El momento del traspaso de poder al nuevo gobierno provisional iraquí el 28 de junio, en lugar de la fecha «oficialmente» prevista del 30 de junio, pilló al mundo por sorpresa, no menos que a la prensa iraquí y a los medios de comunicación internacionales. El fin de la ocupación fue abordado con poco boato en las calles de Irak, tanto por el momento sorpresa como debido a la preocupación del pueblo por la situación de seguridad. Dos reporteros del diario árabe Londinense Al-Sharq Al-Awsat recorrieron las calles y barrios residenciales de la capital y dijeron esto al respecto del histórico acontecimiento:

«La ciudad parecía en calma con actividad en sus calles y mercados (…) Ver la ceremonia del traspaso de soberanía en la televisión iraquí era sorprendente, pero fue indudablemente ‘un golpe maestro’. En los últimos días Bagdad rebosaba de rumores encaminados a asustar a la gente de que la así llamada ‘resistencia’ iniciaría una serie de explosiones y ataques pensados para tomar los ministerios y bancos. Pero Bagdad respondió a los rumores manteniendo la calma y continuando con su vida normal». [1]

Lo que sigue es una recopilación de la reacción mediática iraquí al traspaso de soberanía :

Editoriales de la prensa iraquí

«Una celebración fría en un día cálido»

En el editorial bajo el título anterior, el diario independiente Al-Mada, cuyo editor Fakhri Karim fue seleccionado para unirse a la comisión suprema de 100 miembros encargada de seleccionar el organismo político que será responsable de preparar las elecciones, escribió acerca de la ceremonia de traspaso diciendo: «simbólicamente la ceremonia no se correspondió con [el] enorme precio que los iraquíes pagaron durante 25 años de un gobierno de un solo partido y un solo soberano, de un régimen de fosas comunes y un año, tres meses y 20 días de ocupación y caos que propició el escenario para el saqueo, los robos, los coches-bomba, los raptos y los asesinatos de ciudadanos iraquíes; días que se hicieron eco de décadas pasadas y aspiraciones inútiles, mientras los iraquíes nunca perdían la esperanza en un mañana mejor (…)

Los iraquíes no esperan que la situación cambie de la noche a la mañana y no esperan que su soberanía sea completa desde el primer momento. Es una prueba para si mismos tanto como lo es para el compromiso de los ocupantes con una entrega de la soberanía completa y una prueba de la eficacia del gobierno para tratar con la larga batalla [que le espera] (…)» [2]

Dudas sobre el traspaso y una advertencia a los vecinos

Un editorial titulado «Tomar la soberanía en público y restaurarla en privado», en el diario Al-Zaman, uno de los diarios Iraquíes más altamente respetados con raíces liberales que datan de los años cuarenta, el cual es actualmente publicado simultáneamente en Londres y Bagdad, afirmaba:

«De repente, y tras una serie de informaciones confusas para el pueblo, un proceso simbólico de traspaso de autoridad tiene lugar. La naturaleza del traspaso, su línea de secreto y su prematura programación sin previo aviso encarnan la situación tal y como es. El brillo que se suponía iba a relucir en el esperado acto estaba empapado de sangre de los iraquíes, la destrucción de sus instituciones y la ruptura de su orden de vida. Parece que celebrar el acto a puerta cerrada y con ausencia de cualquier manifestación de júbilo fue deliberado.

Fue un mensaje claro y simple para los iraquíes de que el traspaso de autoridad no es una oportunidad mágica en la cual la situación cambiará de manera sustancial (…) No incumbe a los iraquíes comprender sin dorar la píldora que este día no le concierne a los iraquíes tanto como a la administración Norteamericana que actúa bajo presión del periodo de elecciones presidenciales y sus consecuencias, las cuales no se reflejarán en cambios importantes en el concepto y contenido del control de Irak.

(…) La toma plena de autoridad es una acción política que requiere esfuerzos y sacrificios, mucha paciencia, sabiduría y comprensión de las circunstancias regionales e internacionales. Es importante subrayar el hecho de que lo que pasó [en ese día de junio] no debe sembrar la ilusión de que es un acontecimiento mágico en el cual la aflicción de Irak y de su pueblo llegará a punto final».

El editorial vuelve su atención a las fuerzas fuera de Irak, las cuales han sido recientemente la comidilla en muchos diarios iraquíes. Este presenta la siguiente observación:

«Muchos poderes han unido sus fuerzas en contra de Irak, algunos son locales y algunos se encuentran en los repulsivos y odiosos vecinos que han debilitado este país y han buscado debilitarlo durante décadas para que esta fuera la parte más escuálida de esta región (…) los iraquíes deben reconocer el alcance de este peligro y encaminar sus energías a expulsar a aquellos extranjeros que han entrado a través de la frontera y se han rodeado de los asesinos que extendieron el conflicto civil por el país». [3]

Las elecciones por sí solas pueden restaurar la autoridad real, no la legal

Bajo el título «¡Soberanía… Autoridad! » el diario Al-Sabah, que estuvo vinculado a la ex Autoridad Provisional de la Coalición (APC), decía:

«Adelantar la fecha del traspaso de soberanía del miércoles al lunes [28 de junio] fue un golpe de seguridad maestro. Adelantar la fecha ha echado abajo los planes que los grupos terroristas llevan intentando perpetrar con certeza para extender la confusión, los disturbios y los actos de sabotaje.

