Los ataques al consulado estadounidense en Benghazi y a la embajada en El Cairo la noche del 11 de septiembre, 2012, y la propagación de las violentas protestas en muchos países del Medio Oriente han suscitado críticas sin precedentes en la prensa y en la sociedad árabe islámica y su forma de enfrentar la crisis actual. Muchos artículos alegaron que las violentas protestas dañan al Profeta Mahoma y son contrarias a las normas morales del Islam, y que habría sido mejor mostrar un rostro moderado y tolerante del Islam respondiendo a través de expresiones artísticas y culturales.

Varios columnistas expresaron su temor de que la sociedad árabe se está hundiendo cada vez más en el extremismo, y argumentaron que los árabes y los musulmanes deberían distanciarse de la violencia y el terrorismo, que son la fuente de sospechas por Occidente del Islam. Estos afirmaron que la sociedad árabe e islámica de hoy no contribuye en nada a la civilización humana y es la culpable de su propia situación.

También debería mencionarse que líderes árabes, intelectuales musulmanes y otros funcionarios emitieron fuertes condenas al ataque en Bengasi, e hicieron hincapié en que el uso de la violencia para protestar contra el controvertido film está prohibido y es contrario al Islam y al camino del Profeta. Por ejemplo, el Presidente egipcio Muhammad Mursi declaró que el asesinato del embajador estadounidense en Benghazi era contrario al Islam y que «por Alá, la santidad de la vida es mayor que la santidad de la Ka’ba«. [1]

La Hermandad Musulmana (HM) y sus funcionarios, el Jeque de Al-Azhar, el primer ministro egipcio, los funcionarios de Al-Gama’a Al-Islamiyya, e incluso elementos salafistas todos llamaron a evitar la violencia y a no destrozar embajadas junto a sus diplomáticos, alegando que es contrario al Islam; algunos incluso emitieron fatuas prohibiéndolo. [2] La violencia también fue condenada por el jefe de la Unión Internacional de Estudiosos Musulmanes (UIEM), el Jeque Yousuf Al-Qaradhawi, así como por los líderes de los estados del Golfo y el Mufti de Arabia Saudita. [3]

La violencia, los ataques a embajadas y el asesinato del embajador dañan al Islam y sus valores

En un artículo que fue publicado en varios portales de Libia, el columnista Walid ‘Abd al-Raziq ‘Amir se disculpó con el Profeta Mahoma por el ataque de los libios a la embajada, diciendo: «Por el bien del Mensajero de Alá [Mahoma], Benghazi y [toda] Libia, los rebeldes y el gobierno no descansarán hasta encontrar a los que ofendieron el sira del Profeta [4], [el cual nos instruye] a proteger la vida humana. Perdónanos, Mensajero de Alá. Nos enseñaste a que seamos pacientes y a estar en paz. Nunca leí en tus biografías que [tus] honorables compañeros en Madina se reunieron para quemar la bandera de [sus enemigos], [la tribu] Ḳuraish o los bizantinos… Lo que sucedió [en Bengasi] no refleja los estándares morales del Islam… [5]

Hassan Haidar, columnista del diario de Londres Al-Hayat, escribió: «Nadie puede siquiera contemplar la idea de que este film debería ser defendido o que sus creadores deberían ser alabados. De hecho, debe ser inequívocamente condenado y rechazado…. Sin embargo, las protestas [en el mundo árabe] fueron muy diferentes a lo que estas deberían ser, independientemente del pretexto. Lo qué sucedió [en Bengasi y El Cairo], fue el acto de una turba, nada más. No tiene nada que ver con las prácticas del buen Islam, y ninguna religión o ley… lo permite…» [6]

El diario de Qatar Al-Raya condenó duramente el ataque contra el consulado estadounidense en Libia y el asesinato de los diplomáticos estadounidenses, quienes fueron «asesinados por una minoría irresponsable que no puede representar al Islam o al Sharia islámico». El artículo dice además: «Los trágicos acontecimientos en el consulado estadounidense en Bengasi… son condenables de acuerdo con todas las leyes, religiones y credos, e inaceptables a cualquier individuo sano… Nadie puede negar la gravedad del delito cometido contra los musulmanes por [los creadores de la película]… pero es inimaginable que la respuesta a este crimen deba ser el asesinato de gente pacífica que no tuvo parte en lo sucedido… los musulmanes ofendidos por [el film] que insulta a su religión y a su profeta… deben restringirse a si mismos y tratar el asunto de una manera no violenta y de una forma inteligente y calculada…» [7]

