasados gobernantes chiitas y viceversa, sin interjecciones. La libertad religiosa también sería parte esencial, aunque probablemente parte controversial de tal plan de estudios.[12]
Es bien sabido que los islamistas han convertido su pasado en armas con éxito.[13] El tema ahora es si los musulmanes liberales pueden hacer lo mismo y, lo más importante, permitir que el espacio político y la base pedagógica lo pongan en práctica de una manera que avance una agenda tolerante y de iluminación pero también respete la data histórica tal como es. Al final, el agitprop (propaganda), o las «historias falsas», incluso para la mejor de las supuestas intenciones, no va a ser lo suficientemente bueno como para resistir el escrutinio público. Esto puede y debe reflejar innumerables narraciones alternas, pero no puede remodelar tampoco totalmente la realidad para adaptarse a una edad diferente.
Pero rescatar la historia islámica de los islamistas sólo puede ser parte de una educación humanística mucho más amplia la cual también incluye música y el arte, tal como ha sugerido el Dr. Al-Ansari. Esto no quiere decir que un sistema educativo mejor y más tolerante sea una especie de panacea anti-yihadista. La radicalización es un proceso complejo y una ideología de guía es importante, pero es uno de varios factores clave.[14] Y la versión islámica de la historia islámica es poderosa porque es, a pesar de escogerse las mejores partes, está fundamentada en la historia.
Mientras que mi principal motivación aquí es buscar herramientas adicionales y complementarias en la lucha contra lo seductor y engañoso del yihad, también poseo un objetivo más humilde. Este es precisamente la diversidad y multifacética humanidad, el esplendor y la miseria, la complejidad y la contradicción de la civilización islámica que me atrajo a su estudio hace ya décadas. Ese es un patrimonio multifacético que vale la pena conocer en su plenitud y totalidad, tanto para los musulmanes como para los extranjeros.
*Alberto M. Fernández es Vicepresidente de MEMRI.
[1] MEMRI Despacho Especial No. 6767, Canal en Telegram circula copias completas de los libros de texto infantiles utilizados por el EIIS, 1 de febrero, 2017.
[2] «Este es un libro de texto saudita. (Luego de la intolerancia este fue eliminado)». Washingtonpost.com, 21 de mayo, 2006.
[3] «Estudio del Departamento de Estado sobre los libros de textos sauditas», Nytimes.com, 25 de agosto, 2016.
[4] MEMRI Investigación y Análisis No. 1020, Libros de texto en las escuelas del gobierno de Pakistán que enseñan el odio contra los cristianos e hindúes y yihad y el martirio a jóvenes estudiantes, 30 de septiembre, 2013.
[5] «Libros de texto de odio», Dawn.com, 1 de abril, 2016.
[6] «Manifestantes queman libros mientras Jordania reduce papel de la religión en las escuelas», Thenational.ae, 22 de marzo, 2017.
[7] «Manifestantes queman libros mientras Jordania reduce papel de la religión en las escuelas», Thenational.ae, 22 de marzo, 2017.
[8] MEMRI Informe Diario No. 113, Desempaquetando el mensaje de odio con el Dr. Al-Ansari, 20 de diciembre, 2016.
[9] «La esclavitud de la Historia: Daesh/ El EIIS y el Pasado Islámico», Trendsinstitution.org, 9 de marzo, 2017.
[10] «Agit-Prof – Las influyentes mutilaciones de Howard Zinn a la historia norteamericana», Newrepublic.com, 18 de marzo, 2013.
[11] «Una Historia Honesta de Howard Zinn», Nydailynews.com, 26 de julio, 2016.
[12] «La lucha contra el terrorismo en Pakistán debe incluir el promover la libertad religiosa», 21 de marzo, 2017.
[13] «Nibras Kazimi: El Cómo los Yihadistas Ponen en Armas a la Historia Islámica y Cómo Desarmarla», Youtube.com/watch?v=FPALbk2NQjw, publicado el 2 de junio, 2016.
[14] «Motivos para el Martirio: Al-Qaida, Yihad Salafista y la Propagación de Ataques Suicidas», MITpressjournals.com, Invierno 2009.