Francamente, ‘la soberanía’ le ha sido ‘legalmente’ restituida al estado iraquí. Esta restitución podría quizá sostenerse mediante una nueva resolución del Consejo de Seguridad además del reconocimiento [diplomático] por parte de otros países y la reanudación de sus relaciones diplomáticas con el estado iraquí.

Desde un punto de vista práctico y realista, la autoridad iraquí que ha recibido la soberanía disfruta de poderes limitados o, digamos que, existen restricciones a algunas de sus jurisdicciones. Algunas de estas restricciones fueron impuestas por la reciente resolución del Concejo de Seguridad. Otras existen en virtud de la presencia de la fuerza militar multinacional la cual no está sujeta a la autoridad iraquí. Otras se derivan del significado del ambiguo y desequilibrado concepto de ‘asociación de seguridad».

La anterior Autoridad Provisional de la Coalición ha restituido la soberanía al estado iraquí mediante cartas y documentos oficiales. Pero la restitución de la autoridad al pueblo iraquí depende de celebrar elecciones generales. Las elecciones generales son el único medio conocido para devolver el poder al pueblo. [4]

La transferencia de poder y el proceso democrático

Un día antes del traspaso de poder en Irak, el diario independiente Al-Mada publicó un editorial de Sa’id Abd Al-Hadi que subraya los méritos del nuevo gobierno: «El presente gobierno, a pesar de su imperfección – y no hay perfección mientras seres humanos hereden la tierra – estará desprovisto de analfabetos que han hecho estragos durante tres décadas (…) Está compuesto de individuos que han pagado [un] considerable precio para liberar Irak del despotismo (…) y de tecnócratas que han trabajado en organizaciones de investigación internacionales.

No queremos adornar el cuadro, sino representar una realidad que refleje la gran ruptura entre los gobiernos Ba’thistas [del pasado] y el primer gobierno que sigue a la caída del partido Ba’th y al fin de la ocupación (…) Lo único que debemos hacer ahora es abandonar [la costumbre de] aplaudir y aclamar logros imaginarios (…)»

Al hablar acerca de la difícil tarea de poner fin al terrorismo y la insurrección que el nuevo gobierno afronta, el autor continúa: «Cada ciudadano que quiera vivir en paz debe estar preparado para ello. Debemos aunar nuestros esfuerzos por restaurar la estabilidad (…) y dejar de hablar acerca de los posibles fracasos y el incremento del terrorismo (…) [Porque] son actitudes negativas que aumentarán la fragmentación y nos harán objeto de mayores conspiraciones para minar este experimento [democrático] que será problemático para muchos regímenes despóticos (…)» [5]

Recolectamos la manzana de la soberanía prematuramente

El diario Al-Sharq, de ascendencia desconocida, equiparó la transferencia de poder con la recolección de manzanas, y dijo que aunque el momento no era el apropiado para recolectar:

«Lo importante es que recogimos la manzana, sin tener en cuenta su tamaño, sabor, limpieza o si nos proporcionará las calorías necesarias para recorrer distancias, combatir el malestar y afrontar las consecuencias (…) Esta manzana será el blanco de apetitos voraces porque los hay preparados para morir por conseguirla (…) hay ‘demonios’ que codician la manzana, otros a quienes se les hace la boca agua con ella e incluso otros que la consideran podrida. Así que ¿contra quiénes debe combatir nuestro gobierno y con quienes debe negociar?».

El diario continúa enfatizando que a la nueva dirección iraquí no le incumbe demostrar que «la manzana es iraquí, que el manzano estaba plantado en suelo iraquí y regado con agua iraquí y que fue recogida por manos iraquíes con trabajo y sudor, sacrificios, sangre y perseverancia (…)» [6]

Una buena noticia para la ocupación

El editor del diario independiente Al-Furat, Shaker Al-Jabbouri escribe:

«(…) Desde una perspectiva teórica, el problema de la ocupación en Irak ha llegado a su fin. Ahora está dentro de las posibilidades de los nuevos legisladores intensificar el trabajo a todas luces y sin la necesidad de una luz verde aquí o allá. Esto plantea una cuestión muy importante sobre el interés en los asuntos internos que se resiente por todo, incluyendo la compleja estructura de la personalidad iraquí».

Jabbouri tiene una buena noticia que dar sobre la ocupación, que ésta ha llevado a «la era del autoritarismo y la dictadura de individuos y familias» a su fin. [7]


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 29 de junio del 2004.

[2] Al-Mada (Irak), 29 de junio del 2004.

[3] Al-Zaman (Irak), 29 de junio del 2004.

[4] Al-Sabah (Irak), 29 de junio del 2004.

[5] Al-Mada (Irak), 28 de junio del 2004.

[6] Al-Sharq (Irak), 29 de junio del 2004.

[7] Al-Furat (Irak), 29 de junio del 2004.