A pesar del estricto control que se ejerce sobre la información, la población rusa sabe muy bien que se han cometido atrocidades en suelo ucraniano, pero los canales de televisión del estado y los medios de comunicación niegan alguna complicidad rusa en estas atrocidades. El canal ruso Primer hizo la acusación: «Con Bucha, el régimen de Kiev inició el primer eslabón de una cadena de sangrientas provocaciones en su propio país».[1] El medio de comunicación Ura.ru ofreció una recompensa de 5000 euros por información sobre lo ocurrido en Bucha.[2]
El bloguero y periodista Yuri Podolyaka, quien posee un canal habitual en YouTube llamado The World Today/El mundo hoy, ha desempeñado un papel muy activo en los intentos por culpar a los ucranianos. Podolyaka afirma ser ciudadano ucraniano nacido en Sumi, quien ya había detectado las peligrosas tendencias anti-rusas en el año 2004. Sus blogs son difundidos por el ejército ruso y traducidos a muchos idiomas. Podolyaka publicó un llamado desde el corazón de un ucraniano oriundo de Bucha, quien actualmente se esconde en Kiev. Este relato de un presunto testigo presencial fue publicado con entusiasmo en la prensa rusa e incluye los siguientes extractos:
«Los rusos abandonaron Bucha el día 30 de marzo. Y el 31 por la noche comenzaron los saqueos. Una brigada compuesta por más de 10 personas vestidas de civil se dedicaba al saqueo, pero estos estaban custodiados y comandados por soldados del ZSU (el ejército ucraniano) las 24 horas»
«¿Creen ustedes que existe fascismo en Ucrania? No, no es fascismo. ¡Los fascistas no robaron ni asesinaron a su propio pueblo! ¡Esto es simplemente satanismo feroz, sin sentido y sin ningún tipo de piedad! ¡Ellos no son ‘nuestros chicos’, no son seres humanos!»
«Una vecina vio que ‘nuestros chicos’ incluso sacaban muebles de su casa, por lo que ella corrió hacia ellos, ‘¡¿Chicos, por qué hacen esto?! ¡Somos de su mismo pueblo!’ Inmediatamente le dispararon y la pusieron debajo de una cerca… ¡así como también a su esposo!».
El ucraniano tiene grandes esperanzas de que los rusos lleguen a Kiev, porque si eso llegase a suceder, yo podré alistarme como soldado raso para liberar a la patria de mis antepasados, mi patria, del satanismo salvaje que mutiló nuestro hogar en Bucha durante tres días, que torturó a mi amado pueblo durante diez días. Por favor, mis queridos y buenos soldados rusos, no se detengan».[3]
Un señalamiento hecho por la comentarista de Ria Novosti Irina Alksnis, le aseguró a la población rusa que incluso Occidente se estaba cansando de las fabricaciones que inventan los ucranianos. El entusiasmo de origen de Occidente por Ucrania se irá desvaneciendo al igual que el entusiasmo de Occidente por las operaciones en Irak, Afganistán y Libia. La comparación más acertada fue con Siria, donde Occidente apoyó la oposición al régimen de Assad solo para descubrir que la llamada oposición moderada estaba compuesta por yihadistas de línea dura. Occidente descubría ahora una barbarie similar en los ucranianos. A pesar de esta epifanía, Occidente todavía pudiera utilizar aquellos relatos de atrocidades como la vara para golpear a Rusia. El descubrimiento de la crueldad ucraniana en realidad le proporcionó a Occidente con incentivos para prolongar la guerra con el fin de asesinar a tantos ucranianos como fuese posible.
El comentario de Alksnis puede leerse a continuación:[4]
«El presidente de Ucrania se sintió ofendido.
«En una entrevista con el diario alemán Bild, este contó que un líder europeo, al comentar sobre los eventos en Bucha, exigió que Ucrania proveyera pruebas de que todo esto no fue un montaje. Volodymyr Zelensky no especificó quién dijo exactamente esto, pero según rumores no confirmados, fue el primer ministro húngaro Viktor Orban.
«La actitud de Occidente hacia Ucrania se está volviendo nuevamente ambigua. Este fue el caso en los últimos años, cuando, después de que pasaran algunos años de ‘luna de miel’ posterior a Maidan, Europa y Estados Unidos se hartaron rápidamente de la corrupción, destructividad e inflexibilidad en Kiev.
«Al principio, la operación especial rusa eliminó la negatividad acumulada y Ucrania apareció una vez más en la esfera política y mediática occidental como un país europeo que lucha intransigentemente por su liberación final del yugo colonial ruso y un país que construye una democracia y aspira a ser miembro de la Unión Europea y de la OTAN.
«Sin embargo, el efecto duró poco y reapareció la ambigüedad en la actitud de Occidente hacia Ucrania. Por una parte, Kiev recibe un apoyo entusiasta, no solo moral, sino también en la forma de suministros de armas. Por otra parte, después de solo mes y medio después de la operación especial, la información de que Ucrania está muy lejos de ser la imagen de caballero del mundo civilizado con una brillante armadura democrática está siendo presentada más activamente ante la opinión pública.
