Introducción

En los últimos meses, el conflicto entre los estados del Golfo e Irán se ha intensificado, culminando en febrero-marzo del 2011, cuando los estados del Golfo afirmaron que Irán estuvo detrás de las protestas chiítas en Bahrein, pidiendo el derrocamiento del régimen allí alentando protestas chiítas en Arabia Saudita. Funcionarios de los estados del Golfo, principalmente de Arabia Saudita, acusaron a Irán de entrometerse en los asuntos de los estados del Golfo con el propósito de derrocar a sus regímenes sunitas y despertar inquietud en toda la región del Golfo. Los eventos alcanzaron un punto culminante el 14 de marzo, cuando los estados del Golfo enviaron a miles de las tropas de la Fuerza Escudo de la Península a Bahrein con el fin de ayudar al régimen allí a reprender a los manifestantes chiítas. [1]

El 10 de mayo del 2011, como resultado de esta escalada, los líderes miembros de estado del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) anunciaron, al término de una cumbre de asesoramiento en Riad, que acogían con beneplácito la solicitud de Jordania a unirse al consejo, e invitaron a Marruecos a unirse a esta. [2] Este anuncio fue una sorpresa para el mundo árabe e islámico. Varios informes indican que algunas de las delegaciones que participaron en la reunión se sorprendieron por el anuncio.

Parece ser que la decisión de incluir a Jordania y Marruecos en el CCG fue impulsado por una combinación de motivos – políticos, sectarios, sociales y económicos – y llegaron en este momento particular con el fin de alcanzar una serie de objetivos:

1. La creación de una nueva alineación sunita contra Irán y el chiísmo. Los diarios saudíes y jordanos no ocultaron el hecho de que la inclusión de Jordania y Marruecos en el CCG está dirigida a fortalecer las capacidades militares de los estados del Golfo, en preparación para un posible futuro conflicto militar con Irán. Algunos también alegaron que se trataba de un intento de reforzar el eje de los estados árabes sunitas moderados, que ha sufrido recientemente un duro golpe con el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak en Egipto, uno de los pilares de este eje. El deseo de fortalecer los estados sunitas contra el enemigo chiíta podría explicar la decisión del CCG de extender una invitación a adherirse específicamente a la lejana Jordania y Marruecos – que son ambos sunitas – en lugar de la vecina Irak, que tiene una mayoría chiíta y un gobierno liderado por los chiítas.

2. El fortalecimiento de la fuerza interna y la estabilidad de las monarquías árabes, ante las olas de protesta popular y las revoluciones que han barrido el mundo árabe y derrocado a varias repúblicas árabes y que también han invadido algunas de las monarquías árabes principalmente Bahrein – amenazando con derrocar a sus familias reales.

3. La creación de un nuevo órgano político entre los países árabes, ante la situación cada vez más precaria de la Liga Árabe. Las protestas en el mundo árabe, en particular la revolución egipcia que provocó el derrocamiento del régimen de Mubarak y las protestas populares que ahora amenazan el régimen del Presidente Bashar Al-Assad en Siria, han creado un vacío de liderazgo en el mundo árabe. La Liga Árabe, tradicionalmente el cuerpo político que unió a los países árabes y lideró los movimientos árabes conjuntos, es hoy apenas funcional. Esto se manifiesta, por ejemplo, por la cancelación de la cumbre de la liga árabe de este año – que se celebra anualmente en marzo – que había sido programado para reunirse en Bagdad.

Parece ser, por lo tanto, que la aceptación de Jordania y de Marruecos al CCG es, entre otras cosas, un intento de los Estados del Golfo para hacer del CCG un nuevo órgano político entre los países árabes que guiará los movimientos en la región y sustituya a la Liga Árabe – cambiando por lo tanto el centro de gravedad y la toma de decisiones en el mundo árabe a la región del Golfo. [3] Por esta razón, la prensa saudita llamó la decisión «una acción política brillante» y «una etapa decisiva y muy importante en la historia política de la región árabe y del Medio Oriente». [4]

La decisión del CCG de aceptar a Jordania y a Marruecos tuvo su parte de opositores, entre ellos la Hermandad Musulmana en Jordania, Kuwait, los miembros del Consejo y la comunidad de columnistas islámicos chiíta de Kuwait y de columnistas en la prensa de Qatar.

