Una nueva serie histórica emitida en la [cadena] Sahar TV de Irán, grabada por el Proyecto de monitorización del MEMRI, presenta la era cristiana temprana desde un punto de vista islámico. El episodio séptimo, emitido el 30 de diciembre del 2004, muestra la crucifixión de algunos de los seguidores de Jesús por los romanos. En una escena que evoca la crucifixión de Jesús, la serie muestra a judíos que pasan cerca del lugar de la crucifixión deteniéndose para abusar del predicador cristiano crucificado Adonya, tirándole piedras alegre y malévolamente mientras es clavado en la cruz. Un soldado romano intenta detenerlos, pero los judíos le sobornan y continúan abusando de Adonya. Para personificarlos como judíos, los actores hablan como en los dibujos animados y llevan la indumentaria tradicional religiosa «judía» (un talís, que en realidad sólo se utiliza mientras se reza). Lo siguiente son extractos del programa; para ver clips de la serie, visite: http://memritv.org/Search.asp?ACT=S9&P1=461: 1
Soldado romano: «¡Alto!. Fabio, estás acusado de seguir la falsa religión de Jesús el cristiano y ofender a los dioses romanos, y quedas condenado a muerte. Fabio, serás crucificado. Lleváoslo».
Guardia romano: «¡Movéos!».
Soldado romano: «Adnán, serás crucificado por creer en la religión de Jesús el cristiano. Lleváoslo».
Guardia romano: «¡Movéos!. ¡Movéos!».
Soldado romano: «Salamis, serás crucificado por traición y robo. Lleváoslo».
Guardia romano: «¡Movéos!».
Salamis: «¡No, no!. Tened piedad. ¡No he hecho nada!».
Soldado: «Adonya, serás crucificado por extender el cristianismo. Lleváoslo. ¡Caminad!».
Salamis: «¡Tened misericordia de mí!. No he hecho nada. ¡Tened misericordia!. ¡Dejadme ir, dejadme ir!. ¡Os suplico que no me hagáis esto!. ¡Dejadme ir!».
Los hombres condenados aparecen [mientras] son crucificados.
Corte a dos hombres que hablan sobre un montículo.
Maximiliano: «¿Has leído el libro santo?».
Hombre: «No. Soy analfabeto y no sé leer».
Maximiliano: «Escucha, te leeré versos del libro santo. Está escrito en el libro santo que en la bendición de Moisés a los israelitas antes de su muerte, les dijo: ‘La luz divina llegó del Monte Sinaí, brilló para el pueblo desde el Monte Sair y se nos manifestó desde el Monte Farán’. La luz que se manifestará desde [el Monte] Farán es el profeta que nuestro Señor el Mesías ha predicho y su nombre es Ahmed».
Hombre: «¿Donde está Farán?».
Maximiliano: «¿Farán?».
Hombre: «Si.»
Maximiliano: «Farán es el valle donde vivió Abrahán con su esposa Hagar y su hijo Ishmael. El profeta, cuyo nombre es Ahmed y es Ishmaelita, aparecerá en ese valle».
Corte a la escena de los cristianos crucificados, que aún están vivos. Llega un carro de judíos.
Judío 1: «¡Mirad!. Parad, ¡parad! parad …»
Judío 2: «¿Quiénes son?».
Judío 3: «No sé».
Judío 4: «Creo que les conozco. Esperad, esperad. Soldado, ¿quiénes son?».
Soldado romano: «Adonya el predicador y algunos cristianos».
Judío: «¿Si?. ¿Cuál es Adonya?».
Soldado romano: «Es el de en medio «.
Judío: «¿Él?. Venid, hemos encontrado a Adonya el predicador. Apedreadlo. ¡El maldito!».
Los judíos tiran piedras al Adonya crucificado.
Soldado romano: «Parad. Os digo que paréis. Si se va a morir de todos modos. ¿Qué sentido tiene apedrearlo?».
Judío: «Eso es exactamente lo que decimos. Si se va a morir de todas maneras, ¿qué hay de malo en apedrearlo?. Ha engañado a muchos judíos».
Adonya (a los judíos): «¡Oh los engañados… no veo en vosotros resquicio alguno de la sabiduría que Moisés legó a sus creyentes. Dijo que vuestras almas son vuestro peor enemigo y vosotros no tenéis ninguna a la que echar la culpa, sino a vosotros mismos. Sed humildes…»
Judíos: «¡Apedreadle!».
Soldado romano: «Adonya ya ha sido castigado por sus obras. No tenéis ningún derecho a castigarlo».
Judío: «Coge esto [sobornando al soldado romano]. ¿Qué piensas ahora?. Ven. Ven conmigo. Quédate aquí y actúa como si nada».
Los judíos tiran piedras a Adonya de nuevo.
Adonya: «Miserables, los engañados…»
Soldado 1: «Me dio un lingote de oro».
Soldado 2: «Es como el botín de guerra».
Adonya: «Miserables, hipócritas. Miserables, hipócritas. Miserables, hipócritas. Oh vosotros que habéis escogido las mentiras y abandonado las leyes religiosas tolerantes de la misericordia, la justicia, y la fe. Miserables. Miserables que parecen buenos por fuera, pero que están podridos por dentro …»
Llega Maximiliano, y observa desde lejos.
Maximiliano: «¡Es Adonya!»
Adonya (balbuceando): «Miserables…»
Maximiliano (rezando): «¿Qué debo hacer, mi Señor?».
Adonya (balbuceando): «Oh vosotros, que limpiáis las tumbas de los profetas y decoráis las tumbas de los justos, pero os desviáis del camino de los profetas y no escucháis a los justos. Miserables. Miserables. Miserables, opresores hipócritas».
Maximiliano: «Dejadlo, cobardes. ¡Dejadlo!. Malditos. Malditos».
Maximiliano mata a un soldado romano y hace que los judíos y el otro soldado huyan.
Maximiliano: «Adonya. Adonya…»
Adonya: «¿Por qué arriesgas tu vida, Maximiliano?. Yo he llegado al final del camino y tus esfuerzos son inútiles».
Maximiliano: «Yo te rescataré. Debo encontrar un modo de hacerlo».
Adonya: «No te preocupes por mí. El momento de la unión se acerca. He alcanzado el objetivo deseado ante vosotros. Abandona este lugar, Los guardias regresarán pronto. Abandona este lugar, señor. Márchate».
Maximiliano: «¿Cómo puedo dejarte solo?».
Adonya: «Él está con Dios, Dios está con él».
1 Sahar TV (Irán), 30 de diciembre del 2004. La serie fue grabada en persa, pero fue doblada al árabe para [su] emisión.