Muchos artículos condenaron la decisión a la violencia y llamaron a sustituirla con expresiones artísticas y culturales a través de libros, conferencias y películas que muestran el lado tolerante del Islam y de la sociedad islámica. [8] Por ejemplo, el Dr. ‘Abd Al-Rahman Al-Barr, conocido como el Mufti de la HM, quien también es miembro de la Oficina del Guía General de la HM, afirmó en un artículo en el portal oficial de la HM de que es deber defender al Profeta Mahoma por la continua actividad civilizada, sin dañar instalaciones o personas. Al-Barr sugirió varios cursos de acción, incluyendo una campaña global en todos los idiomas para familiarizar a la gente con Mahoma y mostrar su grandeza y su contribución a la humanidad, promover la actividad artística y cultural que muestra correctamente su carácter, y presentar instrucciones sobre la vida de Mahoma en los programas de estudios escolares. [9]

El miedo a que el extremismo se apodere de la sociedad árabe y musulmán

Algunos escritores expresaron su profunda preocupación por el aumento de elementos extremistas en la sociedad árabe que cautivan a las masas. El intelectual árabe Dr. Khaled Al-Hroub, profesor en la Universidad de Cambridge, que habitualmente publica artículos en los medios de comunicación árabes, advirtió contra el extremismo que se extiende a través de la sociedad árabe, que, según dijo, está perdiendo todos sus valores: «… El aspecto más importante y aterrador de lo que vemos hoy en las calles de las ciudades árabes e islámicas es el desastre del extremismo que está inundando nuestras sociedades y culturas, así como también nuestro comportamiento, [junto a] la rápida desaparición de todos los valores respetables y comportamiento civilizado. Esto es, de hecho, una atrofia total del pensamiento entre amplios sectores [de la sociedad] como resultado de la cultura del fanatismo religioso que fue impuesta a la gente durante más de 50 años, y que dio a luz lo que presenciamos [hoy]…

«Nuestras sociedades se están volcando cada vez más hacia el extremismo religioso… Los inteligentes y los formadores de opinión pública en los países [que han experimentado las revueltas de la Primavera Árabe] necesitan centrarse [en esto] y considerar al extremismo como el mayor enemigo que amenaza a estas sociedades y su futuro, [un enemigo] más peligroso que todos los enemigos externos…» [10]

El columnista de Al-Hayat Hassan Haidar también advirtió sobre el creciente poder de las fuerzas extremistas en la sociedad árabe desde que comenzaron las revoluciones de la Primavera Árabe: «Lo más peligroso es que los extremistas, que se aprovechan de estas revoluciones, están tratando de imponerse como la fuerza que forman los nuevos regímenes en sus países. Estos están dispuestos a tomar las armas y a [actuar] violentamente con el fin de fortalecer su posición, mientras amenazan no sólo a los ‘extranjeros infieles’, sino también a los ciudadanos moderados musulmanes y a las minorías cristianas. Existe el temor de que su extremismo y rechazo al otro hará que la mayoría de la gente [en sus países] lamente el cambio que estos admiten.

«A lo largo de la última década, los musulmanes han hecho enormes esfuerzos por limpiar al Islam de la imagen terrorista que algunos trataron de fijar sobre esta después de los crímenes de Al-Qaeda en el 2001. Es responsabilidad de los nuevos regímenes en Egipto, Libia y Túnez el de cambiar la aterradora imagen [de los musulmanes] creada por el comportamiento de los extremistas, el detener a aquellos que tratan de difundir actos de extremismo e intimidación antes de que estos empeoren; y demostrar que pertenecen a la vía intermedia tolerante del Islam» [11]

La sociedad árabe y musulmán tiene la culpa de su estado y debería reformarse a si misma

Otros columnistas afirmaron que la sociedad árabe y musulmán tiene la culpa por su estado, e instaron a corregir sus defectos. Una de los más duros artículos fue escrito por ‘Imad Al-Din Hussein, columnista del diario independiente egipcio Al-Shurouq. Hussein atacó a los árabes y musulmanes que maldicen a Occidente, mientras ellos mismos están sumergidos en alucinaciones y preocupados por trivialidades: «Maldecimos a Occidente día y noche, y criticamos su desintegración [moral] y desvergüenza, mientras que dependemos de ellos para todo – desde agujas para coser hasta cohetes. Es a la vez divertido y triste que llamamos a boicotear los productos occidentales, como si pudiésemos castigarlos mientras dependemos de este. Importamos, principalmente de Occidente, automóviles, trenes, aviones… refrigeradores y lavadoras… Importamos la mayor parte de lo que comemos… así como todo tipo de tecnología y armas… Incluso nuestros programas de estudio son parcialmente importados. Y nos robamos ideas de películas y obras [artísticas] [de Occidente]. Somos una nación que no contribuye en nada a la civilización humana en esta era actual. Importamos la cultura de Occidente, que llamamos infiel y la maldecimos de la mañana hasta la noche. Nos hemos convertido en una carga para las [otras] naciones…