I. El fortalecimiento de los países sunitas moderados contra los chiítas de Irán

Tal como se mencionó, la principal motivación para la aceptación de Jordania y Marruecos en el CCG es fortalecer el eje de los sunitas moderados, que recientemente sufrieron un duro golpe con la caída del régimen de Mubarak y crear un fuerte bloque árabe sunita contra la Irán chiíta y sus intentos de inmiscuirse en los asuntos de los estados del Golfo. Esta última razón es especialmente relevante tras la reciente escalada en el conflicto entre los estados del Golfo e Irán, después de que éste apoyó las protestas chiítas en Bahrein y Arabia Saudita. [5]

El 13 de mayo del 2011, el diario kuwaití Al-Qabas informó que la medida tenía por objeto «enviar un mensaje político claro a la otra orilla del Golfo [es decir, a Irán] de que la seguridad de Jordania y Marruecos es una parte integral de la seguridad de los estados del Golfo». El diario informó además que la decisión de incluir a Jordania y a Marruecos se produjo después del descubrimiento de la actividad de inteligencia iraní dirigida a deslegitimar a los regímenes de estos dos países. [6]

Una prueba más de que la acción está destinada a fortalecer la alineación sunita contra el enemigo chiíta es el hecho de que el GCC invitó a las geográficamente distantes Jordania y Marruecos, que son manifiestamente sunitas y carecen de presencia significativa chiíta, en lugar de la cercana Irak, que tiene una mayoría chiíta y un gobierno liderado por chiítas y también está sujeto a la creciente influencia de Irán. [7]

Al-Quds Al-Arabi: El CCG apunta a crear una profundidad estratégica sunita contra Irán

‘Abd Al-Bari Atwan, editor del diario londinense Al-Quds Al-Arabi – el cual se identifica con el bando de la oposición anti-saudita – afirmó que el rey saudita ‘Abdallah bin ‘Abd Al-Aziz Aal Sa’ud estaba detrás de la iniciativa del CCG, tal como había adelantado previamente la iniciativa de paz árabe. Atwan dijo que esta era la manera del monarca de hacer frente a las amenazas a su país, sobre todo cuando quiso proteger su propio hogar real; este señaló que la iniciativa de paz había sido lanzada para desviar la ira estadounidense por el hecho de que 15 de los 19 individuos involucrados en los ataques del 11 de Septiembre han sido saudíes. Este escribió:

«Ahora debemos preguntarnos, ¿Cuál es el nuevo peligro detrás de la [iniciativa del Rey ‘Abdallah] en demoler el actual modelo de los países del CCG, que ha durado casi 30 años… y añadir a dos nuevos miembros que no cumplen muchos de los estrictos criterios de aceptación…

«Algunos dicen que el peligro iraní es lo que hizo que estas excepciones fuesen aceptadas por los criterios posibles. Otros afirmaban que la salida de Egipto del así-llamado ‘bando moderado’ fue una razón importante para ello. Otros todavía piensan que el fraccionalismo sectario que se está extendiendo rápidamente y por la fuerza a través de la región y que emana principalmente de Bahrein, necesita de la creación de una reserva sunita, o para decirlo en otras palabras, la profundidad [estratégica] sunita que fortalecerá a los estados del Golfo – que han sido infiltrados por células iraníes, tanto activas como dormidas, lo que podría desestabilizar la región al momento en que reciban las órdenes de Teherán para entrar en acción.

