En un artículo el 7 de abril, 2017 para El Times de Moscow titulado «Rusia se ha Arrinconado a sí Misma en Siria», el comentarista ruso Vladimir Frolov afirma que la retórica ira pública de los altos funcionarios rusos contra el ataque aéreo estadounidense a una base aérea siria es engañosa. En privado, existe ira contra Assad y sus partidarios iraníes por ir demasiado lejos con el ataque químico del gas sarín y sorprender al Kremlin. Al lanzar el ataque, Assad complicó los esfuerzos de Putin por lograr un acercamiento con los Estados Unidos forjados en una lucha común en contra del EIIS, así como también los recientes intentos de Rusia de pasar en ser combatientes a pacificadores a través del proceso de Astana.[1] Assad también expuso el hecho de que el acuerdo ruso-estadounidense del 2013 sobre la eliminación del arsenal químico de Siria fue una farsa, socavando así el estatus de Putin como estadista. Al forzar la mano de Trump, Assad creó una situación en la que a Rusia le toca elegir entre Trump y Assad.

Frolov le recomienda a Rusia que prevalezca poniéndose del lado de los estadounidenses disciplinando al propio Assad, por ejemplo utilizando sus activos en Siria para dejar varados en tierra a la fuerza aérea de Assad. Este sería un gesto apreciado por los estadounidenses que pudiese salvar las relaciones con el gobierno de Trump, mientras le señala a Assad y a los iraníes de que Rusia no apoya una solución militar a la guerra civil siria y estos no deben sabotear el proceso de negociaciones donde Moscú ha invertido grandes esfuerzos

Republicamos a continuación el artículo de Frolov:[2]

 

Vladimir Frolov (Imagen: Kyivpost.com)

Assad hace tambalear al oso ruso

Parece extraño que la suerte de la relación Estados Unidos-Rusia tenga su auge y caiga en la utilización de armas químicas en Siria. En agosto, 2013, luego del horrendo ataque químico con gas sarín por parte del ejército sirio en el Ghouta oriental, que asesinó a más de 1500 personas, el Presidente Obama estuvo a punto de ordenar ataques con misiles sobre Siria, pero aceptó la oferta del Presidente Putin de destruir las armas químicas de Assad todo esto bajo supervisión internacional.

«Ahora, Moscú y Washington están una vez más enfrentados ante el ataque con misiles por parte de Estados Unidos sobre una base aérea siria en represalia por lo que parece ser la utilización de armas químicas por parte de Assad el 4 de abril en las áreas controladas por la oposición en Idlib. El ataque terminó con las vidas de más de 70 personas, muchas de ellas niños.

Se suponía que no iba a ser de esta manera. Se suponía que el combatir contra el EIIS debía ser producto de ambos los Estados Unidos y Rusia a fin de relanzar su relación bajo el gobierno de Trump, un presidente que incluso exhibió alguna voluntad de trabajar con Assad en la lucha contra el terrorismo. Días antes del ataque químico tanto la Casa Blanca como el Secretario de Estado Rex Tillerson reconocieron esencialmente la «realidad política de permanencia de Assad» en el poder. Moscú deseaba volver a comprometerse con Estados Unidos en esta área de interés común.

«El ataque químico en Idlib cambió todo, produjo un cambio radical en la postura personal de Trump sobre Siria y Assad e hizo difícil de evitar una acción militar contra el régimen sirio para castigar y disuadir a que no ocurran nuevos ataques. Trump se encajonó políticamente culpando inicialmente «la débil respuesta de Obama» y la decisión de no castigar la utilización de armas químicas por parte de Assad en el 2013 con ataques de misiles.

«Trump tuvo que probar su firmeza lanzando una respuesta militar por un acto horrendo de Assad que «cruzó demasiadas líneas». «El Secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson declaró sin rodeos que Rusia e Irán cargan con su responsabilidad moral por las muertes de los civiles en el ataque. Aun más ominosamente, este le pidió a Rusia que reconsiderara su apoyo a Assad, el cual no tendría «ningún papel en gobernar al pueblo sirio» e incluso abrió la puerta al cambio de régimen en Siria a través de «un esfuerzo internacional».

Assad saboteó el planificado reinicio de relaciones de Putin con Trump

«Todas estas acciones son importantes reversiones de las posturas declaradas de Trump y un gran golpe a las esperanzas de Moscú de reformar su relación con Washington. El Kremlin debe ahora encontrar la estrategia correcta para manejar este problema. Afortunadamente, tiene algunas opciones que puede poner en la mesa la próxima semana, cuando Tillerson se reúna con Vladimir Putin en Moscú.