«El artículo de Bild es muy ilustrativo en este aspecto. El presidente ucraniano relató el incidente, obviamente, con la esperanza de despertar simpatías por su país e indignación ante el cinismo de un líder europeo. Sin embargo, Ucrania ya se ha ganado una reputación de ser un país que incesantemente fabrica falsedades.
«La propia audiencia en Occidente ha sido repetidamente víctima del engaño de Ucrania.ons, quienes fueron expuestos luego. En esta situación, una solicitud para proveer pruebas a la validez de los hechos en Bucha ante los ojos de un tercero parece ser bastante lógica y bien fundada. En cambio, la postura de inocencia ultrajada hecha por Kiev no resulta ser muy convincente que digamos.
«A esta categoría se le puede atribuir la ya abiertamente reacción tibia de Occidente ante la tragedia ocurrida en la estación de trenes Kramatorsk. Si, en la historia de Bucha, Estados Unidos y Europa se hicieron la vista gorda ante las numerosas inconsistencias en la versión ucraniana de los hechos (después de todo, ellos realmente necesitaban de una imagen ante las «atrocidades rusas») el ataque OTR-21 Tochka perpetrado a la estación de trenes apestó tanto a la participación ZSU, lo cual fue demasiado incluso para Occidente.
«Por lo tanto, uno no debería sorprenderse si de un momento a otro aparece un artículo después en algunos medios de comunicación muy influyente del mundo que afirme que, como resultado de una investigación periodística, resultó ser que fue el ejército ucraniano el que atacó Kramatorsk. Justo hace unos días el diario El Times de Nueva York confirmó la autenticidad del video que muestra a prisioneros de guerra rusos siendo masacrados por soldados ucranianos.
«Por cierto, los medios de comunicación en Occidente (citando sus fuentes) también informaron sobre la negativa de Kiev en principio de observar los derechos que poseen los prisioneros de guerra.
«Sin embargo, sería un error fundamental ver tal cambio en el comportamiento de Occidente como punto de inflexión que se aproxima en la guerra por la información y su voluntad de reconocer que Rusia tiene toda la razón. La continua corrección de políticas occidentales hacia Ucrania posee un significado totalmente diferente y resuelve problemas absolutamente diferentes.
«La imagen de Ucrania como país europeo (en el mejor sentido de la palabra) no solo no resiste una colisión con la realidad (ya que el mundo observa con demasiada frecuencia la manifestación de la verdadera naturaleza del país), sino que también resulta incómodo para la institucionalidad occidental por muchas otras razones.
«En este momento existe una corrección de su imagen de acuerdo al estado actual de las cosas y Ucrania se está convirtiendo en una especie de EIIS de Europa oriental, o para ser más precisos en una variación a la ‘oposición moderada’, que Occidente apoyó muy activamente en Siria.
«De hecho, la ‘oposición moderada’ consistía predominantemente en islamistas de línea dura. Tomemos la historia que realmente ocurrió, cuando un representante de esta oposición le cortó la cabeza a un chico de 11 años ante las cámaras, mientras el Departamento de Estado prometía ‘suspender’ su ayuda al grupo al que pertenecía el militante, siempre que la investigación confirmara la autenticidad del hecho.
«Esto no quiere decir que la sociedad occidental sea totalmente ingenua. La noción de ‘nuestro hijo de puta’ (el autor hace referencia al comentario de Franklin Delano Roosevelt en relación a Anastasio Somoza) es bastante bien entendido y, con diversos grados de transparencia, apoyado por la mayor parte de los ciudadanos. Esto es solo que la «obra» de las respectivas fuerzas armadas tradicionalmente se relega a un segundo plano de la atención pública, en aras de los intereses geopolíticos de sus países.
«Esta es exactamente la transformación que está experimentando Ucrania en la opinión pública occidental. Esta se está transformando de un país democrático que avanza hacia la luz, hacia la Unión Europea y la OTAN, en un país brutal, donde reinan las costumbres salvajes y la crueldad sin fin, donde no existen normas y se respetan las reglas de la sociedad civilizada. En general, ante los ojos de los europeos y los estadounidenses, Ucrania se está convirtiendo en Afganistán, Irak y Libia combinados, solo que simplemente este se encuentra situado geográficamente mucho más cerca.
«Así las cosas, en general, es incluso deseable (para los europeos) que tantos ‘nativos’ (es decir, los ucranianos) como sea posible perezcan en la sangrienta matanza, ya que, para una Europa altamente desarrollada, la proximidad a un territorio tan maldito es, naturalmente una situación psicológicamente incómoda. Y de esta manera los ucranianos darán su vida para enfrentarse a Rusia y al mismo tiempo, reducirán el malestar que les causan a los europeos civilizados por su mera existencia.
“Esto es precisamente lo más importante. Precisamente por esta razón, Ucrania, un país brutal e inhumano en términos de su crueldad (tanto con los extranjeros como con sus propios ciudadanos), que no reconoce las reglas y normativas del mundo civilizado, es el arma occidental más efectiva en contra de Rusia».
[1] 1tv.ru, 10 de abril, 2022.
[2] Ura.ru, 7 de abril, 2022.
[3] Tsargrad.tv.ru, 10 de abril, 2022; Deita.ru, 10 de abril, 2022.
[4] Ria.ru, 10 de abril, 2022