En un artículo del 25 de agosto, 2013 en el diario de Qatar Al-Sharq, el periodista oriundo de Qatar Faisal Al-Qassem, quien conduce el programa «La Dirección Opuesta» en Al-Jazeera TV, llamó a distanciarse de la religión, que es pura, de la política, que es sucia, y afirmó que Occidente había alcanzado logros importantes sólo después de separar a la iglesia del estado y distanciarse a si misma de ideologías rígidas y anticuadas. Esta hizo hincapié en que, en el mundo de hoy, no hay lugar para tales ideologías, ya sean religiosas o seculares, en especial desde que el hombre moderno se interesa menos en la ideología o el espiritismo y más en el cumplimiento de sus necesidades y deseos materiales. Por lo tanto, los partidos de hoy día ganan elecciones no por sus filosofías, sino más bien en función a su capacidad para satisfacer los intereses consumistas de los ciudadanos. A modo de ejemplo este presentó al partido de la Hermandad Musulmana en Egipto y el partido de Recep Tayyip Erdogan en Turquía. El primero, dijo, fracasó debido a su adhesión a las rígidas ideas religiosas, mientras que este último no tuvo éxito debido a su orientación religiosa, sino más bien fue debido a sus logros económicos.
Lo siguiente son extractos del artículo:[1]
Faisal Al-Qassem (imagen: Aljazeera.net)
«Occidente se desarrolló política, social y culturalmente sólo después de separar la política de la iglesia, y los principios de este mundo de los del próximo [De este modo, Occidente] actuó de acuerdo al hadith del Profeta [Mahoma] – ‘Tu conoces mejor los asuntos de tu mundo’ – y comenzó con rapidez la transición de la Edad Oscura hacia el progreso y la supremacía en todos los campos.
«China, también, nunca se habría acercado a [la posición de] líder mundial económico si se hubiese mantenido esclavizado a doctrinas ideológicas [obsoletas]. Por cierto, la mayoría de los chinos no tienen religión. El nuevo chino se ha distanciado [también] de las directivas de Mao Zedong y las ignora; hoy día son como su cuerpo embalsamado en la plaza de Tiananmen [en términos de comunismo] – sólo un cuerpo sin espíritu. Han crecido más allá de los ideales osificados del Partido. Han comenzado a operar libremente, lejos de los términos e ideologías obsoletas y han hecho maravillas. Su objetivo no ha sido implementar consignas rígidas, sino más bien han pretendido aplicar programas de desarrollo prácticos que sirvan al individuo y no se aprovecharan de su espíritu y sus inclinaciones políticas, culturales, sociales y religiosas.
«Si nuestros países y nuestras élites políticas, ideológicas, culturales, y económicas desean el crecimiento, deben distanciarse de los partidos dogmáticos, [ya sean] religiosos o laicos en su ideología. En el mundo de hoy no hay lugar siquiera para las ideologías laicas, y mucho menos las ideologías ocultas que toman la religión en un sentido irrelevante, mientras que le hacen un gran daño. La religión es un mundo puro, mientras que la política es sucia. ¿Cómo puede algo puro entrar en el mundo de la suciedad y no mancillarse a sí mismo?…
«Los partidos occidentales se han convertido en su mayoría en partidos que adoptan programas económicos de primer orden y orientados a los consumidores, mientras se mantienen a sí mismos a años luz de distancia del mundo de ideologías obsoletas. Si examinamos los partidos que ganan las elecciones en los Estados Unidos y [otros] países occidentales, nos encontramos con que no ganan en base a su orientación espiritual, ideológica o cultural, sino más bien en base a sus [planes] de programas de desarrollo y socioeconómicos. El ser humano en esta época se ha convertido en un consumidor, así nos guste o no. Ha sido programado para consumir, nos guste esto y estemos de acuerdo con esto o no. De ello se desprende que este está totalmente dispuesto a votar por los partidos que muestran interés en su vientre, sus placeres y sus crecientes necesidades socioeconómicas. Este [no vota] por aquellos que le venden consignas partidarias y religiosas. Hemos notado en los últimos años que muchos sectores de Occidente han cambiado su afiliación partidista basado en los intereses laicos-consumistas…
«Me gustaría que los partidos árabes aprender de la reciente experiencia egipcia, en el que un partido con una orientación religiosa llegó al poder. Algunos, sin duda, dirán que el Partido Libertad y Justicia de la [Hermandad Musulmana] en Egipto fue víctima de un gran complot [queriendo decir] distanciar a los islamistas del poder. Esto puede ser cierto, pero el claro fracaso de este partido en aferrarse a las riendas del poder tras la revolución hizo que muchos egipcios musulmanes se distanciaran de este en corazón y espíritu, a pesar de sus consignas islámicas y su orientación religiosa. ¿Por qué? Porque, en esta era global, incluso los árabes ya compran consignas ideológicas, ya sean laicas o religiosas. Todos están [ahora] influenciados por la globalización y los medios de comunicación internacionales. El ser humano se ha vuelto un ser global, y tiene como preocupación, primero y ante todo, sus necesidades consumistas ante las espirituales. ¿Cómo podemos esperar que un hombre moderno sea espiritual cuando no puede llegar a fin de mes porque no le alcanza el sueldo, y cuando ve a los pueblos del mundo disfrutar de todo lo que es bueno y delicioso, de entre los inventos de la cultura moderna en alimentos, bebidas y tecnología?
«Por favor, no usen el partido de Erdogan en Turquía como ejemplo [de un partido religioso-ideológico que permanece en el poder], porque la respuesta será la misma. El Partido Justicia y Desarrollo turco no tuvo éxito debido a su orientación religiosa, sino más bien por sus orientaciones laicas – porque trajo el crecimiento económico a Turquía… Esto provocó incluso a que los ateos votaran por este, ya que reconoció muchas de sus necesidades sociales y consumistas…
«En conclusión, sólo podemos repetir las famosas palabras del [difunto jurista egipcio] Sheikh Al-Sha’arawy: ‘Espero que la religión le llegue a los políticos y que los hombres de religión no lleguen a la política».
[1] Al-Sharq (Qatar), 25 de agosto, 2013.