«No es casualidad que Jordania y Marruecos fueron elegidos, estos dos países cuentan con los aparatos de inteligencia más poderosos del Medio Oriente y están estratégicamente aliados con Washington. Más importante, estos dos países son totalmente sunitas, sin ninguna otra secta – y este es un asunto crucial para los que trabajan [tras bastidores] de la política saudita…» [8]

Al-Sharq Al-Awsat: El CCG – un bastión de resistencia a la amenaza iraní

Tareq Alhomayed, director del diario saudita con sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió: «La unión de Jordania [al CCG] y la unión de Marruecos también, suponiendo que lo haga, significa que el consejo… será un bastión de la resistencia [militar], garantizará [la seguridad] de las entidades [de la región] cuyas políticas son sólidas y se enfrentará a la amenaza planteada por las potencias no árabes en la región, principalmente Irán y sus agentes… donde todos los estados del Golfo, así como también Jordania y Marruecos, han sufrido…» [9]

Diarios de Arabia Saudita y Jordania: El CCG está fortaleciendo su poder militar respecto a Irán

En un editorial, el diario saudita Al-Jazirah explicó que el historial en la adición de Jordania y Marruecos al CCG concernía el deseo de fortalecer la capacidad militar de la organización contra Irán, y agregó: «… Los estados del Golfo han comenzado a… adoptar un camino de autodefensa y de expansión y diversificación [de sus] fuentes de apoyo, ya sea mediante el aumento de la variedad de mano de obra o de las fuentes de armamento, o a través de un llamado a China y Rusia, con una menor dependencia de los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña – que han sido apáticos respecto a las amenazas contra los estados árabes del Golfo…» [10]

El analista de Al-Jazirah Jasser Al-Jasser afirmó también que la adición de Jordania y Marruecos transformara al CCG en «una fuerza estratégica que no debe ser subestimada y que los pueblos de estos países constituyen un bloque poblacional de más de 100 millones de personas, con una fuerza militar efectiva. Esto fortalecerá a la región árabe, su seguridad y la seguridad del Golfo Pérsico en particular». [11]

Saleh Al-Qallab, director de la Corporación de Radio y Televisión de Jordania y ex ministro de Información jordano, escribió en su columna en el diario jordano Al-Rai: «Los arrogantes con las aspiraciones del imperialismo persa siguen emitiendo sus amenazas rapaces. Además, existe también una injerencia flagrante iraní en los asuntos internos de todos los estados del Golfo. Por lo tanto, la unión de Jordania a los países del CCG reforzará la seguridad a estos hermanos y sus capacidades militares…» [12]

Arabia Saudita recluta a Pakistán y Malasia para bloqueo sunita anti-iraní

Cabe señalar que, paralelamente a la incorporación de Jordania y Marruecos a los países del CCG, Arabia Saudita ha estado trabajando en los últimos meses con el fin de obtener el apoyo y la ayuda de otros países sunitas, es decir, Pakistán y Malasia, en un intento por crear un bloque dominante sunita contra Irán. Como parte de esta campaña, el Emir Bandar bin Sultan, secretario general del Consejo de Seguridad Nacional de Arabia Saudita, visitó ambos países en marzo para reunirse con los jefes de estado. Las reuniones parecen haber dado sus frutos: Pakistán y Malasia se han puesto de acuerdo para enviar tropas a Bahrein para ayudar al régimen allí a reprimir la agitación anti-régimen chiíta en la localidad – una indicación de que ambos países se han a su efecto unido al bando sunita anti-iraní.

El 28 de marzo del 2011, bin Sultan visitó Pakistán y se reunió con el primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani. Tras la reunión, el anterior llamó a Pakistán el ‘socio estratégico’ de Arabia Saudita, mientras que el primer ministro Gilani dijo que Pakistán se comprometió a seguir junto a Arabia Saudita en todos los foros internacionales. Este añadió que Pakistán estaba «interesado en fortalecer su asociación estratégica con Arabia Saudita». [13]

De hecho, el apoyo de Pakistán a Arabia Saudita y a su política anti-iraní fue más allá de las meras palabras, en marzo del 2011, reveló que las organizaciones paquistaníes similares a Blackwater habían contratado a miles de soldados paquistaníes, tanto activos y desmovilizados y los enviaron a Bahrein para ayudar al régimen allí a reprimir a los manifestantes chiítas. [14] El diario opositor saudita que se edita mensualmente Al-Hiyaz informó que Pakistán había cumplido con la petición saudita de prestar asistencia en la defensa de las familias reales de los estados del Golfo. Según el informe, dos unidades militares paquistaníes estaban ya en estado de alerta para ser desplegadas en toda Arabia Saudita en el caso de que la ola de protestas chiítas llegara a ese país. A cambio, según el informe, Arabia Saudita prometió ayudar a Pakistán a rehabilitar su economía y satisfacer sus necesidades de energía. [15]

