En un artículo del diario iraquí Al-Zaman, un periódico publicado simultáneamente en Londres y Bagdad con un pedigrí independentista liberal que se remonta a los años cuarenta, el columnista Majid Aziza resalta la difícil situación de la comunidad cristiana árabe en el mundo musulmán. Lo que sigue son extractos del escrito: [1]
«Los cristianos nacidos en países árabes, huyen de sus países de origen. Esta es una afirmación común hoy día en todas partes y es cien por cien correcta. Las estadísticas muestran que un gran número de ellos ha emigrado a países más seguros para ellos y para sus hijos, como Estados Unidos, Canadá, Australia o Europa. El motivo es el hostigamiento de que son objeto por parte de agencias gubernamentales por un lado y de grupos fundamentalistas por otro, en países que han habitado durante miles de años…
«Los cristianos han vivido en el territorio hoy denominado [países árabes] durante siglos, junto con otros grupos religiosos y particularmente con los musulmanes, con los que compartían las penas de la vida. Pero los cristianos han perdido a sus socios por muchas razones, incluyendo el fanatismo religioso entre algunos musulmanes, el incremento demográfico por razones religiosas, y los actos de discriminación, coacción y expulsión colectiva o individual de cristianos, y las presiones sobre ellos incluso cuando sirven a sus países. Hay muchos ejemplos de esto en Palestina, Irak, Sudán, El Líbano, Egipto y otros países.
«Unos 4 millones de cristianos libaneses han emigrado de su país como resultado de las presiones de otros sobre ellos. Cerca de medio millón de cristianos iraquíes han abandonado su país por las mismas razones… La situación empeora hoy por la discriminación de los fundamentalistas salafíes, [fundamentalistas islámicos]. En Palestina, los cristianos están extinguiéndose como resultado del control de fundamentalistas musulmanes del tema palestino y el papel marginal de los cristianos, aparte del impacto negativo de la intifada, liderada por organizaciones islamistas, sobre los cristianos de Palestina. Con respecto a los cristianos de Egipto, los coptos, lo que les ocurrió y les ocurre seria suficiente como para llenar las páginas de libros y periódicos para explicar la coacción, la discriminación y la persecución tanto desde el estado como desde los islamistas. Lo que está pasando en Argelia, Mauritania, Somalia y en otros [países] es demasiado largo de explicar.
«Esta situación también se refleja en países [musulmanes] no árabes. En países islámicos como Pakistán, Indonesia o Nigeria, los cristianos sufren persecuciones. En Pakistán, [líderes espirituales] islamistas han decretado una fatwa [edicto religioso] que permite matar a dos cristianos por cada musulmán muerto por ataques norteamericanos en Afganistán, como si los norteamericanos representasen a la cristiandad del mundo. En otros países, [los cristianos] viven con miedo, bajo la sombra de la amenaza, y se enfrentan a un ciclo creciente de asaltos siempre que Estados Unidos o sus aliados llevan a cabo una operación militar contra cualquier país.
«Los cristianos tienen miedo de lo que les ocurra en estos países. La situación es bastante crítica y requiere atención urgente. Nos es difícil imaginar algún otro período en el que los cristianos hayan sentido un peligro mayor del peligro que sienten hoy en estos países…»
[1] Al-Zaman (Irak y Londres), 14 de septiembre del 2004.