«Si hubiéramos aplicado realmente la esencia de las directrices del Islam y de todas las [otras] religiones, habríamos estado [hoy día] a la vanguardia de las naciones. El mundo nos respetará cuando volvamos a ser personas que toman parte en la civilización humana, en lugar de [ser] los parásitos distribuidos en el mapa del mundo avanzado, alimentándonos de su producción y luego atacándolos desde la mañana hasta la noche. Sólo cuando comamos lo que sembramos [nosotros mismos], conduzcamos [vehículos] que producimos, y consumamos lo que producimos – [seremos] entonces [independientes] del mundo… Cuando lleguemos a ser civilizados y obedezcamos al verdadero Islam, entonces todo el mundo nos respetara…

«Occidente no es un oasis del idealismo. También contiene la explotación en muchas áreas. Pero al menos no se hunde en delirios [y se preocupa por] trivialidades y apariencias externas, tal como lo hacemos nosotros… Por lo tanto, apoyar al Islam y al profeta de los musulmanes debería hacerse a través del trabajo, la producción, los valores y la cultura, no asaltando embajadas y asesinando diplomáticos…» [12]

‘Ali Al-Sharimi, columnista del diario saudita Al-Watan, llamó en la sociedad árabe e islámica a hacer frente a sus deficiencias, entre ellas el terrorismo y el extremismo, con el fin de mejorar sus relaciones con Occidente: «…Imaginen un gran tanque llevando diversos sistemas de armas avanzadas, impulsados por el profeta ‘Issa bin Maryam [es decir, Jesús], cargando el símbolo cristiano de la cruz, en su hombro y tirando de un vagón cargado de tesoros [que se ha robado], rodando a través de los países del Medio Oriente. Sí, esta es una visión extrema que es muy insultante para el profeta Mesías [Jesús].

«La pregunta es, ¿cómo responderá la sociedad cristiana [a esta imagen]? ¿Cual sería su discurso [en respuesta a dicha ofensa]? [La imagen] probable evoque respuestas frías y burlonas. El intelectual cristiano sonreirá y lanzara una fuerte crítica dentro de la sociedad cristiana, en un intento por examinar exhaustivamente esta fe y su validez. Entonces, ¿por qué nuestras sociedades [responden con] esta exagerada conmoción?

«Cuanto más sofisticado y razonable es una sociedad, más normal y medidas son sus respuestas [a dichas ofensas]… Es cierto de que existe un aumento del extremismo de derecha en Occidente, pero la solución no yace en consignas y protestas, sino más bien en corregir nuestra realidad a todo nivel, y hacer frente a los conflictos internos y al terrorismo dentro de nuestra [sociedad musulmana].

«Todavía somos los que respondemos de la manera más emocional, [con] ruido y gritos… ¿Cómo podemos convencer al ciudadano occidental de que esta religión [el Islam] es respetable, cuando lo único que ve es extremismo y terrorismo? No podemos convencer a [Occidente] de que nuestras orgullosas palabras sobre los principios de nuestra honorable fe [son ciertas], a menos que estas se apliquen en la práctica… No podemos convencer nunca a Occidente de que aquellos que se inmolan no representan al Islam cuando este ve que los [atentados suicidas] son justificados en algunos de nuestros canales de televisión por satélite, y desde los púlpitos de las mezquitas…» [13]


[1] Al-Ahram (Egipto), 14 de septiembre, 2012; http://www.youtube.com/watch?v=ZBEjetADIEI.

[2] Ikhwanonline.com, Al-Misriyyoun (Egipto), 13 de septiembre, 2012, Al-Ahram (Egipto), 14 y 15 de septiembre, 2012, Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 15 de septiembre, 2012.

[3] Ikhwanonline.com, 15 de septiembre, 2012; gulfinthemedia.com, 13 y 14 de septiembre, 2012, Al-Watan (Arabia Saudita), 14 y 16 de septiembre, 2012.

[4] Al-Sira es un término colectivo para referirse a las biografías tradicionales del Profeta Mahoma que describen su vida y sus costumbres.

[5] Almanaralink.com, 13 de septiembre, 2012.

[6] Al-Hayat (Londres), 13 de septiembre, 2012.

[7] Al-Raya (Qatar), 13 de septiembre, 2012.

[8] Al-Ahram (Egipto), 15 de septiembre, 2012, 20 de septiembre, 2012. Al-Yawm Al-Sabi’

(Egipto), 14 de septiembre, 2012.

[9] Ikhwanonline.com, 15 de septiembre, 2012.

[10] Al-Dustour (Jordania), 17 de septiembre, 2012.

[11] Al-Hayat (Londres), 13 de septiembre, 2012.

[12] Al-Shurouq (Egipto), 14 de septiembre, 2012.

[13] Al-Watan (Arabia Saudita), 15 de septiembre, 2012.