Tal como se ha mencionado, bin Sultan también tuvo éxito en el reclutamiento de Malasia al bando sunita anti-iraní. El 23 de marzo del 2011, visitó el país y se reunió con su primer ministro, Najib ‘Abd Al-Razzaq, con quien conversó sobre los acontecimientos en el Golfo y en Bahrein en particular. Un comunicado emitido por la Oficina del Primer Ministro de Malasia dijo que «Malasia apoya las medidas adoptadas por los estados del CCG en todas las cuestiones relativas a los acontecimientos en Bahrein», y que Malasia condenó las «operaciones terroristas a los manifestantes cuyo objetivo es socavar la seguridad y la estabilidad de estos estados». [16] El apoyo de Malasia a Arabia Saudita y su política anti-iraní alcanzó un nuevo nivel cuando el 13 de mayo, tras una reunión con el Rey saudí ‘Abdallah en Riad, el Primer Ministro ‘Abd Al-Razzaq anunció que su país esta dispuestos a enviar tropas a Bahrein para luchar junto a las de la Fuerza Escudo de la Península. [17]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5376.htm

* H. Varulkar es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Véase la serie de MEMRI Investigación & Análisis Nº 678, «La situación en Bahrein: Enfrentamientos mediáticos entre el bando iraní-chiíta y el bando saudita-sunita», 18 de marzo del 2011,
http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA67811.

[2] Una declaración leída por el Secretario General del CCG ‘Abd Al-Latif Al-Zayani dijo que la decisión del consejo fue una expresión de «los lazos estrechos, el destino común y la unidad de propósito» que los pueblos de los estados miembros del CCG comparten con Jordania y Marruecos y que los ministros de los estados miembros extranjeros pronto se reunirán con los cancilleres de los dos países para ultimar su aceptación como miembros permanentes del consejo. Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de mayo, 2011.

[3] Cabe señalar que los estados del Golfo llamaron a cancelar la cumbre de la liga árabe de este año, sino que también condujeron la llamada árabe de imponer una zona de prohibición de vuelos a Libia, así como los intentos de mediar entre el presidente de Yemen y los disidentes allí. Al-Hayat (Londres), 21 de abril del 2011, Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de marzo, 6 de abril, 2011.

[4] Al-Madina (Arabia Saudita), 12 de mayo del 2011, Al-Watan (Arabia Saudita), 13 de mayo, 2011.

[5] Al-Qabas (Kuwait), 11 de mayo, 2011.

[6] Al-Qabas (Kuwait), 13 de mayo, 2011.

[7] En cuanto a Yemen, pareciera que la decisión del CCG de no agregarlo como miembro en el presente es el resultado de la actual inestabilidad allí, debido al creciente conflicto entre el Presidente ‘Ali Abdallah Saleh y sus opositores.

[8] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 15 de mayo, 2011.

[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de mayo, 2011.

[10] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 14 de mayo, 2011.

[11] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 11 de mayo, 2011.

[12] Al-Rai (Jordania), 12 de mayo, 2011.

[13] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), Al-Riad (Arabia Saudita), 28 de marzo, 2011.

[14] A raíz de los informes sobre la participación de Pakistán en Bahrein, Irán advirtió a Pakistán que su comportamiento podría tener repercusiones sobre las relaciones entre los dos países. Véase MEMRI Despacho Especial No.3813, «Irán advierte a Pakistán contra el reclutamiento de mercenarios para Bahrein, diario pakistaní: ‘Islamabad… se ha convertido en el estado de primera línea en proteger la supremacía del Islam sunita’, 6 de mayo del 2011, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD381311.

[15] Al-Hiyaz (Londres), 25 de abril, 2011.

[16] Al-Watan (Arabia Saudita), 23 de marzo, 2011.

[17] Elaph.com, 13 de mayo, 2011.