El siguiente informe es cortesía del Proyecto Supervisión a la Amenaza Terrorista y Jihad en MEMRI (PSATJ). Para información sobre como suscribirse al PSATJ, haga clic aquí.

En un reciente artículo, el clérigo jihadista Husein bin Mahmud, excelente escritor en foros jihadistas, expresó su apoyo a la decapitación del periodista estadounidense James Foley por un miembro del Estado Islámico (EI). Bin Mahmoud escribió que la decapitación era una forma efectiva de aterrorizar a los enemigos del Islam, y subrayó que, en virtud de la ley islámica, Foley era harbi, es decir, un no musulmán cuya vida no estaba protegida por un acuerdo de protección. Además, este sostuvo que el Islam permite y fomenta ese tipo de actos, ya que es una religión de guerra y lucha.

Los siguientes son extractos del artículo, tal como fue publicado el 21 de agosto, 2014 en el foro Shumoukh Al-Islam.

«Todos los estudiosos… acuerdo sobre la permisibilidad de asesinar a un harbi (infiel)»

«No sé qué decir. Mi mente está perpleja por las palabras que he leído y escuchado de gente a la que no sé cómo describirla!! Millones de musulmanes han sido asesinados, torturados y expulsados ​​de sus hogares; decenas de miles de mujeres musulmanas les han violado su honor y han sido objeto de abusos sexuales por parte de los norteamericanos – aunque todavía hay gente llorando por un infiel cristiano estadounidense harbi que entró al Estado Islámico, sabiendo muy bien lo que el Estado islámico es, y sin un pacto [de protección]. Se suponía que los soldados del Estado Islámico le darían una palmadita en la espalda harbi a este harbi estadounidense y sonreírle? Todos los estudiosos, sin excepción, están de acuerdo sobre la licitud de asesinar a un infiel harbi, y acuerdan que su sangre y propiedad son blanco legítimo. Muchos de ellos [también] están de acuerdo sobre la permisibilidad de asesinarlo si es hecho prisionero. Entonces, ¿de dónde proviene esta condena del EI?… Que todos sepan que cuando un harbi entra en tierra del Islam sin un pacto legal [de protección], su propiedad, vida y progenie son un blanco fácil.

«Muchos musulmanes están influenciados por los falsos puntos de vista de Occidente y sus ideas repulsivas, que son exportadas a la nación islámica para debilitarla y cambiar la percepción de su juventud para que [los jóvenes] se vuelvan cobardes y subyugados y abandonen los medios de poder y de terrorismo, y así creen una generación que no conoce el combatir o el cortar cuellos. Recientemente vimos a algunos que se consideran estudiosos mezclando las cosas y engañando a la nación, cambiando los conceptos de la ley islámica para adaptarse a los planes de los enemigos. No sabemos si lo hicieron por ignorancia sobre algunos de los principios de la ley islámica, o [simplemente] estaban mintiendo…»

«Decapitar un harbi (infiel) es un acto santísimo por el cual un musulmán es recompensado»

«Cortarle las cabezas a los infieles es un acto cuya permisibilidad [musulmana] acuerda el ummah. Decapitar a un infiel harbi es un acto bendito por el que se recompensa a un musulmán. Lo [único] que los estudiosos desacuerdan sobre el asunto es la cuestión de transferir la cabeza de un lugar a otro, viajando con esta y llevándola consigo…»

Bin Mahmoud: Judíos, cristianos, chiitas y ‘alauitas que cometieron crímenes contra los musulmanes deben ser decapitados

Tras aclarar de que este se opone a asesinar musulmanes, bin Mahmoud continúa: «En cuanto a decapitar infieles judíos, cristianos y ‘alauitas, así como también a los chiitas apóstatas, que cometen crímenes contra los musulmanes, estos deben ser aterrorizados, llenarlos de temor y decapitados y sin ningún respeto. El cortar cabezas es parte de la tradición de los Compañeros del [Profeta]. En el Corán Alá ordenó dar con el mazo en los cuellos de los infieles, y aupó a los musulmanes a que hicieran esto. Este dijo [en Corán 47:4], «Cuando te encuentras en el campo de batalla con los que no creen, hiérelos en sus cuellos hasta que hayan asesinado y heridos a muchos de ellos…

«¿Cuántos hadiths [retransmitidos por] los Compañeros del Profeta hemos leído en los que exigían que este dé con un mazo en los cuellos de ciertos hombres, y el Profeta no condenó el dar con un mazo a los cuellos… El dar con un mazo al cuello era un asunto bien conocido que no suscitaba ninguna condena en las eras del Profeta, los califas correctamente guiados y sus sucesores, justo hasta el momento de la ocupación cristiana de las tierras de los musulmanes en el siglo [20]. Esos cruzados lucharon contra los conceptos jurídicos islámicos, distorsionaron la religión, y convencieron a los musulmanes que su religión es una religión de paz, palomas, amor y armonía, y que no hay sangre en esta, sin asesinatos y sin combatir. Los musulmanes permanecieron en este estado hasta que Alá revivió la tradición de la decapitación por medio del mujahid y verdugo Abu Mus’ab Al-Zarqawi, pueda Ala tenerle misericordia y aceptarlo como mártir».

«El Islam es una religión de derramamiento de sangre»

Bin Mahmoud continúa citando una larga lista de textos que, según él, demuestran que el Islam no condena la decapitación como medio para aterrorizar al enemigo, y luego subraya una vez más que el Islam no es una religión pacífica, ya que su esencia es el jihad y el martirio. Este llega a la conclusión de que «el Islam es una religión de decapitación»:

«La verdad es que lo que distorsiona la imagen del Islam no es la decapitación y el aterrorizar a los infieles, sino más bien aquellos que quieren que el [Islam siga el camino de] Mandela o Gandhi, con el no asesinar, combatir, brutalidad, el derramamiento de sangre o el dar con el mazo a cabezas o cuellos. Esa no es la religión del [Profeta] Mahoma hijo de ‘Abdallah, enviado [para luchar] con la espada [hasta] el Día del Juicio Final. El único sura coránico que lleva su nombre, Sura Muhammad, es [también] llamado ‘El Sura del Combatir’…

«El Islam es una religión de poder, lucha, jihad, decapitación y derramamiento de sangre, no es una religión de dar la mejilla izquierda a quien te haya dado una bofetada en la mejilla derecha. Por el contrario, es una religión de romperle la mano que es extendida para humillar a los musulmanes. [Cualquier musulmán] que luche por su propiedad, sangre u honor es un mártir.

«En el Islam, turismo [significa] jihad por la causa de Alá… No hay verdadera vida para sus creyentes sino a través del jihad, [y] el objetivo de sus combatientes es morir por el bien de su religión…»