«La reacción inicial de Rusia ante el ataque químico fue de defensa general a la Fuerza Aérea de Assad: estos bombardearon una fábrica de armas químicas de los rebeldes. Estos mismos rebeldes grabaron luego videos de niños muriendo por su exposición al gas sarín, fue previsiblemente desafortunado. Fue obvio también que Moscú se sorprendió por el ataque. Los amigos de Rusia en Siria no lograron darles el visto bueno.

Al reaccionar ante el ataque de misiles por parte de Trump contra la fuerza aérea de Assad, Rusia se apoyó fuertemente en la retórica escalonada, pero su respuesta tuvo poca sustancia. Moscú calificó el ataque como un acto de agresión contra un estado soberano y suspendió un acuerdo entre militares para evitar incidentes dentro del atestado espacio aéreo de Siria. En general, la reacción fue de auto-derrota. Después de todo, Rusia fue advertida de antemano por los Estados Unidos a través de este acuerdo exacto.

«Es posible que Rusia incremente el número de sus sistemas de defensa antiaérea en Siria para hacer que las operaciones en Estados Unidos sean más dificultosas, pero esto no cambiará mucho sobre el terreno. Moscú parece entender que se trata de un ataque único para demostrar la credibilidad estadounidense en forzar las normas internacionales vitales y proyectar una imagen de poderío estadounidense hacia otras potencias».

Assad humilló a Putin y está jugando con fuego

«Rusia todavía se aferra a sus armas en su manto de defensa al régimen sirio, pero esta vez en torno a Assad puede haber exagerado su mano. Este no respetó a Putin haciéndolo parecer impotente como garante del trato de las armas químicas con Washington o peor, cómplice de Assad en ser engañoso en el acuerdo. Este humilló a Putin ante Trump haciendo que Putin se viese débil. Es un insulto que el líder ruso nunca ha tomado a la ligera.

«Se siente entre los actores rusos de que Assad quizás estuviese deliberadamente tratando de hacer agua el proceso de paz de Astana en el que Moscú y Ankara invirtieron mucho capital político. Assad y Teherán desean una victoria militar total, no un acuerdo de poder compartido con los rebeldes derrotados. Assad y sus partidarios iraníes nunca pensaron mucho en Astana y estaban claramente irritados por Rusia y Turquía actuando como los chicos que dirigen el espectáculo.

«Putin esperará a que Tillerson evalúe si sería mejor para Rusia castigar a Assad en nombre del gran juego con Trump. Las cartas de Putin son mejores ahora que en el 2013 cuando estaba desesperado por prevenir ataques aéreos estadounidenses como para no parecer impotente en detenerlos. Lo que cambió a partir del 2013 es que los Estados Unidos ya no poseen una opción militar viable contra Assad y ningún apetito para deshacerse de él por la fuerza. Los ataques fueron simbólicos, no cambiaron mucho sobre el terreno. Esto hace segura la participación de Rusia en Siria.

«Lo que a Moscú debería preocuparle es si Trump ampliará los objetivos estadounidenses en Siria desde el enfoque en la derrota del EIIS a una política más expansiva de poner fin a la guerra civil y garantizar un arreglo político. Esto sería especialmente preocupante para Moscú si Trump hace esto mientras que al mismo tiempo se las da con Estados Unidos a través de una coerción militar, para hacer cumplir los acuerdos y que cesen los fuegos. Esto pondrá de lado a Rusia, pero aun no estamos allí.

«Si las investigaciones por parte de las Naciones Unidas al ataque con armas químicas culpan a Damasco, tendría sentido que Putin desempeñara el papel de ser un verdadero humanista. Una manera de que lo haga sería castigar suavemente a Assad prohibiéndole a su fuerza aérea levantar vuelo. Rusia posee suficiente poderío aéreo de defensa desplegado en Siria para hacerlo. No existe más Alepo para que Moscú lo tome, entonces ¿por qué no incentivar un poco más a Assad para llegar a un acuerdo negociado limitando sus opciones militares?

«Esto, por supuesto, enfurecerá a los iraníes. Pero estos han estado dirigiendo su propio programa de agendas a espaldas de Rusia. La administración Trump e Israel desean que Rusia se distancie de Irán y de sus objetivos en Siria. ¿Cuál pudiera ser una mejor manera de decirle a Tillerson que Rusia siente el dolor estadounidense sobre Irán? Y para Israel, Rusia acaba de reconocer a Jerusalén Occidental como su capital, pasándole por encima a Trump.

«Tillerson averiguara la próxima semana si la única perdona que puede realmente bailar el tango en Moscú estará de ánimo como para bailar, o no.

 

[1] Véase el comentario anterior de Frolov sobre el tema ‘Moscú Pasa de Combatiente a Pacificador en Siria, Moscowtimes.com, 25 de enero, 2017 y Comenzó con una Llamada, Moscowtimes.com 30 de enero, 2017.

[2] Moscowtimes.com, 7 de abril, 2017.